31. Guilty
31
Guilty
Xavier
Las largas noches en mi habitación, el silencio atroz y las cuatro paredes me vuelven loco. Los días pasan demasiado rápido y siento mucho no poder ver a Jess. Me karma por dentro y he llorado como niño cuando le tumban el helado o le explotan el globo. Según Donny que viene a mi casa el día de hoy, me da la triste noticia que el celular se le daño y pues no tiene. Espero recibir dinero pronto, para comprarle uno. Necesita con urgencia estar en contacto conmigo. Al menos por mensaje de texto es estar más cerca de ella.
A la siguiente hora, ya al mediodía, Donny llega a mi casa y me sube el almuerzo. Me resigno a comer con mi familia y la mamarracha con su madre. Como en silencio y Donny me enseña una foto de Jess. Es demasiado hermosa y todo lo que se coloque le queda bien. Se supone que mi amigo y yo debemos hablar de algo serio y pues necesito su ayuda. Por eso lo llame.
—Oye, amigo. Las cosas no pueden estar tan mal. ¿Qué haremos para que no te cases con ella? Hay que tener un plan —dice Donny hablando bajito.
—No lo sé. Es complicado y me aterra lo que planean mis padres, son capaces de eso y mucho mas. Solo quieren que les siga la corriente, ¿cómo carajos haré eso? —me meto a la boca el salmón.
—Porque son personas crueles y no sé, quizá quieren lo mejor para ti, aunque no sea exactamente lo mejor. Casarse con la mamárracha, es como estar con Hitler —bromea Donny y se come lo que resta de mi plato. Mas lambucio y muere. Desde siempre me quita la comida. Un día le jugare una broma a ver si deja de meter su boca en mi plato.
— ¿Qué tiene que ver Hitler en todo esto? Donny ponte serio. Necesito un plan para no irme. Ya queda muy poco para graduarnos y Jess todavía está embarazada, no la quiero dejar sola en esto —le digo con seriedad.
—Lo que debemos hacer es que te quedes en mi casa y es como si estuvieras secuestrado. Oye, ya en serio. Nos falta muy poco para graduarnos, y ya te compraron el pasaje a ti y a la mamarracha esa. Debemos tener en cuenta que mis planes son un desastre, pero funcionan. Además ya estás inscrito en la estúpida universidad. Amigo, hemos eximido más materias de lo previsto y no nos hemos graduado y ya tenemos universidad. Lo que se me ocurre es que mi estúpido padre me inscriba en la misma universidad que tu, y vemos como hacemos. No quiero dejarte solo en esto y tampoco dejar a Jess que sufre cada día. Créeme está muy mal y aun así, recibió una carta de Juilliard. La aceptaron.
— ¡ESO YA LO SE! —Grito desesperado—. Lo siento. No quiero casarme obligado y estudiar Arquitectura. Es una mierda para mí, no sirvo para eso, por lo menos desde mi perspectiva. No sé nada de diseño, de vaina se escribir canciones y jugar baloncesto. ¿De niños que queríamos, Donny? —la pregunta es fundamental. Él solo la sabe responder.
—Amm. Ser astronautas y volar en el espacio. También ser superhéroes y casarnos con una doncella de cabello liso —responde como si tuviese en la memoria los recuerdos de nuestra infancia.
De niños el mundo es más sano y divertido, de adolescentes es terror, sufrimiento y hormonas alborotadas. Y no imagino cómo será ser adulto, un poco más complicado que las otras épocas me supongo.
—Exacto. Pero después empezamos a cantar y jugar, no debemos dejar que nuestros sueños nos hagan trizas solo porque a mis padres les pica el culo y quieren destrozarme la vida —puntualizo.
—A ellos siempre les pica el culo. Aun así, debemos apresurarnos para que esta pesadilla acabe. O terminaras con la mamarracha en un rancho de un solo piso y cuidando quinientos carajitos con ella. De solo imaginarlo, mi piel se eriza por completo. Muero de solo verlo —vuelve a bromear y frunzo el ceño.
—Ni que me paguen quinientos dólares por hora —resalto lo importante. No me imagino vivir con esa mujer. El fin de mi vida.
—Lo siento. Xavier, te conozco desde que te limpiabas los mocos y me los echabas en la cara, no dejare que tu vida se destroce por una imbécil. Lo que debemos hacer es impedir que te cases. Lo del estudio lo resuelvo con mi padre. Conoce gente y le agradara que le hable de nuevo —el día en que Donny hable serio será preocupante. No deja de bromear y reírse con la boca llena. Es asqueroso.
— ¿Y qué hay de la mamarracha? Eso es lo que me interesa —vuelvo con el tema antes de desviarnos.
—Pues, no puedes tratarla mal y tampoco la puedes destrozar. Sería un error de tu parte y nos pueden descubrir. Recuerda que somos agentes de la CIA y nadie puede saber de nuestro plan. No se lo comente a Peter porque ha estado un poco ocupado con su noviecita; sin embargo debemos ser cuidadosos —comenta su brillante plan.
—Donny, para que te tranquilices y dejes de decir ridiculeces seremos agente de la CIA SI TE CALLAS —suelo alterarme con mi mejor amigo.
Donny desde siempre ha sido fantasioso, sueña estupideces y cuando hay problemas en mi vida o en la suya, inventa cosas sin sentido. En fin, hay que dejarlo ser y seguirle el juego, aunque la mayoría de las veces le grito muy fuerte para que pise la tierra, porque si no lo hace me vuelvo agresivo. Estos planes locos de mi amigo pueden servir, pero no sé si las cosas pueden seguir estando en el mismo orden, es decir, Jess sabe que no es mi culpa que mis padres estén así, y puede que en cosas no me perdone por no enfrentarme cara a cara con ellos, si lo hago es difícil porque si te encierran en el cuarto bajo llave, ¿cómo carajos vas a salir de la casa? es imposible. Y la ventana de mi habitación no sirve y jamás se ha reparado. Donny entro porque es un genio y convence a mis padres de estupideces.
Yo necesito camuflajearme y ser otra persona para salirme de la casa. No creo que vuelva y es una idea absurda y psicópata, pero puede funcionar si se hace lo correcto, siguiendo los parámetros. También puedo hacer un nido de avispas en mi habitación y tendré que dormir en otra casa, pues solo en mi casa hay dos habitaciones. Cuando uno se junta con Donny. Pasa esto. Te vuelves anormal e inventas cosas que no tienen ni el mínimo sentido.
En eso suena el teléfono de Donny. Me acuesto en mi cama y grito bajo la almohada. No sé con quién está hablando, pero está demasiado serio.
—Okey. Ya voy para allá, amor. Si, cálmate. De acuerdo —dice Donny y está hablando con Summer, ¿que estará pasando?—. Okey. Si. Vale.
Tranca el teléfono y no comenta nada de su llamada telefónica.
— ¿Y entonces qué sucede ahora? —pregunto con intriga. Necesito saber qué coño hablo Donny con Summer, pues estoy seguro que es ella. A nadie más le dice "amor" así de cursi como es él.
—Tranquilo. Jess está bien. Summer quiere verme para hacer ñiqui, ñiqui —detesto que cuente sus estupideces. A nadie le interesa—. Hermano, me pondré el sombrero si te preocupa tanto.
—Como sea. Ya sabemos lo que debemos hacer con lo que te dije y no se lo digas a Jess todavía, quiero que sea sorpresa. Tratare de escaparme y tú me tienes que ayudarme como sea. Estar contigo es una locura total, y aún así te aprecio, Donny. Ya veré que invento —resumo sin alargarme tanto.
Deseo firmemente ver a mi doncella y estar en un caballo, o lo que sea. En mi mundo no hay doncellas y los caballos están en otra parte.
Donny se retira y me deja solo en mi habitación para que siga sufriendo. Me siento demasiado mal y no ver a Jess me pone de mal humor. No he estado feliz en dos meses, claro que mis amigos me visitan y me cuentan lo que sucede con ella, pero no es igual. Yo quiero estar ahí y ver como su barriga va creciendo. En fotos no me sirve y detesto no estar con ella, poder besarla y abrazarla cuantas veces quiera y saber que está saludable y hermosa como siempre. Es tan deprimente y quiero ahogarme en un vaso de agua helada. Prendo el televisor a ver que están pasando de interesante, puras idioteces, nada bueno. Ya todo me da igual. No veo las cosas de la misma manera que cuando estoy con ella.
Paso los canales rápidamente y ninguno me llama la atención. Detesto lo que pasa y más aun cuando mi vida está en peligro por Moby Dick. Si fuese un poco más amable, de repente me caería mejor, y sabría comprender; sin embargo no me casaría con ella, porque solo tengo un amor en mi vida.
Donny me manda un mensaje que está noche pasa por mí. Solo me quedan 6 horas para que venga a mi casa así que veré Transformers. Puede que me dé chance de ver la saga completa para entretenerme y olvidar que el mundo existe. Además debo prepararme y colocarme un traje adecuado para la ocasión. Busco la película y seguro mi papá la boto en la basura por mi madre. Ella sabe que me gusta esa peli y para verme molesto lo hace. Sigo buscando y consigo una que me gusta demasiado, se llama Pequeños a Invasores.
Le coloco más volumen y olvido que mis padres discuten por mi culpa. No vale la pena escucharlos, ellos saben que soy responsable, no soy el mejor hijo del mundo, pero nunca les he hecho algo malo para que me encierren por querer ser padre responsable. Es poco ético, pues si fuese lo contrario, entonces las cosas no serian igual. Quizás no les importaría como ahora.
La película empieza a verse mal. Odio cuando las veo seguido y se rayan. Tendré que buscarla de nuevo en la tienda donde suelo comprar películas y devolverla. Conozco al dueño y ese me la cambia sin problema. Bueno me toca cantar y alegrar mi espíritu. No queda de otra. Saco de mi baúl la guitarra acústica y mi libreta de anotaciones cursis y románticas, donde conquistó a mi doncella de cabellos rubios y pendejadas de momento.
Como no tenerte en mis brazos susurrándote al oído. Como despertar el vacío que dejas en tus besos. Como palpitar el alma cuando no estás presente. Quisiera decirte que ya no puedo más, que te tengo que esperar, para que no te vayas más.
Todas las canciones que he escrito son tristes y me hacen llorar. Debo escribir sobre la vida, el amor y la valentía. De acuerdo, a ver que me sale esta vez. Escribir cursilería es romántico, si Jess está conmigo, y aún así se le mete dolor y pena que es más real, y ella me da su opinión, pero como no está conmigo, es aburrido escribir.
Te escondes en mi balcón.
Te escondes de mi rencor.
Te escondes del dolor
Y es mi culpa.
Arranco las dos hojas y las lanzo en mi pote de basura. Son patéticas. Necesito inspiración y creo que se que video puedo ver para subirme el ánimo. Nuestro acto de grado en primaria, donde Jess hace su entrada triunfal sin un traje como todos. Será estupendo verla y así me inspiro. Busco en mi armario, la ultima gaveta y allí están todos los vídeos de mi infancia, que incluye a mis mejores amigos por supuesto. Mi madre suele grabar estupideces y ni modo, antes que lo bote, yo los guarde bajo llave y nadie sabe donde están.
"Video de Graduación Primaria de Xavier" estupendo. Ese mismo es. Lo coloco en el DVD y empieza directo sin menús.
—Desde niños, hemos vivido momentos increíbles. Siempre el mismo grupo y siempre unidos. Ahora nos toca separarnos y llevarnos al siguiente nivel. En lo personal, es genial cuando se está con verdaderos amigos y comparten sus sueños conmigo. Quería ser astronauta junto con Donny y Peter, y Jess nos vigila en la tierra como comandante suprema de nuestra propia NASA. Siempre queremos romper el paradigma, hacer algo diferente y que jamás me separara de ellos. Podemos roncar, dormir juntos y compartir estúpidas ideas sobre el futuro. Como niños pasando a adolescentes, nos aterra que pasara más allá, y sin duda alguna cometemos errores, pues nadie es perfecto. Siempre estaremos para entendernos en esta misteriosa etapa. Ya no tendremos una sola maestra, sino varias, donde serán más estrictas y sin duda seremos mejores personas. Sí, tengo miedo de la secundaria, pero con mis amigos, ya nada me da miedo, porque sé que ellos me van a apoyar en cada momento.
Recuerdo eso. Jess está hermosa en el video, no me había dado cuenta de lo hermosa que siempre ha sido. Ríe como toda una princesa, por eso la amo tanto. Apago el DVD y empiezo por escribir la canción.
—Xavier — ¡Oh, Dios!
¿Qué hice para que esta mamarracha entrara a mi cuarto? Creo que voy a morir. O quizás volver en el tiempo y hacer que la madre de la gorda, no la tenga jamás. Eso sería estupendo.
—Sal de mi habitación —trato de ser educado, y empezar el plan de Donny.
Ella se queda viéndome por varios segundos y se retira sin decirme nada. Mi madre es cómplice y le dio una llave, eso es seguro. Cambiare la cerradura y así podré escaparme más seguido, igual debo ir a clases y no pueden impedírmelo. Ellos son genios en colocarme materias diferentes a la de Jess para no verla. Son tan genios que mis clases terminan temprano y ni siquiera puedo verla en el comedor. Ellos no saben lo que hacen. No son estúpidos.
Tratándola normal sirve mucho, pues no dice nada y se queda callada. Además creo que así mi cabeza no me duele. Aunque seria excelente día, volver en el tiempo y que no haya tenido sexo conmigo. Si, sería estupendo. Ya lo pensare más adelante. He aprendido mucho de Jess, se que ella es mas impulsiva que yo en millones de ocasiones, pero es sin duda un ejemplo a seguir. Seguiré esa regla, pero no me quedare callado, en algún momento la mamarracha de mi parte recibirá su merecido.
Volviendo a lo mío y olvidar que el mundo existe. Coloco la televisión, ya ni modo. Cantar en estos momentos de crisis no me ayuda en nada y pienso que cuando vea a Jess puede que las canciones fluyan solas.
"Xavier, en 30 minutos te quiero listo. Ya te paso buscando" mensaje de Donny. ¿Cómo es que no lo vi a tiempo? Maldición. Donny está demente, cómo carajos me va a pasar un mensaje y aun no son las 6 de la tarde.
Busco la ropa que me voy a colocar y me doy un baño vaquero, como dice Jess. Ahora a cambiarme y echarme mi perfume favorito de toda la vida, me dura más bien y por eso Peter y Donny me lo roban a cada rato. Me siento en la cama a colocarme los zapatos.
Bueno camisa blanca, chaleco azul, el lazo marrón y mis pantalones bien. De acuerdo, todo está en orden y oigo el timbre. Se oye la voz de Donny. Ese imbécil no sé como hace para convencer a mis padres, es un genio.
Ahora con los nervios, me siento en mi cama a esperar.
—Yo cuidare por él, Lorett.
Abre la puerta y salgo junto a mi amigo, con el rostro radiante de felicidad. La gorda parece estar molesta al igual que mis padres, pero lo único que ellos jamás van a impedir es que mi felicidad se vaya como el sol en el anochecer.
La noche está tranquila y caminamos hasta la casa de Jess. Al parecer las cosas están saliendo bien, hasta ahora. Donny me comenta que Jess no sabe qué voy para la pequeña celebración llamada Baby Shower. Es más mujeres que hombres, y en esta ocasión es diferente, pues somos más hombres que mujeres o eso creo. Jess no tiene amigas, solo nosotros y bueno a su familia. Nada mas pensar que sus hermanos me van a descuartizar y matar no es agradable, hipotéticamente es sarcasmo, pero hablando en serio. Si me van a descuartizar y mis últimas palabras no se cuales son. No tengo ni idea de que diré.
En parte es sorpresa para Jess, aunque su familia sepa que voy a mi baby shower también. Obvio que soy el padre y tengo que estar presente. Ahora la parte difícil es sonreír y ver a Jess luego de dos meses. Dios. Soy un completo imbécil.
Llegamos a su casa y su madre nos abre la puerta. Me da un abrazo y paso adelante. Me siento raro e incómodo, no quiero sentarme y no mirar a más nadie. Están varias primas de Jess, sus hermanos sin mirarme feo y Summer hablando con los demás. ¿Dónde estará Jess? Donny no quiere decirme y todo parece un enigma total.
Me quedo observando la decoración y se fajaron, es una lástima que no estuve para ayudar. Me siento súper mal. Hay una piñata en forma de bebé, una caja con los regalos, una mesa llena de ponquecitos y una torta. Unos globos de color verde y morado, también serpentinas del mismo color, afiches por todas partes.
Donny no menciona el sexo del bebé y todo parece estar de diferentes colores. Me siento muy intrigado.
—Te ves mal, Xavier. Sonríe. Es tu fiesta también —dice Summer dándome un abrazo para animarme—. Jess no te odia, se ha sentido bien y ha tomado las cosas con mucha calma. Está en el jardín, ve por ella, tigre.
Dando zancadas grandes, abro la puerta que da hacia el pequeño jardín. Jess está vestida como siempre y mira hacia las estrellas sentada en el columpio.
—Las estrellas brillan más que mi rostro —lo sé. Es el peor comentario poético que he hecho en mi vida. Ella se para con mucho cuidado y la dejo ver. Su barriga es hermosa y luce bien. Me abraza hasta donde su límite llega y me besa en los labios sin pedírselo.
—Te amo, Xavier Alexander. Sin ti, nada es igual. Pensé que no venias y no me iba a divertir con tus locuras —es tan hermosa cuando habla. Dios, parece un ángel caído del cielo para alegrarme mi corazón muerto.
—Ha sido difícil no verte. Creo que ver la luna y las estrellas, y estar contigo es lo que más deseo en el mundo. Discúlpame por idiota, creo que soy un bastardo. Si no me perdonas, pues me tocara comerme las uñas y esperar por ti —le digo sin dejar de ver sus hermosos ojos.
—Lo sé. No te culpo, Xavier. Haces lo imposible por venir hasta acá y comprendo. Ahora te tengo una buena noticia y escucha con atención, solo quiero dejar de hablar de estupideces y dolor. Odio sufrir y llorar al mismo tiempo —dice y la sigo viendo con sus ojos hermosos—. Nuestro bebé ama esconderse y no se dejaba ver. La semana pasada, se mostró tal cual, se parece a ti en la parte humorística. ¿Quieres verlo en las fotos del eco o prefieres que te lo diga y luego las ves?
—Dímelo y luego me lo muestras. Lo siento si no estuve presente.
—Deja de disculparte. No es tu culpa. Donny me contó todo, Xavier. Aunque no sabía que venias y pues te iba a pasar un mensaje y...
—Deja de disculparte, nena. Ambos sabemos que nuestra vida es dramática y pues mientras tanto cuéntame cómo es nuestro bebe y hablemos de cosas que nos llenen de felicidad.
— ¡Alto o disparo! —grita la mamárracha con un arma de fuego. ¿UN ARMA DE FUEGO? Perdió la cabeza. Santo Dios—. Muévete, Xavier.
Niego con la cabeza. No me voy a mover.
—Si no te mueves no podré dispararle. A un lado.
Toda la familia de Jess quiere controlar la situación, pero la mamarracha está decidida y no la dejare. La madre de Jess la tiene agarrada, pero no suelta el arma. ¿En qué momento se infiltra en la fiesta?
— ¡Ya basta, Nicole! Suelta el arma o llamo a la policía —la amenazo sin moverme de donde estoy. Jess está pálida y no controla las emociones.
—No. Quiero que firmes delante de todos, que te vayas a casar conmigo o le disparo si no lo haces —dice con voz un poco más elevada.
No voy a firmar nada. No voy a casarme con ella y no quiero porque no me da la maldita gana. Ahora tengo que hacer algo para que se tranquilice, pero es difícil pues apunta la pistola contra la cabeza de Jess a pesar de la distancia. Se aproxima un poco más hacia dónde estamos y alza más la pistola hacia la cabeza de Jess.
Ella solo piensa que me voy a resbalar, pero jamás. No quiero casarme con alguien que no amo y que detesto con toda el alma. No quiero hacer sufrir a Jess por decisiones erróneas y además deseo vivir en paz por el resto de mi adolescencia.
—Tienes 30 segundos para decirte, Xavier. ¿O quieres verla muerta?
Todos estamos en tensión y las miradas se dirigen a mí. Todos me dicen que no lo haga, y es lo que tengo que hacer. No voy a dejar que la mamarracha se salga con la suya y menos estropear mi felicidad solo por capricho de ella. Hay tantos hombres y viene esta a joderme a mí.
—Dame el arma y vamos adentro. No quiero armar escándalos a esta hora, Nicole. Hablemos adentro y solucionemos esto —hablo despacio y con el corazón en la boca. Estoy nervioso, y las manos me sudan demasiado. Jess no deja de agarrarme la mano y no la suelta. No está llorando, pero supongo que esta pensativa y nerviosa.
— ¡DISPÁRALE, HIJA! —sale la madre de la gorda. Esto cada vez se pone peor. No quiero que nadie salga herido por mi culpa—. Dale en todo el cráneo para que se muera.
La madre de Jess grita desconsoladamente. Parece que está muy mal y Peter la lleva adentro para que se calme. El padre de Jess, también está un poco tenso y no deja de mirarme ni de mirar a su hija. Esto pasa cuando las personas son obsesionadas con alguien y quieren ser felices a costilla de otros. Si la mamarracha no fuera tan insoportable y psicópata, quizás podría ser mejor persona, sin dejar de influenciarse por su madre.
No entiendo cómo puede haber personas tan crueles en este mundo y tan de lo peor. Yo creo que la gente está loca y el poder invade su mente. ¿Quieren el dinero de mis padres? Pues yo tengo dinero y bastante, ahorrado por supuesto, según para los estudios, y aunque son dinero de mis padres, igual me pertenecen.
Toda esta sociedad de mierda, tiene la culpa. Ahora la gente se casa por conveniencia y no por amor verdadero. Me parece deprimente ver a gente matándose por dinero, en vez de luchar y trabajar duro para tener las cosas, sin quitársela a los demás. Supongo que Nicole ama las cosas fáciles, quitarle dinero a los hombres y luego marcharse con millones en el bolsillo. A mí nadie me quita mi felicidad, nadie me quita lo que más amo en este mundo. Si tengo que morir lo haré sin importar las consecuencias.
Alzo la mirada y aun esta el ambiente en desgracia. Jess no para de temblar y no dice nada, sus nervios están muy mal y no quiero que le dé una baja de tensión. La mamarracha junto a su madre miran a mi novia con desprecio y odio. El papel del casamiento lo tiene en la mano y el bolígrafo también. Niego nuevamente con la cabeza. No pienso firmarlo ni que me paguen. No quiero casarme con ella. Le hago señas a Donny para que llame a la policía y se acabe esto de una buena vez. Se va adentro junto con Summer para llamar rápidamente sin que nadie se dé cuenta. Debo discutir con la gorda, tiempo suficiente para que la policía llegue a tiempo.
Aun con la sangre hirviendo en mis venas, el palpitar de mi corazón, los nervios de mi novia y Donny tratando de llamar, no me hacen feliz. Mi amigo dice que vienen en camino, claro diciéndome por medio de señas comprendo. La gorda no se da cuenta y sigue apuntando a la cabeza de Jess.
—Ya se acabaron los 30 segundos, Xavier. Te la puse fácil, solo con firmar dejare de apuntarle y no morirá. Aunque pensándolo bien, debería de morir de todos modos. Va a fastidiarme la paciencia y no tengo tiempo para esto —su voz envenena. Qué lástima que mi bate de beisbol está en mi casa, porque con golpearle en la cabeza es más que suficiente—. Decisiones que lastiman a tu niña mocosa.
—En nombre de la policía, baje el arma —grita el policía aproximándose a nosotros.
Ella no lo hace y se hace a un lado apuntando a Jess. El policía trata de hacerla entender, pero es de piedra y no dará su arma, hasta que yo firme el estúpido papel. Jess no deja de sujetarme y correr no podemos pues esta la mamárracha con el arma y el policía también. Suena un disparo y le cae justo a Jess en el cuello. Grito desesperadamente y veo como la mamarracha sale corriendo esquivando al policía. Muy habilidosa la imbécil.
— ¡JESS! —grito a todo pulmón sin importar ensuciarme—. ¡JESS, JESS! POR FAVOR, REACCIONA. DONNY LA AMBULANCIA. MALDITA SEA, CARAJO. JESS, REACCIONA.
Donny me empuja a un lado, y en susurro me dice que no salga corriendo tras la mamarracha porque podría ser peor. Me levanto rápidamente y cargo a Jess hasta la entrada de la casa donde la ambulancia y la policía están presentes.
Me monto en la ambulancia junto con la camilla donde está Jess y los demás se van en el auto de los padres de Jess. Los gritos míos, mas los gritos de sus padres, y toda la urbanización chismoseando que sucede, el ambiente se hace terrorífico. Mis lágrimas empañan mi rostro y me importa una mierda. Quiero que Jess se recupere y que reaccione, pues esta pálida, con los ojos cerrados y no respira muy bien. El médico le coloca oxigeno, y no quiero ni preguntarle cómo está el bebe. Seguramente mejor que ella, pero todo puede suceder y como no soy médico. No lo sé.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top