30. Losing my Religion
30
Losing my Religion
Los meses pasan volando y uno no se da cuenta. El cuarto mes de embarazo, se pone fuerte y cada vez más. Aun el bebe no ha dado sus primeras patadas y espero que sea pronto. En el eco se nota más grande y poco a poco se va desarrollando su cuerpito. Es tan asombroso verlo en la pantalla y saber que va a ser mío dentro de 5 meses, que podré acariciarlo y besarlo. Estoy demasiado emocionada con todo.
Estoy comiendo como bestia salvaje, pero literalmente frutas, jugos naturales y cosas sin tanta grasa. Me dan antojos de comer yogurt a toda hora. El pobre de mi padre tiene que salir a comprarme cuando le digo que se me antoja.
Xavier también está cansado, pues ha tenido que trabajar con su tío para ganar dinero extra e ir reuniendo para nosotros. Además los conciertos lo agotan muchísimo y menos mal que no ha salido de la ciudad y que puede verme todos los días.
Con relación a sus padres, pues siguen insistiendo en que se case con Nicole y él se niega completamente. Y la otra persona que esta insoportable es Nicole. La estúpida hace que Xavier salga corriendo para comprarle helados de todos los sabores, luego los bota en la basura y eso me molesta muchísimo. Sé que Xavier lo hace por los bebés, mas no por ella, pero es que es demasiado estúpida, mongólica, anormal, demente y está mal de la cabeza. Es una manipuladora de hombres profesional. No me meto en ese rollo, porque mi madre hablo conmigo, dándome algunos consejos y tratando de que me calme para vez que la veo.
Yo entiendo que quiere ser el centro de atención, pues las dos estamos en las mismas, aunque yo soy novia de Xavier y ella es solo un estorbo más. Simplemente quiere acaparar todo y tenerlo para ella sola. ¿Qué demonios le sucede? Es decir, me tiene envidia y pretende que si continúa así de esa forma yo daré mi brazo a torcer. Pues está loca, porque no pienso hacerlo. Que se busque un marido millonario que le compre todo lo que necesita.
—Ay, me duele mi pancita —dice poniendo cara triste—. ¿Me la puedes sobar, cariño?
Asco. Mil veces asco. Con su panza llena de grasa. Me da repugnancia. Tengo primas que son gorditas, pero ellas son lindas y se visten bien, no enseñan la barriga y actúan normal. Pero es que Nicole es horrible, se viste demasiado sensual para su físico y cree que se la está comiendo colocándose camisas cortas que se le noten la panza asquerosa. Mis primas han cambio se visten acorde a su físico y a su edad. Además no andan enseñando el ombligo.
Xavier arruga la cara y me observa. Eso es asqueroso. Lo hace y vomito en serio. Me quiero retirar de la sala para no ver esa escena, pero Xavier le responde que no, porque sus manos tienen grasa y se las muestra. Claro, estuvo reparando con mi padre el auto de Summer y claramente sus manos están asquerosas. Buen punto y muy inteligente. Tanto Donny como Peter quieren reírse de la expresión que pone Xavier, pues tiene la manía de quedarse paralitico sin decir nada y abre la boca como si fuese a decir algo. A mí me parece gracioso y aun sigo molesta con él, solo que hay cosas que lo he perdonado por voluntad propia y otras que me debe.
—Es una lástima, cariño. Será después, cuando Jess se acueste a dormir.
Voy a decirle que es una hija de su madre, pero mi madre me hace callar y dice que no es bueno pelearse en estado de embarazo. Me las va a pagar esta mocosa inservible. Cuando salga del parto, juro que le gritare hasta el mal que se va a morir. No la soporto, es una aberración, una amenaza en mi adolescencia. Quiero vivir normal, sin su presencia, sin su trasero hundiendo mi sofá y sin bañarse en los baños de mis hermanos.
Ahora lo otro que me preocupa, es cómo demonios voy a ir a la fiesta de graduación de mi hermana. Pues ya se va a graduar, pero primero viene la fiesta en conjunto con el estúpido baile y seguido del acto como tal. No estoy de humor para bailar ni festejar. Solo deseo descansar y tener paz en mi interior, como el maestro de Kung Fu panda.
Summer quiere llevarme a comprar vestidos. Y me niego completamente. Vestidos nada, mucho menos rosa o púrpura.
—Tienes que venir conmigo.
—No.
—Es la noche más importante de la vida y vas a venir conmigo te guste o no.
Les hace señas a los chicos y ellos van a acompañarlos. Según Summer es mi oportunidad de demostrar la sensualidad que llevo por dentro. No es gracioso. No es que tenga el autoestima bajo, porque no tiene nada que ver con eso. Simplemente odio los vestidos a muerte.
Nos vamos con mi madre, porque nos quiere llevar y ella quiere comprarse uno también. Mi padre se queda en casa, porque mis hermanos llegan en pocas horas y estará allí para recibirlos. La mamarracha no está presente y así no se va a bucear a mis hermanos, solo espero que se mantenga firme en caso de llegar primero que yo, porque si no le arranco la mandíbula y se la destrozo con sus feos dientes.
Vamos a las tiendas más cercanas. Es un dilema para mí escoger vestidos y más cuando me aprietan o me hacen sentir fuera de lugar. La primera tienda, queda en el segundo piso del centro comercial, a la esquina donde venden tablas de surf y patinetas skate. Me da tristeza no poder ir a ver las nuevas patinetas y entramos en la lujosa tienda. La persona que atiende es amiga de mi hermana y por lo tanto nos trata bien, ya que suele ser odiosa con todo el mundo y es insoportable como ella sola.
Mi hermana me lleva arrastrando hasta el vestidor y me dice que me quede allí que ella se encargara de mis vestidos. Se supone que es su graduación y cuando le chito me manda a callar. Mi madre y mis amigos están sentados esperando a que salga con el primer vestido.
Es uno lila claro y tiene encajes a su alrededor, es un poco corto, pero es para señoras mayores. Cuando salgo, el rostro de Xavier es impresionante. Creo que le gusta verme así, pero se va a joder, porque es solo una maldita noche y del resto seré normal como siempre. Lo hago por Summer y su graduación, más bien estoy sacrificando muchas cosas. Todos niegan con la cabeza y voy por el segundo vestido.
—Que no sea blanco —susurro, mientras me quito el vestido lila semi corto.
Como predigo, Summer me da uno blanco. Es largo y tiene flores en la parte delantera. Para colocármelo es una odisea total, porque es difícil ponérselo y me aprieta la cintura. Al salir todos niegan con la cabeza. Vuelvo al vestidor y me quito el vestido blanco.
No sé cuantas horas hemos estado en la tienda. Al final no me decido por ninguno y vamos a la segunda tienda que está en el piso de arriba. Subimos las escaleras sin problema. La tienda es enorme y muy pintoresca. ¡Dios, esto es terrible para mis ojos! Entramos y la persona es una chica vestida muy elegantemente, con un traje blanco y negro con tacones altos.
Summer vuelve a meterme en los vestidores y me dice que no salga. Ella escogerá por mí de nuevo. Bueno está viviendo su sueño y hay que dejarla solo por esta vez. Me pasa un vestido negro completamente, es sencillo sin encaje ni flores ni nada, me llega hasta las rodillas y me lo coloco sin problema. Lo siento más cómodo y menos apretado. Es fácil de ponerse y cuando salgo todos aplauden. Si son imbéciles, odio cuando son así. Xavier no deja de observarme y me pone incomoda. Esa mirada suya significa muchísimas cosas.
—Te ves bellísima —comenta Xavier—. ¡Vaya! Si que te queda muy bien.
Encarno una ceja.
—Ahora no te puedo decir que eres hermosa, Jess. No me jodas.
—Eso ya lo sé, Xavier.
—Si fuese un extraño, acepto cualquier comentario. Pero soy tu novio y si te digo que te ves sexy, es porque tengo la razón y no me vengas a decir que es mentira.
—Lo que sea. Me lo llevaré.
Mi hermana se prueba el suyo y le queda genial. Es más sexy que el mío, de color azul profundo, 5 cm antes de la rodilla y con la espalda encubierta.
Mi madre escoge uno más acorde a su edad, un marrón con lentejuelas. Ella no irá a la fiesta, pero si al acto vestida formal. Claro que mi hermana quiere que uno utilice diferentes vestidos tanto para el baile como para la graduación. Espero que se le haya olvidado lo del "otro vestido"
—Bueno, Xavier ya cumpliste con tu parte y eso es lo importante.
— ¿Que parte? —pregunto. No sé de qué habla mi hermana con Xavier, es demasiado confuso para mí.
—Nada —dicen los dos al unísono.
Pagamos los vestidos y salimos de allí.
—Bueno tengo que irme a la peluquería. Necesito hacerme las uñas y los pies. Jess viene conmigo. Nos vemos mañana en la noche, Donny. Xavier ya hablamos.
¿Uñas y pies? ¿Qué? No quiero hacerme nada.
—Uñas y pies. Eso no va conmigo, Summer —replicó.
—Pues ya hice la cita. Tranquila mamá estará con nosotras. Los chicos deben buscar sus trajes en donde les dije.
¿En qué momento Summer planea cosas para todos? Quiero ir a casa y estar con mis hermanos y amigos. Mis pies están bien y mis uñas también. No quiero pintarme nada, natural me veo mejor.
—Vamos, Jess.
—Eres cruel. Muy cruel.
Summer sonríe. Es su sueño que su pequeña hermana se vista bien por un solo día. Vamos a dejarla por los momentos, no quiero que se sienta mal. Además los chicos siempre estarán conmigo y seria egoísta de mi parte decirles a mi madre y a mi hermana que no quiero. Pero bueno, esto es una locura total.
Vamos a la peluquería que no queda en el centro comercial. Veo a los chicos probarse esmóquines y jodiendo como siempre. Summer nos dirige a un lugar donde maquillan, hacen los pies o como se llame y las uñas. Es un lugar demasiado femenino para mi gusto; sin embargo accedo sin refunfuñar. Muchas se me quedan viendo y no saben que decir. Okey, envidiosas mocosas que creen que para ser bellas hay que estar maquilladas todo el tiempo. La belleza natural se nace no se hace de un día para otro.
—Ya sabes lo que le tienes que hacer a mi hermana —dice Summer colocándose en su puesto. La chica que me va a entender es demasiado blanca.
Me acaricia el cabello encontrando algo que hacer, mira nuevamente a la revista y luego a mí. ¿Mi hermana no dijo uñas y pies? ¿Más o menos?
—Ammm. No quiero que me toque mi cabello. Es sagrado —replico mirándola por el espejo.
—Tu cabello no es sagrado. Menos tus uñas y menos tu esencia. Además no eres hermosa, cariño.
Me levanto del asiento.
— ¿Entonces para qué demonios quiere hacerme las cosas si va a criticarme? El hecho de que todas se creen muñecas de porcelana, no quiere decir que yo sea igual. Soy demasiado única y me gusta como soy. No necesito ser sexy para que la gente me vea. Te sugiero que cierres la boca y haz tu trabajo o me retiro. Y eso no lo quiere mi hermana —la amenazo con lágrimas en mi rostro.
¿Qué puto sentido tiene arreglarse tanto para qué? ¿Para qué te acepten en la maldita sociedad? Pues yo seré madre y una sensacional. No pienso obligar a mis hijos a no hacer algo que no les gusta. Acepto que me hagan estas cosas femeninas por mi hermana, pero no aceptare que nadie se burle en mi cara y menos una zarrapastrosa como ella. ¿Qué demonios le pasa a la gente hoy en día? Todos quieren hacerte cambiar, pero las personas no cambian. Yo sé que mi familia lo hace solo para lucir bien en una noche, pero personas terceras que me digan que soy horrenda o algo por el estilo, no lo voy a tolerar jamás. Me enferma que las personas sean tan imbéciles, creyéndose mejores que uno.
—De acuerdo, señorita Stone. Lo lamento.
Al menos se disculpa. Me coloco los audífonos y olvido que estoy en el estúpido lugar. Summer me observa y no está molesta, más bien se siente bien que estemos en el mismo sitio juntas sin lanzarnos comentarios negativos ni opiniones fuera de lugar. Mi madre le hacen las uñas, y parece feliz. Al menos mi madre no me juzga, ahora que soy un poco diferente con esto del embarazo.
Primero me peina el cabello, me lo desenreda. Mi cabello me creció en los últimos meses hasta los hombros y me siento un poco extraña teniendo el cabello así, pero luce bien. Ya después me lo vuelvo a cortar o quizás lo deje largo.
Me hace un peinado simple, sin tantos arreglos y luzco bien. Me siento cómoda y para nada extraña. Ahora me dice que quite las medias y los zapatos. Le hago caso dejando ambas cosas cerca de mí, soy muy celosa con mis zapatos. Los amo, son parte de mí.
En una ponchera con agua caliente coloco mis pies y siento vapor en ellos. Es relajante y me agrada, pero solo lo haré por esta vez en este extraño lugar. Quizás lo haga en mi casa para relajarme o mejor en la bañera, es más divertido. Me quedo por 10 minutos en estado genial y luego me saca el derecho para limpiarlo.
Siento cosquillas cuando me está echando crema de pies y me da un ataque de risa. Me echa exfoliante de pies, también me quita sucios internos y nuevamente masajea una y otra vez haciéndome reír. Seguido de eso, va por el izquierdo con la misma rutina. Luego coloco las manos en un recipiente lleno de agua, y las dejo ahí por varios minutos. Me siento estúpida haciendo esto.
Las uñas me las pinta de color crema, y delicadamente me coloca una base que según el frasco perduran mas y el brillo se queda. ¿El brillo se queda? Es como que me hablaran en chino.
Terminamos esto de la peluquería y vamos a la casa. Mi madre parece estar brillándole los ojos cada vez que me ve, creo que es su sueño verme así y lo está logrando, aunque sea y repito por solo una noche. Mis hermanos están allí y los abrazo a ambos: Tony y Nizam.
— ¿Qué hubo, Jess? —me saluda Tony. A veces me confundo, pues ambos son gemelos y es difícil. Mis hermanos rubios idénticos, me recuerdan mucho a los hermanos Weasley de Harry Potter, debido a su comportamiento con el mundo.
—Bien. Aunque no suelo estar así, pero bueno.
—Siempre serás nuestra hermanita varoncito —bromea Nizam sonriente.
— ¿Entonces fue el idiota de Xavier quién te embarazo? No es tan tímido después de todo, ¿no, Nizam?
—Igual lo golpeare cuando lo vea. Créeme que sentirá mis golpes tan fuertes que caerá al suelo —dice Nizam— ¿Una partida de básquet, Jess?
Como me encantaría jugar y lastimosamente no puedo, pero tampoco puedo negarles que les gane. Niego con la cabeza y me retan. Si meto dos encestadas, me darán una sorpresa que me tienen preparada. Eso es hacer trampa, sin embargo, lo acepto completamente. Nos dirigimos a la cancha y mi hermana me detiene. Olvido que estoy toda delicada en las manos y pies. ¡Qué porquería! Esto es horrendo.
—No va a sudar, lo prometemos —dijeron los dos al mismo tiempo.
—Solo encesta una sola y ya —Summer cruza los brazos y se nos queda viendo.
Tony no encesta y me burlo de él, Nizam si encesta y dos veces. Ahora yo, si encesto tres gano. La primera con suerte, pues la pelota casi se desvía; la segunda es más rápida que la anterior y se encesta. Nizam me observa con el ceño fruncido y encesto la tercera. Soy un verdadero genio en esto y se siente bien ganarle a mi hermano. Nos vamos adentro nuevamente y me dan el regalo inesperado.
¡Es una chaqueta de los Chicago Bulls! ¡Ahhhhh! ¡Lloro! ¡Lloro demasiado! Es lo mejor del universo.
—Increíble. La amo. No me la quitare jamás en la vida —sonrió feliz y Summer cambia de humor de estar decepcionada de mi a estar feliz.
Cenamos en familia y me alegra que estemos los 6 reunidos. La cena termina en alegría hasta que llega la mamarracha y su patética madre. Nizam y Tony quieren reírse, pero mamá se los impide.
—Excelentes músculos —comenta la estúpida.
—Ni se te ocurra, idiota. Son mis hermanos y no te prestaran atención —respondo frunciendo el ceño y mirándola con odio y desprecio.
—Ten educación, querida. Además te tengo noticias que hará que tu felicidad se acabe en segundos.
Mis hermanos quieren defenderme, pero les susurro que yo me encargo. Mi madre sabe que soy capaz de golpearla y se va a su habitación para no presenciar nada, además está como cansada. Mi papá también se retira e incluso mis hermanos también. Summer si se queda conmigo para cualquier eventualidad.
—No me importa lo que digas. Me da igual —el reto sin dejar de observar su grasienta cara.
—Para tu información, Xavier ira conmigo está noche a un encuentro grupal de mi familia y no creo que mañana vaya contigo a la estúpida fiesta —habla tan hija de su madre que me provoca partirla en dos y dejar esas partes por todo el mundo—. De mi no te salvaras, Stone. Vas a caer, vas a morir y ese novio tuyo será mío.
—Así se habla, hijita querida.
—Soñar es malo, gorda. Te sugiero que te vayas y te quemes en un incendio para no verte tu sucia cara.
—No hables así de mi hija, niña. Respeta a los mayores.
—Ella tiene un año mayor que yo y le hablo como me dé la gana —me defiendo mientras Summer me agarra las manos sin dañar la pedicura.
—Eres insolente. —y me da un bofetón, que se lo devuelvo sin pensar.
¿Quién es ella para maltratarme?
Tocan el timbre y son los padres de Xavier sin mi novio presente. Me duele tanto la cara, que no puedo articular una palabra. La bruja Cruella se ríe a carcajadas y en eso mis hermanos aparecen viéndome en el suelo llorando como tonta. Miran a la bruja malvada y le dicen que se vaya. Claro, ellos seguro vieron la escena. Ella no es quien para maltratarme de esa forma.
Los padres de Xavier quieren hablar con los míos y mis hermanos lo llaman de inmediato. Me siento en el mueble con dolor en todas partes. Mi madre y padre me ven y preguntan qué sucede, la bruja por supuesto miente diciendo que yo la golpee y Summer me defiende diciendo que ella me pego en el rostro, y la forma como lo cuenta tan dramática, los ojos de mi padre no son normales.
—Me haces el favor y te vas —la voz de mi padre furioso no es normal. La mujer no se retira ni su hija tampoco. Mamá trata de calmar la situación.
— ¿Qué es lo que sucede, Lorett? —pregunta mi madre a la madre de Xavier.
—Solo vengo a decir que mi hijo no lo quiero en esta casa y tiene prohibido ir al baile con tu hija. Además ya hemos depositado a tu cuenta lo que Jess necesita durante su embarazo y aquí están las medicinas y tratamientos que requiere durante este periodo. No quiero que ella vuelva a ver a mi hijo y está decidido que Xavier se casa con Nicole. Todo está listo. Tampoco quiero que ella asista. Mi hijo terminara la secundaria aquí porque quiere hacerlo y después se va a Francia a estudiar Arquitectura. Eso es todo lo que vine a decir, querida —resume la perra esa que lo la soporto—. Solo deberá firmar el papel para que se concrete lo del matrimonio.
—No creo que Xavier sea tan estúpido para hacerles caso —comenta mi madre sin pelos en la lengua—. Ama a mi hija y aunque sabemos que esto es de jóvenes, son mejores amigos y Jess a pesar de tenernos a nosotros, querrá estar con Xavier.
—Ya lo hablamos con él y concuerda con nosotros. No quiere saber nada de ese hijo que tiene en su vientre. Le dije que abortara, pero no me hizo caso. Es una niña insolente, querida y deberías de educarla mejor. Eso es todo lo que vinimos a decir, gracias por su hospitalidad. Ahora tengo que organizar una boda perfecta.
— ¡Eres una mentirosa! ¡Una mentirosa! Solo tienes celos. Xavier me ama más que cualquier otra cosa y más que usted. No voy a permitir que haga lo que se le antoje —grito alterada y la tensión se me está subiendo, pero me da igual—. Seguro usted no se caso con alguien que le importaba y termino casándose con su marido por su madre. Cree que no se, pues se demasiado. Xavier venia todas las noches a contármelo y se sentía mal por todo. Es su único hijo y no le para a sus requerimientos. Era mi mamá quien le daba comida cuando venía con hambre. Fue mi padre quien le enseño miles de cosas. Usted no hizo nada por su hijo. Jamás hizo algo. Es una mentirosa, y siempre ha sido mentirosa. Tienes celos de mí y usted sabe por qué. Quiero que sepa, que comete errores y vivirá con eso por el resto de su miserable vida. Jamás tendrá amor en su interior y lo más triste de todo es que Xavier me ama más que a usted y eso lo saben todos. 17 años de amistad tengo con Xavier, pero no quieres que este con él solo porque no soy gorda ni fofa como la estúpida que tengo al frente. Espero que algún día se caiga de un barranco y se rompe una pierna, para que vea lo que se siente en mis pies.
Efectivamente las cosas están demasiado mal. Solo queda el estúpido baile y la graduación de mi hermana. Todo es un asco, nada sirve y nada funciona. Xavier paralizado delante de sus padres, con las lagrimas al igual que las mías a flor de piel. Queriendo abrazarme y sentir que soy de él solamente. Sus padres le compraron un apartamento para que vivan juntos. Es una locura, aun creo que es un sueño de mal gusto. Es una falsa mentira del mundo en que estoy viviendo. Nada de esto puede estar pasando.
Al ver como Xavier sale de mi casa llorando como un niño pequeño. No es lo que quiero. Sufrir. Odio sufrir. Odio el mundo y a las personas. Mi mundo como se conoce, así de cliché, de amar a mi mejor amigo y que se vaya con su familia. Aun queda la graduación de ambos, y sé que no lo veré porque harán lo posible para que no nos veamos en ninguna clase. Mi vida es cliché. Sin Xavier nada es divertido.
Como todo, el baile es aburrido, la graduación es aburrida y nada tiene sentido. Trato de mantenerme serena y tranquila, lo hago por mi hermana por supuesto. Summer sabe que sufro en silencio y mis amigos piensan lo mismo. Donny me saca a bailar en la pequeña fiesta que hacemos en mi casa. No deseo hacer nada, pero él insiste y no debo decirle que no. Están todos mis familiares riendo y cantando, mientras yo ando triste.
—Las cosas pasan por algo, Jess. Créeme que si su vida es tan cliché, terminarán en un feliz para siempre, te lo aseguro.
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