17. Somewhere I Belong
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Somewhere I Belong
Me gusta comprar cosas que me hagan sentir cómoda, que las pueda usar después sin ningún tipo de problemas. La cuestión se torna horripilante, cuando te ven por las calles y gritan que estás muy linda, me dan ganas de vomitar. No me gusta ese tipo de atención, me repugna.
Estoy con mis padres comprando ropa nueva por mi embarazo. ¡Yay! Mis padres tienen buenos gustos, pero ambos opinan completamente diferente. Mi mamá quiere que sea un poco más femenina y mi papá convertirme en un "varoncito". Ninguna de sus ideas me gusta, por lo tanto, tengo que hacerles entender que jamás en la vida voy a cambiar mi ropa por algo que nunca usare. Los guio hasta mi tienda favorita y mi mamá casi le da un infarto. Conozco al dueño y me dice que hay nuevas ropas de la colección que acaba de salir.
La tienda es deportista una mezcla de Quiksilver, Addidas, Vans, Converse. Escojo una camisa Addidas manga larga y de color negro. Me encanta siento que la adoro, pero todo cambia gracias a que mi madre menciona el detalle de que estoy embarazada. El chico me abraza y me felicita, dice que aquí la ropa no es tan cómoda para mi ocasión. Sugiere que vayamos al octavo piso.
Vamos a la otra tienda y el color rosado me empalaga, no es que lo odie, no me gusta ese color. Puedo aceptar un azul, verde manzana, gris, pero jamás el rosado. Escojo un pantalón ancho y que me queda perfecto. También hay una camisa un poco femenina, pero tiene tirantes y junto con el pantalón hace una perfecta combinación. Mi padre agarra dos camisas de tirantes y tres pantalones anchos a la cesta.
—Muchas embarazadas se colocan overoles y aparte son cómodos —opina la chica.
Creo que mis papás toman a pecho esto y quieren que no se sienta nostálgica con el inconveniente de Xavier y su familia. Al fin me quedo sola con mi papá, pues mi mamá está emocionada en buscarme pijamas en la tienda de al lado. Supongo que tendré que soportar lo rosa y todo aquello sexy.
Mi padre me conoce muchísimo y pues estoy segura que me dirá algo relacionado con Xavier.
— ¿Cómo has estado, Jess? —pregunta mi padre cuando intento colocarme el zapato.
—Pues mejor que la última vez. —Mi padre frunce el ceño y no está convencido de mi respuesta—. Papá, estoy bien. Tengo que enfrentar las cosas sin importar las consecuencias. Estoy viviendo plena adolescencia y mis cambios repentinos son parte de mi etapa, y si no regresa, hay millones de madres solteras en el mundo.
—Siempre has sido igual que tu madre, Jess. Me da gusto que lo tomes así. Xavier es un chico excelente, quizás sus padres no saben lo maravillosa que eres y que ambos están enamorados.
—No estoy enamorada, p... —mi papá me hace callar con la mano. Termino de colocarme el zapato y cancela lo que me voy a llevar.
Luego de pagar. Esperamos afuera a mi madre y mientras nos comemos un helado triple de chocolate con arequipe y Nutella.
Amare la Nutella y sacare provecho cuando tenga antojo, según Discovery las embarazadas tienen antojos frecuentes y se debe tener cuidado. Yo tuve antojos y mi esposo tenía que salir todas las noches a comprarme lo que quería. Se me graba todo lo que dicen, últimamente veo demasiado ese canal y me ayuda un poco a entender mis ánimos. A veces creo que exagero con el chocolate y mi pobre padre tiene que salir como loco a comprármelo.
Mi madre aparece con bolsas rosas y no imagino que tendrá en esas. Me causa escalofríos.
**
Xavier
¿Por qué le tengo que hacer caso a mis padres? No es que sea adulto para tomar decisiones, simplemente soy consciente que deje a mi mejor amiga embarazada y sola sin tener las miserables bolas para enfrentarlo como se debe.
Me gusta ser responsable, pero a veces las circunstancias no lo ameritan, me convierto en niño cuando mis padres dicen algo y me intimido por completo.
Han pasado ya dos semanas y mi sentido del humor no cambia, creo que estoy tan amargado que ya los chistes malos no me salen bien. Cada vez que la niña aparece, todo es tormentoso, hasta la música que escucho lo es. Tiene sentido que sus canciones favoritas sean tan asquerosas que las tarareo sin darme cuenta, es horrible.
No es que sea profesional con el tema musical, pero tengo algo de conocimiento y me adapto a todo, solo que con ella es difícil hacerlo. No me atrae, la aborrezco y no quiero casarme con ella y punto.
Jess canta Nicki Ninaj y la sigo amando. Lo peor es escuchar a este espécimen cantando la canción mientras mueve su gelatinoso trasero. Me dan nauseas de solo verlo.
Ella cree ser la tipa mas divina que existe en toda América y pretende seguir los pasos de su adorable madre, —que la odio por cierto— y me cae demasiado mal.
(When this began)
I had nothing to say
And I get lost in the nothingness inside of me
(I was confused)
Doy una breve pausa pues la que no debe ser nombrada aparece en mi habitación con unos shorts que le quedan apretados. Sonríe como si estuviera feliz y se sienta en mi cama. De inmediato le digo que se levante porque me va a llenar de gérmenes mi sabana. No parece ofendida.
—Cantas hermoso —me dice "ella".
"Hermoso" es parte de su vocabulario marginal. No suena lindo cuando lo dice. Creo que terminare vomitando toda la comida. A todo le llama hermoso y ya me enfada que lo repita incontables de veces. Y como su voz es insoportable, no aguanto la ira y sale mi yo interior que quiere asesinarla a sangre fría.
—Me gusta que me dediquen una canción.
—No era para ti —digo con voz seca y sin mirarla.
Su rostro se vuelve lagrimoso y sale corriendo llamando a su mami. Que se joda, voy a trancar la puerta con llave y seguro, no va a pasar más. Y cuando se vaya cerrare mi casa completamente para que no acceda a ella.
¿Qué se cree? Todas las malditas canciones que canto son para Jess, y es la única persona que sabe realmente el motivo de por qué carajo las canto. "Ella" es demasiado estúpida para entenderlo. ¿Qué le pasa? ¿Piensa que la voy a querer algún día? Pues nunca en la vida. Jess es la única persona a quien amo y a quien siempre voy a amar. No voy a dejar que se interpongan mas en mi camino, así sean mis padres, tiene opiniones que no comparto y soy responsable de mis actos.
Mi celular está en una esquina y lo tomo. Deseo escuchar la voz de Jess para calmar mi ira o si no voy a explotar y mi guitarra será parte de la masacre. Marco delicadamente su número telefónico y espero a que atienda. Un repique, dos repiques, tres repiques y el tercero ella contesta con un simple "Hola".
—Hola, Jess —la saludo y espero que recibo de contestación. Capaz y es un insulto o una pregunta.
— ¿Qué haces llamando? —suena disgustada, pero ni modo, lo vi venir.
—Pues me provoco llamarte y ya —respondo con sinceridad.
—Estoy ocupada sí. Donny deja ese instrumento musical, solo quiero ver el otro de color gris —amo cuando Jess habla así.
—No me interesa si estas ocupada. Sigue hablando con Donny, pero deja el teléfono activo.
— ¡XAVIER, YA DEJA DE MOLESTARME! ME HACES DAÑO LLAMÁNDOME. ASÍ NO VAS A SOLUCIONAR NADA —grita muy fuerte y la entiendo.
— ¡¿QUÉ DEMONIOS QUIERE QUE HAGA?! ESTOY INTENTANDO IRME DE ESTA MIERDA PARA ESTAR CONTIGO. JURO QUE NO QUIERO CASARME, JESS. ESA MUJER ME PRODUCE MIGRAÑAS. SOLO QUIERO CASARME CONTIGO.
Mi ira vuelve y más agresiva. Odio hablarle gritado, pero quiero que entienda que la amo demasiado y soy incapaz de hacerle daño. No tengo la culpa que mi familia sea una mierda conmigo. A veces me enfado por mis padres y la agarro con ella cuando le hablo al teléfono y sin querer.
— ¡OYE TAMPOCO ME GRITES PORQUE NO TENGO LA MALDITA CULPA! —Grita un poco más elevado —. ¡TE FUISTE Y PUNTO, XAVIER ALEXANDER! ¡Y TAMPOCO VAS A REGRESAR!
— ¡CLARO, ME ENCANTA ESTAR CON ELLA! —mi comentario es sarcástico. Espero que haya entendido bien—. ¡PIENSO EN TI A CADA MALDITO SEGUNDO! ¡Y PARECEMOS UNOS IDIOTAS PELEANDO! —exclamo con molestia
—Como quieras, Xavier. Tengo que irme, espero que estés feliz.
—No lo estoy y discúlpame por gritarte. Me molesta no verte y estoy celoso de que estés con Donny y no conmigo. Aquí todo es complicado, pero como sea voy a volver y eso será pronto.
—Las promesas las detesto.
Tranca el teléfono.
—Xavier, mi príncipe amado. Te ruego que me perdones. Es que solo quiero que abras la puerta que te tengo una sorpresa sexual.
Por mi madre. ¿Ahora qué va a hacer? Dios. Juro que me tengo que hacer millonario mientras este con ella, aunque sea subir videos de sus estupideces a Youtube.
Activo mi cámara escondida y abro la puerta.
—Sorpresa. Vamos a tener sexo.
¡Shit! Qué asco. Está desnuda y su barriga son semejantes a los cauchos de mi auto. ¡Maldición, me quiere matar! No pienso tener sexo con ella ni que me paguen.
—No quiero. Vete de mi habitación que la contaminas.
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