Capítulo 2 [Humildeando al Fénix]
Desde una rama alta de un árbol, Sully observaba la cálida escena dentro del club. La atmósfera estaba llena de risas y alegría mientras Asia Argento se unía oficialmente al clan Gremory. Aunque Sully no había recibido reconocimiento por su papel en el rescate de Asia, eso no disminuía su satisfacción al ver a sus amigos felices.
Sully se recostó contra el tronco del árbol, reflexionando sobre su llegada a este mundo. "Quince años aquí... y aún se siente como un sueño", pensó mientras dejaba que una suave brisa le despeinara el cabello.
En el interior del club, Rias Gremory levantó su copa con una sonrisa radiante. -¡Bienvenida al clan, Asia! Estamos muy contentos de tenerte con nosotros.
Asia, sonrojándose, respondió con gratitud. -Gracias, Presidenta. Prometo dar lo mejor de mí.
Issei, siempre el animador, añadió con entusiasmo: -¡Sí, Asia! Aquí somos como una gran familia, y siempre nos apoyaremos unos a otros.
Sully sonrió ante las palabras de Issei. "Él siempre sabe cómo hacer que alguien se sienta bienvenido", pensó con admiración.
Sin embargo, una sombra de preocupación cruzó su mente. Sabía que este momento de paz no duraría mucho. La amenaza de Raiser Phenex se cernía en el horizonte, y el clímax de la Primera Temporada de la serie de DxD se acercaba rápidamente.
Sully murmuró para sí mismo: "Esto es solo la calma antes de la tormenta. No hay mucho que pueda hacer."
Con la determinación de proteger a sus amigos, Sully se deslizó silenciosamente del árbol. Sus habilidades de Spider-Man le permitieron aterrizar sin hacer un solo sonido, moviéndose con la gracia y agilidad que había perfeccionado a lo largo de los años.
Mientras caminaba hacia su dormitorio, Sully repasó mentalmente todo lo que sabía sobre Raiser Phenex. "Vamos a ver como le hago en esto, estoy un poco nervioso", pensó, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros.
Con cada paso, Sully se preparó para enfrentar el desafío que vendría, sabiendo que su lugar en este mundo iba más allá de ser simplemente una segunda torre de Rias Gremory. Era un protector, un amigo, y haría todo lo posible para estar a la altura de las expectativas.
Era un día soleado y el sonido del bullicio estudiantil llenaba el patio durante el receso. Sully estaba sentado tranquilamente, disfrutando del momento, cuando de repente vio a Issei acercándose con una expresión de curiosidad.
-¡Sully! -llamó Issei desde su pupitre.
Sully se levantó y se acercó a él con una sonrisa. -¿Qué pasa, Issei?
Issei lo miró con cierta extrañeza. -Oye, ¿por qué no estuviste cuando nos presentaron a Asia y a mí al clan de la Presidenta Sona Sitri? Después del partido de quemados, fuimos a buscar familiares y tú no apareciste.
Justo en ese momento, Asia se unió a ellos con su habitual sonrisa amable. -Hola, Sully. También me preguntaba por qué no estuviste allí.
Sully se dio cuenta de que Rias no le había avisado nada sobre el evento a propósito, además conocía la importancia de la introducción al clan Sitri y la búsqueda de familiares.
-Bueno, simplemente no me interesaba, así que no fui -respondió Sully, encogiéndose de hombros.
Issei y Asia lo miraron con sorpresa. Issei preguntó: -¿No te interesa conocer a otros demonios como nosotros?
-No, realmente no -contestó Sully con calma.
Aunque lo decía con indiferencia, por dentro Sully sentía cierta molestia por el trato injusto de Rias hacia él. Sin embargo, decidió no expresar su frustración para no incomodar a sus amigos.
Mientras charlaban, Sully no pudo evitar pensar en el futuro. Este tipo de situaciones solo aumentaba su sensación de que el evento de Raiser Phenex se acercaba rápidamente.
Decidido a no dejar que sus preocupaciones empañaran el momento con sus amigos, Sully cambió de tema, guiando la conversación hacia algo más ligero mientras disfrutaban del receso juntos.
Era un día tenso, y el club de Rias Gremory y Sully se había organizado para ir tras un demonio renegado que se escondía en un almacén abandonado. La atmósfera estaba cargada de expectativas y un ligero nerviosismo, mientras Sully se movía ágilmente por las paredes, utilizando sus habilidades de escalada.
Al llegar a un pasillo oscuro y polvoriento, Sully se detuvo en seco al ver a una mujer que cargaba algo en sus brazos. Sus ojos se encontraban llenos de miedo, y no había duda de que era el demonio renegado que habían venido a buscar. Pero lo que le dejó sin aliento fue lo que llevaba: dos niños pequeños, abrazados a ella, con miradas de incertidumbre.
-¡Por favor, no! -suplicó la mujer, sus palabras llenas de desesperación-. Solo quiero proteger a mis hijos.
Sully sintió un nudo en el estómago. "¿Rias nos mandó a acabar con una madre y sus hijos?", pensó, su corazón latiendo con fuerza. La realidad de la misión lo golpeó con fuerza, y la idea de hacer daño a esta familia lo horrorizaba.
Justo en ese momento, el círculo mágico de comunicación se activó. La voz de Rias resonó en su mente. -¿Lo han encontrado?
Issei y los demás respondieron rápidamente que no, y cuando llegó el turno de Sully, lo dudó un momento.
-No -dijo, su voz firme pero con un trasfondo de conflicto interno.
-Sigan buscando -ordenó Rias, y el círculo mágico se disolvió.
La mujer, al escuchar la conversación, miró a Sully con gratitud y alivio. -Gracias... muchas gracias. -Su voz temblaba, pero había una chispa de esperanza en sus ojos.
-Sal de aquí cuanto antes -le aconsejó Sully, sintiendo una mezcla de determinación y compasión.
Antes de que se fuera, la mujer se acercó a él, sacando una pequeña caja de metal adornada con intrincados dibujos y una cadena. -Toma esto, como agradecimiento. Espero que te sirva.
Sully aceptó la caja con una mezcla de sorpresa y gratitud. -Gracias, pero lo único que necesito es que tú y tus hijos estén a salvo.
La mujer sonrió débilmente, y con un último vistazo a los niños, se retiró rápidamente del almacén. Sully sintió una oleada de satisfacción. Había tomado la decisión correcta, y no le importaba pasar el resto de la noche buscando a nadie más. Había salvado una vida y, de alguna manera, eso era más importante que cualquier misión.
Mientras se quedaba solo en el pasillo, mirando la caja que le habían dado, se sintió en paz. El peso de la culpa comenzó a levantarse, y sonrió, sabiendo que había hecho lo correcto. . . . . .
El ambiente en el club era tenso, cargado de una emoción palpable. Todos estaban reunidos, incluidos Grayfia, la leal sirvienta de la familia Gremory. Sully se sentía inquieto, sabiendo que el momento que había estado temiendo había llegado: Raiser Phenex, el villano de la primera temporada de DxD, iba a hacer su aparición.
De repente, un círculo mágico de fuego apareció en el centro de la sala, y de él emergió Raiser, un demonio de la familia Phenex con una sonrisa arrogante en su rostro. La atmósfera se volvió aún más densa, y Sully notó cómo Issei tensaba los músculos, preparado para la acción.
Raiser se acercó a Rias, tocándola de una manera que hizo que Sully sintiera una rabia burbujeante en su interior. Rias, visiblemente incómoda, finalmente dio un paso atrás y, con voz firme, declaró: -No quiero casarme contigo.
El rostro de Raiser se tornó serio. -Debes pensar en la repoblación de los demonios de sangre pura. Nuestros padres ya decidieron el compromiso.
Las palabras de Raiser resonaron en el aire, y Sully sintió que la situación estaba a punto de desbordarse. Ambos parecían a punto de pelear, pero Grayfia intervino rápidamente.
-Mis amos predijeron que algo así podría suceder -dijo con autoridad-. Pueden decidir su futuro en un Rating Game.
Raiser se rió, despectivo, y respondió: -He ganado muchos de esos. Esto será pan comido.
Entonces, chasqueó los dedos y, como si de un espectáculo se tratara, el resto de su clan apareció, llenando la habitación con su presencia imponente. Raiser comenzó a besar a su reina, lo que encendió la furia de Issei.
-¡Esa basura! -gritó Issei, lanzándose hacia Raiser en un ataque desenfrenado.
Sully, con su sentido arácnido activado, se movió a gran velocidad y se interpuso entre Issei y la pieza de Raiser que se preparaba para detenerlo.
-¡Espera, Issei! -le grité, intentando calmarlo.
-¡No puedo quedarme de brazos cruzados! -respondió Issei, su voz llena de rabia-. ¡Ese tipo es basura!
Sully respiró hondo, sintiendo la tensión en el aire. En voz alta, propuso: -Lo que Rias realmente debe hacer es sencillo: renunciar como la heredera de la familia Gremory.
El silencio cayó sobre la habitación como un peso. Todos los presentes, especialmente Rias, se quedaron impactados por lo que acababa de decir. Rias miró a Sully con incredulidad, como si no pudiera creer que hubiera pronunciado esas palabras.
-¿Qué...? -musitó Rias, sus ojos abiertos de par en par.
Sully mantuvo su mirada fija en ella, sintiendo la urgencia detrás de su declaración. Sabía que era un camino arriesgado, pero sentía que era el único modo de liberar a Rias de la presión que la aplastaba.
El ambiente se volvió tenso, cada uno de los presentes reflexionando sobre la gravedad de lo que acababa de proponer. . .
Cuando desperté, la oscuridad me envolvía como un pesado manto. La primera figura que vi fue la de Rias, su rostro iluminado débilmente por una luz tenue. Sin embargo, su expresión era todo menos amable. Me miraba con desprecio, y sus ojos destilaban una furia que me heló la sangre.
-Esta vez te corregiré de forma definitiva -dijo, su voz firme y fría, mientras se acercaba.
Sentí el frío de las cadenas que me ataban. Eran cadenas mágicas, supuse, ya que no podía liberarme. La desesperación me invadió, pero sabía que no podía rendirme. Sin embargo, lo que ocurrió después fue un verdadero tormento.
Días de tortura. Tajos de espada de madera de Kiba cortaban a su paso, seguidos de relámpagos lanzados por Akeno que chisporroteaban a mi alrededor. Koneko se unía a la diversión con golpes certeros, y Rias, en un extraño giro del destino, me daba nalgadas, como si eso fuera un castigo adecuado.
No sé cuánto tiempo pasó, pero mi cuerpo estaba exhausto, y la sed y el hambre comenzaban a hacer mella en mí. Reflexionaba sobre lo que había hecho para merecer semejante castigo. Recordé claramente cómo, después de que Raiser se fuera, Rias había ordenado a Asia e Issei que se retiraran. En cuanto ellos salieron, mi sentido arácnido se activó, y todo se volvió negro.
Fue entonces cuando el verdadero ataque comenzó. Rias, Akeno, Koneko y Kiba se lanzaron sobre mí, furiosos por sugerir que Rias renunciara a su posición como heredera de la familia Gremory.
Mientras intentaba encontrar un poco de paz en medio del caos, mi mente divagaba. Recordé un episodio del anime, uno en el que Rias le decía a Issei que deseaba que alguien especial la viera como Rias y no como la heredera Gremory. Era una conversación que había resonado en mi mente, y ahora me preguntaba si ya la había tenido con él.
Rias, eres una hipócrita- la hipocresía me golpeó como un martillo. Era doloroso pensar que ella anhelaba esa conexión genuina, pero al mismo tiempo, se aferraba a su título y a las expectativas que lo acompañaban.
La oscuridad me envolvía, pero mi corazón latía con fuerza. En medio del sufrimiento, una chispa de determinación creció dentro de mí. No podía permitir que esto fuera el final. No podía dejar que la hipocresía de Rias me doblegara. Mientras las sombras me rodeaban, sabía que debía encontrar una salida a esta pesadilla.
Cuando abrí los ojos, me encontré esperando junto a los demás del club el inicio del Rating Game contra el clan Phenex. La tensión en el aire era palpable, y mis manos temblaban, pero no por nerviosismo. Era el resultado de las secuelas de lo que Rias y sus leales amigos me habían hecho. A pesar del dolor, había logrado engañarlos, diciendo que me arrepentía de lo que había dicho. Esa mentira había sido suficiente para que Rias me liberara para el juego.
Issei y Asia no tenían idea de lo que había sucedido en esos días oscuros. Todo lo que había soportado estaba enterrado bajo la superficie, y ahora debía concentrarme para no salir más herido de lo que ya estaba. Si no fuera por el factor de curación acelerado de Spider-Man, probablemente ni siquiera podría estar de pie en ese momento.
La señal del Rating Game sonó, y comenzó la batalla. Me encontraba junto a Koneko e Issei en la réplica del gimnasio, enfrentándonos a las piezas de Raiser. La adrenalina corría por mis venas, y aunque mi cuerpo temblaba, la determinación me mantenía en pie. Luchamos con todo lo que teníamos, y cuando finalmente logramos vencer a las primeras piezas, Akeno hizo explotar el gimnasio, deshaciéndose de ellas de una vez.
Sin embargo, la victoria fue efímera. Una segunda explosión resonó en el aire, y al mirar, vi que Koneko había sido eliminada por la reina de Raiser. No lo niego, la alegría y la dicha se encendieron en mí, mientras Akeno se lanzaba a enfrentar a la reina. Issei y yo, decididos, nos reunimos con Kiba, listos para continuar nuestra lucha.
Mientras avanzábamos, enfrentándonos a más piezas de Raiser, sentí un temblor en mi boca. Había un truco que Issei necesitaba para salir adelante, y sabía que tenía que decírselo. Con un esfuerzo titánico, logré comunicarle la clave, y para mi sorpresa, Issei alcanzó su Segunda Liberación. La energía que emanó de él arrasó con las piezas de Raiser, sacándolas del juego.
Pero la celebración fue breve. La voz resonó al escuchar que Akeno y Kiba fueron eliminados por la reina de Raiser. Issei y yo corrimos hacia la base de Raiser, dirigiéndonos al edificio que replicaba la academia Kuoh. Al llegar al techo, Issei con promoción a reina, se lanzó a enfrentar a Raiser y su reina, junto a Rias y Asia.
El caos se desató. En un instante, Asia quedó inconsciente, y Issei fue golpeado brutalmente por el demonio Phenex. Sentí un temblor recorrer todo mi cuerpo, pero al ver a Issei siendo atacado, algo dentro de mí se encendió. Saqué fuerzas de donde no sabía que tenía y corrí hacia el techo.
La reina de Raiser intentó bloquearme el paso, pero en un acto reflejo, lancé una telaraña a su báculo mágico. Para mi asombro, este le explotó en las manos, eliminándola del juego. No comprendía cómo había sucedido eso, pero no había tiempo para pensar. La atención de Raiser se volvió hacia mí, dejando a Issei a un lado.
La batalla entre Raiser y yo estaba a punto de comenzar. . .
El aire en el techo de la réplica de la academia Kuoh estaba cargado de tensión. Raiser me miraba con una sonrisa arrogante, como si ya supiera que la victoria estaba asegurada. Pero, a pesar de mi debilidad, no iba a rendirme sin luchar. Con un impulso de adrenalina, me lancé hacia él, utilizando mis habilidades de Spider-Man para esquivar su ataque inicial.
Mis movimientos eran ágiles, mis reflejos extremadamente rápidos. Lanzé telarañas hacia él, tratando de atraparlo. Raiser se burló, esquivando fácilmente mis intentos y contraatacando con ráfagas de fuego. Sentí el calor cerca de mi piel, pero logré rodar a un lado justo a tiempo, aunque el esfuerzo me dejó exhausto.
-¿Eso es todo lo que tienes? -se rió Raiser, disfrutando del espectáculo-. Pensé que un demonio torre podría ofrecerme algo más de desafío.
Enfurecido por sus palabras, impulsé mi cuerpo hacia adelante, lanzando un puñetazo que logró conectar con su rostro. La sorpresa en su expresión me dio un renovado sentido de confianza. Pero no duró mucho. Raiser se recuperó rápidamente, contraatacando con un fuerte golpe que me envió volando hacia atrás, aterrizando de bruces en el suelo.
Me levanté con dificultad, sintiendo el ardor en cada músculo. Sabía que el tiempo se acababa. Con un esfuerzo titánico, utilicé mis telarañas para impulsarme nuevamente hacia él, lanzando una serie de ataques rápidos y precisos. A pesar de estar debilitado, cada golpe que daba era con la determinación de un guerrero decidido a proteger a sus amigos.
Raiser se defendía con un aire de superioridad, pero yo no podía dejarme llevar por la desesperación. La batalla se intensificó, y durante unos momentos, creí que tenía la oportunidad de ganar. Pero, al final, un golpe devastador de Raiser me dejó sin aliento. Caí al suelo, sintiendo el impacto en cada fibra de mi ser.
Aún yacía en el suelo, respirando con dificultad, cuando Rias, llena de preocupación, corrió hacia mí. Su mirada reflejaba una mezcla de miedo y determinación. En ese instante, su voz resonó con fuerza.
-¡Basta! -gritó Rias, interponiéndose entre Raiser y yo-. Admito la derrota del juego.
Las palabras de Rias fueron como un eco en el aire, y el ambiente se tornó tenso. Raiser con aire de superioridad dijo "Jaque Mate". La batalla había terminado, y aunque había luchado con todas mis fuerzas, no había sido suficiente.
Mientras me recostaba en el suelo, sintiendo la oscuridad acechar mi visión, supe que había dado lo mejor de mí. Pero también entendía que había más en juego que solo esta batalla. Había luchado por mis amigos, y eso era lo que realmente importaba. . . . . .
Cuando desperté, me encontré en mi cama, la luz de la luna filtrándose a través de las cortinas. La confusión me inundó a medida que recordaba lo que había sucedido en el Rating Game. Raiser me había vencido, y aunque sabía que no tenía oportunidad, el recuerdo del combate seguía fresco en mi mente.
Mientras intentaba poner mis pensamientos en orden, un círculo mágico apareció en la habitación, y de él emergió Grayfia, la sirvienta de la familia Gremory. La miré, sorprendido.
-¿Qué haces aquí? -le pregunté, intrigado.
Grayfia se acercó con su habitual porte elegante. -He estado cuidando de ti bajo las órdenes de Rias sama.
Me sorprendí ante la revelación. Rias había tomado una buena acción, algo que definitivamente no esperaba. -Bueno, ahora ya ves que estoy bien -respondí, intentando restarle importancia.
Sin embargo, Grayfia se acercó más, su rostro serio. -Lamentablemente, han perdido el Rating Game, a pesar de que tú eras el único capaz de vencer a Raiser.
Me extrañé ante sus palabras. -¿Por qué? Mi estado débil se lo debo a Rias por su tormento hacia mí.
Grayfia frunció el ceño, como si estuviera evaluando la situación antes de hablar. -¿Por qué hay tanta tensión entre Rias sama y tú? -preguntó con curiosidad.
Tomé un respiro profundo, recordando los días de sufrimiento. -Ella me forzó a unirme a su clan, me desprecia, y ha tomado decisiones moralmente cuestionables, como acabar con la vida de alguien que se rinde sin piedad. O cómo ordenó acabar con una madre y sus hijos.
Grayfia guardó silencio, asimilando mis palabras. Finalmente, su expresión se suavizó. -Entiendo tu posición y lamento el mal trato que has recibido de parte de Rias sama.
Entonces, continuó, revelando algo que me dejó atónito. -Cuando sugeriste que Rias sama renunciara como heredera de la familia Gremory, yo y Sirzechs Lucifer sama, el rey demonio y hermano de Rias sama, sentimos miedo como no hace en varios siglos. El rey demonio ve en ti un gran potencial, tanto como el Dragón Emperador Rojo.
Mis ojos se abrieron de par en par. La idea de que alguien como Sirzechs me considerara de esa manera era abrumadora. Grayfia prosiguió, su voz llena de seriedad. -Ahora, el rey demonio necesita que tú interrumpas la ceremonia de compromiso y salves a Rias, a cambio de cualquier favor que desees.
Me quedé en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. La magnitud de la situación me abrumaba. ¿Salvar a Rias? ¿Y a qué precio? Mientras las palabras de Grayfia resonaban en mi mente, me di cuenta de que estaba en una encrucijada. Tenía que decidir si quería involucrarme más en este mundo, un mundo donde el poder y la lealtad chocaban con mis propios principios.
La presión de la decisión pesaba sobre mí, pero también había una chispa de determinación. Sabía que, sin importar lo que decidiera, tendría que enfrentar las consecuencias.
En un palacio del Inframundo, se celebraba una fiesta en honor al compromiso entre Rias Gremory y Raiser Phenex. En este evento, habia demonios de la clase alta, así como la nobleza de Raiser, sus padres, los padres de Rias y los chicos del clan Gremory. La hermana de Raiser, Ravel, presumía como su hermano ganó una prometida en el Rating Game y que era obvio el resultado del juego. Por otro lado, Los chicos del clan hablaban con Sona Sitri, admitiendo que fué un buén juego a pesar del resultado. Los chicos le dijeron que sentían que esto no había acabado.
En eso, aparece Raiser de su círculo, anunciando a los aclamados nobles del Inframundo que él y Rias Gremory iban a oficializar su compromiso. Así, Raiser presentó a su emperatriz Rias Gremory, que apareció en el círculo mágico. En un giro inesperado, un guardia viene corriendo, diciendo algo que llamó la atención de todos los nobles.
Un intruso se infiltró en la fiesta, yo logré escapar pero ese arácnido...- no pudo terminar ya que de repente es atraido hacia atras en la oscuridad del pasillo. Se oyó un sonido de algo impactar contra algo duro y una silueta se formó. -¿Que lograste escapar? Creo que tu y yo tenemos un concepto distinto de esa palabra- es allí donde poco a poco aparece nuestro amigable vecino Spiderman, Suzuki, digo, Sully Yamamoto.
¡Sully!- gritaron Rias y los chicos del clan Gremory que veían a Sully con un traje chafa con máscara pero, sabían quién era. Los nobles estaban confusos por lo que estaba pasando y por quién se había aparecido. -Oye, ¿quién eres para interrumpiendo esta...?- el demonio Phenex no pudo terminar porque fué callado por una telaraña lanzada a su boca.
Estoy aquí para cancelar este compromiso de los villanos que tengo frente a mis ojos y no pueden detenerme.- dijo Sully mientras caminaba en el salón. Raiser furioso se quitó las telarañas e hizo una señal. -¡Guardias, llévense a este insecto!-. Pero Sully caminaba tranquilamente por el salón y dijo las siguientes palabras.
-Parece que tus guardias no vendrán en un muy buén rato. Ya llegó Spiderman para frustrar sus planes.- decía Sully poniendose cara a cara con Raiser. Nadie podía describir lo enojado que estaba el demonio inmortal.
-¿Pero que está pasando?. Rias dono, ¿que significa esto...? Es un plan que yo preparé.- decían los nobles hasta que una voz los detuvo. Es ahí donde aparece el rey demonio, Sirzechs Lucifer junto a su sirvienta, Grayfia. -Sirzechs sama, a que se refiere con...- el demonio Phenex no pudo terminar ya que el rey demonio prosiguió. -Raiser kun, el Rating Game fué muy entretenido, pero con la inexperiencia de mi hermana y teniendo solo la mitad de las piezas, no es una buena victoria-.
Está diciendo que hice trampa-. Eso pregunto Raiser, pero el rey demonio negó, asegurando que si lo hubiera, habría anulado el Rating Game. Luego afirmó que debido a las actuales circunstancias, su antigua familia sale perdiendo.-Quiero al menos un buén espectáculo para la fiesta y que lo disfrute mi hermana-. Después de decir eso se dirigió a Sully.
Tú, jovén torre. En el Rating Game sentí que no usaste todo tu poder, asi que me gustaría que lo usaras todo en este combate-. Dijo el rey demonio. Raiser parecía captar la idea y le gustó eso.-Araña contra Fénix, una pelea como esta hará la fiesta más entretenida-. Así concluyó Sirzechs.
Lo que pasó después, era que estaban Raiser y Sully en una arena como un tablero de ajedrez gigantesco. Sully no pudo evitar pensar en lo acomplejados que eran los demonios de este mundo con el ajedrez. Mientras eso pensaba, pensó también en lo que dijo antes de comenzar el duelo.
Ahora jovén arácnido, ¿que deseas como recompensa si ganas la pelea? Así decía el hermano de Rias mientras los nobles se quejaban de que no debía recompensar a un clase baja, pero fueron ignorados. Luego lo que dijo Sully fué algo que solo elevó la tensión en el salón. -Diré lo que quiero, al final de la pelea-.
Con esas palabras en su mente, inició la batalla. . .
-Tranquilos, solo partiré en 2 al pollo frito. ¿Que vas a partir en 2 a mi hermano? Debes ya estar loco-. En el vasto y enigmático tablero de ajedrez gigante, las piezas de mármol negro y blanco se alzaban como testigos silenciosos del enfrentamiento épico entre Sully y Raiser Phenex. El ambiente estaba cargado de tensión, y el eco de sus pasos resonaba a lo largo de las baldosas brillantes.
Sully, con la agilidad y rapidez de un arácnido, se movía con facilidad por el tablero, esquivando los ataques ígneos que Raiser lanzaba con desdén. Las bolas de fuego cruzaban el aire, iluminando el rostro del demonio con un brillo infernal y reflejándose en los ojos decididos de Sully. Raiser, con su arrogancia característica, confiaba en que sus ataques serían suficientes para doblegar a su oponente.
Con cada ataque esquivado, Sully ganaba confianza. Aprovechando un descuido de Raiser, se lanzó al contraataque con una lluvia de golpes precisos, aprovechando su velocidad y fuerza arácnida. Las telarañas volaban en todas direcciones, envolviendo a Raiser y limitando su movilidad. Sully había descubierto que la razón por la que venció a la reina de Raiser tan fácilmente, era por las telarañas que bloquearon el paso de la mágia explosiva. Sully sabía que se decía que Spiderman tenía una cierta afinidad con la mágia en Marvel, que creyó que se trataba de eso. Bola de fuego lanzada, más telaraña, igual a, bola de telaraña quemandose mientras cae al suelo. Sully se movía con destreza, golpeando y retrocediendo, manteniendo al demonio a la defensiva.
Pero Raiser, demostrando por qué era temido, no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente. Con un movimiento calculado, sacó un báculo mágico con forma de Fénix, que empezó a brillar con una luz intensa. El aire se llenó de una energía de fuego y poderosa magia, y el terreno comenzó a inclinarse a su favor. Con el báculo en mano, sus ataques de fuego se volvieron más devastadores y precisos, forzando a Sully a retroceder y a luchar por mantenerse en pie.
A pesar de sus esfuerzos, Sully fue superado por la renovada fuerza de Raiser. Pronto, se encontró en el suelo, exhausto y vulnerable, mientras el demonio se elevaba en el aire, preparando un super ataque de fuego destinado a acabar con la pelea definitivamente.
En ese momento crítico, cuando todo parecía perdido, una luz brillante emergió alrededor de Sully, formando una barrera resplandeciente que detuvo el ataque de Raiser en seco. Asombrado, Sully levantó la vista y vio las formas etéreas de las almas que había intentado salvar anteriormente. Se unieron a su alrededor, formando una barrera poderosa y luminosa que desafiaba el fuego fénix del ataque de Raiser.
Raiser, perplejo y frustrado, retrocedió momentáneamente. Las almas, en un acto de gratitud y protección, habían intervenido en el momento justo, creando una defensa impenetrable. Sully, protegido por la fuerza de aquellas almas agradecidas, sintió una renovada determinación y esperanza. -¡No es cierto, no puede ser!-. Sully estaba impactado, era el demonio que Rias acabó cuando se rindió, junto a la madre y sus 2 hijos. Saludos joven araña, es bueno volver a verte. Si, es un gusto poder ver tu rostro otra vez-. Dijeron las almas de los demonios.
Pero como, y usted señora, si usted se ve así, significa que tu y tus hijos han...- decía Sully no queriendo terminar la oración. La alma de la mujer asintió, pero luego dijo que al morir vió una red de telaraña que se sentía cálida y decidió seguirla con sus hijos, para luego terminar en el Cubile Animus. -¿Cubile Animus...? ¿Te refieres a la caja que me diste?- decía Sully sacando la caja de su cinturón.
Es el tesoro de mi familia, que llevaba conmigo ese día. No me arrepiento de darle mi tesoro familiar a la única persona que nos dió esperanza. Así es joven araña, tú de verdad querías ayudarnos. Ahora déjanos ayudarte a tí-. Concluyeron las almas para luego unirse en una luz que se adentró en el pecho de Sully.
... Gracias señor, señora y pequeños. Ustedes sacrificaron sus vidas por mi-. Decía Sully mientras una lágrima se le salía. - Juro que jamás los olvidaré. Les prometo cambiarlo todo. Cambiaré a los demonios para siempre...-. (¡Suena música épica!)
Mientras Raiser intentaba comprender lo que había sucedido, Sully se levantó con su simbolo de araña brillando, listo para continuar la batalla con una nueva estrategia y el apoyo inesperado de aquellas almas valientes. Se notaba como el traje chafa destruido de Sully cambiaba por la mágia y adquiría un nuevo diseño (¡Ya saben cual es!).
Con el apoyo de las almas, Sully sintió una oleada de poder y determinación renovada. Se levantó con una velocidad asombrosa, sus sentidos agudizados y su fuerza amplificada por la conexión con esas almas protectoras.
- ...empezando con este patético villano.- decía Sully. Raiser, aún aturdido por la inesperada resistencia de Sully, apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando Sully se lanzó al ataque. Con una agilidad sobrehumana, Sully se abalanzó sobre él, dirigiendo un agarre decisivo que partió en dos al demonio, sorprendiendo incluso a los observadores que miraban desde el palacio.
Sin embargo, la naturaleza inmortal de Raiser no tardó en manifestarse. Las mitades del demonio comenzaron a regenerarse rápidamente, fusionándose nuevamente mientras una expresión de furia y miedo cruzaba su rostro. Pero Sully no estaba dispuesto a dejar respirar a su enemigo.
Aprovechando cada segundo, Sully continuó su ofensiva con una serie de golpes y patadas precisas, cada movimiento cargado de la energía y el apoyo de las almas. Las telarañas volaban en todas direcciones, envolviendo a Raiser y restringiendo sus movimientos, mientras Sully se movía con una velocidad y determinación implacables.
Cada golpe resonaba con fuerza en el aire, y cada patada empujaba a Raiser hacia atrás, haciendo tambalear su confianza. Las telarañas se convertían en un laberinto infranqueable, atrapando al demonio en una red de su propia desesperación.
Finalmente, exhausto y derrotado, Raiser se arrodilló ante la tenacidad y la fuerza de Sully. El tablero de ajedrez gigante, testigo de la intensa batalla, se llenó de un silencio reverente. Sully agarró el báculo con forma de Fénix y de un rodillazo, lo destruyo y tiró los pedazos por ahí.
Sully, triunfante y agradecido, se mantuvo de pie en el centro del tablero, consciente de que la victoria no solo era suya, sino también de aquellas almas que lo habían guiado y protegido en su momento de necesidad. . . . . .
Justo antes de que Sully siguiera golpeando a Raiser, aparece la hermana de Raiser, Ravel. -Ah, hola estorbo andante. ¡No soy un estorbo! ¿Entonces como se describiría tu lamentable participación en el Rating Game? Ah, ya sé, ¿que tal adorno andante? Jajajajajajaja, mejor dile al holgazán de tu hermano que se ponga a trabajar de verdad. ¿Cuantos años tiene? Aproximadamente 1000 años, todo un anciano y no ha hecho nada en la vida... ¿Quién eres tú? Solo soy el amigable vecino Spiderman-. Sully bromeaba con Ravel cuando de repente la arena de batalla se comenzó a desaparecer.
Sully se balanceó de vuelta al salón de la fiesta donde todos los nobles lo miraban con asombro, incluyendo a Rias y los chicos del clan. En eso el rey demonio dijo que la batalla la había ganado Sully y le preguntó que cual era el premio que deseaba, pero Sully lo interrumpió con la siguiente pregunta. -Si quisiera que Rias pierda su derecho como la heredera de la familia Gremory, ¿me lo cumplirían?- Hubo un silencio sepulcral, pués nadie esperaba que pidira esa clase de propuesta. Es en eso que Sirzechs Lucifer dio unos pasos hasta llegar a donde Sully.
Grayfia ya me contó acerca del trato injusto que tuviste a causa de mi hermana, estas en todo tu derecho de molestarte y cumplir tu venganza, pero quisiera suplicarle de forma egoista que no pida eso-. Dijo el rey demonio que estaba serio. -Se que mi hermana te hizo mucho daño y que tienes toda la razón... pero aún así... -. El rey demonio fué interrumpido por Sully que se quitó la mascara y continuó. -Era una broma, estaba bromeando, Rey Demonio. Si de verdad quisiera venganza contra Rias, ya la hubiera acabado hace tiempo. Pero como dije, soy el amigable vecino Spiderman y solo perseguiré la justicia, no la venganza-. El rey demonio parecía aliviado de que Sully no pidiera algo como eso.
Ademas Sully le dijo que si de verdad quería ayudarlo, que le concediera algo más. Sully le hizo seña al rey demonio para que se acercara y Sully le susurró lo que quería. - Hmmm, si. Claro, con mucho gusto cumpliré tu petición-. Dijo el rey demonio con una sonrisa. Es entonces que se volvió a los nobles y dijo. -El compromiso queda oficialmente cancelado y Rias Gremory junto a su reina Akeno, su caballero Kiba y su Torre Koneko, recibirán reeducación en el Inframundo por una semana. Grayfia, llévalos a cumplir su castigo. Como ordene Sirzechs sama-. Dijeron Sirzechs y Grayfia, que se llevaba a los chicos del clan a la mansión Gremory. Después de que se fuerón, los nobles comenzaron a abandonar la fiesta.
Hay, que bueno se siente que reciban su merecido. Creo que verdaderamente comprendí lo que significa esa frase tan importante: Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad, nunca lo olvides Peter-. Así concluyó nuestro amigable héroe del vecindario, el Espectacular Spiderman.
Fin del Cap2.
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