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-¿Qué demonios...?- el castaño no terminaba de comprender que había pasado.

"¿Bill hizo esto? ¿Se entrometió en mis sueños?" se pregunto el chico.

¿Lo estaba torturando? ¿Se estaba burlando de el?

No le sorprendería, es una de las cosas favoritas de Bill.

Pero, ¿y si no era una tortura?.

¿Y si en realidad quería mostrarle lo que pasaría si le contase la verdad a su tío?

Intento pasar saliva, pero no podía, sentía que algo obstruía su garganta.

Dipper entendía completamente la diferencia entre un sueño y la realidad, pero de alguna manera, comenzó a temer a la idea de decirle la verdad a su tío.

...

¿Y si su gemela lo hacía?

¿Y si su gemela le contaba la verdad a sus tíos?

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

No

¡Tenía que callarla!

Se levantó de golpe. Arrepintiendo se en el momento, al sentir que se mareaba.

Llevó una mano a su cabeza, lentamente. No quería hacer movimientos bruscos, y menos aún cuando sus nudillos dolían mucho más que ayer. Además de su espalda, ya que la cama no había sido para nada cómoda.

A los minutos se calmó. Decidió pensar todo con más calma, tenía un trabajo, y ese trabajo probablemente destruya todo, no solo el pueblo, no solo el país, no solo el continente, no solo el planeta, y tal vez hasta no solo este universo.

No sabía cuáles eran los límites de los poderes de Bill, tenía medio de averiguarlo.

Tenía que traicionar a su familia

...Traicionar...

-¿Quién traiciona a quién?-

De repente pareció que todo se hubiese calmado.

¿De verdad es traición?

¿Es su culpa?

...

Si, definitivamente era su culpa. Tenía que dejar de culpar a su hermana.

Era verdad que ella le metía en problemas, muchos problemas. Pero el había decidido meterse en eso, el decidió sacrificarse por su hermana. Eso lo hacía su culpa.

Fue estupidez suya sacrificarse por alguien que sabía que no haría lo mismo.

Pero en realidad no se arrepentía.

¿Por qué?

Porque no confiaba en su hermana, si ella hubiese sido la que estaba en su posición, no hubiese ni medido el riesgo de sus acciones -en primer lugar ni siquiera midió el riesgo de hacer un trato con el- y ahora mismo quizá el estaría peor.

Sabía que no podía controlar a Bill, difícilmente podría ganarle. Pero algo se llevaría, tenía que encontrar alguna forma de hacer lo que el pedía, pero no de la manera que el quería. A lo mejor esos pequeños cambios hacían que hubiesen resultados diferentes.

El problema era que si esos cambios le serían beneficiosos.

Tenía miedo.

Tenía mucho miedo, sentía una presión enorme.

Todo.

Todo dependía de él.

...

Minutos pasaron hasta que un vacío en su estómago lo sacó de sus pensamientos.

-Estoy divagando demasiado- concluyó.

"Si sigo pensando tanto las cosas no llegaré a nada nunca" pensó.

Salió del cuarto para dirijirse al que antes compartía con su gemela.

No tenía idea de qué hora era, pero sabía que su hermana estaría dormida.

Entro sin mucho cuidado, ella no se despertaba fácilmente. Metió las cosas más importantes en su mochila; libros, cuadernos, lápices, accesorios, ropa, entre otros.

Obviamente no pudo llevarse todo, además de que parte de la ropa la colocó en una bolsa, pero tenía que llevarse lo que pudiese.

Salió del cuarto luego de corroborar que nada importante se quedaba.

...

...

El agua que caía estaba algo fría. No logró templar la, no sabía como.

Desde hace mucho tiempo que el chico no disfrutaba tanto de una ducha, no es como si hubiesen pasado días desde la última vez que se bañó, pero estar tanto tiempo afuera - y más encima tirado en el piso- hace que te sientas sucio.

Pese a su temperatura la disfrutaba, pese a que le ardían las heridas la disfrutaba, pese a que no tenía una toalla con que secarse luego la disfrutaba, pese a que Bill lo estaba observando la disfru-

-¡¿QUÉ?!-

Bill rió al ver qué el chico lo había notado, llevaba ya un rato desde que estaba allí.

-¡¿Cuándo?!

-Eso no importa- contestó Bill con simpleza -si quieres puedes terminar tu ducha y después hablamos.

Dipper bufó, sabía perfectamente que no importaba si terminaba su ducha o no. Nada era real en el escape mental.

Rápidamente sintió el como era cubierto por ropa.

-¿Qué quieres?- preguntó directamente, no quería estar más tiempo del necesario junto a Bill.

-Vengo a decirte que no le tengas miedo a que Estrella Fugaz habrá la boca. Si suelta algo.... Uh.... Le irá mal...- vió como el castaño fruncía el seño, entonces aclaró; -No, no hice un trato con ella. No puedo romper el trato, no puedo incumplir las condiciones cuando el trato está activo, Pino. La amenacé con algo más... ¿Sabes? Se preocupó más cuando amenacé a su banda favorita que cuando intenté usarte a ti como amenaza... Que triste.

Bill intentaba aguantar una carcajada, ver al niño intentando aguantar llanto y golpes era divertido. Es verdad que le daba algo de lástima. Un hermano que haría todo por su hermana, y una hermana que no sacrificaría ni algo externo a ella por su hermano. Era miserable.

Pero no era su problema.

Cuidaría al chico físicamente, pero estaba más que emocionado por corromperlo psicológicamente.

Completamente retorcido de su parte, pero al fin y al cabo eso es lo que era. Un ser retorcido.

Cuando se dió cuenta que Dipper no iba a contestar, suspiró.

-Veo que no te sorprende mucho, o a lo mejor ya no te importa. Pero eso es bueno, total, a ella no le importas, Pino.

Al decir eso, se retiró. Sabía que el chico ya no le contestaría más, así que no se molestó ni en despedirse.

...

Dipper despertó en el piso de su cuarto.

-Así que desde antes de "ducharme" me haz estado observando, Clave.

No le dió más vueltas al asunto, por fin se daría una ducha, una de verdad.

Al terminar se sintió como nuevo, bueno, levemente. Aún le dolían sus nudillos y su cabeza de tanto llorar.
Al menos el dolor de espalda se había disipado... Eso era algo...

Tomó unas vendas de su mochila, junto con otros productos de limpieza y desinfección de heridas. Rió amargo al recordar que llevaba eso en su mochila solamente por su hermana. La chica era tan torpe que casi siempre se lastimaba.

Completó la limpieza, vendó y movió sus dedos en varias direcciones para comprobar que todo estuviese bien. Al no sentir dolor o incomodidad concluyó que sí.

Estiró sus brazos y se dejó caer en la cama. Tenía cosas que hacer, pero no quería pensar más en eso. Todo lo que hacía era preocuparse, atormentarse, lastimarse... No quería más de eso....

Lentamente se sentó en la cama, acercó su mochila a el y sacó su reloj.

"8:31"

-Es temprano.

Obviamente se iba a despertar temprano, casi todo lo que hizo el día de ayer fue dormir.

Perezosa mente estiró los brazos, soltó un bostezo y salió de la habitación.

Hora de desayunar.

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