Agarre De Mano

Los dos seres más poderosos del Reino ahora llamado "Ninjago" habían terminado de pelear y ahora los restos del ser oscuro auto proclamado "Gran Tirano" (Overlord) estaba tratando de reconstruirse, hasta que sintió unas ligeras pisadas cerca de él.

Al mirar arriba se encontró con su Archi-enemigo, su nombre era desconocido o difícil de pronunciar para la mayoría, así que era más conocido por el título de "Primer Maestro del Spinjitzu", entre otros títulos.

Su cabello rubio-albino ahora en forma de trenza cubría gran parte de su rostro ya que lo único visible era su boca, su vata blanca ahora un poco sucia por la batalla, sus pies descalzos debido a que sus sandalias se rompieron en la batalla y en su mano derecha sostenía con firmeza su bastón dorado.

Espero ver si su rival tendría la tenacidad de atacarlo mientras pensaba que estaba "vulnerable" pero el hombre solo se sentó frente a él y bajo su bastón.

Overlord: ¿Qué estás haciendo?-

Fsm: ... Te espero...- su voz no tan oida regularmente pero reconfortante de escuchar-

Overlord: ¿Para que?

Fsm: ... La batalla termino... El equilibrio esta de nuevo establecido... No veo necesario atacarte...- luego volvió su mirada al horizonte mientras presenciaba el atardecer-

El ser oscuro aprovecho para volver a su forma humanoide y sentarse a una distancia precavida del más bajo.

Overlord: Asi qué... ¿Y ahora que harás?- fijo su vista también al atardecer mientras esperaba la respuesta de su opuesto-

Fsm: ... Mi esposa y yo teníamos planes para disfrutar una cita juntos... Es difícil cuando peleas por el equilibrio de tu mundo tener un tiempo para ti... ¿Y tu?...

Overlord: Supongo que planeare un próximo ejército para detenerte... Cosas así...

Fsm: Hmmm...- ambos quedaron en un silencio incómodo hasta que el rubio sintió que agarraban su mano. -... ¿Gran Tirano?...

Overlord: No pienses mal... Solo tiene que ver con ser sangre fría... Me llama la atención el calor que transmites...- sus garras acariciaban la delicada mano sin intención de lastimarlo, solo también quería darle algo de escalofríos-

Sin qué se diera cuenta el chico piel blanca, resulta que el Señor de la Maldad tenía sentimientos por el, lastimosamente su corazón ya estaba ocupado por una guerrera mortal.

Al ser oscuro le parecía ilógico que un inmortal podría estar enamorado de una mortal y que ambos simplemente disfrutarán sin preocupaciones de cómo sería su futuro, pero al parecer el rubio-albino estaba acostumbrado a ver a morir a quienes ama.

La maldición de la inmortalidad

Porque no podía ver el parecido entre ambos y ver... Que el no lo dejaría... No buscaría separarse de él... Incluso podían gobernar todos los reinos si se lo propusieran... Pero claro... Ellos eran solo amigos, más bien archienemigos... Y el albino era bastante pacifista y reservado...

Se quedaron así por unos minutos, hasta que se escucho como buscaban al maestro, haciendo que el se levantara y soltará su mano de las garras  de su "rival".

Fsm: ... Todavía hay tiempo para... Detener esto... No todos tienen que recordarte como un monstruo... Podemos evitar que los escritores del destino... Te conviertan en esto...- el Gran Tirano le sonrió mientras lo miraba con todos sus colmillos-

Overlord: ... Ser el bueno no es mi estilo querido... ¿No has pensado en mi propuesta de unirte a mi y conquistar todos esos reinos de los que me hablaste?~

Fsm: ...Yo ya te dije mi respuesta a eso...- se dio la vuelta y se encaminó hacia su hogar alejándose del campo de batalla-

Cuando lo vio irse el peli-negro no pudo evitar ver sus manos con garras e imaginar la calidez qué transmitía su pequeño amorío y en lo mucho que le gustaría siempre sentir este mismo sentimiento.

Overlord: ... Algún día... Se que podré hacer esto... Todo el tiempo que quiera...

Los años, las décadas, los siglos pasaron, y el continuaba aquí, Ninjago ahora era suya... Ahora como el Rey de Cristal, camino hacia una cueva muy poco vista, en ese lugar encontró una sepultura con varias Astromelias amarillas, sus flores favoritas.

Ni si quiera un nombre en la lápida, solo un título y una dedicatoria... ¿Eso era lo mucho que les importo a su familia? ... Quien lo diría...

Levanto la tapa y de allí solo se encontraban sus huesos... Agarro lo que solía ser su mano y la acarició...

... Ya no sentía su calor... Y eso lo molesto...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top