C.1: Nueva Hyūga
Quería avisarles que como no se sabe nada de la madre de Hinata, inventaré mis propias conclusiones. Bueno eso solo, que lo que se haga con referencia a ella en esta historia no será verdad ya que no se ha dado a conocer ningún dato ;*
En multimedia está Tsuki de pequeña.
- Capítulo 1 ; "Nueva Hyūga"
[Narra Tsuki]
Con mis apenas seis años de edad, lograba comprender demasiadas cosas que una niña como yo no debería saber. Por eso mismo, siempre he sido llamada; niña prodigio, junto a Neji Hyuga, mi primo. No me agradaba nada el tener ese sobrenombre, sentía que dejaba a mi hermana menor, Hinata, de lado. Mañana era 27 de marzo, lo que significa que mi pequeña hermanita iba a nacer, su nombre sería Hanabi. No podía evitar sentirme emocionada pero a la vez triste, había gran posibilidad de que mi madre muriese en parto, nadie culpaba a mi hermanita, pero es tan repentino.
Un ruido me sacó de mis pensamientos, era la pequeña Hinata.
— A-Ah, Gomennasai, nee-chan, por interrumpirte —dijo sonrojada.
— No te preocupes, Hina-chan. —sonreí.
Hinata siempre ha sido tímida, ella salió con el carácter de oka-san, a comparación de mí, que salí con la seriedad y tranquilidad de mi oto-san, claro, aveces tenía algo de carácter de ella.
— Oka-san me pidió llamarte para el almuerzo. —comenzó a jugar con sus dedos nerviosa.
Cerré el libro de medicina que descansaba en mis rodillas con una sonrisa.
— Está bien, Onii-chan.
A continuación me paré y caminé junto a mi hermana a la cocina.
— Madre, ¿no entiendes que necesitas descansar? —pregunté ya llegando a la cocina y viendo a oka-san sirviendo el almuerzo.
— Lo lamento. Pero quizá sea mi último almuerzo con ustedes. —sonrió triste para después sonreír tímidamente— Necesito hacer esto, lo lamento, musume-chan.
(Musume significa hija)
— No pienses en eso, oka-san. —le sonreí abrazándola con cuidado de no aplastar su bulto— Comamos, la comida se enfriará.
Nos sentamos los cinco, incluyendo a Hanabi-chan.
— Tsuki, luego del almuerzo quiero hablar contigo. —dijo mi padre como siempre, serio.
— Hai, oto-san. —hice una pequeña reverencia.
— Onee-chan. —me llamó mi hermana sonrojada y nerviosa, le dirigí una mirada confusa— E-Eh, te quería p-preguntar si luego de que Oto-san hable contigo, ya.. ya sabes, ¿Podrías ayudarme con mi entrenamiento?
Ya me la veía venir.. En diciembre cumplía sus seis años de edad, y con ello, entrar a la academia, pero eso no significa que mi padre la deje sin su entrenamiento diario.
— Claro, Hinata-chan. —cerré los ojos con tranquilidad soltando un leve suspiro para luego sonreír— Luego de la junta yo te busco en tu habitación.
— A-Arigato, nee-chan. —murmuró apenada.
Sonreí correspondiendo.
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— De hecho, yo también quería hablar contigo, padre. —contesté una vez en su despacho.
— Bien, yo quería hablarte sobre la herencia del clan. —habló Hiashi sentado en su silla.
La niña amplió mas sus ojos. — ¿H-Herencia?
— Así es. Cómo sabrás tu al ser la primogénita del líder, serás la próxima al mando. —asentí esperando a que prosiguiera— Bien, hemos decidido con los consejeros del clan que a partir de mañana entrenarás como es debido para que estés lista al asumir el cargo.
Lo miré incrédula, ¿Más entrenamiento del que recibo? Eso no me dará tiempo para pasar tiempo con mis hermanas.
— De Hinata y de Hanabi me encargaré yo, ellas estarán bien. Tu solo deberás encargarte del entrenamiento. —procedió ante mi gesto dubitativo.
— Está bien. —acepté rendida.
— ¿De qué querías hablarme, Tsuki? —me preguntó apoyando sus manos en el escritorio, mirándome atentamente.
— Oh, de nada, padre. Creo que este no es el momento de mis .. —hice una pausa para buscar la palabra apropiada, tampoco quería quedar mal enfrente de mi padre— concurrencias.
— Bien, finalizado esto, puedes proceder a retirarte. —cedió.
Sin protestar, salí de su despacho. Comencé a caminar a paso tranquilo por frente al área de entrenamientos. Allí se encontraba Neji, a quien no pude evitar mirar con interés, este al sentir mi mirada giró la suya y clavó sus ojos en mí, haciéndome sentir un escalofrío ante sus fríos ojos clavados en los míos, este deshizo su contacto visual sin volver a su entrenamiento.
[Narrador Omnisciente]
— Gomen, Neji-san. —inmediatamente se disculpó— No quise interrumpir tu entrenamiento. Ya me retiro.
— No se preocupe, Tsuki-sama. —contestó.
Tsuki sonrió. — No me hables como "usted", ambos somos iguales Neji-san, no lo olvides.
Tras ese pequeño encuentro, Tsuki abandonó los campos de entrenamiento dejando a Neji confundido.
[Narra Tsuki]
Abandoné los campos de entrenamiento con una sonrisa, dispuesta a dirigirme a la habitación de mi pequeña hermana. Toqué la puerta.
— Hinata-chan. —la llamé— ¿Estás ahí?
— H-Hai. —abrió la puerta dejándome ver su cara— Gomennasai etto.. por la demora.
— No te preocupes, nee. —le sonreí.
Ambas abandonamos su habitación para dirigirnos donde antes había pasado, la única diferencia es que Neji ya no estaba.
Pasamos el resto de la tarde entrenando su Jūken (puño suave) que estaba bastante débil pero lo pude mejorar.
— Hina-chan, detengamos el entrenamiento. —le dije al ver como oscurecía— Se está haciendo de noche y necesito ayudar a oka-san con los labores de la casa, está débil y sabes que no debe esforzarse demasiado.
— H-Hai, Onee-chan. —paró respirando con dificultad.
Cenamos como siempre, algunos comentarios de mi madre y gran parte de ella en silencio.
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[ 27 de Marzo ]
Había pasado una hora desde que internaron a oka-san. Me encontraba recostada en mi cama mirando por la ventana. Tenía un camisón color lavanda hasta las rodillas y un short color negro hasta medio muslo y las típicas sandalias ninja hasta un poco mas arriba del tobillo, mi corto cabello estaba suelto hasta un poco mas arriba de mis hombros. Tras un largo suspiro apareció Hinata en la puerta, la miré indicando que me diga o haga algo.
— Onee-chan. —susurró mirando el suelo— Tengo miedo.
Mi mirada se suavizó. — No te preocupes, nee-chan. Si Oka-san llega a fallecer, tendremos un legado que nos hará recordar a ella.
— T-Tienes razón, pero aún así no puedo evitar preocuparme. —jugó con sus dedos, nerviosa.
Sonreí tratando de tranquilizarla. — Tienes un gran corazón, Hina-chan. Nunca cambies, por nada, ni por nadie, ¿Lo prometes?
— L-Lo prometo, Onee-chan. —sonrió tímida.
— Ven, vamos. —la tomé de la mano.
Caminamos hasta llegar a los jardines. Me senté en el pasto y mi hermana se quedó mirando a la nada, aún parada.
— Tsuki-sama, Hinata-sama. —Ko Hyuga apareció haciendo una reverencia.
— Ko-san, ¿Tienes alguna noticia? —pregunté.
— Con respecto a eso, Tsuki-sama, quiero hablar con usted.
— Hai. —asentí— Espérame aquí, Hinata.
Hinata nos miró confundida pero aceptó.
Caminamos dentro del complejo hasta que llegamos a una distancia donde Hinata no escuchara.
— Su madre falleció, Tsuki-sama.
Mis ojos se cristalizaron pero simplemente cerré los ojos conteniendo las ganas de llorar.
— ¿Cómo está Hanabi? —pregunté.
— Ella está bien, nació sana y salva. —habló—. Su padre me pidió que cuando llegara hablaría contigo.
Asentí. — Arigato, Ko-san. Puedes retirarte.
Ko-san hizo una reverencia y se retiró.
Suspiré y dejé escapar una lágrima, inmediatamente la limpié. Caminé hasta los jardines pensando en como decirle esto a Hinata.
Me paré frente a ella quien estaba sentada. Bajé los ojos al suelo, incapaz de mirarla a la cara.
— Hinata... —balbuceé— Oka-san no lo soportó, lo lamento, nee-chan, ella falleció.
Lágrimas se asomaron por sus ojos perlados. — S-Supongo que así debía ser, todos sabíamos que esto sucedería, ¿V-verdad, onee-chan?
Me sorprendí por su respuesta. — C-Claro.
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Sonreí mientras sostenía a la nueva Hyūga entre mis brazos. Era extremadamente tierna, aún no abría sus ojos pero no tenía que ser adivina para saber que sus ojos serían color perla, el típico color del clan. Su cabello era del mismo color que el de mi padre.
— Tsuki. —me llamó mi padre.
Inmediatamente me puse seria. — Hai.
Dejé a Hanabi a cargo de una nueva instructora, Natsu, era su nombre. Oto-san la contrató para que cuide de Hanabi-chan.
Entre a la oficina de mi padre, encontrándolo sentado en su silla.
— ¿Qué querías decirme, oto-san? —pregunté educada.
— Verás...
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*O* ¿Impactadas? No más que yo. Sé que dije que lo iba a subir al término de Mei Uchiha pero ya saben, como ya está en sus últimas no vi ningún inconveniente en subir el primer capítulo. ¿Qué querrá decirle Hiashi a Tsuki? ¿Qué les pareció el primer capítulo? ¿Les da curiosidad? Demasiado cortito para mi gusto, pero apenas es el primer capítulo y no quería poner información de más. Espero que les haya gustado, voten y comenten su opinión *-*
Cómo verán, la pequeña Hanabi ya nació *w* El capítulo se me hizo algo complicado ya que tuve que buscar información de Hanabi y Hinata para no dejar con que desear, ya saben, cuántos años se llevan, su fecha de nacimiento, edad, etcétera.
Sayonara, SophiiaB.
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