- ¿En verdad no lo conoces? -pregunto Seokjin por milésima vez, Yoongi ya estaba harto de que su amigo siguiera preguntándole lo mismo-. No pongas esa cara.

- Me desespera el hecho de que no puedas comprenderme -soltó un suspiro-, ese tonto solo apareció de la nada y decía que es mi pareja, ¡ni siquiera tengo pareja!

Seokjin relamió sus labios despacio, como si estuviese pensando en algo, Yoongi sabía que ese gesto solo significaba que posiblemente quiera saber la verdadera realidad, y que simplemente Yoongi se la ha pasado mintiéndole en todo esté tiempo, pero no era así.

- ¿Estás seguro de eso? -Yoongi dio un asentimiento mientras rodaba los ojos-. Pero entonces como carajos explicas lo que sucedió allí.

Podía haber cientos y cientos de explicaciones, pero ninguna daba con algo acertado a lo que había pasado, Yoongi simplemente había dado con un desconocido que definitivamente podía considerar un completo loco por mencionar que son pareja y más frente a aquel atractivo chico del cual Yoongi ni siquiera sabe su nombre, ¿por qué la vida le trataba así? Por lo menos hubiese obtenido algo más de aquel chico.

- Olvida eso -dijo Yoongi-, preferiría que me preguntases sobre el estúpido pero atractivo chico que al menos me saco de esa embrollosa situación.

Seokjin soltó una pequeña risa.

- Bueno, en ese caso -Seokjin recargo sus brazos sobre la mesa y sonrió ladino a Yoongi para después levantar las cejas dos veces seguidas-, ¿quién fue el príncipe que te rescato de ese horrible villano?

- Tienes tantas formas de preguntar cosas que hasta ni sé como no te quedaste en literatura.

- Solo digamos que mi ingenio es demasiado para ellos -Yoongi volvió a rodar los ojos para después sonreír-, pero dejemos eso de lado, ¡aquí lo que importa es esa fiesta! Así que habla.

Todo había sido tan rápido para Yoongi, pero definitivamente había sido de lo mejor que le pudo haber pasado, había tenido una semana demasiado ajetreada, y por supuesto llena de deberes que lo dejaban sin tiempo para que se pusiera a pensar en él mismo, pero todo había cambiado con aquella invitación a esa fiesta.

Al principio no estaba en sus planes el querer asistir, pues le parecía algo que definitivamente no iba con su persona, y por supuesto que pensaba que inclusive terminaría aburriéndose en menos de una hora, pero después de todo no había salido mal servido de aquel lugar.

Definitivamente no esperaba la presencia de aquel idiota que insistía en que eran pareja, a pesar de eso, la noche había sido una de las mejores maravillas del mundo, pues se había topado por accidente con aquel chico alto de cabellos que cubrían casi a la perfección sus cejas algo pobladas y esa hermosa sonrisa y ese peculiar lunar cerca del parpado bajo en uno de sus ojos, había hecho que todo fuese maravilloso.

Lo malo había sido que ni siquiera tuvo el valor de pedirle su nombre, o siquiera el nombre de la facultad en dónde esta, pocas veces cometía esa clase de errores, y esta vez definitivamente no se lo perdonaría para nada.

- Eres un idiota, Yoongi -menciono Seokjin-, debiste pedirle su numero.

- No lo hice, pero -sonrió mientras mostraba su mano derecha, Seokjin sonrió satisfecho al ver los números escritos en la mano de Yoongi, los cuales se veían solo un poco borrosos-, he recalcado un poco el numero, él lo anoto, ¿puedes creerlo?

- ¡Dios mío! -menciono Seokjin haciéndose hacía atrás y cubriendo con sus manos su boca y nariz-. ¡Maldita sea, Min Yoongi!

- ¿Qué? ¿Qué pasa? -Yoongi no entendía lo que en ese momento le estaba ocurriendo a Seokjin.

- ¡Tienes el número de teléfono de Kim Taehyung, el chico atractivo de la facultad de diseño gráfico!

Bueno, eso sí que había sido una novedad demasiado grande para Yoongi.

¿Así que es él de quien tanto se habla por todas partes de la universidad? Ha escuchado rumores falsos, otros verdaderos, y por supuesto todos hablan de él, siempre lo hacen, que un chico tan popular como él haya notado su presencia y hasta le haya pedido bailar solo hacía que la noche anterior siguiera más presente y como un sueño sin ser pedido en realidad.

Y de todas formas, Yoongi aún sentía intriga por el otro chico que insistía en llevárselo, ¿quién es él?