Capítulo 10 Año Nuevo Con Los Sanders
Después de abordar en el jet privado de Joey, (Quien insistió en que no viajaran en avión y ahorraran el dinero) hasta Londres. Yessabell, Derek, Ezra, Malcom y Henry. Llegaron a la casa de los Sanders, el domingo en la mañana.
Se trataba de una mansión enorme de tres plantas. Ubicada en una zona boscosa, para nada lo que Yessabell pensaba. Solo había algunas cuantas casas cercanas, todas igual de hermosas.
La casa era de un color crema beige, dándole un toque de residencia de película. La entrada era un enorme jardín con un camino de granito en círculo, que llegaba desde la reja, hasta el pie de las escaleras de entrada.
El primer piso era ocupado por la cocina, el enorme comedor de roble, la sala de importación, el cuarto de aseo, equipado con todo tipo de electrodomésticos, dispuestos para lavar la ropa y asear la casa. Un salón/recepción para las fiestas, dos baños y un mini bar para 200 personas. El segundo y tercer piso contaban con habitaciones, cada una con baño y ducha. En el segundo piso además, estaban un cuarto de juegos y una mini sala de cine. El patio era enorme, un jardín a los alrededores, con rosales cubiertos de nieve, algunas margaritas y tulipanes. Una enorme fuente, una piscina que ahora estaba congelada y una pequeña casa en un árbol.
Los Srs. Sanders, dormían en el segundo piso, mientras que sus hijos (a pesar de que Andrea ya no vivía ahí) tenían sus habitaciones en el tercer piso, junto con algunos cuartos de invitados, donde dormirían los guardaespaldas de Yessabell y ella.
Después de desempacar e instalarse, Yessabell tomo una ducha y una pequeña siesta, aunque había dormido en el jet, el cambio de horario aun le pesaba. Derek hizo lo mismo y sus padres anunciaron que era mejor que descansaran, ya que en la noche, habría una pequeña cena para que todos se conocieran, incluyendo a los guardaespaldas de Yessabell.
A las 7:30pm, todos estaban reunidos en el comedor. El Sr. Sanders en la parte superior de la mesa, a su lado derecho, la Sra. Sanders, a su lado izquierdo, su hija Andrea y su esposo Carrick. A lado de la Sra. Sanders, estaban Derek y Yessabell, después Ezra, Malcom y Henry. A un lado del esposo de Carrick, tres asientos vacíos. El hermano de Derek, aun no se presentaba. Y su hermano mayor, el graduado en filosofía, estaba en Brasil, con su esposa y sus dos hijos.
-Bueno, creo que Murray, como siempre llegara tarde -Anunció Andrea, sin ninguna sorpresa -¿Por qué no empezamos con la cena papá?
-Tienes razón Andrea, empecemos -Anunció Lucían, con entusiasmo y dos mujeres vestidas de negro y blanco, aparecieron con la cena -¿Por qué no nos compartes un poco de tu vida Yessabell? -Preguntó con media sonrisa, el padre de Derek. Sonrisa que Derek había heredado.
-¿Y qué les gustaría saber? -Preguntó Yessabell, mientras una de las chicas del servicio doméstico, le servía una deliciosa crema de zanahoria.
-Todo -Contestó la Sra. Caroline, dulcemente -Tu familia, pasatiempos, tus estudios, cosas por el estilo.
-Bueno... -Yessabell comenzó a contestar, cuando un ruido ensordecedor, llegó desde el recibidor.
Todos voltearon la mirada. El hermano de Derek había llegado. Un chico alto y guapo, de cabello rubio arena arreglado perfectamente, ojos grises y expresivos, un rostro ovalado, con facciones muy masculinas. Hombros anchos y musculosos. Vestía una camisa blanca y un saco y pantalones, gris Oxford.
-Lamento llegar tarde, la reunión con los chicos se ha alargado, pero creo que llego a tiempo -Pasó su mirada por todo el comedor, su expresión cambió de alegre a desconcertada, al ver a los guardaespaldas de Yessabell y después a Yessabell -No sabía que llegabas hoy hermanito. Mucho menos que traías buena compañía contigo.
Yessabell llevaba un sencillo vestido de noche azul marino, con mangas largas, cuello en v y falda que le llegaba arriba de las rodillas, a juego con unos hermosos zapatos bajos y su cabello suelto. Aunque su atuendo fuera sencillo, ella siempre lucia hermosa con lo que se pusiera.
-Bueno, ya que te dignaste a llegar, ¿Puedes subir a dejar tus cosas y bajar a cenar? -Preguntó Lucían, un poco molesto.
-Ok, bajo en un minuto -Murray salió corriendo a su habitación.
El Sr. Sanders, volteó a ver a Yessabell
-Lo siento querida, como te habrás dado cuenta, ese era Murray, mi hijo malcriado. Afortunadamente Andrea y Derek, son más tranquilos. Y Constantino, mi hijo mayor, es el más maduro de todos, él y Murray son polos puestos -Aseguró con una sonrisa.
-Antes de que continúes, te digo rápidamente. Andrea y Carrick, llevan tres años de matrimonio y su bebé tiene un año. Andrea es ortopedista y Carrick es médico general. Murray está estudiando derecho penal y ha llegado tarde porque estaba con un grupo de estudio, ellos se juntan a resolver algunos casos que ven en películas o en las noticias. Y Constantino ha estudiado Filosofía, ahora está en Brasil, con su esposa y sus dos hijos, querían algo mejor que el frío -Y ya sabes que Lucían es cardiólogo y yo abogada -Intervino Caroline -Ahora ya sabes de nosotros. Nosotros queremos saber de ti, continua.
Murray apareció en el comedor y se sentó junto a Carrick, frente a Yessabell.
-¿Me perdí de algo? -Preguntó, mientras servían su plato.
-Yessabell estaba por contarnos de su vida. Así que callate y escucha -Ordenó Andrea, guiñándole un ojo a Yessabell.
-Continúa Yessabell -Ánimo Derek, a su lado.
-Ok. Veamos... -Yessabell contempló su plato pensativa y después levanto la vista -Mi madre trabaja en relaciones públicas, es presidenta de una de las sucursales de relaciones públicas, más importantes en América. También es dueña, junto con una socia, de cuatro casas de imprenta, en los Estados Unidos. Mi padre era Profesor de Filosofía en la ciudad universitaria, donde Derek y yo, estamos estudiando.
-¿Era? ¿Se ha jubilado? -Preguntó Carrick, con verdadera curiosidad.
-No, el murió cuando yo tenía trece años -Contestó Yessabell tranquilamente.
-Lo siento mucho Yessabell -Se disculpó Andrea -No era intención de Carrick, molestarte.
-No es ninguna molestia. Realmente me gusta hablar de mi padre, fue un hombre increíble, gracias a él, tengo un buen gusto por la literatura, que es lo que estoy estudiando -Yessabell les sonrió y la tensión en Andrea y Carrick, desapareció.
-Vaya, así que Derek y tú tienen mucho en común -Exclamó Murray con cierto aire dramático.
-¿Y qué haces en tus tiempos libres? -Preguntó Caroline, ignorando el comentario de su hijo.
-Bueno, trabajo medio tiempo en una cafetería, cerca de casa y también estoy en el equipo de vóley bol de la escuela. De hecho entre con una beca completa, a la universidad -Contestó Yessabell mientras las chicas de servicio retiraban los platos y llevaban el plato fuerte.
-¿Una beca? ¿Tienen problemas económicos? -Preguntó Lucían con interés.
-No, para nada, de hecho, mamá está en su mejor momento. Solo quería hacer algo por mi cuenta, por eso la beca y el trabajo de medio tiempo -Contestó Yessabell, un poco rápido y tensa, por dar tantas explicaciones.
-¿Y estos guardaespaldas, vienen contigo? -Preguntó Murray, señalando a los tres hombres de negro a lado de Yessabell.
-Sí Murray, vienen con ella. Si te tomaras la molestia de hablar con papá y mamá, sabrías todo -Contestó Derek, rodando los ojos.
Derek había comentado a sus padres, sobre el asesino en serie y la seguridad que Yessabell llevaría, para que pudieran acomodar una habitación extra. Ellos habían dicho que no era necesario, ya que contaban con un equipo de seguridad también, pero Derek insistió en que la mamá de Yessabell, no estaría contenta con eso y ellos accedieron a recibirlos. Solo que Murray no estaba al pendiente de nada, por andar en reuniones y fiestas con sus amigos o con alguna chica pasante de su novia.
-Es solo que no estaba al pendiente de su llegada ni de la de ella -Contestó Murray un poco molesto -He estado muy ocupado con los trabajos. Y mi carrera.
-Como sea -Dijo Andrea, intentando frenar su pelea -¿Cómo se conocieron tú y Derek? -Preguntó a Yessabell, con una sonrisa coqueta.
-Yo estaba en una discoteca con unos amigos, estábamos celebrando nuestra primera noche en la ciudad y Derek estaba ahí con sus amigos también. Yo... no estaba de humor para bailar, así que me quede sola en la mesa y...
-Y un chico, un mesero, se acercó y comenzó a molestarla -Interrumpió Derek -Yo estaba solo en mi mesa y me levante a ayudarla. Corrí al chico y Yessabell y yo, nos quedamos platicando. Desde entonces comenzamos a salir.
-Eso suena tan romántico -Dijo Andrea, con una sonrisa pícara.
-Y muy caballeroso de tu parte, Derek -Añadió Carrick guiñándole un ojo a Derek.
-Así es, desde entonces hemos sido buenos amigos -Dijo Yessabell, rápidamente, antes de que todos pensaran que ella y Derek, estaban saliendo como novios.
-¿Entonces no son novios? -Preguntó Murray, haciendo que todos posaran su mirada en Yessabell y Derek.
-No solo amigos -Contestó Yessabell, para aclarar la situación.
-Por ahora -Agregó Derek con media sonrisa -Yessabell necesita tiempo y yo la esperare con gusto.
-Eso es muy amable de tu parte -Dijo Caroline, sonriendo a su hijo.
-Ese es mi chico -Dijo Lucían, sonriéndole a Yessabell, quien no pudo sentirse más avergonzada que nunca en su vida.
Después de la cena, los padres de Derek y Andrea junto con Carrick, pasaron a la sala a tomar el té. Yessabell, Derek y Murray, junto con los guardaespaldas, subieron a sus habitaciones. Yessabell y Derek no estarían juntos, como no lo estuvieron en casa de Johann, pero sus habitaciones estaban una frente a la otra. A Yessabell le habían dado la habitación cerca de las escaleras, con vista al jardín trasero.
El lunes por la mañana, Yessabell y Derek, salieron a visitar el lugar, aunque, no pudieron dejar a los guardaespaldas, aun así, lo pasaron en grande. Al día siguiente, todos se preparaban para la cena de año nuevo. Varios de los tíos y primos de Derek, estarían en una pequeña fiesta, en el salón que daba al jardín.
Yessabell acababa de bañarse y estaba por arreglarse. Había elegido un vestido de tul, azul pastel que le llegaba a las rodillas.
Un hermoso cuello en v, adornado con pequeños diamantes, sin mangas.
Un mini saco azul rey, con brillos en las orillas y unos tacones azules a juego. Decidio dejar su cabello suelto, y solo colocarse una hermosa diadema delgada, con incrustaciones de diamantes plateada.
Después de arreglarse, llamaron a su puerta y abrió, esperando ver a Derek.
-Hey... te ves... ¡fabulosa! -Exclamó Murray, al otro lado de la puerta -Derek me... ha mandado... a buscarte... él está... esta...
-Ok, entendido, ya bajo -Yessabell tomó su perfume, roció un poco sobre ella y salió de la habitación.
Sus guardaespaldas estaban afuera esperándola, en fundados en trajes azul rey, por lo menos habían dejado el negro de lado por una noche.
-Vamos -Dijo Murray, con una mirada maliciosa sobre Yessabell.
-Bien -Yessabell se tomó del brazo de Ezra, lo que sorprendió a todos, incluso al mismo Ezra, quien la vio con desconcierto -Solo necesito tu brazo como apoyo para bajar -Explicó rápidamente.
-Vamos -Declaró Ezra llevando a Yessabell escaleras abajo, seguidos por Malcom, Henry y Murray, quien estaba molesto por el desprecio de Yessabell.
El salón estaba medio lleno. Tíos y primos de Derek, de varias edades. Los abuelos de Derek, de ambos lados, también estaban ahí.
La Sra. Sanders, insistió en presentar a Yessabell a todos los invitados, mientras Ezra, Malcom y Henry, se unieron al equipo de seguridad, alrededor del salón.
-Le has gustado a todo mundo. Mis abuelos te adoran -Dijo Derek mientras caminaban a la mesa de bebidas.
-Si te soy sincera, con tantas personas y tanta presentación, no recuerdo el nombre de nadie -Declaró Yessabell riendo.
-No te preocupes, es normal, son muchos y solo estarás unos días, así que no hay prisa -Derek le pasó un vaso de vodka con soda.
-Gracias por tranquilizarme -Yessabell dio un sorbo a su copa y pasó la vista por el salón.
Algunos de los primos de Derek, chicos de bachillerato y otros de universidad, no le quitaban la vista de encima. Lo que más la desconcertó, fue la mirada de Ezra, era dulce y penetrante, causándole un leve escalofrío.
-Te ves muy hermosa -Dijo Derek a su lado, sacando a Yessabell de sus pensamientos.
-Gracias -Dijo volteando a verlo -Tú te ves guapísimo -Le acomodo un poco la corbata y le sonrío.
Derek había optado por un esmoquin, haciéndolo ver muy elegante y varonil, lo que hizo a Yessabell, sentir cosquillitas en el estómago.
Olía a loción y champú de baño de hombre, un aroma embriagador y seductor.
-¿Quieres ir a jugar? -Preguntó Derek, con media sonrisa.
-¿Qué? -Preguntó Yessabell con sorpresa, acaso Derek estaba sugiriendo otra cosa.
-En la sala de juegos, o también podemos ir a la piscina -Explicó Derek.
-¿Con este frío? -Preguntó Yessabell, volteando a ver a través de las puertas de cristal, que daban al jardín -Esta nevando.
-No me refería a nadar. En esta época, usamos la piscina como pista de patinaje -Derek sonrío ante la inocencia de Yessabell. -¿Sabes patinar?
-Oh. Ya. -Yessabell volteó a verlo -Sí, claro, pero no traje patines.
-No te preocupes, seguro que encontramos unos, en la sala de juegos, le preguntare a Andrea, vamos -Derek la tomó de la mano y la llevo al otro extremo del salón, donde Andrea hablaba animadamente con unos tíos y su esposo.
Después de conseguir los patines, Yessabell se puso su abrigo negro, una gorra y guantes. Derek hizo lo mismo y Andrea y Carrick, se unieron a ellos. Murray, aunque un poco molesto, decidió salir también, junto con algunos de los primos de Derek. Lucían abrió las puertas del salón, para que todos pudieran mirar desde adentro y subieron el volumen de la música. Dexy's Midnight Runners, estaba cantando Come On Eileen.
Todos se pusieron los patines y comenzaron a patinar sobre la piscina congelada, mientras los guardaespaldas de Yessabell y dos hombres más de la seguridad de los Sanders, salían al jardín y se colocaban alrededor de la piscina.
Derek quiso tomar la mano de Yessabell, pero ella se alejó y comenzó a realizar algunos trucos. Nadie sabía que Yessabell, realmente había tomado clases de patinaje, y que era una experta en ello y que si hubiera querido, sería profesional, pero lo que le impidió hacerlo, fue su amor por la literatura.
Andrea y Carrick sabían patinar, pero solo lo básico, por lo que se mantuvieron en la orilla. Derek y Murray eran buenos, pero no tanto como Yessabell. Podía escucharse, como las personas desde el interior del salón, hacían "oh" y "ah", cada vez que Yessabell daba un salto o hacia algún tipo de truco y piruetas.
Los demás dejaron de patinar y se quedaron viendo a Yessabell, en el centro de la pista improvisada, mientras la música seguía y aquello parecía un concurso de patinaje, donde ella era la siguiente en exhibición libre.
Yessabell había tenido los ojos cerrados y las miradas en ella todo el tiempo, cuando la canción termino y ella dejo de patinar, abrió los ojos y todos comenzaron a aplaudir. Derek y sus hermanos, las personas en la fiesta, incluso los guardaespaldas, se mostraron asombrados.
Yessabell sintió el rubor en sus mejillas y se dijo que solo era el frío, pero ahí, en medio de la noche y la nevada, parecía la escena de una película de patinaje.
-¡Lo has hecho de maravilla! -Exclamó Andrea, patinando hasta Yessabell y atrapándola en un abrazo sincero -¡Eres fantástica!
-No sabía que podías patinar así -Declaró Derek, acercándose a ella.
-Eres toda una caja de sorpresas -Agregó Murray, un poco fuerte y con una sonrisa descarada.
-Gracias -Susurró Yessabell, mientras patinaba a la orilla. La primera vez que patino enfrente de un prospecto, fue en un centro comercial a lado de Logan y ahora ese recuerdo estaba en su cabeza.
-¿Todo bien querida? -Preguntó Andrea, patinando a su lado.
-Sí, yo... está helando -Yessabell se sentó y se quitó los patines, un poco rápido de hecho -Debí haberme puesto un pantalón como tú.
-Sí está helando -Andrea se sentó a su lado y comenzó a quitarse los patines -Deberíamos entrar o te resfriaras.
Los chicos se acercaron y se quitaron los patines. Una de las chicas de servicio tomo los patines y los llevo al cuarto de lavado. Todos entraron de nuevo al salón y el Sr. Sanders, anunció que faltaban 15minutos para la cuenta regresiva. Tenían todo un equipo, preparando unos fuegos artificiales y todos estaban en el salón con las puertas abiertas, esperando la cuenta regresiva, mientras Yessabell y Derek estaban en la habitación de ella, sentados en el balcón, con tazas de cappuccinos, esperando los fuegos artificiales.
-¿Segura que estás bien? -Preguntó Derek, al notar la mirada perdida de Yessabell, eso y que no haya hablado desde que entraron del jardín.
Yessabell estaba perdida en los recuerdos. Una oleada de tristeza llego a ella. Hace tres años, estaba compartiendo su vida con Logan, habían reído, se habían besado, habían patinado juntos. Pero ahora estaban lejos, en continentes diferentes y en situaciones diferentes.
-Sí... es solo que... últimamente mi mente insiste en recordar todo mi pasado -Confesó Yessabell clavando la vista en su café -Es difícil no recordar, quisiera olvidar todo, pero por más que intento no puedo.
-Tranquila. No tienes que explicarme nada -Derek le sonrío y Yessabell volteó a verlo -Tengo algo para ti. En realidad iba a dártelo en navidad, pero después de lo que paso no estaba seguro, luego recordé que me dijiste que corriera riesgos, así es que, te lo daré, puedes patearme en el trasero si quieres.
Yessabell río ante el comentario de Derek y terminó su café.
-Derek, ya te dije que no debes tener miedo, menos de mí. Cuando te derribe o no, sabrás si era buena idea -Yessabell le sonrío y entró para dejar su taza en la mesa de noche y regreso a la terraza.
-Bien, estaré preparado para cualquier respuesta -Derek entró y dejó su taza, cuando regreso a la terraza, comenzó a sacar un pequeño paquete plateado del bolsillo interior de su saco -Espero que te guste -Le entregó el paquete y Yessabell lo tomó.
Lo desenvolvió con elegancia y cuando destapo la caja negra, encontró una pequeña esclava de oro, con la frase All You Need Is Love, grabada en ella, al reverso se leía The Beatles.
Yessabell sonrío ante el detalle y volteó a ver a Derek.
-Es hermosa Derek, muchas gracias.
Derek soltó un suspiro.
-Que bueno que te gustó.
-Es perfecta -Yessabell sacó, la delgada esclava de la caja y dejo la cajita en el suelo.
-Te ayudo -Derek tomó la esclava y la coloco en la muñeca izquierda de Yessabell.
-Yo también tengo algo para ti, te lo iba a dar mañana -Yessabell entró a la habitación y sacó una caja de unos 30cm de ancho y 15cm de largo, de debajo de la cama, después regreso a la terraza y se la entregó a Derek -Un pequeño detalle.
-No me estarás dando una bomba ¿O sí? -Preguntó Derek agitando la caja, para escuchar el contenido.
-¿Soy tan predecible? -Bromeó Yessabell -Ábrela.
-Ok -Derek quitó el moño y el papel azul que envolvían la caja, después la abrió y encontró un suéter abrigador de color negro, con las palabras The Rolling Stones en el centro, en la parte delantera -¡Es increíble! -Exclamó Derek,con lo ojos abiertos de par en par.
-Póntelo -Yessabell le quitó el saco y Derek se puso el suéter.
-Está muy calientito -Derek se abrazó y después poso sus manos en las caderas de Yessabell -Me encanto, tanto como tú.
La cuenta regresiva comenzó y Derek y Yessabell se quedaron en silencio, viéndose el uno al otro, esperando a escuchar el final.
¡Diez, nueve, ocho...! Derek atrajo a Yessabell hacia él. Ella coloco sus manos en los hombros de Derek. ¡Cuatros, tres, dos, uno! ¡Feliz año Nuevo!
Derek se inclinó y le dio un beso a Yessabell, mientras los fuegos artificiales comenzaban a explotar en el cielo. Yessabell cruzó sus manos por detrás del cuello de Derek y enredo sus dedos en el cabello de él. Mientras Derek la levanto e hizo que las piernas de Yessabell se cruzaran en su cintura y la llevo adentro.
Caminó hasta la cama y se abalanzo sobre ella, besándola con pasión y cariño, sus manos comenzaron a subir por su cintura, hasta sus pechos. Yessabell arqueo la espalda en respuesta y se aferró a la espalda de Derek.
-¿Estás segura? -Preguntó Derek, mientras besaba su cuello.
-Sí -Susurró Yessabell mientras intentaba quitarle el suéter a Derek.
Derek se levantó y se deshizo de la camisa y el pantalón, junto con los zapatos, quedando solo en bóxer y dejando al descubierto sus grandes músculos y su abdomen bien trabajado. Que bajo la poca luz que entraba por la puerta de la terraza, lo hacía ver como esculpido a mano.
Yessabell se quitó el abrigo, el saco y los zapatos, cuando estaba desabrochando el vestido, Derek se adelantó y lo sacó por su cabeza, dejándola en un hermoso conjunto de sostén y braguitas de encaje, rosa pastel.
-Te ves hermosísima Yessabell, eres perfecta -Dijo Derek al pie de la cama. Comenzó a subir, hasta llegar a Yessabell y comenzó a besarla de nuevo -Perfecta.
Derek pasó sus manos por los pechos de Yessabell, haciéndola gemir de placer, mientras besaba su mentón y después bajaba a su cuello. La imagen de Stephen, paso por la cabeza de Yessabell, recordándole la primera vez que tuvo relaciones, fue con él. En esa ocasión, el uso las mismas palabras.
Entonces Yessabell sintió que estaba traicionando a Stephen, después de todo lo que pasaron y de que incluso ahora, no eran ni siquiera amigos. Aun así, la culpa llego a ella, haciéndola regresar al presente.
-No puedo -Empujó a Derek y se sentó en el borde de la cama -Lo siento Derek, no puedo -Comenzó a llorar y Derek no supo que hacer.
-¿Qué está mal Yessabell? -Preguntó Derek y como Yessabell no contesto, continuo preguntando -¿Dije algo que te molesto? ¿Hice algo que no te gusto?
-No Derek, no hiciste nada malo -Susurró Yessabell, entre sollozos -Soy yo. Por más que intento no puedo olvidar mi pasado -Yessabell sacó un pañuelo de un cajón del buró, a lado de la cama y se limpió las lágrimas -Quisiera poder olvidarlo todo y seguir contigo.
-No digas eso Yessabell. Tu pasado es importante, el pasado es lo que nos forma y sé que el tuyo estuvo lleno de momentos felices. No puedes olvidar algo así -Derek se acercó un poco y dudando, pasó un brazo por los hombros de Yessabell, atrayéndola un poco -Está bien si no quieres hacerlo. Te entiendo y te esperare, hasta que estés lista.
Yessabell recargo su cabeza en el hombro de Derek y se calmó.
-Es que ya estoy lista Derek -Yessabell se limpió las últimas lágrimas -Quiero estar contigo -Levantó la cabeza y se encontró con los ojos de Derek, sus hermosos ojos avellana -Te deseo -Se colocó en el regazo de Derek y comenzó a besarlo, con tanta pasión como le fue posible.
Derek puso sus manos en las caderas de Yessabell y poco a poco, la acaricio, provocando su placer, recorriendo su espalda. Desabrocho su sostén y Yessabell se lo quitó, permitiéndole tocarla nuevamente.
Derek se levantó y acostó a Yessabell, sin apartarse de sus labios, pasó sus manos por sus suaves pechos y las fue bajando hasta llegar a su cintura. Una de sus manos, bajo a la entrepierna de Yessabell, haciéndola gemir y arquear la espalda.
-Hazlo -Dijo Yessabell en voz baja y Derek le quitó las braguitas.
Pasó su mano por la entrepierna de Yessabell, introduciendo un dedo y formando pequeños círculos en su interior. Yessabell se aferró a su espalda con ambas manos y se tuvo que contener para no llegar al orgasmo antes de tiempo. Derek introdujo un segundo dedo y Yessabell se revolcó de placer, bajo su cuerpo.
-¿Estás bien? ¿No te lastimo? -Preguntó Derek un poco preocupado.
-No... estoy bien -Susurró Yessabell, contra su cuello.
Derek volvió a besarla y continuó haciendo pequeños círculos en el interior de Yessabell, cada vez más rápido, haciendo que ella se sintiera más caliente por dentro, su cuerpo se llenó de placer y no pudo resistirse a llegar al orgasmo.
Derek se levantó, quitando su mano de Yessabell, busco en su saco y encontró un pequeño paquete metálico, con un condón. Se lo colocó y lentamente se introdujo en el interior de Yessabell, haciéndola vibrar de placer y emoción.
Poco a poco la llevo al orgasmo nuevamente, con fuertes embestidas, hasta que ambos quedaron satisfechos, tumbados en la cama, frente a frente.
Derek se levantó y jaló la colcha y las sabanas, para que Yessabell se acostara, después él se acostó con ella, viéndola a los ojos.
-Eres perfecta en la cama Yessabell. Pensé que jamás llegaríamos a esto -Declaró Derek un poco ruborizado.
-No te hagas muchas ilusiones -Yessabell le sonrío y después se puso seria -Aun somos amigos Derek, esto solo... fue un...contratiempo. No te acostumbres.
-¿Por qué Yessabell? ¿Por qué no podemos ser novios? -Preguntó Derek un poco triste -Me gustas y te gusto. Te deseo y me deseas. No veo la razón que lo impida.
-Derek. No quiero arruinar esto, pero prefiero que sigamos siendo amigos. Los noviazgos lo complican todo -Contestó Yessabell igual de triste -Entiendo todo lo que dices, pero solo dame un poco más tiempo. Solo un poco.
-¿Una semana te parece bien? Que tal, sí lo piensas mientras estemos aquí y cuando comiencen las clases me lo dices ¿Eso estaría bien? -Propuso Derek con media sonrisa y un brillo de esperanza en los ojos.
-Ok. Lo pensare y cuando iniciemos clases te lo diré -Concedió Yessabell, a lo que Derek la beso.
-Deberías irte -Dijo Yessabell en cuanto se apartaron -Si tus padres te ven aquí... no quiero que se precipiten a cualquier cosa.
-Tienes razón -Admitió Derek, fingiendo tristeza -Los quiero mucho y no me gustaría verlos ilusionados antes de tiempo -Derek se levantó y comenzó a vestirse.
-¿Te parece si vamos de compras mañana? -Preguntó Yessabell, mientras Derek terminaba de vestirse -Quiero llevarle a mis amigos, algunos recuerdos.
-Perfecto. Mañana vamos de compras, aunque creo que por ser año nuevo, no va a haber muchos lugares abiertos -Dijo Derek, mientras se ponía su suéter de The Rolling Stones.
-Tienes razón -Yessabell se sentó y se cubrió con las sabanas -Mejor vamos el jueves, así disfrutamos nuestro último día aquí -Yessabell le sonrío coquetamente.
-No puedo decirte que no, cuando te veo así -Derek se acercó y le dio un tierno beso -Descansa entonces y salimos el jueves.
-Que descanses -Dijo Yessabell, mientras Derek se acercaba a la puerta.
-Hasta al rato hermosa -Derek le lanzo un beso y salió.
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