Capítulo 36 Bailando Bajo La Nieve
El baile de invierno llegó y por primera vez, Yessabell opto por arreglarse en casa de Fanny. A las 4:00pm llegó a su casa, recién bañada y lista para arreglarse, Johann la acompañó y ayudó a ambas con sus atuendos.
Fanny encontró un vestido parecido al que Rose usó en la película de Titanic, en la escena donde casi cae por la proa, así que no dudo en comprarlo y lo usó para esa ocasión.
Yessabell optó por un vestido verde pastel que le llegaba a los tobillos, era de tul, su tela favorita, cuello redondo y mangas cortas, un corsé en la cintura y una delgada capa, de tela transparente con pequeños brillos, que cubría todo el vestido. Ató su cabello en un moño bien elaborado, con un listón blanco, zapatilla blancas y un saco de peluche blanco a juego.
A las siete en punto Robert y Stephen llegaron a la casa de Fanny, ambos en esmoquin negro, Robert con un corbatín rojo y Stephen con uno azul marino. Stephen consiguió un sombrero para su esmoquin, en una tienda vintage y no dudó en usarlo, ya que Yessabell se lo eligió.
El gimnasio parecía el auténtico Titánic. La cabina del DJ, simulaba un barco y el escenario montado para las actuaciones de los clubes, estaba rodeado por papel azul, simulando el mar. El techo y las gradas estaban repletos de globos azules, blancos, rosas y verdes, en tono pastel. En el centro del techo, se colocó una esfera simulando la luna y el club de música estaba tocando una pieza con violines y violonchelos, imitando el final de la película.
-Vaya, es realmente fabuloso –Yessabell observó todo con detalle, hasta que Cara llegó corriendo por ella.
De alguna manera fue una especie de deja vu, del baile anterior, solo que en esta ocasión la acompañaba Stephen.
-Es hora chica –Anunció Cara tomándola de la mano, para llevarla detrás del escenario.
-Estoy un poco nerviosa, es la primera vez que nos presentamos con coreografía –Admitió Cristal cuando Yessabell llegó con todos sus compañeros.
-Tranquilos, todo saldrá bien –Yessabell les sonrío, por alguna extraña razón estaba más confiada con el tema de cantar, desde que Stephen la animaba a hacer varias cosas a las que no estaba acostumbrada o cien por ciento convencida.
Todos subieron al escenario, después de que el maestro de ceremonias los presentara y el acto comenzó.
Zac y Yessabell eran las voces principales, las demás chicas los rodeaban y para suerte de Yessabell, Peter y Edward estaban a los extremos del semicírculo.
Comenzaron con Like A Love Song, después con The Love Club y por último cantaron Hey Stephen, de Taylor Swift, a lo que Stephen Sonrío y Yessabell no aparto su mirada de él.
La Srta. Price les había sugerido algunas canciones, pero en esa ocasión les permitió elegir la última canción, todos votaron porque Yessabell la eligiera y lo hizo.
Era evidente para todos, que la dedicatoria era personal y los aplausos, chiflidos y suspiros, no se hicieron esperar.
Cuando el acto terminó, Yessabell corrió a los brazos de Stephen y se besaron como nunca, algo similar al beso de Halloween, solo que algo más discreto, por el público presente.
-¿Esa fue una dedicatoria personal? –Pregunto Stephen aun sorprendido y sin aliento, después de aquel beso.
-Sí –Asintió con una sonrisa que le llegaba hasta los ojos –Gracias a ti y a los consejos de Fanny, he perdido el miedo al escenario, tú me has motivado a ser más valiente, era lo menos que podía hacer.
-Te amo –Stephen le dio otro beso.
-Yo más –Aseguró ella cuando se retiraron.
-Casate conmigo –Susurró Stephen tomando el rostro de Yessabell entre sus manos.
-Somos muy jóvenes –Contestó riendo.
-No me importa, casate conmigo –Le dio un beso rápido –Promete, que te casarás conmigo, solo conmigo.
-No hay nada en el mundo que desee más, que pasar mí vida a tu lado –Le aseguró y lo vio a los ojos –En unos años, me casaré contigo, solo contigo ¿Eso está bien?
-Es perfecto –Stephen le dio media sonrisa y por dios, si Yessabell no hubiese estado sujeta a él se habría desmayado.
-Vamos a bailar –Susurró Yessabell arrastrando a Stephen a la pista.
Fueron a la pista de baile y junto con sus amigos, bailaron toda la noche.
********
El viernes siguiente, Yessabell llegó cerca de las cuatro a la casa de los Lakes, ayudó a la Sra. Lakes a preparar la cena de navidad, pavo relleno, algunos aderezos, ensaladas y el pastel para su cumpleaños, solo que en esa ocasión Stephen pidió decorarlo solo, para poder darle la sorpresa a Yessabell.
A las 6:30pm terminaron de poner la mesa y la Sra. Lakes, mando a Stephen y Yessabell a arreglarse, ambos estaban sucios de harina o algún ingrediente pegajoso.
Stephen se bañó primero, se puso un traje azul marino, camisa azul cielo y zapatos negros. Yessabell se bañó después y procedió a ponerse un vestido naranja pastel de manga larga, que le llegaba arriba de la rodilla, cuello en cuadro, con la parte de la falda un poco amplia, como le gustaba a ella y unos tacones pequeños verde pastel, a juego con un broche verde pastel que llevaba en su cabello suelto, se puso la cadena que Stephen le regaló, se maquillo ligeramente y salió del baño.
-Te ves hermosísima princesa, aunque siempre lo estás –Aseguró Stephen en cuanto la vio salir.
-¿Y tú, no usas corbata? –Preguntó al notar que no llevaba corbata con su traje.
-No, quiero llevar los botones sueltos –Desabrocho los dos botones de arriba y dejo al descubierto su cadena, la otra mitad que complementaba el collar de Yessabell.
-En ese caso, no importa –Se acercó a él y cruzó sus brazos, sobre su cuello –Así está bien mi Stephen, tú también te ves muy bien mi príncipe –Aseguró con timidez.
Stephen se inclinó y comenzó a besarla, paso sus manos por el cabello húmedo de Yessabell, y después las bajó a su cintura.
-Deberíamos bajar, o tu mamá vendrá por nosotros –Susurró cuando pudo tomar aire.
-Tienes razón, si seguimos así, no llegaremos a la cena –Bromeó él.
-Está nevando –Susurró Yessabell viendo por la ventana.
En el pueblo anterior donde vivía, solía nevar, pero no tanto como ahí, incluso la navidad pasada no había nevado tanto, como en esa ocasión.
-Es una señal, de que en un rato, debemos permanecer muy juntitos en la cama –Stephen le sonrió y la tomó de la mano –Así de a poquito nos vamos acostumbrando y podremos casarnos pronto.
-No antes que tu hermano –Advirtió Yessabell mientras salían de la habitación, escaleras abajo.
El hermano mayor de Stephen y Logan; Matthew, estaría en casa con su prometida, para presentarla a toda la familia, excepto a Logan, quien al parecer tenía otros planes, por lo que Yessabell y Stephen estaban tranquilos ya que no estaba al tanto de la relación de ambos, en comparación con Mat, quien desde el momento en que conoció a Yessabell, pensó que terminaría dejando a Logan por Stephen, pues se llevaban bastante bien y tenían muchas cosas en común.
Cuando Stephen y Yessabell, bajaron a la sala, Matthew y su prometida acababan de llegar. Mat, llevaba un traje gris Oxford a juego con zapatos negros y corbata negra, su prometida, una hermosa rubia, llevaba un vestido azul marino, justo debajo de sus rodillas, completamente liso, mangas cortas y cuello en v, mostrando un hermoso collar de oro con pequeños diamantes.
-¡Ahí están chicos! –Exclamó Mat, en cuanto vio a Yessabell y Stephen entrar a la sala –Quiero presentarles a mi prometida –Señaló a la chica alta y delgada a su lado –Ella es Madison, Madison, él es mi hermano Stephen y su novia Yessabell.
-Encantada de conocerlos –Madison beso la mejilla de Stephen y luego la de Yessabell –Yessabell, bonito nombre, para una chica bonita y me encanta tu vestido –Declaró admirando a Yessabell, de pies a cabeza.
-Gracias y gusto en conocerte Madison –Dijo Yessabell que había agradado a Madison, por su simpatía.
-Un gusto en conocerte Madison, es bueno conocer a la chica que atrapó a mi hermano Mat, por fin –Bromeó Stephen a lo que Mat, rodó los ojos y le sonrió.
-Disculpen que los dejemos, pero vamos a la cocina, a ayudar a la Sra. Lakes –Anunció Yessabell, mientras llevaba a Stephen a la cocina –Gusto en verte de nuevo Mat.
-Lo mismo digo Yessabell –Mat le sonrío y volvieron a sentarse a lado del Sr. Lakes.
En la cocina, la Sra. Lakes estaba vuelta loca, mientras terminaba de rellenar el pavo.
-¿En qué te ayudamos mamá? –Ofreció Stephen en cuanto entraron a la cocina.
-Lleva el pavo Stephen y yo llevó la sopa –Stephen tomó la charola del pavo y salió al comedor, mientras la Sra. Lakes tomaba un recipiente grande de sopa con crema –Yessabell, puedes llevar ese –Señaló una bandeja de aluminio, con mini gelatinas de varios colores y sabores.
-Claro –Tomó la bandeja mientras Stephen regresaba del comedor.
En ese momento el timbre de la entrada sonó.
-Yo llevó eso princesa ¿Puedes abrir por favor? –Pidió tomando la charola de las gelatinas –Seguro son los del supermercado, con el vino que pedimos.
-Ok –Yessabell le dio un beso y Stephen fue al comedor, mientras ella iba a abrir la puerta.
Un repartidor del supermercado le entregó una pequeña caja, con dos botellas de vino blanco y una de sidra, recibió la entrega, y cerró la puerta, dio unos pasos y el timbre volvió a sonar.
-Tal vez olvido algo –Murmuró intentando abrir la puerta sonriente, a causa de lo despistado del repartidor.
En cuanto la puerta estuvo abierta, su sonrisa se borró. Sus ojos no podían creer lo que estaba viendo, más bien, a quién estaba viendo.
-Hola –Saludo la chica que acompañaba a Logan. Una morena esbelta, alta, de cabello corto y negro como la noche que le llegaba a la mandíbula, enfundada en un vestido rojo escarlata, abrigo negro y zapatillas negras. Con una enorme sonrisa en los ojos.
-Hola… yo… –Logró decir Yessabell, después de superar el shock de aquella escena, porque, qué le dices a tu ex, después de que te boto sin razón aparente y luego se presenta a la cena de navidad, con una nueva novia al parecer –Pasen… amm… –Les abrió más la puerta y los dejo pasar.
-Hola Yessabell –Saludó Logan en cuanto ella cerró la puerta, y tomaba el abrigo de Serena, dejando al descubierto, su hermoso vestido, con tremendo escote.
-Hola Logan…
Los tres se quedaron en silencio.
-Ella es Yessabell… mi… la vecina –Presentó Logan rompiendo el silencio –Yessabell… ella… es Serena, mi…
-Soy su novia –Se presentó Serena alargando la mano, para estrecharla con la de Yessabell –Es un gusto querida.
-Igualmente Serena –Yessabell le estrecho la mano intentando no soltar la caja y la incomodidad en Logan era evidente –Pasen… pasen al comedor, la cena está servida… amm… todos están ahí… –Comenzó a caminar a la cocina.
-Es raro que la vecina este en tu casa ¿Qué no tiene familia? –Susurró Serena caminando del brazo de Logan, hasta el comedor.
Yessabell cerró la puerta de la cocina detrás de ella, para no escuchar la conversación de Logan y su nueva novia. No pudo evitar sentir un poco de dolor al verlo nuevamente y saber que le fue fácil reemplazarla, aunque ella estaba saliendo con Stephen, eso solo le decía una cosa. Logan nunca la amo, como ella ahora amaba a Stephen y definitivamente ambos habían continuado su camino.
Respiró hondo y sacó las botellas de la caja.
-Te estamos esperando –Anunció Stephen abriendo la puerta de la cocina.
-Ya voy… llegó el vino –Yessabell le pasó una de las botellas y la otra la metió a la nevera –Ya… él...
-Si… es hora de enfrentarlo –Interrumpió sabiendo perfectamente lo que le pasaba a Yessabell, la situación sería incomoda pero tenían que superarla tarde o temprano.
-Lo dices como si fuéramos a la guerra –Bromeó y Stephen río relajándose –Ok, eso fue extremista, pero tienes razón, llegó el momento –Le dio un beso y Stephen envolvió su mano libre en su cintura.
El beso pasó de ser tierno, a apasionado y pronto Yessabell estaba contra la nevera, Stephen devorándola con la lengua, y acariciando su cintura.
-¡Chicos! –Río Mat, en la puerta de la cocina.
Stephen y Yessabell se apartaron rápidamente, avergonzados y respirando con dificultad.
-Mamá me envió a buscarlos, vamos o no llegaran a la cena –Mat los vio con una sonrisa pícara, y espero a que Yessabell y Stephen salieran –¡Que barbaros muchachos, por lo menos esperan a encerrarse en la habitación! –Bromeó y eso solo hizo a Yessabell ruborizarse más.
-Ahora me vas a decir, que tu no haces eso con tu prometida –Bromeó Stephen tomando la mano de Yessabell, antes de entrar al comedor.
Mat le dio una sonrisa que confirmaba sus sospechas.
-Ok, basta de eso, vamos o tu mamá nos matará a los tres, por arruinar la cena –Pidió Yessabell abriendo la puerta del comedor.
El Sr. Lakes presidía la mesa, Sarah estaba a su lado derecho, Logan a su lado izquierdo con Serena. Madison a un lado de ella y Mat, al otro extremo de la mesa, del lado izquierdo de Madison.
Yessabell se sentó a lado de la Sra. Lakes y Stephen, entre ella y Mat.
Logan no les quito los ojos de encima al verlos tomados de la mano y era evidente que sabía sobre su situación sentimental.
Después de que el Sr. Lakes diera las gracias, comenzaron a cenar.
-¿Y tu mamá Yessabell? –Preguntó Mat al notar la ausencia de Johann.
-Oh, está en una cena de trabajo, algo especial para los empleados, le dije que fuera, era una buena oportunidad para ella –Contestó Yessabell cortando un trozo de pavo en su plato.
-Es que la mamá de Yessabell, está trabajando mucho para conseguir el puesto de vicepresidenta –Aclaró el Sr. Lakes con orgullo.
-Desde que llegaron de vacaciones, Johann ha estado muy decidida a ganar el puesto y ha hecho muchos esfuerzos por el –Agregó La Sra. Lakes tomando un trozo de carne, con su tenedor.
-Así es –Confirmó Yessabell sonriente –Está cena es como cerrar con broche de oro su visto bueno con el presidente de la compañía, así él podrá delegarle los últimos tratos a cerrar, para Febrero y Marzo y en Mayo se tomará la decisión, mi mamá y otro hombre son los únicos que quedan para el puesto.
-Y en Junio se dirá quien ocupará el puesto –Terminó Stephen –Seguro que Johann lo tendrá. Lo merece, Yessabell dice que se ha esforzado mucho por ello –Concluyó orgulloso.
-Sí así es la mamá, no me imagino lo que llegará a ser la hija –Declaró Madison con una sonrisa –Tal vez presidenta de la nación.
-Para nada, eso no va con Yessabell –Aclaró Stephen rozándole la mejilla con los nudillos. A lo que Logan se tensó.
-Bonita cadena Yessabell –Señaló Serena con su dedo índice, al cuello de Yessabell –Y muy original ¿Dónde está la otra mitad?
-Aquí –Contestó Stephen mostrando con orgullo su cadena –Es un símbolo de nuestro noviazgo.
Todos en la mesa se mostraron contentos, a excepción de Logan, quien se veía seriamente celoso.
-¡Eso es muy romántico! –Exclamó Madison con una sonrisa sincera y tierna.
Mat la abrazó y le beso la frente.
-Mi hermano tan cursi, jamás lo había visto así ¿Qué le hiciste Yessabell? –Bromeó sin apartar la vista de ambos.
-Tal vez, solo no lo conocían bien –Contestó ella tomando la mano de Stephen sobre la mesa.
-Más bien, no me conocían enamorado –Declaró Stephen, dándole un beso rápido a Yessabell.
-Hacen muy bonita pareja –Aseguró Serena con los ojos brillosos, a causa del asomo de algunas lágrimas –Jamás vi a alguien tan enamorado, ni si quiera a mis padres, son tan tiernos.
-Ok, basta de sentimentalismos, o terminaremos todos llorando –Intervino el Sr. Lakes y todos en la mesa rieron –Stephen tiene una pequeña sorpresa, por el cumpleaños de Yessabell.
-¿Hoy es tu cumpleaños? –Preguntaron Serena y Madison, al mismo tiempo.
-Así es –La Sra. Lakes se levantó y junto con el Sr. Lakes, comenzaron a levantar los platos.
Stephen corrió a la cocina por su sorpresa.
Mat se levantó y apagó las luces, dejando solo las tenues luces de tres lámparas.
Todos comenzaron a cantar;
¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños, querida Yessabell! ¡Feliz cumpleaños a ti!
Stephen apareció detrás de Yessabell, con el pastel que habían preparado y para sorpresa de ella, aquello era una pequeña cancha de volleyball, tal como Yessabell había hecho el pastel de Stephen.
Gradas, la cancha de un gimnasio, la red, un pequeño balón de volleyball y una figurita en forma de jugadora como vela, en el centro del pastel.
-Stephen, es… es perfecto –Yessabell no quería comer esa obra de arte, sería un desperdicio.
-Pide un deseo –Dijo Stephen a su oído, mientras colocaba sus manos sobre los hombros de ella.
Pidió su deseo y apagó la vela. Todos aplaudieron y Mat prendió las luces.
-Antes de que lo partas, tomémonos una foto y mandémosla a tu mamá, le encantará ver el pastel –Sugirió Stephen sacando el celular de Yessabell, del bolsillo de su traje.
Lo que sorprendió a Logan, ya que ellos nunca tuvieron tal confianza cuando fueron novios, como para dejar que el otro invadiera su privacidad.
-Ok –Le sonrió y Stephen le pidió a Mat, que les tomará la foto, Stephen se sentó en la silla de Yessabell, ambos sonrieron y el momento quedo guardado.
-Se ven muy bien juntos –Afirmó Mat pasándole el celular a Stephen.
-Gracias –Se volteó a Yessabell –Se la mandaré ahora.
Después de que todos comieran pastel, el Sr. Lakes se sentó con los chicos en la sala a tomar un poco de sidra, mientras la Sra. Lakes y las chicas estaban en la cocina, terminando de lavar y guardar lo que sobró en la nevera.
-¡Listo! –Anunció la Sra. Lakes, cuando terminaron –Vamos a la sala, es hora de los obsequios de navidad y de cumpleaños.
Todas salieron a la sala y el Sr. Lakes, repartió a cada uno sus regalos Mat, Stephen y la Sra. Lakes, le dieron a Yessabell sus regalos de cumpleaños. Mat le regaló una figura de cera, de los Beatles, sentados en un sofá, era evidente que conocía sus gustos. La Sra. Lakes, le regaló un juego de libros que no mostró a nadie, solo a Stephen, quien río al ver la trilogía de Cincuenta Sombras De Grey.
Por último, Stephen le dio una pequeña cajita roja, con una Y y una S, en la cubierta. Todos contuvieron el aire, esperando a que Yessabell lo abriera.
-Sé que aún somos jóvenes, pero no olvido la promesa que hicimos, use todos mis ahorros para esto y no me quejó, solo quiero que sepas que ese dinero lo guardaba para destinarlo a algo importante –Estaba nervioso y expectante, ante la reacción de Yessabell, quien no hacía intento por abrir la caja –Ábrelo ya, o me dará un ataque.
-Ok –Yessabell le sonrió, una sonrisa nerviosa, porque tal vez ya sabía lo que contenía aquella cajita.
Respiró hondo y abrió la caja. Estaba forrada de rojo por dentro, una capa gruesa de terciopelo. En la parte inferior descansaba un anillo pequeño, con un diamante en forma de corazón, un anillo de compromiso. Era pequeño y discreto, Yessabell se quedó sin palabras, era evidente que la propuesta de Stephen iba en serio.
-¿Qué es? –Preguntó Logan al ver la reacción de Yessabell.
Yessabell tomó el pequeño anillo y lo levantó, para que todos pudieran verlo.
Los jadeos y las expresiones de sorpresa, se hicieron en todos.
Stephen tomó el anillo y se arrodillo frente a Yessabell, quien estaba sentada en un sillón doble.
-Insisto, sé que aún somos jóvenes, pero ya lo hablamos, podemos esperar 3 años o los necesarios –Explicó Stephen antes de preguntar -Yessabell Lovato Murphy ¿Me harías el honor de casarte conmigo?
Después de unos segundos de suspenso.
-Sí –Contestó después de su explicación necesaria, para que todos entendieran la situación, y la sonrisa enorme de Stephen le llegaba hasta los ojos.
Le colocó el anillo en el dedo y después la beso, un beso dulce y apasionado, sin importales que tenían público, quienes aplaudían felices a excepción de Logan.
Cuando se separaron, todos comenzaron a felicitarlos.
Las chicas pidieron ver el anillo, Yessabell pudo ver el anillo de Madison que era igual de sencillo, con un diamante blanco, tal vez eso venia de familia. Todo era perfecto, ahora solo faltaba decirle a Johann que era oficial y Yessabell estaría planeando su boda para dentro de 3 años, al tener la edad suficiente.
A la una de la mañana, los Srs. Lakes fueron a dormir. Mat fue con Madison, a la que era su vieja habitación. Logan llevó a Serena a su cuarto, mientras que Stephen y Yessabell se quedaron en la sala, hablando de las personas que irían a la boda, los arreglos, el traje, el vestido, cuánto tendrían que esperar y que aprovecharían todo su tiempo juntos.
Afuera comenzó a nevar nuevamente.
-Vamos a bailar –Stephen se levantó y encendió el mini componente –Te tengo una sorpresa –Busco en su iPod una lista de canciones y cuando encontró la que quería, puso play.
Yessabell reconoció al instante la melodía.
Ed Sheeran, estaba cantando Thinking Out Loud. Yessabell se levantó y tomó la mano de Stephen.
-Bailemos –Le susurró y lo llevó al jardín, donde hacia un poco de frío, pero a lado de Stephen era soportable.
-Me gusta bailar contigo, es la forma en que podemos estar juntos más tiempo –Confesó Stephen tomando a Yessabell de la cintura.
-A mí también, después de dormir, es lo que más me gusta hacer contigo –Aseguró llevando sus manos a los hombros de Stephen y recargando su mejilla en su hombro –En El Hombre Manos De Tijera, se veía más sencillo.
-Lo sé, hace frío pero es nuestra canción, sabes creo que… -Stephen dudó un momento y Yessabell levantó la mirada –Está canción, es la que bailaremos en nuestra boda.
Yessabell le sonrío y le dio un beso.
-Está será.
Continuaron bailando bajo la nieve, hasta que la canción terminó.
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