El viernes a las cuatro, Yessabell llegó a la casa de Frida, lista para su primera sesión, aunque al principio no sabía muy bien si confiar o no, al momento de comenzar a hablar, todo fluyo rápidamente y se encontró más relajada, la terapeuta les dio algunas sugerencias para afrontar el juicio.

El lunes a las 12 del medio día, el juicio estaba comenzando, a pesar de tener a sus dos atacantes cerca, Frida y Yessabell se mostraron decididas y fuertes. Johann y los padres de Frida tenían rostros serios y un poco molestos, ante el Sr. Strong y su hijo Mike.

No se permitió a ningún desconocido entrar, por respeto a la privacidad, aunque había algunos reporteros y periodistas afuera esperando para dar la noticia.
Se hicieron las declaraciones y se entregaron las pruebas, Yessabell tuvo que reconocer las fotografías, videos y pertenencias, que el hombre tenía de ella.
Fotos de su primer día de clases, con sus amigos, en las clases, videos de los bailes de la escuela, algunos bolígrafos con su nombre, una hoja rosa que había tirado a la basura, con un poco de su perfume, un pequeño bolso que fue recuperado en la escena del crimen, y que después le regresaron.

Después de que la juez volviera a revisar el caso, las pruebas y los testimonios, dicto la sentencia.

-De acuerdo con lo revisado, los cargos al señor Teodoro Strong, por secuestro, acoso sexual e intento de violación; amparado por las pruebas y las declaraciones. Dictó cuarenta años de prisión sin derecho a fianza. Y a su hijo Mike Strong, se le condena a treinta y cinco años de prisión, sin derecho a fianza. Se levanta la sesión.

El señor Strong y Mike se sonrieron y sin ninguna objeción, aceptaron la sentencia.
La familia de Frida y Johann, agradecieron a la juez y abrazaron a sus hijas, como si la vida les fuera en ello. Cuatro policías los escoltaron afuera del edificio y pronto los reporteros y periodistas se arrojaron sobre ellos. Lanzando preguntas a diestra y siniestra, los abogados de ambas respondieron algunas preguntas, sin embargo, cuando llegaron a la limusina de los Fortz, Yessabell se detuvo ante una reportera que se veía agradable, era de una cadena nacional, volteó a ver a Frida y ella se unió.

-Dos hermosas chicas del bachillerato Lincoln, bajo una situación, que nadie quisiera vivir, díganme ¿Qué le pueden decir a las chicas que nos ven en casa, que han pasado una situación similar?

-La vida está llena de obstáculos, algunos fáciles de superar, otros no tanto, pero cada vez que nos enfrentamos a ellos, les damos la cara y los superamos, nos hacemos más fuertes de espíritu –Contestó Frida colocando un brazo alrededor de los hombros de Yessabell –No podemos darnos por vencidas tan fácilmente.

-La vida nos ha dado una segunda oportunidad, oportunidad que muchos quisieran tener, que muchos quisieran contar, sabemos que una situación así es difícil... pero podemos elegir vivir, por algo seguimos aquí, somos más fuertes de lo que pensamos y es tiempo de salir, aprender cosas nuevas y darle nuestra mejor cara a la vida –Yessabell sonrío –No le demos el gusto a nuestro atacante de vernos hundidas y démonos el gusto de salir adelante.

-Gracias chicas –Dijo la reportera mientras se giraba a la cámara.

Yessabell invitó a los Fortz, a una comida en su casa después del juicio.
Después de eso, Frida y Yessabell se volvieron noticia nacional e internacional. Todos en la escuela las admiraban y apoyaban, por tener el coraje y el valor de salir adelante y claro seguían sorprendidos de que el señor Strong, fuese el atacante de ambas.

Frida comenzó a pasar más tiempo con Yessabell y sus amigos, hasta el termino de las clases.
Llego el tan esperado 26 de Junio, el día de la graduación.

Solo los alumnos que se graduaban y sus familias asistían al evento. Y
el baile de graduación era para los de ultimo año, así que Yessabell solo acompañó a Logan y los Lakes a la ceremonia de entrega de diplomas y después regresó a su casa. Tenía que hacer sus maletas, para sus vacaciones a Hawái con Johann. Aunque solo estarían una semana de vacaciones, ya que Johann debía arreglar más negocios, pues para el siguiente año el presidente de la empresa por fin daría a conocer al nuevo vicepresidente debido que el actual, sería promovido a otra ciudad.

-¡No olvides llevar bloqueador solar! –Gritó Johann desde su recamara.

-¡No lo olvido! –Respondió Yessabell mientras daba un último repasó a su lista de cosas por llevar.

Para las seis de la tarde, Johann estaba en la imprenta, dejando las cosas arregladas antes de salir de vacaciones.

Yessabell estaba en el garaje, metiendo las maletas en la camioneta, pues partirían a primera hora al aeropuerto de la empresa en la que trabajaba su mamá. El jefe de Johann presto el jet de la compañía, para que viajaran, igual que lo hacía con todos los empleados.

Logan tocó el timbre de la casa. Yessabell corrió a abrir y en cuanto lo vio, saltó a sus brazos envolviéndolo en un fuerte abrazo.

-Creí que estarías en el baile ¿Está todo bien? –Preguntó extrañada de que su novio, no estuviera en su propio baile de graduación.

-No, es que… me llegó una carta ayer, debo presentarme al programa de preparación, me aceptaron –Explicó un poco triste.

-¡Eso es increíble! –Yessabell volvió a abrazarlo, esta vez lo besó aunque Logan no respondió.

Se alejó de él, sorprendida y extrañada por su no-respuesta al beso, considerando que en las últimas tres semanas, era todo lo que querían hacer.

-¿Qué sucede?

-Yessabell… solo venía a decirte que… -Suspiró y dio unos pasos atrás –Ya no podemos ser novios.

-¿Qué? ¿Por qué? –Yessabell estaba desconcertada ante la declaración de Logan, era el primer chico al que realmente amaba, al que había entregado su corazón y ahora la estaba dejando.

-Yo… -Se pasó una mano por el cabello y dio otros dos pasos atrás.

Yessabell salió y se paró frente a él.

-Logan… no puedes hacerme esto… eres el primer chico al que realmente he amado… al que le entregue mi corazón incondicionalmente y ahora… -Comenzó a llorar y Logan sabía que no quería verla así –No lo entiendo...hace unos días seguías celándome y aunque no me gusta... sabía que lo hacías por amor…

-Para por favor... –Pidió con seriedad.

-¿Qué hice mal? –Preguntó entre sollozos –Dime por favor… y lo arreglare, yo… yo te prometo que…

-¡Yessabell basta por favor! –Exclamó con firmeza –Solo vine a decirte que ya no te amo, que lo nuestro no puede seguir –Se dio la vuelta y comenzó a caminar de regreso a su casa.

-¿Por qué? –Preguntó a su espalda, llorando sin control.

Logan entró al garaje y se subió a su camioneta, se fue sin dar una respuesta.

Yessabell se quedó ahí, llorando por lo que pareció una eternidad.
Hasta que una hora más tarde, Johann llegó en un taxi. Bajo rápidamente, cuando vio a Yessabell llorando a la nada.

-¿Cariño que pasó?

No contestó, solo la abrazo fuerte, mientras Johann la llevaba adentro hasta su habitación. La recostó en su cama y Johann intento preguntar, pero sabía que Yessabell no podría hablar, en su lugar permaneció ahí hasta que se quedó dormida, después la tapó con un cobertor y la dejo descansar.

A la mañana siguiente, Yessabell despertó sobresaltada por la alarma de las 7. Se levantó y fue directamente al baño, tomó una ducha y se sorprendió al no ver sus ojos hinchados por el llanto.

Se puso una blusa negra, unos jeans negros, un saco café chocolate y sus botas cafés. Bajó a la cocina y desayuno con su mamá, antes de que se fueran, ninguna menciono nada de lo ocurrido anoche, Johann sabía que cuando Yessabell estuviera preparada hablaría. Lo cual apreciaba Yessabell.

Cuarenta minutos después Johann sacó la camioneta del garaje, mientras Yessabell activaba la alarma y salía de la casa.

-¡Yessabell! –Escuchó su nombre detrás de ella, mientras cerraba la puerta con llave.

Volteó y se encontró con la mirada impenetrable de Stephen.

-¡Hey Stephen! –Bromeó mientras se acercaba a la acera –When you say my name is beautiful, wonderful...

-Ese debería ser nuestro tema –Declaró sonriente, aunque después puso un rostro serio –Antes de que te vayas tengo algo para ti –Le extendió un pequeño sobre beige.

Yessabell lo tomó con curiosidad,  Stephen permaneció serio.

-¿Tu saldrás de vacaciones? –Preguntó intentándo sacarlo de su estado de seriedad.

-Por supuesto, pero hasta el viernes, me voy a casa de unos tíos en Monterrey –Contestó más relajado –¡No lo abras! –Advirtió en cuanto vio a Yessabell intentando abrir el sobre –Leelo cuando estés sola, creo que es mejor.

-¿Esto es de Logan? –Preguntó notando la tensión en su voz.

-Sí –Contestó seriamente –Y también quiero decirte algo, antes de que te vayas.

-¿Qué es? –Preguntó mientras doblaba el sobre y lo guardaba en su saco.

-¿Recuerdas que he querido decirte algo por mucho tiempo, pero por alguna u otra razón no he podido? –Preguntó Stephen volteando, a ver algún distractor o interruptor.

-Sí –Ella recordando las veces en que Stephen, había intentado revelarle un secreto -¿Te refieres a ese secreto, sobre lo que hiciste, pero que no debiste?

-Sí, el caso es que… quiero decírtelo antes de que te vayas, para que lo medites en tu descanso, yo regresó hasta que comiencen las clases, así que supongo que será tiempo suficiente –Contestó un poco ansioso.

-Ok, dímelo ya, antes de que mi mamá salga del garaje, porque vamos tarde –Pidió apresurándolo.

-Bien ¿Recuerdas la fiesta de Halloween en casa de Miranda?

-Sí –Contestó recordando cada fragmento de la fiesta.

-Cuando pasó la pelea entre Robert y Luis, todas las chicas corrieron adentro junto con algunos chicos, tú fuiste al baño pero antes de llegar… te besaron ¿Recuerdas eso? –Preguntó intentando medir la reacción de Yessabell, ante ese beso.

-Lo recuerdo perfectamente, ese fue… -Se detuvo un momento al recordar a Logan –El mejor beso que tuve con Logan –Vio a sus pies ruborizándose y después regresó la mirada a Stephen -¿Cómo sabes de…?

Stephen sonrió ampliamente

-Porque yo fui quien te besó.

Yessabell abrió los ojos ampliamente, su respiración se quedó atrapada en sus pulmones.

¡No es posible! ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?!

No sabía cómo reaccionar ante la declaración de Stephen, un sin fín de preguntas sin respuestas, se acumulaban una tras otra en su mente, mientras rememoraba esa noche, cada parte de ella, desde que llegaron hasta que salieron de ahí, pero sobre todo… el beso. Por esa razón, aquel beso se sintió diferente.

-¡Mierda! –Susurró -Pero tu llevabas un disfraz de… –Recordó el disfraz de pirata que Stephen llevaba puesto, haciéndola confundirse aún más –No entiendo.

Johann salió del garaje, Yessabell sabía que tenía solo unos minutos con Stephen antes de irse.

-Sí bueno, originalmente llevaba el mismo disfraz de Jasón, me cambié antes de que alguien me viera, así no habría sospechas y tú pensarías que había sido Logan –Vio a Yessabell intentando absorber la información –Bruno fue mi cómplice –Admitió riendo para sacarla del shock.

-Yo… -Realmente no tenía palabras, no sabía cómo responder ante aquella declaración, pero entonces la situación cobraba sentido aquella confusión se disipaba.

-¡Vamos Yessabell! –Grito Johann bajando el cristal –Lo siento Stephen tenemos que irnos, ya tendrán tiempo para hablar –Stephen asintió con la cabeza y volvió a ver a Yessabell.

-Yessabell, lamento sí me vi desesperado, pero lo estaba, no pude resistirme más, desde que llegaste caí a tus pies, pero te fijaste en mi hermano, prácticamente estabas prohibida para mí –Susurró con rapidez –Me gustas mucho, muchísimo, demasiado, en serio, solo piensa en ello mientras estas fuera –Le dio un beso en la frente y la llevó hasta la puerta del copiloto.

Yessabell seguía en shock, apenas podía caminar. Stephen le abrió la puerta y ella subió lentamente al asiento del copiloto.

-Nos vemos Sra. Murphy, que tengan bonitas vacaciones –Stephen se alejó de la ventana sonriendo de oreja a oreja.

-Gracias Stephen, hasta luego –Johann le sonrió de vuelta y salió a la carretera.

Yessabell no apartó la vista del retrovisor, viendo la imagen de
Stephen, agitando la mano en el aire. Haciéndose cada vez más y más pequeña, conforme se alejaban.