Capítulo 14 Los chicos y las compras

Dos horas después de haber llegado al centro comercial, Bruno, Andrew y Stephen, estaban en el departamento de electrónica.
Logan y Robert, estaban en el departamento de deportes, viendo equipos de cayac y pesca.
Yessabell y Fanny, ya habían recorrido tres tiendas de ropa y estaban entrando a una boutique, en el segundo piso.

Los padres de Fanny accedieron complacidos a comprarle un nuevo guardarropa, su mamá especialmente, estaba feliz. Y Yessabell la había convencido de pasar al salón de belleza, por un corte nuevo.

-Fanny, todo lo que has comprado te va a quedar divino -Aseguró
Yessabell.

Hasta ahora la mayoría de las prendas, eran jeans y playeras juveniles, con algunos tops y faldas que llegaban hasta las rodillas, porque a Fanny, no le gustaban las mini faldas, a pesar de tener un cuerpo bonito.

-Esta se te vería bien a ti -Informó Fanny extendiéndole una mini falda negra con lentejuelas en la parte inferior y un poco esponjada -Es tu estilo Yessabell.

-¿No crees que es un poco... provocativa? -Pregunto tomándola entre sus manos.

-Para nada, además es tu talla -Fanny se la quitó de las manos -Será un obsequio, por todo lo que has hecho por mí.

-Yo... no...

-Sin peros -Interrumpió ella mientras se dirigía a la caja, para pagar algunas blusas y jeans, junto con la falda negra.

Yessabell tenía tres bolsas en cada mano, había comprado faldas, sacos y algunos jeans. Y algunas blusas para su mamá.
Fanny llevaba cuatro bolsas en cada mano, repletas de ropa.
Ahora solo faltaba pasar a la
zapatería y el salón de belleza, así que Yessabell dejo a Fanny en el salón de belleza y le explico muy bien a la chica, lo que quería que le hiciera a Fanny, dejo sus bolsas y las de Fanny, en un casillero de la estética, mientras ella iba a la zapatería a buscar unos pares para Fanny.

Estaba en la sección de zapatillas, conocía el estilo de Fanny, así que opto, por algunos zapatos bajos y otros con tacón pequeño.

-¿Por qué las mujeres se obsesionan tanto con los zapatos? -Preguntó una voz familiar, detrás de ella.

Yessabell volteó, llevaba dos pares de zapatos bajos en una mano y dos pares con tacón en la otra.

-Nadie se obsesiona -Dijo notando la sonrisa burlona de Stephen, mientras señalaba los zapatos en sus manos -A ella le irán bien -Se volteó y colocó los zapatos en una canasta, donde llevaba un par de botas para ella.

-¿A ella? -Preguntó Stephen, mientras tomaba unos tacones en sus manos -Un golpe con uno de estos y quedas inconsciente.

Yessabell no pudo evitar reír ante su comentario.

-Son para Fanny -Contestó finalmente pasando por la sección de tenis -Digamos que, necesitaba una ayudita.

-¿Y tú eres como su hada madrina? -Preguntó pasándole un par de tenis blancos, con flores en tonos rosas y azules, al estilo de Fanny.

Yessabell los tomó, checo el número y los hecho a la canasta.

-Algo así. Ella, realmente me cae bien, es el tipo de amiga que una busca, para que sea tu amiga, toda la vida -Contestó Yessabell, mientras elegía un par de tenis para ella, pues solo tenía unos y necesitaba un cambio para los entrenamientos.

-No creo que esos sean el estilo de Fanny -Stephen señaló los tenis que escogió Yessabell, para ella, blancos, con una imagen de un halcón dorado a los costados.

-Esos son para mí, no soy de usar tenis -Confesó frente a él -Mi mamá me compró un par antes de llegar aquí, pero necesito un cambió, no puedo andar usando los mismos siempre.

Stephen le sonrió.

-Claro, por higiene -La miro fijamente.

-¿Qué? -Preguntó ella volteando, para ver qué era lo que veía Stephen -¿Estas bien? -Preguntó ante su mirada perdida y su sonrisa tonta sobre ella.

-Este... no nada -Se paró derecho -¿Sabes?... yo creí que mi hermano golpearía a esos chicos que estaban a tu alrededor, hace rato en el estacionamiento.

-¿Por qué dices eso? -Preguntó Yessabell mientras se dirigía a la caja, primero paso los pares de Fanny y la tarjeta de crédito que le dio.

-Mi hermano, él... está muy clavado contigo -Contestó con sinceridad -Jamás lo vi así, con sus novias anteriores. Contigo... es muy... -Stephen dudó por un momento -Sobreprotector.

-Ya -Yessabell pasó sus botas y su par de tenis a la cajera, junto con su tarjeta de crédito -¿Él te ha dicho algo? ¿Por qué pensaste que reaccionaria así?

-Se la pasa hablando de ti todo el tiempo -Río un poco, mientras tomaba una de las bolsas de zapatos.

Yessabell tomó dos bolsas y las tarjetas, y salieron de la zapatería.

-Está realmente enamorado de ti, y él nunca había mostrado celos así -Continúo Stephen.

-¿A qué te refieres? -Preguntó ella dejando las bolsas en una banca y ella guardaba las tarjetas de crédito en el bolsillo de su saco.

-Yessabell, eres perfecta ante sus ojos, ante los ojos de los demás -Contestó Stephen con una sonrisa sincera -Ahora que saliste y conociste más gente... muchos chicos están tras de ti. Tienes una belleza natural, que ninguna otra chica tiene por aquí.

-Stephen, eso es solo el exterior, los chicos que se me acercan, ni
siquiera me conocen, las personas de aquí... no han visto lo que hay afuera, eso es lo que los tiene así -Aseguró Yessabell sentándose a su lado.

-No es solo eso, Yessabell -Stephen estaba serio -Mi hermano teme perderte.

-Eso no pasará -Aseguró ella -Sé, que llevamos poco tiempo saliendo, pero ambos nos correspondemos, no debería sentir eso.

-Pero lo hace... él cree, que encontraras a alguien mejor. -Admitió Stephen -Ya que tú, no eres como las demás chicas, piensa que encontraras a alguien, más inteligente, más valiente, más fuerte, incluso... una mejor persona.

-¿Y él piensa, que yo no siento lo mismo? -Preguntó sorprendida -Qué, si él encuentra a una mejor chica, alguien más bonita, de su edad, más inteligente y todo eso -Vio a Stephen a los ojos -Todos tenemos miedos, e inseguridades, pero no podemos dejar que eso nos ciegue.

-No creo que encuentre a alguien más inteligente que tú, Yessabell -Stephen le sonrió -Y mucho menos, alguien más bonita.

-Gracias, pero... -Yessabell se perdió un momento en los hermosos ojos grises frente a ella.

-¿Pero qué? -Pregunto él igual de perdido, en los hermosos ojos azules de Yessabell.

-Yo... -No encontraba las palabras, a pesar de tenerlas en la punta de la lengua -Pero yo no soy perfecta, jamás lo seré, nadie lo es.

Una voz chillona y enojada los sacó del trance.

-¡Stephen Lakes! Se puede saber ¿Qué estás haciendo con está? -Frida se apareció de la nada, con su sequito detrás de ella.

Romina y Mariza.
Stephen se volteó y se encontró con la mirada de una muy, muy
enojada Frida.

-Estamos de compras -Contestó Sarcásticamente.

-¿Vienes de compras con está, pero no te atreves a acompañarme a mí? ¿A mí, que soy tu novia? -Preguntó Frida mientras se aproximaba a ellos.

-¿Está? -Atacó Yessabell, poniéndose de pie.

Stephen se paró rápidamente y se colocó enfrente de Yessabell.

-Calmate Frida, los chicos también vinieron, no estamos solos.

-¿Los chicos de compras? No lo creo ¿Dónde están, que no los veo? -Preguntó Frida dando un paso al frente -¿Ustedes los ven chicas? -Romina y Mariza se cruzaron de brazos y negaron con la cabeza -No, porque no hay nadie más. Están solos ¿Acaso piensas robarle la novia a tu hermano?

-Yo mejor me voy, Stephen -Yessabell tomó las bolsas de la banca y se incorporó -No soporto a la dramática de tu novia.

-¿Dramática? Ahora si te pasaste niñita -Escupió Frida pasándole sus bolsas a su secuaces y dando un paso al frente.

-¿Qué pasa aquí? -Preguntó una voz detrás de Yessabell.

Ella y Stephen se voltearon y encontraron la mirada de Logan. Junto a él, estaban Andrew y Bruno

-¿Todo bien, Frida?

-Claro que no -Contestó ella dando un paso atrás -Será mejor que controles a tu novia.

-Creo que la que necesita una correa, eres tu Frida -Apuntó Yessabell.

Frida quiso atacarla, pero Stephen la tomó de la cintura. Logan jaló a Yessabell detrás de él.

-Basta Frida, todos te están viendo -Susurró Stephen.

-¡Pero ella! -Gritó Frida.

-Calmate -Pidió Stephen con voz suave.

Yessabell se fue al salón de belleza a buscar a Fanny, Logan la siguió, Robert se unió a ellos en el camino.
Stephen, Andrew y Bruno, se quedaron con las rubias.

-Ya no lo soporto más Frida, ya no puedo salir contigo -Confesó Stephen, luego de que Yessabell y Logan se fueran.

-¿Qué? ¿Estas terminando conmigo, por ella? -Preguntó Frida desconcertada, triste y enojada a la vez.

-No Frida, necesitas calmarte, no aguanto tus escenas de celos -Contestó molesto.

-Dame otra oportunidad Stephen, yo te amo -Frida comenzó a llorar.

Andrew se acercó a Mariza, Bruno se hizo a un lado y Romina se acercó a él.

-Calmate Frida, esto es de lo que te hablaba, todos te están mirando -Susurró Stephen mientras la abrazaba.

-Por... favor... -Pidió ella entre sollozos.

-Ok, pero calmate -Stephen la alejó de él. La tomó de los hombros y la miro a los ojos -Esta es la primera y última vez, que te doy otra oportunidad Frida, te pido que seas más amable con Yessabell, ella no
te hizo nada.

-Gracias Stephen -Frida se limpió las lágrimas, le dio un beso y se fue, con sus seguidoras detrás de ella.

Yessabell llegó al salón de belleza y le pidió a Logan y Robert, que la esperaran afuera.
Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio a Fanny.

-Fanny, te ves adorable.

Fanny tenía un nuevo peinado, su cabello negro estaba cortado a la altura de sus hombros en un lacio impecable con una línea en el centro, brillante y sedoso, sus cejas perfectamente depiladas y no estaba llevando sus gafas, las chicas del salón le habían ayudado a ponerse los lentes de contacto.

-Gracias Yessabell, pero tú sigues siendo la más bonita.

-Para nada, te ves hermosa además tú príncipe azul, te está esperando afuera -Aseguró Yessabell mientras le entregaba sus dos bolsas de zapatos -Compré algunos bajos y otros con tacón y un par de tenis, para educación física.

-Gracias Yessabell -Le dio un abrazo fuerte y cariñoso -¿Él está afuera? -Pregunto Fanny nerviosa.

Yessabell asintió.

-Voy por las demás bolsas, esperame -Corrió hasta el casillero y sacó las bolsas de compras, le entrego sus ocho bolsas a Fanny y ella tomo sus seis bolsas -Listo. Hagamos una salida triunfal.

Yessabell salió primero. Logan le tomó cuatro bolsas. Stephen, Bruno y Andrew, estaban afuera esperándolas.
Después salió Fanny, y por la expresión de Robert, todo iba viento en popa.

-Fanny... te ves... -Robert comenzó a levantarse de la banca donde estaba sentado, sin apartar los ojos de Fanny -Muy, muy bonita.

-Cierto, Fanny -Agregó Andrew -Ese cambio de imagen te sienta bien.

Robert se acercó a ella y le ofreció llevar algunas bolsas.

-Gracias -Dijo ella tímidamente.

Todos caminaron hasta el estacionamiento, y Logan los llevo de regreso a casa.
Yessabell invito a los chicos a comer, pero Fanny y Robert prefirieron comer juntos. Bruno y Stephen, habían ido con Andrew, por pizza y hamburguesas en el centro comercial, así que Logan era el único que iría.
Cuando terminaron de comer, Logan lavo los platos, mientras Yessabell llevaba las bolsas de compras a su cuarto.

-¿Puedo pasar? -Preguntó Logan, tocando la puerta abierta, de la
habitación de Yessabell.

-Claro, pasa -Contestó ella, mientras guardaba sus nuevas botas rojas.

Un pequeño gasto con tacón ancho, de cinco centímetros, que llegaban hasta la rodilla y con una tira de hermosos diamantes, a los lados, acomodadas en un pequeño armario de zapatos.

-Perdoname por actuar así, en el estacionamiento -Sé disculpó Logan, mientras se sentaba en la cama de Yessabell -Supongo que los celos, me cegaron. Nunca he tenido una novia como tú.

Yessabell se acercó a la cama y se sentó a su lado.

-Estas perdonado -Suspiró y luego preguntó -¿Cómo yo?

-Perfecta -Contestó viéndola a los ojos.

-Logan, no soy perfecta. Nadie lo es. -Estaba empezando a sentir enojo por esa palabra -Deja de pensar eso y... deja de pensar que te dejare por alguien más, apenas vamos a cumplir un mes.

-Creo que, después de todo. Soy un poco inseguro. Yo, no...

Yessabell lo besó antes de que terminara. Pronto ella estaba sobre él, sus rodillas a lado de las caderas de él. Las manos de él, en las caderas de ella.
El beso era calmante para ambos, como un bálsamo, después de un mal día. Logan, comenzó a pasar sus manos por los muslos de Yessabell.
Ella sintió, como la sensación de mariposas en estomago crecía, junto con una sensación de placer, entre las piernas.

Yessabell rodó y Logan estaba encima de ella. Tocando sus piernas, le comenzó a quitar las botas y ella le quitó la playera a Logan.
Tal vez no estoy preparada, pensó Yessabell, pero quiero hacerlo.
Mientras continuaban besándose, Logan pasó sus manos a la blusa de Yessabell y poco a poco se la desabrocho. Yessabell se quitó la blusa rápidamente y logan se quitó los tenis y calcetines. La llevo al centro de la cama, así, ambos estaban extendidos, él sobre ella, tocándola, acariciándola tiernamente y ella bajo él, besándolo, acariciando su duro abdomen.

Logan comenzó a acariciar sus pechos, Yessabell arqueo la espalda en respuesta, el metió la mano por su espalda y desabrocho su sujetador.

-Eres hermosa -Le susurró en el cuello mientras le quitaba el sujetador.

El celular de Yessabell sonó en su mochila, a lado de su cama, sacándolos del momento. Ambos se levantaron abruptamente,
respirando con dificultad.
Yessabell se puso el sujetador de vuelta y buscó su celular en la mochila. Era su mamá.

-Hola ¿Estás bien? -Preguntó Yessabell a su mamá.

-Sí, ¿Por qué no iba a estarlo? -Contesto su mamá, al otro lado de la línea.

-Porque tú no llamas en horas de trabajo -Contestó de vuelta -Siempre me mandas mensajes.

-Oh, cierto, hoy salí temprano, estoy en una tienda del centro, vine a comprar algo de sushi -Explicó Johann -Tengo buenas noticias.

-¿A sí? ¿Qué es? -Preguntó, mientras Logan se sentaba detrás de ella y comenzaba a besarle la espalda.

-Te lo diré cuando llegue a casa -Contestó Johann.

-Ok, ¿A qué hora llegas?

-En cinco minutos o menos, estoy cerca.

-Ok, nos vemos en un rato. -Yessabell colgó y se puso su blusa rápidamente -Mi mamá esta viniendo, así que vístete -Logan la jaló y comenzó a besarla otra vez, como si no hubiera escuchado lo que ella le dijo.

Yessabell se apartó y él le sonrió burlonamente. Mientras se ponía su playera y tenis.
Ella se puso unas pantuflas y bajó corriendo a abrirle a su mamá, mientras se acomodaba la blusa y el cabello. Logan la siguió.

-Buenas tardes Sra. Murphy -Saludó Logan, en cuanto Yessabell abrió la puerta -Yo ya me iba, tengo algo de tarea.

-¿No te quedas a cenar? -Preguntó Johann, mientras iba a la cocina a dejar la cena en la isla.

-No, tengo algo de tarea, solo traje a Yessabell, del centro comercial -Logan se despidió y se fue a casa.

-Lucía nervioso -Apuntó Johann, quitándose el abrigo y poniéndolo en un banco -¿Paso algo?

-No para nada -Contestó Yessabell -Ya sabes, la escuela, tareas -No era buena mintiendo, así que cambio de tema -Cuando veas lo hermosa que quedo Fanny, te sorprenderás, no la reconocerás.

-Vaya, ¿Tan drástico fue el cambio?

-No, bueno, no es para tanto, pero, si se ve mejor -Contestó sacando el sushi y los cubiertos -Y creo que ella y Robert, pronto comenzaran algo.

-¡Wow! -Exclamó Johann -Así que ahora eres casamentera, además de rompe-corazones -Llevó el sushi en una bandeja al comedor.

Yessabell la siguió con la bajilla.

-Mamá, no digas eso -Pidió mientras salía del comedor por los vasos

-Solo repito lo que escuche -Johann, tomó una botella de vino tinto y la llevo al comedor.

-¿Lo que escuchaste? -Preguntó sentándose a la mesa.

-Sí, cariño. -Contestó Johann mientras le servía a Yessabell -Todos en el centro están hablando de nosotras, las nuevas del pueblo, pero lo que me sorprendió... -Vio a su hija un momento y continuó -Es lo mucho que están hablando ti.

-¿Y qué están diciendo? -Preguntó sirviendo vino en la copa de su madre y luego en la de ella.

-Nada, que yo no sepa -Contestó orgullosa -Que eres la chica más
hermosa del pueblo, que eres diferente, única y que muchos chicos han sido flechados por ti.

-Mamá... eso solo son... cosas superficiales -Afirmó Yessabell rodando los ojos -Te aseguro que la mayoría de las personas que han dicho eso, ni si quiera me conocen.

-También dijeron, que pusiste a una chica en su lugar -Johann no parecía enojada, sino orgullosa.

-Bueno, ella es la novia de Stephen, él y yo, nos llevamos bien y a ella, no le parece -Explicó tomando un sorbo de vino.

-Esta celosa cariño.
-Aseguró Johann -Solo, no pelees, ¿Ok? No quiero tener que ir a patear traseros de madres brujas.

Ambas rieron.

-Ahora dime, ¿Cuál es la buena noticia? -Preguntó Yessabell terminando su sushi.

-La nueva línea de impresión, en tazas, edredones, termos y demás artículos ha recibido un gran beneficio en la imprenta. Tenemos muchos pedidos, para empresas grandes -Contestó muy, muy feliz.

-¡Mamá, eso es increíble! -Yessabell, se levantó y le dio un fuerte abrazo a su mamá -Te felicito mamá y a Hannah, obviamente, por ser tan buena administradora y mantener a pie la imprenta.

-Muchas gracias cariño. Se lo diré mañana -Johann, pensó algo y
después lo dijo -Sé, que tienes muy presente el límite de tu tarjeta, pero ahora que tenemos más ingresos, puedes subirlo a ciento cincuenta.

-Mamá, no es necesario -Replicó Yessabell -A penas y la he usado unas tres veces. Creeme, no es necesario.

-Por eso lo es -Apuntó segura -Ninguna de esas veces, has pasado el límite de cien, por eso te estoy dando este privilegio. Además, sé, que no te excederías, a menos que sea una emergencia.

-Hablando de emergencias -Recordó lo del baile, y seguro que Logan, querría ir -Necesito un vestido para el baile de bienvenida, pero no en cualquier tienda...

-En una tienda vintage -Terminó Johann -Te conozco bien cariño. Puedes ir el sábado, te dejo la camioneta y yo llamo un taxi.

-Gracias mamá -Agradeció Yessabell, amaba a su madre, era de las que te permiten hacer algunas locuras, de las que te escuchan y te entienden, del tipo de madre, que sabe que le cuentas lo que quieres y por eso no insiste en sacarte información.

-Tienes permitido gastar doscientos de tu tarjeta -Confirmó amablemente.

-Bueno, pienso llevar algo de mis ahorros, de todos modos. Voy a ir con la Sra. Lager, tal vez encuentre algo ahí. -Yessabell terminó de cenar y levanto su plato.

Johann la siguió a la cocina y llevó las copas vacías a la lava bajillas.

-Tal vez lleve a Fanny -Contempló mientras se iba a su habitación.

-Buena idea, si los chicos quieren acompañarlas, acepta, será más
seguro -Agregó Johann al pie de las escaleras.

Yessabell se paró en el último escalón y le mostro el pulgar arriba a su mamá y se fue a dormir.

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