Capítulo 1 La Historia.
Hacía ya dos años atrás que el padre de Yessabell Lovato Murphy había fallecido. Ella tenía trece años cuando eso sucedió, su madre Johann Murphy Kingston había quedado destrozada. Yessabell, era fuerte, pero aun así, el dolor era inevitable, nunca supo la causa de muerte de su padre.
Johann había pasado todas las noches llorando en silencio, había dejado de comer sus tres comidas del día. Por las mañanas, se despertaba como si nada hubiese ocurrido, ponía su música favorita en el toca discos, su familia era más de vinil que de CD´S; hacia la limpieza de la casa y el desayuno para Yessabell, Johann hacia todo lo posible para que su hija no se diera cuenta de todo su dolor.
Aunque Yessabell sabía que su madre lloraba por las noches, porque algunas veces la había escuchado tras la puerta de su recamara, mientras cerraba los ojos y pedía fervientemente al cielo, porque el dolor de su madre desapareciera, pero nunca le dijo nada a su madre.
Mientras Yessabell estaba en la secundaria por las mañanas y no veía a su madre durante todo el día, esperaba lo peor al llegar a casa, tal vez los platos en el fregadero, la despensa vaciá, las camas sin hacer, cualquier desperfecto, pero nada ocurría. Todo estaba en perfectas condiciones. Su madre llegaba del trabajo a las 8:00pm, tenía un trabajo en relaciones publicas que le ocupaba desde las 5:00am hasta las 4:00pm y después se iba a una imprenta a trabajar en diseños de invitaciones con una vieja amiga de la universidad, desde las 5:00pm hasta las 7:00pm, aunque cada vez que llegaba a casa, tenía la excusa de que estaba cansada y no cenaría.
Pasaron un año y seis meses desde la muerte de su padre, antes de que ella se enterara como murió y de que su madre, por fin, como grifo que había sido bloqueado por años, estallara en un mar de llanto. Una catástrofe de emociones esparcidas por todo el comedor.
********
El padre de Yessabell; Anthony Lovato Fritz, había sido profesor de filosofía en una universidad de mucho prestigio por años y el día en que falleció fue memorable para todos.
Ese día, el 4 de Julio había salido muy temprano a la librería del centro a buscar el mejor libro para regalarle a su hija, pero al llegar a la caja, la campana en la puerta de entrada sonó bruscamente haciendo que todos voltearan a ver a la persona que acababa de entrar.
Un hombre alto, vestido de negro, con los ojos rojos por haber consumido algún tipo de droga y con un arma en las manos apunto a todas direcciones indicando que les entregara sus pertenencias a dos personas vestidas igual que se encontraban tras él.
Anthony que seguía en la caja, fue tomado como rehén por uno de los tres hombres, sujeto por el cuello y con dificultades de respirar le entrego su cartera y las llaves de su coche, que guardaba en uno de los bolsillos de su pantalón, mientras el cajero sacaba todo lo que tenía en la caja registradora.
Unos minutos después, con las pertenencias de todas las personas en el lugar, los tres hombres se disponían a salir a toda prisa de la librería, sin embargo, en ese mismo instante, cuatro policías armados entraron y el pánico se hizo en los asaltantes.
El más alto le disparo al cajero, a una anciana y al padre de Yessabell, matando a sus tres víctimas al instante. Uno de los policías le disparo en el pecho y cayó muerto, mientras sus dos asistentes tiraban sus armas y las demás pertenencias al suelo.
Ese día Yessabell había ido de compras con sus amigas, a la ciudad contigua, en busca de un libro también, para su padre. Cuando llego a su casa y vio que no había nadie, se preocupó por sus padres, inmediatamente los llamo y supo por su madre que estaba en el hospital, que su padre había muerto. Los alumnos y colegas de su padre hicieron un enorme conmemorativo en su honor, una especie de altar en un pequeño jardín de la universidad en la que trabajaba, el cual, hoy en día, sigue de pie.
A pesar de que Yessabell intento por todos los medios saber la razón de muerte de su padre, su madre se limitó a decir que fue un accidente, sabiendo que si le decía la verdad probablemente se culparía de ello. O que incluso dejaría de lado el hermoso arte de la lectura, que su padre le había inculcado con mucho esmero.
Cuando Johann por fin se decidió a hablar con su hija por la muerte de su padre, se enteró que ella también había estado en busca de un libro para él y pensó que probablemente ella pudo haber sido la víctima y no su padre. No es que tuviese un favorito, pero deseaba que su hija viviera al máximo su vida, aún tenía un largo camino por recorrer.
Yessabell había llorado como nunca, sin embargo no se culpó de la muerte de su padre, en su lugar atesoro todos y cada uno de los libros que él le había regalado año tras años, en sus varios cumpleaños, en navidad e incluso en cualquier día festivo. Fue entonces que Johann se dio cuenta de que estando en casa ninguna de las dos podría superar aquel hecho y que a pesar de que en su hogar se habían formado muchas historias de su vida, debían cambiar de aires y comenzar de nuevo.
Yessabell estaba terminando la secundaría y Johann había recibido un aumento de sueldo, así que podían darse el lujo de buscar otra casa.
Después de ese año y medio de sufrimiento y silencio, ambas se volvieron más unidas, Johann no había dejado de regalarle los libros a Yessabell y algunos folletos de posibles inmobiliarias para conseguir una nueva casa.
Cuatro meses después de eso, visitaron tres pequeños pueblos cercanos, pero ninguno parecía ser el adecuado. Johann decidió que Yessabell debería vivir cerca del colegio para comenzar el bachillerato y fue así como se guiaron para buscar una casa.
La hermana de Anthony, Cristina Harrison, les había comentado del bachillerato en Whinterpool que estaba a seis horas de donde vivían actualmente y a una hora del trabajo de Johann. Sin más, las tres se dirigieron ahí el fin de semana.
Alejandra Gaan
Yessabell: Inocencia
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top