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A VECES HAY momentos en donde uno se siente completamente distinto, tal vez con pensamientos vagos recorriendo por la mente sin descanso. O a través de los cambios alrededor del entorno.

A los ojos de Enid, cada instancia de su vida siempre había sido repetitiva, aburrida. No podía negar que muchos aspectos eran diversos, aunque aquello cambió al descubrir un mundo completamente distinto a lo que ella creía.

Si le preguntaran en qué momento las cosas fueron diferentes para ella, lo que respondería sería en una palabra con cinco letras en ella.

Forks.

Sí, podría ser un lugar normal. Un pueblo pequeño con poca población.

Con un clima lluvioso y rodeado por la selva tropical olímpica.

Pero solo pocas personas podían tener el desdén de realmente saber qué sucedía en aquel pueblo.

Enid comprendía que no era el único lugar donde suceden cosas realmente extrañas, pues tenía claro que el mundo estaba en constante cambio, aun cuando las cosas no cambiaban, había algunas que regresaban después de estar profundamente escondidas al ojo humano.

Para ella, Forks había sido su hogar, su niñez, su lugar de recuerdos.

Nunca se arrepentiría de haber regresado. Relacionarse a los Cullen tampoco, ya que gracias a ellos pudo conocer a alguien más, a una persona que estaría a su lado bajo muchas adversidades.

—Mierda...

Enid abrió los ojos lentamente, vio que seguía en su habitación, pero ahora era totalmente distinto para ella.

Podía ver con más claridad y con detalle cada cosa que había ahí llegando a sorprenderla. Los colores eran mucho más vibrantes, todo era más agudo y más definido.

—¿Mucho mejor, no?

La mirada de la pelirroja se posó en la única persona que se encontraba en el cuarto, había estado tan concentrada que no se percató de quien estaba con ella.

—Mil veces mejor, esto es increíble, Alec —admitió—. Ahora le debo dinero a Demetri.

El pelinegro sonrió de lado—. Primera vez que te veo perder.

—Sabes... creo que yo no dije nada —sonrió para levantarse de la cama, Alec solo negó con la cabeza ante la respuesta de su compañera—. Sentí que pasó toda una eternidad.

—Una eternidad que solo duró dos días, créeme que para mí también lo fue.

Enid no sabía el por qué la voz de Alec se escuchaba tan bien, tan atrayente.

Tenía que aceptar que todo en él era muy cautivador. Eso no quería decir que antes no lo era, pero ahora era como si se intensificará.

La pelirroja camino directo al espejo que tenía en el armario.

—Mi piel... —dijo al verse tratando de no lucir nerviosa por sus pensamientos—. En serio, estoy muy pálida.

Al momento de tocar su rostro, pudo sentir una gran suavidad, no duro ni helado como lo había sentido al tocar a Alec todavía siendo humana.

Ya no se lucían sus pequeñas pecas en sus mejillas ni el azul de sus ojos, ahora lo que se destacaba más eran sus ojos rojos al igual que su cabello color fuego. 

—Sigues siendo igual de hermosa —habló Alec detrás de ella tomándola de la cintura.

—Eso ya lo sé —río Enid—. Pero me alegra que me lo recuerdes.

El pelinegro asintió—. Será mejor que vayamos a la sala de juntas, los maestros nos esperan, además tienes que alimentarte.

—Es cierto... —No se había percatado de ese detalle, ahora sentía como su garganta le pedía una cosa en específico.

Se dio cuenta de que no tenía el apuro de respirar ni parpadear, la necesidad era totalmente inútil. Todo era muy distinto y la penuria de querer descubrir más la estaba impacientando. 

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Créditos al gif firma a : TheWalkyrie

With love, Blythenewt