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LAS LUCES FUERON prendidas de golpe haciendo que los demás voltearan hacia la puerta menos la única pelirroja.

—¿Qué hacen aquí?

—Viendo una serie, ¿no es obvio? —contestó Felix.

Se encontraban en un gran espacio, para la guardia era como un pequeño lugar de descanso.

—Heidi, aún no te presentas —le avisó Demetri a la recién llegada ignorando lo que dijo el grandote.

—Después de todo ya dijiste mi nombre, soy Heidi, humana.

—Enid Swan —dijo viendo por primera vez a la mujer, era muy guapa a su parecer.

—Me gusta tu cabello —admitió mientras se sentaba en uno de los asientos libres—. ¿Qué están viendo?

—Alice in borderland, al principio Enid nos obligó a verla, pero ahora la trama se está poniendo interesante.

La castaña miró de forma divertida al rubio—. ¿La trama o por aquella chica pelinegra?

—Ambas —contesto—. Mirana se ganó mi corazón.

Enid rodó los ojos—. Te aseguro que si ella fuera real, ni siquiera te dirigiría la mirada—habló para darle un bocado a su comida, aunque no le había preguntado el nombre a Alec, a su parecer estaba muy buena.

—No dudes de mis encantos, Enid.

—Sí, claro —dijo con ironía—. ¿Qué hora es, saben?

—Las dos de la mañana —respondió Felix sorprendiendo a Enid—. Ya deberías de estar durmiendo como una bebe.

—Sufro de insomnio.

—Eso no se veía cuando cabeceabas al ver la serie —le interrogó Demetri haciendo que los demás estuvieran de acuerdo, menos Heidi que no había estado presente.

—Bueno, sí, pero si me voy a descansar no es porque esté cansada, sino porque no quiero tener ojeras.

La pelirroja se levantó de su lugar seguida por Alec, después de despedirse de ellos, el pelinegro la guio hasta su habitación.

Curiosamente al entrar ya se encontraba una cama, era grande y para Enid se veía muy cómodo.

—Ha sido un día de locos —admitió echándose a la cama de golpe.

—Un día distinto —aportó Alec para empezar a leer un libro al lado de su cómoda.

Poco a poco Enid empezó a sentir sus párpados pesar hasta que se envolvió en un oscuro abismo.

Se sentía consiente, pero no podía moverse. 

Trato de gritar y patalear, pero todo lo que estaba haciendo era en vano.

La última vez que tuvo un episodio así, fue la vez en la que se encontraba en el campamento. 

Los mismos síntomas, con una presión en su pecho que no se iba, sudor y lo que más le temía, alucinaciones. La última era la primera razón por la que no dormía seguido.

"Mierda, mierda y más mierda" pensó al escuchar el sonido de unas pisadas acercándose.

Y sin pensarlo, cerro sus ojos con resistencia, impidiendo ver lo que era.

"Si no me muevo, no me ve"

Pronto, sintió como algo la sacudía con fuerza dejándola más aturdida.

—¡Enid!

Era la voz de Alec, un gran alivio se apoderó en su cuerpo ayudando a poco a poco a dejar de poner fuerza en cerrar sus ojos.

Sintió como la abrazo con cuidado—. ¿Qué fue eso?

—Se llama parálisis del sueño —musitó correspondiéndole el abrazo. Era el primer contacto que tenía con él, era agradable.

—Tendré que decirle a los maestros.

—No, no tienen que saber —dijo rápidamente—. ¿Nunca has tenido uno?

Alec negó—. Cuando era humano, no solía dormir mucho.

—Oh...entiendo. — No quería preguntar respecto al tema, una vez Edward le había comentado que hay dones en donde estos se relacionan con lo que era la vida mortal antes de convertirse y  al saber cuáles eran los dones de los gemelos, supuso que no fue nada agradable.

—¿Desde cuándo pasa esto? —le preguntó acomodándose al lado de ella.

—Desde hace tiempo, pero no son recurrentes, tuve noches peores que esta, si eso te calma un poco.

—¿Tu hermana lo sabe?

—No, de hecho no, tampoco Charlie, me gusta guardarme las cosas.

—Los humanos son complicados.

Enid soltó una pequeña risa—. Creo que si, aunque tienen sus ventajas.

Al decir aquello, Alec la miro confundido.

—¿Cómo cuáles?

—Comida.

—¿Comida? —cuestionó.

—Exacto, hay millones de delicias, no le quito el hecho del que la sangre para ustedes es lo mejor... pero no se compara con los diversos platos de cada país.

—Una postura... interesante —dijo.

—Lo sé—sonrío levemente—. Sabes...no es tan malo estar aquí, lo admito.

—Es bueno saberlo, es tu nuevo hogar.

Una pequeña mueca se reflejó en el rostro de Enid por la palabra hogar, ella se sentía más una nómada, le gustaba estar de un lugar a otro, jamás se quedaba en un solo lugar por mucho tiempo.

—Supongo...

Lamento tardar tanto en actualizar, los próximos capítulos serán interesantes, van a estar algo uff.

Créditos al separador y firma gif a TheWalkyrie

Como ando en la pre de mi universidad ando algo estresada, pero todo bien.

With love, Blythenewt.