Maggie y Taylor.

Taylor y Maggie.

Se conocían desde que usaban pañales, sus madres eran también amigas de la infancia y al ser sus granjas vecinas, inevitablemente formaron parte importante de la vida del otro.

Taylor fue un gran soporte para Maggie cuando perdio a su madre y Maggie fue un gran apoyo para Taylor cuando quedo huérfano.

Su relación comenzo a sus tiernos quince años, aun si no habian sido nada formal antes, sus ojitos llenos de un amor puro e infantil los delataban. Sus padres mismos habian hecho sus apuestas antes de fallecer dejando irónicamente a Hershel como único sobreviviente y ganador.

Taylor se mudo con los Greene meses después de que sus padres fallecieran, fortaleciendo sus lazos con la família aun si ya desde antes era considerado un hijo más por el patriarca.

Siempre se tomaron su relación con calma, ninguno tuvo dudas ni celos estupidos porque sentian tanta seguridad por sus sentimientos que serian idiotas al dudarlo.

Ni Taylor ni Maggie tenían la necesidad de dar el gran paso, a pesar de ser criados bajo la religión de sus padres, no consideraban que un pedazo de papel o una ceremonia ante Dios influyera en cuanto se amaban.

Habia chispa, habia amor y había confianza.

No se necesitaban más que el uno al otro.

Pero cuando el apocalipsis llega a la puerta, la pareja por primera vez se enfrenta a una crisis.

¿Se puede amar más de una persona a la vez?

¿Con la misma intensidad?

¿Con el mismo peligro a salir herido?

En una tierra de zombies y muerte, Glenn se agrega a la ecuación atrapando el corazón de la pareja de inmediato.