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ENID AVANZABA con pasos ágiles hacia la sala de juntas principal, Alec la seguía aunque con menos rapidez.

Todavía no se acostumbraba a su velocidad, si pudiera describirlo diría que son como movimientos instantáneos.

—Bienvenida Enid —sonrió Aro al verla entrar totalmente cambiada.

—Gracias... —dijo mirando a su alrededor, todo era distinto.

—Este es un gran día, ¿no lo crees? —Aro parecía mostrar felicidad, pues él no negaría que sus planes iban a la perfección.

Ahora tenía todo como él deseaba, en la palma de su mano.

—¿Cuándo podré descubrir mi regalo? —dijo ansiosa.

—Con el tiempo, es algo que vendrá por sí solo —respondió Caius sentado en su trono.

—Está bien —comprendió la pelirroja—. ¿Y si de la nada me teletransporto? ¿Y si me pierdo?

Caius rodó los ojos ante las ocurrencias de la neófita.

—Demetri podrá encontrarte —intervino Marcus antes de que el rubio pudiera contestar—. Dentro de unos segundos Heidi vendrá con el alimento.

La pelirroja abrió los ojos, ¿cómo les podría decir que quería seguir la alimentación de los Cullen?

Tomó un bocado de aire, aunque aquello haya sido innecesario, pero no le dio importancia. Miró con determinación a Aro y abrió su boca para hablar.

—Quisiera seguir la dieta de los Cullen...

Los demás no se lo esperaban, todos menos Alec, él ya tenía un pequeño presentimiento.

—Niña, ¿acaso te afectó la transformación?

—No, claro que no. Simplemente, prefiero tomar sangre animal —respondió Enid ante la pregunta alborotada de Caius.

—Estás rechazando tu naturaleza —siguió el rubio.

—Hermano, sería bueno si respetáramos las decisiones de Enid —interrumpió Marcus.

—Pienso lo mismo —mintió Aro. Le parecía absurdo la posición que había tomado la pelirroja, pero tampoco podía obligarla.

—Muchas gracias —dijo la neófita—. Será mejor que me retire.

Marcus le dio un pequeño asentimiento al igual que Aro, el faltante solo miró a otro lado para no tomarle importancia.

Enid dejó a Alec para que él se pudiera alimentar, después de todo, no podía hacer que tome la misma decisión.

De pronto, sintió un gran olor a sangre. Tuvo que dejar de respirar y resistirse ante la exquisitez.

No quería matar a inocentes, pues muy bien sabía que la gran mayoría de vampiros no respetaban la vida humana, ellos miran a los humanos como comida, por lo tanto, la vida humana no es valiosa para ellos.

La pelirroja se encontraba en su habitación en la espera de su compañero, necesitaba alimentarse y estaba haciendo todo lo posible para controlarse.

Podía escuchar a lo lejos el caminar de dos vampiros que venían hacia ella.

—Se tomaron su tiempo —se quejó Enid.

—Oh, la pequeña neófita está molesta —se burló Demetri inocentemente —. Heidi dio una buena pesca.

La neófita hizo una mueca—. Muy gracioso.

—Aro dio el permiso donde puedes cazar en el bosque que está a unos kilómetros del municipio de Volterra—interrumpió Alec.

—Genial —sonrió ante la noticia—. ¿Podemos irnos?

—Por supuesto zanahoria, pero en el camino me tienes que contar tu experiencia de ser un vampiro.

Demetri se encontraba un poco ansioso, Enid se había convertido en una buena amiga.

—Podría insultarte por el apodo, pero ando muy hambrienta como para hacerlo.

Por un momento, Enid pensó que las cosas estaban mejorando. Lo que no sabía, era que las cosas darían un gran giro cuando menos se lo espere, donde sus decisiones serán una parte clave en su camino.

Lo sé, es un milagro que haya actualizado al día siguiente, pero ando libre.

Créditos a la firma gif  y separador a TheWalkyrie 

With love, Blythenewt