Prólogo

—¿No has tomado en consideración que estudié online?—preguntó Yoongi a su madre —. Sería más fácil, no tendrías que salir corriendo con los trámites de traslados y no tendrías que esperar que se acabe el año para mudarnos.

—Estás en tu penúltimo año, ¿No crees que sería bueno hacer amigos?

—¿Para qué? Al final nos vamos a ir cuando termine el año y es problema que dejemos de hablar.

—¿Y quién dice que eso pasará?

—¿Mis experiencias, tal vez?

La señora Min negó con la cabeza, no dijo más nada porque sabía que sería en vano, su hijo era muy testarudo.

—Hemos llegado —se detuvo enfrente de la institución que estaba repleta de estudiantes y padres en la entrada—Recuerda que...

—Debo ir a la dirección para pedir el horario, lo sé mamá.

—Está bien, que te vaya bien, cariño —se acercó y dejo un beso en la mejilla de su hijo, quitandole la mancha de labial que le dejó con el dedo—. No dudes en llamarme si pasa algo.

—Sí mamá —abrió la puerta del carro para salir.

—Te amo.

—Y yo a ti, mamá —le respondió y luego cerró la puerta.

La señora Min sonrió y vio como su hijo entraba hasta la escuela, cuando se aseguró que ya estaba adentro se fue.

Yoongi miraba la nueva escuela, no era muy diferente a la del año pasado, le preguntó a una chica si sabía dónde quedaba la dirección y está le indicó como llegar, le dió las gracias y se apresuró a ir.

Cuando estuvo enfrente de la puerta tocó tres veces, recibiendo un »pase« del interior.

—Permiso, buenos días —dijo al entrar.

—Buenos días, tú debes ser Yoongi, ¿Cierto? —el pelinegro asintió—. Te pareces mucho a tu madre, ella y yo fuimos amigas cuando estudiábamos aquí.

El pelinegro le dió una mirada de sorpresa mientras asentía, no sabiendo que responder.

—Bueno, ¿cuarto año, verdad?

—Sí.

—Estás en la sección A, este es tu horario —le dió una hoja—. La maestra Lee te guiará hasta tu salón.

Vio que una mujer se acercaba a él con una sonrisa, supuso que ella sería la maestra Lee.

—¿Alguna otra pregunta?

—No, gracias —agradeció y luego hizo una pequeña reverencia.

—No hay de qué, querido.

Salió de la dirección junto a la profesora Lee, quien le pidió que la siguiera.

Pudo notar por el camino que varias personas se me quedaban mirando, la mayoría chicas, supuso que, debido a que ahora vivía en un pueblo pequeño y que solo habían dos secundarias por lo que se había enterado, era raro ver a alguien nuevo.

No se dió cuenta en qué momento llegaron al aula cuando se vio enfrente de todos sus nuevos compañeros.

—Buenos días estudiantes, feliz regreso a clases —si, nadie parecía feliz por regresar a la escuela—. Les presento a su nuevo compañero, Min Yoongi, sean amables con él —la señora ahora vio a Yoongi—. Siéntate donde gustes.

El mayor visualizo un asiento vacío en el penúltimo asiento al lado de la ventana, se decidió por sentarse allí.

—Bueno, les daré un breve repaso de lo que vimos el año pasado —justo cuando la profesora se giraba a escribir en la pizarra, entró un chico.

—Buenos días —el chico sonrió, la profesora Lee lo vio con una ceja enarcada.

—Joven Park, ¿Así es como arranca el año escolar?

—¿Qué mejor manera de empezar, no cree?  —la mujer negó y le dijo que se sentara.

¿Y adivinen qué?

¡Se sentó al lado de nuestro simpático, extrovertido y para nada odioso Yoongi!

El chico rubio lo miró extrañado, Yoongi le devolvió la mirada que, sin palabras, le decía con claridad «¿qué miras?», por lo que se apresuró a desviarla hasta la señora Lee.

Yoongi miró por la ventana desinteresado, parece que sería otro año aburrido.

resubida con CUARTA VEZ, les juro que está vez si la termino, lo juró, solo téngame paciencia 😿

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