Capítulo 7
Alegría, ánimo y diversión es lo que se te viene a la mente cuando piensas en una rosa amarilla. Las rosas amarillas crean sentimientos acogedores y proporcionan felicidad. Regalar rosas amarillas es una manera de decirle a alguien lo mucho que valoras la amistad que los dos compartís.
Levántandose, la chica se dio cuenta de que Tom se había ido. Tessa aún estaba durmiendo a su lado y se acercó a la chica cuando se dio cuenta de que se había movido. El olor a comida quemada inmediatamente captó la atención de la chica y saltó de la cama porque estaba sinceramente asustada de que Tom o Harrison acabaran quemando la casa. Llegando a la cocina, Harrison no estaba por ningún lado, solo era su estúpido mejor amigo quien estaba averiguando como quitarle el quemado a la comida que acababa de cocinar.
-¿Necesitas ayuda?- T/n sonrió y no pudo evitar reírse al ver la estampa en frente de ella. No tenía ni idea de lo que Tom estaba intentando cocinar.
-Sí, que le den, vamos a pedir algo- Se rio sacando su teléfono. No tenía ni que preguntar lo que quería la chica porque podía mirar cualquier restaurante y saber inmediatamente lo que quería lo que ayudaba un montón porque T/n normalmente no sabía qué quería y Tom era el que se molestaba cuando tardaba demasiado en decidir.
-¿Dónde está Harrison?- La chica preguntó antes de sentarse en el sofá.
-En el gimnasio, debería volver en cualquier momento...Muévete. Este es nuestro sofá. No solo el tuyo- Tom estaba parado en frente de su mejor amiga, intentando apartar las piernas de la chica.
-¿Sí? ¿Quién fue la que lo compró, eh?
-¡YO! ¡Lo que lo hace peor! No dudaré en tumbarme encima de ti, preciosa- Tom sonrió antes de tirarse encima de T/n.
-¡Tom!- T/n gimió de dolor.
-Eso ha sido super sensual...hazlo otra vez- Tom sonrió.
-Eres un pervertido, ¡literalmente me estás haciendo daño!- La chica debajo de él se quejó lo que hizo que se moviera un poco para dejar de aplastarla con su peso.
-¿Mejor?
-Sí, pero aún así quiero que te quites de encima. Es totalmente incómodo- La chica se rio antes de quitarse de encima al chico.
-Sabes, eres la primera en decirme que me quite de encima. Normalmente la persona de debajo disfruta mucho más de mi compañía- Le guiña un ojo.
-Ya, bueno, normalmente tu polla está dentro de ellas y no están quejándose del dolor, bueno, esperemos- T/n le sonrió a su mejor amigo quien la estaba mirando como nunca la había mirado. O más bien como nunca ella lo había visto mirarla. No era la primera vez que se daba cuenta de lo jodidamente guapo que era el chico, pero era la primera vez que su corazón latía como loco.
-Podríamos cambiar eso, lo sabes- Sonrió, no muy seguro de si su corazón estaba acelerado por la mirada en los ojos de la chica o porque quería cambiar eso.
Los dos se miraron durante unos segundos sin decir nada, solo averiguando que estaba pasando cuando se sintieron acercándose lentamente, sintiendo como sus labios aleteaban entre ellos, nerviosos, no habían llegado a ese punto del todo pero estaban deseando tocarse. Antes de que los dos se dieran cuenta de lo que estaba pasando se abrió la puerta principal y Tom se sobresaltó tanto por el ruido que se calló al suelo.
-Eh ¿he interrumpido algo?- Harrison sonrió cuando vio a los dos sonrojados.
-Obviamente no- Tom puso los ojos en blanco antes de levantarse del suelo, demasiado asustado para pensar en lo que acababa de pasar o en lo que iba a pasar, ¿de verdad casi besa a su mejor amiga? ¿De verdad quería del todo?
Sí.
T/n se excusó para ir al baño donde estaba parada en frente del espejo haciéndose la misma pregutna una y otra vez ¿Se estaba enamorando de su mejor amigo?
Cuando la chica salió del baño, Harrison había desaparecido en su habitación y Tom estaba sentado en el sofá con Tessa a su lado viendo un programa en la televisión. Inmediatamente abrió los brazos para que la chica se le uniera cuando la vio volver. Era la primera vez que a ella se le ponía la piel de gallina mientras el chico le acariciaba el pelo y la acercaba a él. Sin mirar la televisión, la chica intentó avergiar lo que Tom estaba pensando en ese mismo momento. Su cara estaba llena de confusión con una pequeña sonrisa en los labios.
-¿En qué piensas?- Tom preguntó girando la cabeza para mirar a la chica en sus brazos. Volvió esa rara sensación en su estómago, esa sensación que muchos estúpidos llamarían mariposas.
-En ti- T/n susurró mientras miraba a su mejor amigo. Tom nunca se había dado cuenta de lo bonitos que eran los ojos T/C/O de T/n, ese color tan profundo y rico, piscinas en las que le gustaría nadar. Ellos, no, ella, casi le quitaba el aliento.
-¿En mí?- Estaba en tal trance sin ni siquiera darse cuenta que sus palabras salieron casi como un susurro. El chico se sintió acercándose a T/n, copiando sus acciones.
-Párame si no quieres esto- Tom susurró justo cuando sus labios se tocaron.
-Cállate- T/N respondió antes de poner su mano en el cuello de Tom acercándolo para darle el beso más suave y dulce que Tom había experimentado. Los labios de la chica eran suaves contra los suyos, el sabor de su cacao de fresas haciendo que la agarrara más fuerte. Poniendo a T/n en su regazo para dejarla sentada a horcajadas encima de él terminó con el beso inocente convirtiéndose en uno más apasionado. Cuando los dos se apartaron, con las frentes apoyadas una contra la otra, sin pensar en lo que había pasado, no pudieron evitar sonreírle a su mejor amigo cada uno.
-Eres tan guapa joder- Tom susurró antes de dar otro beso suave en los labios de la chica. No estaba acostumbrado a ser tierno y romántico y le asustaba que no podía cansarse de eso, de ella. Se podía decir con seguridad que se sorprendió cuando la chica le siguió el beso, mordiéndole el labio suavemente, un favor que él rápidamente le devolvió.
De alguna forma sus dos partes de arriba acabaron en el suelo del salón antes de que Tom tomara la iniciativa para continuar en su habitación donde acabaron en la misma posición en la que habían estado antes en el salón. Sentir la piel de la chica en la suya lo estaba volviendo loco. La quería, la quería más de lo que nunca había querido algo y ella igual. La besó más abajo, desde su barbilla al cuello, aspirando la piel ahí. Podía jurar que el suave gemido que salió de los labios de la chica era la cosa mas sexy que había escuchado en su vida. Justo cuando Tom estaba a punto de quitarle el sujetador a la chica, sonó el timbre, el puto tío de la comida.
-Me tienes que estar jodiendo- Tom gruñó, escondiendo su cabeza en el cuello de la chica.
-Bueno, has sido tú el que ha pedido comida...y tengo hambre- La chica se rio antes de que su mejor amigo le diera un beso suave en los labios y se levantara a abrir la puerta. Después de coger las dos camisetas, los dos se sentaron otra vez en el sofá a comer en silencio cuando sonó el teléfono de Tom.
-Hola mamá ¿qué pasa?...Oh mierda, sí, seguimos en el apartamento. Danos media hora- La madre de Tom le recordó que aún iba a haber una ceremonia de la rosa esa noche. Se había olvidado completamente de todo lo de The Bachelor y no hubiera vuelto a mirar a ninguna de las chicas a la cara si fuera por él.
-Tenemos que volver a la casa para la ceremonia de la rosa- Tom le sonrió a la chica a su lado antes de meterse otro trozo de comida en la boca.
-Oh, mierda, me tengo que preparar- T/n le dio un último bocado a la comida antes de desaparecer en su baño para maquillarse. Pasando su dedo por las marcas que Tom había dejado en su cuello, no pudo evitar sonreír. La chica no tenía ni idea de lo que significaba para ellos o de lo que iba a pasar después, pero en ese momento estaba demasiado feliz como para pensarlo.
Mientras tanto Harrison se unió a Tom mirándolo con una ceja levantada.
-Así que....¿a dónde fuisteis hace como 20 minutos?- se rio lo que hizo que Tom pusiera los ojos en blanco- ¿Qué? Sólo preguntaba porque cuando he ido a por un vaso de agua ya no estabais.
-Fuimos a mi cuarto.
-¿Qué pasó?
-Nada
-¿En serio? Porque llevas la camiseta del revés- Harrison se partía de risa.
-Vete a la mieda tío- Tom empezó a reírse también mientras le sacudía la cabeza al chico a su lado- Me tengo que preparar para la estúpida ceremonia de la rosa, hablamos luego, ¿te veo allí?- El chico se levantó para ponerse el traje para esa noche.
Cuando T/n salió del baño Tom ya tenía el traje puesto. Solo faltaban unos minutos, antes de salir de su "zona segura" y volver a la casa de los padres de Tom.
-Estás preciosa- Tom sonrió antes de acercar a la chica hacia él. Le asustaba un huevo que no podía cansarse de ella y de que no quería quitarle las manos de encima.
-Tú tampoco estás tan mal, guapo- T/N le sonrió a Tom antes de darle un beso suave en los labios- ¿Listo?- Preguntó y Tom asintió antes de abrir la puerta.
La noche pasó sin mucha interacción entre los dos, T/n acabó hablando con Julia sobre su día, solo contándole que fueron a su casa que vieron una película y que cenaron. Se sentía mal por mentirle a su amiga, pero no había forma de que le pudiera hablar de lo que había pasado sin arruinar su tapadera.
Cuando Tom les dijo a las chicas que se reunieran a su alrededor para que pudiera dar las rosas se dio cuenta de que T/n lo miraba, y sonrió. Mentiría si dijera que el corazón no le dio uno o dos vuelcos. El chico acabó echando a Vanessa y a Kim, dos de las compañeras de habitación de T/n, dejando a Jessica, Julia, Laura, Kayla y a Zoe en el "juego". Madeline decidió irse también porque no sentía que hubiera algo entre los dos.
-Antes de decir adiós os diré quienes van a ir a la cita de mañana. Va a haber una cita grupal con Julia, Jessica y Zoe y voy a ir a una cita a solas con Laura por la noche- Estaba intentando hacer exactamente lo que su mejor amiga le había pedido que hiciera, ponerla fuera de sus radares.
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Al día siguiente, T/n estaba sentada en el salón, leyendo su libro porque no podía dormir. Tom se había ido a la cita grupal con las chicas y por lo que había podido escuchar habían ido a jugar a los bolos. En ese momento estaba con Laura y le molestaba a T/n más de lo que hubiera admitido en ese momento. Estaba en el proceso de darse cuenta sus sentimientos escondidos por su mejor amigo y le asustaba. Enamorarse de Tom no era algo que quería. Él follaba y se iba, lo había visto suceder demasiado a menudo.
Voy a ser otra conquista más. La chica quería pegarse en la cabeza. Este era Tom, él era su mejor amigo por más de 20 años. No la besaría si no sintiese nada, y seguro que no dejaría a su mejor amiga como dejaba a todas las demas. No dejaría a T/N ¿verdad?
Mientras Tom estaba en las dos citas no podía evitar echar de menos a su mejor amiga. Sentado en frente de Laura solo quería estar con T/n. Cuando contaba un chiste, deseaba que fuera ella la que se estuviera riendo, cuando la recogió de la casa, casi decidió subir corriendo al piso de arriba y agarrar a T/N. Cuando la miraba a los ojos, deseaba que fueran los de su mejor amiga.
Le daba miedo admitir que le gustaba más de lo que le había gustado nunca nadie. Esos sentimientos eran algo nuevo para él y se negaba a admitir que se estaba enamorando de su mejor amiga. Sus constantes oensamientos sobre la chica de pelo T/C/P le asustaban. Necesitaba quitarse esos pensamientos de la cabeza.
Tom necesitaba una distracción y Laura parecía ser la chica perfecta para ayudarlo a conseguirlo.
T/n aún estaba en el salón cuando Tom y Laura llegaron a la casa. Podía escucharlos reírse cuando la puerta se abrió y se cerró. Apagó las luces, deseando que no la hubieran visto sentada en la silla que hace tiempo había reclamado como suya.
Él no podía verla, pero ella lo vio.
Tenía los brazos alrededor de Laura, con los labios dejando besos humados en su cuello y tiernas palabras murmuraban sus labios que solo ayer ella había podido decir que eran suyas. Laura estaba sonrojada, con el pelo hecho un desastre y era muy obvio que lo que fuera que había empezado, había empezado hacía un rato.
T/n se sentó en la oscuridad, con los ojos muy cerrados y fue forzada a escuchar los labios de Tom moviéndose contra los de Laura. Rezó para que se fueran a otro sitio, al porche, o a otra habitación, a donde fuera, mientras que no tuviera que escucharlos más Pero no se fueron. Podía escuchar la respiración de Tom, escuchar como su cuerpo reaccionaba mientras besaba el cuello de Laura.
Fue la respuesta de Laura a esto lo que la espabiló. La forma en la que Tom soltó su nombre a través de sus labios, demasiado similar a cómo había sonado cuando la llamó a ella el día anterior.
Encendió la luz a su lado, haciendo que los dos se apartaran sorprendidos. Los ojos de Tom, deseando ver a Harry o a Sam se ensancharon cuando vio que era T/n la que estaba en el sofá. Los ojos de la chica estaban rojos de las lágrimas que no podía derramar, con la traición clara en la cara de su mejor amigo.
-T/n qué- Empezó a decir, soltando a Laura mientras iba hacia T/n.
-Creo que ya he tenido suficiente- Dijo la chica, con los ojos entrecerrados mirando a Tom. Laura estaba mirándolos como un halcón, su mente intentando averiguar lo que estaba pasando en frente de ella.
-T/n
-Dile a Nikki que lo siento- T/n le soltó a su mejor amigo, no queriendo nada más que no volver a verlo. Su corazón estaba roto en pedazos, y se maldecía a sí misma por haberse dejado alguna vez pensar que quizás después de lo de ayer, Tom sentiría algo también. Que a lo mejor acabaría con la competición para estar solo con ella.
La chica se fue de la casa con el corazón roto sin decir nada más, yéndose enfadada con él, sin importarle sus cosas, sabiendo que Nikki se las llevaría a su apartamento al día siguiente.
Él corrió detrás de su mejor amiga, dejando a Laura atrás, pero T/n lo ignoró mientras su voz rota la llamaba- ¡Espera! ¡P-por favor! ¡T/n!
Lo escuchó entrar en la casa un poco después de que ella lo hiciera, lo escuchó intentar abrir la puerta de su habitación. Pero puso el armario contra ella. Tessa se hizo un ovillo contra la chica mientras ella lloraba hasta no poder más. T/n no lo escuchó irse, y se durmió, esperando por una parte que aún estuviese al otro lado de la puerta, y por otra que se fuera para dejar que lidiara con su corazón roto.
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