Capítulo 9.


LA MAÑANA ERA FRÍA, de eso la metamorfomaga no tenía duda. No odiaba despertarse pronto pero tampoco era su acción más amada. Aunque en ese momento su hermana valía la pena. Sabía que a esas horas solo estarían despiertos los elfos en las cocinas pero andaría con cuidado, no quería bajar la guardia y tener algún encuentro no deseado. Que ese día no le importara despertarse pronto no significaba que su mente estuviera despierta totalmente, todavía sentía el sueño y añoraba el calor y comodidad de su cama.

Llevaba ya su uniforme puesto con su jersey y túnica al igual que su bolso sobre el hombro con todo lo necesario para esa mañana, así no tendría ir de nuevo hasta su sala común levantando alguna sospecha. A una distancia no muy larga de ella, Violet vio a su hermana apoyando su espalda en un árbol intentando esconderse de los ojos curiosos. Por Salazar, pensó la pelirroja, mi vida parece sacada de una de esas novelas muggles de misterio y espías. Por fin llegó donde estaba Cassandra y todo lo que había planeado en decirle, todas esas palabras ensayadas, desaparecieron de su mente, se había quedado en blanco. Desde pequeña podía ver cómo sus padres halagaban la belleza de su hermana, antes de que todo el caos se desatara. Y ella siempre la miró con admiración.

Cassandra tenía el cabello oscuro como la noche y los ojos azules brillantes como las estrellas y galaxias que Violet tanto adoraba. Tenía la piel perfecta, suave y cálida al mismo tiempo, sin imperfecciones, solo con algunos lunares que adornaban su precioso rostro. Al contrario, Violet tenía un cabello y cambiante, y ojos verdes como el bosque. Aunque el color natural de sus hebras era naranja, como una de sus tías por parte de padre. Y su rostro, oh su rostro, sus mejillas y nariz ( sobre todo ), barbilla y frente, estaban plagados de pecas. Un rasgo que muchos adoraban pero que a ella no le agradaba.

―Buenos días Cassandra. Espero que hayas disfrutado de las vacaciones.

La nombrada se quedó quieta durante unos instantes observando a su hermana pequeña. Había cambiado, no solo físicamente sino también mentalmente. Parecía más madura, pero todavía con esa chispa de inocencia. Aunque parecía extinguirse cada vez más y más rápido. Tenía miedo de que en algún momento el mundo cruel en el que vivían la marcara para siempre.

―Hola Violet, ojalá tus vacaciones hayan sido mejores que las mías. Sabiendo que las has pasado con los Black...

―Me trataron muy bien, como si fuera una más de la familia. No debes de preocuparte. Me gustaría saber qué tenías que contarme con tanta urgencia. No deberías perder el tiempo intentando parecer preocupada por mí.

Decir que le habían dolido esas palabras a Cassandra era quedarse corto, sí, se querían mutuamente, pero el momento en el que la mayor dejó de hablar con Violet su relación se basó en miradas y ni una palabra. Lo que la pequeña no sabía era que su madre había interceptado a la Ravenclaw y habían tenido una conversación bastante acalorada por parte de la mujer, la apenas adolescente en ese entonces, solo escuchó y asintió con la cabeza. Sabiendo que si hacía el mínimo amago de hablar con la pelirroja sería la niña la que sufriría las consecuencias.

―Vi, no seas así conmigo por favor, vengo a advertirte de algo muy importante. Tiene que ver con nuestra familia.

―Por favor, si vienes a intentar convencerme de mandarles a la mierda como hiciste tú entonces estás muy equivocada si crees que te haré caso.

La situación se les había ido de las manos a ambas, Violet no se había dado cuenta de lo mucho que le había dolido el rechazo de su hermana hasta ese preciso instante. Y Cassandra comenzaba a perder la paciencia.

―¡Por una vez en tu vida deja de suponer cosas y escúchame! ― Viendo que la pelirroja negaba con su cabeza y comenzaba a alejarse no le quedó otro remedio que decirlo de golpe. ― ¡ES MAXIMUS!

Y solo hizo falta que mencionara a su hermano mayor para que la Slytherin se detuviera. Maximus era su ejemplo a seguir siendo una adolescente, era el hijo perfecto de sus padres y ella quería que su madre la mirara igual que a él, con amor y orgullo. Si le ocurría algo no sabría qué hacer, siempre se encargó de cuidar de ella. Detestaría no poder hacer nada para ayudarlo.

―¿Qué le ocurre a Max? ¿Ha sucedido algo, está bien? ¿Por qué no me han informado madre o padre?

―Está sano y salvo, pero me temo que se está metiendo en temas turbios. ¿Te ha dicho cuál es su nuevo trabajo? ―ante la respuesta negativa por parte de su hermana siguió hablando observándola. ―Exacto, no te lo ha dicho ni tampoco a padre porque lo que hace no es lo correcto. Se junta con gente peligrosa e incluso me atrevería a decir que él es peligroso.

―No te andes con rodeos, te lo suplico. Dilo de una vez porque me estoy haciendo una idea de a donde quieres llegar y no me está gustando un pelo. Suéltalo.

―Maximus es un mortífago, seguidor de El Que No Debe Ser Nombrado.




¡Chan, chan, chan! ¡Sorpresa! Se que he dejado el final del capítulo un poco en el aire pero me gusta dar intriga a la historia. Estaré estos días publicando capítulos de esta historia antes de regresar a Bad Dream y Black & Red ya que si no estaría haciendo spoilers de esta historia ( aunque los que leen las 3 historias se habrán dado cuenta de que ya se han hecho referencias jajaja ) . Se viene drama, momentos #VEG ( Violet y Reg ), tristeza, alegría y mucho más. Y puede que Sirius haga aparición dentro de poco ;) al igual que también aparecerá Regulus. ❤️

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