Capítulo 17.
TODO HABÍA PASADO TAN RÁPIDO COMO LA BRISA PASAJERA DE VERANO. Violet había comprendido que, a veces, tu vida entera puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. En poco más de dos años habían sucedido tantas cosas...
Recordaba a la perfección el comienzo de su séptimo y último año en Hogwarts. Decidió dejar de pensar en qué opinarían los demás y optó por presentarse a las pruebas del equipo de Quidditch de Slytherin. Era la única chica presente en las pruebas y recibió varios comentarios despectivos por parte de otros, pero no se rindió y aunque pudo haber jugado mejor, quedó bastante satisfecha con su prueba. Al final no entró en el equipo como jugadora oficial pero sí era la primera de reserva por si algún cazador no podía asistir a algún partido. Y así ocurrió, asistió a todos los entrenamientos y en la final de Slytherin vs. Ravenclaw tuvo que reemplazar a un cazador de su equipo que fue expulsado y sancionado en el partido anterior por empujar a un bateador del equipo rival. Pura dinamita fue como la llamó el comentador del partido al ver lo rápido que iba y los fuertes lanzamientos que realizaba.
Y otro momento a recordar, cuando fue informada de que sería tía. Meses más tarde conoció a los pequeños Ulises e Idylla Yaxley, eran tan pequeños y parecían angelitos con mechones diminutos y finos tan claros como los de su madre. Pero días más tarde notó que los ojos eran de su hermano Max. El mencionado le pidió que fuera la madrina de ambos bebés junto a Lucius Malfoy, fiel amigo de su hermano. Y ella accedió encantada. Desde el primer momento que los vio juró que los protegería de cualquier mal... Y no pensó que tendría que hacerlo tan pronto...
Pocas semanas después de terminar finalmente sus estudios en Hogwarts ( tras mucho esfuerzo y estudio ) el temido momento llegó. Una boda de verano con los colores blanco, violeta y gris perla ( a petición de Violet y reafirmación de Regulus ). Había demasiada gente para el gusto de la joven pero quiso centrarse en sus seres queridos y Regulus. Nunca olvidará la cara de adoración del Black al verla llegar al altar del brazo de su padre. Incluso al estar frente a él acercó su mano para acunar su mejilla y quitar con ternura la lágrima que había caído de uno de sus ojos. Puede que se pasara casi toda la velada saludando a personas que apenas conocía pero todo valió la pena cuando el nuevo matrimonio apareció en su nuevo hogar para pasar su primera noche como casados.
Eran tan felices... Pero como no, todo lo bueno llega a su fin. Pocos meses después la pelirroja apenas veía a su marido por las reuniones de mortífagos. Y realmente temía por él ya que lo conocía y sabía que era una buena persona y si llegaba el momento en el que era obligado a matar a alguien... No quería pensar en qué se convertiría tras eso... O qué le harían si se negaba. Y fue entonces cuando se dio cuenta de la cruda realidad, del verdadero trabajo de su querido hermano Maximus, otro seguidor de Voldemort, tal y como Cassandra le advirtió pero ella cegada por amor a su hermano no lo creyó. Y Regulus era conocedor de tal información.
No quería agobiarle o empeorar más la situación que estaban viviendo, más aún al ver que Regulus llevaba varios días inquieto y abrazándola con mucha fuerza por las noches. Pero necesitaba respuestas, y se arrepintió por el resto de su vida de que esa discusión fuera la última conversación que tuvo con Regulus Arcturus Black.
Despertó a la mañana siguiente sola en la cama de matrimonio y el lado del joven hombre estaba impoluto, dando a entender que no había dormido ahí. Y se dirigió al salón esperando verlo en el sofá dormido, pero toda la casa estaba desierta. Solamente halló una carta con su nombre escrito por una letra que conocía a la perfección. Cuando terminó de leerla solo pudo derrumbarse y ahogarse entre lágrimas y gritos de dolor y perdida.
Querida Vivi,
Puede que nuestra historia no comenzó bien, ni tampoco avanzó correctamente, pero es nuestra y eso es lo que importa. Nos queremos a nuestra manera y con eso basta. Si lees esta carta es porque he procedido con mi plan y las cosas no han terminado bien para mi. No quiero que te culpes en ningún momento porque ha sido una decisión mía. He comprendido que la causa por la que luchaba no es correcta y he querido hacer lo correcto. Sabía los riesgos y si mis acciones ayudan a que tu futuro y el de los demás sea mejor, todo habrá valido la pena.
Gracias por todos los momentos que hemos compartido y por haber hecho de mi vida un lugar mejor a tu lado. Te quiero, nunca lo olvides. Quiero que seas feliz y hagas todas esas cosas que me contaste por los dos.
Tuyo siempre,
R. A. B.
Y con este capítulo terminamos el primer acto de Yaxley, pero esto no significa el final de la historia de Violet ni mucho menos.
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