I
La vida nunca será sencilla para nadien, siempre habrá momentos en que de alguna u otra forma se presentará un tropiezo que modificará todo tú existir. Eso había pasado en la vida de Reyyan Yoreouglu una mujer tan bella e inteligente como triste y desdichada, su vida en Bósforo, que podría ser la más confortable y amena, era en realidad la peor de sus pesadillas. Su hermana Jessika era la menor, una mujer igual de bonita que ella, pero demasiado vulnerable, demasiado susceptible a lo que su madre disponga. Luego su madre, la Señora Úrsula era frívola e interesada su belleza exterior no se comparaba con su fealdad de su interior. Su padre fue el hombre más bueno del mundo, pero lamentablemente su bondad fue su tumba.
Hoy era el día de la boda de su hermana, ella se casaría con el hijo de Hilme Dameron, Poe Dameron. Jessika lo ama con locura el la ama de igual manera y también al hijo que lleva en su vientre; todo un escándalo. Pero para Úrsula que su hija este embarazada del hijo de uno de los hombres más ricos de toda Turquía era más que suficiente para tolerar cualquier escándalo. Y ella Reyyan que en vez de estar cerca de su hermana se encuentra con flores en mano frente a la tumba de su padre; Orson Yoreouglu, nació en 1961 y murió en 2014, amado esposo y padre de dos hijas a las cuales amo hasta el último día de su vida. Decía la lápida, su mirada perdida y triste llena de una inmensa soledad, un inmenso dolor por no poder abrazar a su padre. Como cada mañana cuando visita la tumba jura en silencio no dejarse llevar por su madre.
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Su vida es un sueño uno del que cualquier otro no quisiera despertar, pero para Kydel Siyagil la única hija de Han Siyagil no necesita despertar ella vive en el. La mansión color blanco de cuatro pisos al este de Bósforo es su hogar. El amor de Madmoselle Leia es todo para ella, la cuida como a una hija desde que su madre Meryem murió. Los empleados de la casa son como una familia para ella. Su primo Ben tan en su propio mundo y ella aún así lo quiere mucho. Han Siyagil su padre, su mentor, su todo, el único hombre en quién confía su vida. Todo es felicidad para ella, no hay nada más que le falta y nada que le sobre más que amor.
Hoy es un día como otro, han sido invitados a la boda Dameron-Yoreouglu, pero ella tiene otros deberes.
—Rose.—habló Kydel a la joven sirvienta de la casa a quién quería como una hermana y era tratada como una, jamás como una criada.
Se detuvo con charola en mano.—¿Que pasa señorita?.—para Rose Kydel era una niña con mucho más que lo que ella tiene.
—Cuantas veces te eh dicho que me llames Kydel.—le sonrió.—¿Has visto a mi padre?.
—No..... Kydel, me desperté temprano para los deberes pero no lo ví, mejor preguntele a Hux.
—Gracias.—siguió bajando las escaleras, hacía el garaje.
Hux Elci un amigo y empleado de la casa, se criaron juntos desde pequeños, el siempre a tenido sentimientos por Kydel, pero ella es demasiado inocente ó simplemente lo quiere como a un hermano y se hace la ciega ante sus sentimientos para no lastimarlo.
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Rey sentada a un lado de la tierra cerca de su padre pensaba en todos los hermosos momentos vividos con el y aunque hallan pasado ya cinco años para ella siempre está presente en su vida, y justo hoy que se casa su hermana le pide a Orson en donde quiera que el este que bendiga su matrimonio y que aleje los malos sentimientos de Hilme Dameron un hombre que detestaba el compromiso y a su hermana convenientemente embarazada y aborrece a su madre. Un odio que la señora Úrsula había creado, por ser una ambiciosa y querer desde un principio vender a Jessika. Ella hervía de irá. Ya era hora de irse tenía que arreglar su ropa para la noche. Su mirada se dirigió al hombre al otro lado de la pequeña vereda del cementerio, un hombre atractivo para su edad como de unos cuarenta o cuarenta y cinco, ella lo conocía, siempre venía al cementerio a ver a su esposa, ella murió mucho más tiempo atrás que su padre. Para ella aquel hombre de nombre Han Siyagil era uno de esos hombres nobles por amar aún a su esposa en la otra vida.
—Buenos días.—se acercó el en su camino a la salida.
—Buenos días Señor Siyagil.—contestó ella muy amable.
El sonrió cálidamente, y miro hacía la tumba detrás de ella.—Su padre estaría muy orgulloso de que su hija se casa hoy.
Ella sonrió ante su comentario y por dentro muy dentro de su corazón tenía mucho enojó, sabía quien le había quitado esa oportunidad.—Si así es.—contestó neutral pero amable.—el seguro sería el más feliz aún más feliz que la novia.—bromeó entre el dolor.
—¿Tiene quien la llevé?.—ante su aparente respuesta, el tenía una hija, sabía de esas cosas.
—Eh venido en taxi.—contesto dispuesta a irse.
—Permítame llevarla a su casa.—se ofreció.
Han Siyagil era demasiado bueno y amable para ella.—Esta bien.—aceptó.
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En la casa Yoreouglu, Jessika estaba muy nerviosa, la boda era hoy, sentía que algo no cuadraba del todo. Su bebé nonato era un impulso para seguir adelante y una parte de ella tenía miedo que eso fuera el único motivo por el cual Poe quería hacerla su esposa, se sentó y tomó su cabeza con sus manos y se agachó hacía su regazo tenía mucho miedo.
—Jessika.—entró Úrsula mirando el espectáculo, un estado de miedo.—¿que te pasa?.—llamó su atención.
Ella despejó su mente.—Estoy nerviosa mamá.... Tengo miedo...—aguantando el llanto.
—Dejate de tonterías, la modista esta abajo.—sin un mínimo de cariño hacía una hija temerosa.—y ni te atrevas a llorar, no quiero que estés toda hinchada, te imaginas.—se paro frente al espejo.—saldrás en las portadas de sociales con la cara toda hinchada, la hija de Úrsula Yoreouglu para nada.—se giró para verla.—vamos niña no tardes y ya dejate de niñerias, pronto serás la señora Dameron.—salió de su vista. Úrsula podía ser la más fría de las madres.
Úrsula sólo pensaba en su comodidad. Muy segura estába de que cuando su hija y Poe firmaran ese papel frente al juez en la noche toda su vida estaría resuelta y ni el señor Hilme podría separarlos. Miro hacía la ventana y divisó un auto negro, ¿quien era?, de ella se bajó su hija mayor; Reyyan.
—¿Quien era?.—preguntó ante el misterio del auto.
—No preguntas como estoy señora Úrsula.—ignorando su pregunta.
—Tu sabes que mi cariño es poco para tí.—dijo igual de fría que ella.—¿quien era?.—insistió.
—Tu cariño madre como todo en esta casa.—abriendo los brazos en burla.—es una de tus tantas hipocresías.
—Nada de lo que haga ó deje de hacer te complacera ¿verdad? mi querida Rey.—mirando el sarcasmo de su hija.
—En efecto, nada de lo que haga me importa Señora Úrsula.—fue dura.
—No se puede hablar contigo.—negando con sus manos.
—Era el señor Siyagil.—finalmente dijo.
Ella se asombró.—¿El señor Siyagil?.—corrió a la ventana.—¿porque no lo invitaste a pasar?.—con su tono molesto.—tan tonta eres.—la miro.—te ah dicho si vendrá a la boda.—casi como un reclamó.
—Lo encontré en el cementerio y se ofreció a traerme a casa.—calmada e indiferente.—y no se si va a ir a la boda y no me interesa.—camino hacía las escaleras.
—Rey.—le habló pero ella no le prestó atención.—Reyyan.—exigió.—que niña.—rodo los ojos.
Fue a la Sala de al otro lado de la casa, le diría a la maquillista que la dejará hermosa, el señor Han Siyagil era bastante atractivo sumando que tiene mucho dinero en su cuenta bancaria, dos bodas seguidas en su familia no sonaba tan mal.
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El desayuno ya estaba siendo servido en la mesa del jardín principal frente a la calle con la vista del río y Kydel en la mesa parecía impaciente ante qué su amado padre no se encontraba.
—Kydel come tus alimentos, tu padre debe estar ocupado.—trato de calmar su impaciencia la Señorita Leia.
Leia era una madre para ella un ánimo, una guía. Más halla de solo ser su institutriz. Y su corazón tenía ciertos sentimientos hacia el señor Siyagil, sentimientos que serían guardados por siempre en su corazón.
—El nunca se pierde del desayuno.—con ese tono molesto.—ni un solo día, todos los días aunque este colmado de trabajo.—mirando con asco la comida frente a ella.—está aquí con nosotros.
—Kydel por favor.—le ordenó.—no es de una señorita decente hacer rabietas en la mesa.—ahora más calmada. Ella era su guía.
Ella no respondió. Más sin en cambio su cara de desprecio se volvió una sonrisa cuando miro el auto de su padre aparcando. Sin más y ante la negativa de Leia ella corrió hacia el.
—¡¡Papá!!.—lo abrazó.—¿donde estabas?, jamás me dejas desayunar sola.—reclamó.
—Perdóname mi florecita.—beso su cabeza.
Abrazados caminaron hacía la mesa.
—Fuí a ver a tu madre.—le guiño un ojo.—cómo todos los días.
—Bienvenido.—recibió la señorita Leia. —Rose sirve al señor.—le dijo a la joven. Ella asintió.
—Me poné triste ir al cementerio,—con cierta melancolía.—mejor miro su foto en mi cuarto.—sonrió.
—Estoy segura.—acarició su mejilla.—que la señora Meryem te mira desde algún lugar donde siempre te cuida..
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Rey camino hacia la habitación de Jessika. Su amistad era muy sólida, eran hermanas, eran unidas y aunque su madre era un tanto fría ellas eran el alma de la casa, puede que no sean iguales pero su relación es buena.
—¿Como esta la futura novia?.—entró para ver a su hermana con una especie de frustración.—¿te pasa algo querida?.—se sentó a su lado.
Ella se hecho a llorar en su regazo. Rey solo se limitó a acariciar su cabello.—Dime que tienes.
—Miedo.—chillo, se levantó para mirarla.—miedo de que Poe se casé conmigo, no porque me ame, si no por el bebé que llevó en mi vientre.—realmente se veía mal.
—Por dios.—la tranquilizó.—Poe te ama muchísimo a ti y a su bebé, se casa contigo porque los ama a los dos.—subrayó lo último.—anda sonríe es un día maravilloso, que no te nublen tus miedos.
—Mamá......
—¿Que hizo esa mujer ahora?.—pregunto molesto.
Ella secó sus lágrimas.—No quizo que firmara el acuerdo prenupcial y Poe parecía molestó. Pero después mamá me dijo que si los firmará.
Ella negó con la cabeza, ¿hasta cuando Úrsula Yoreouglu dejaría de atatormentarlas?
—¿Has hablado con Poe?.—volvió a mirar a su afligida hermana.
—Mi mamá me mandó a mi habitación y después subió y me dijo que firmará el documento, hablé con Poe y el dijo que todo estába bien, pero tengo miedo.—quería llorar de nuevo.
—No llores más.—la calmo.—todo estará bien hermanita.—le sonrió y ella le correspondió.
—¿Que haría sin tí Rey?.—la abrazó fuertemente.
Rey abrazó a su hermana con la idea clara de que algo turbio paso entre su madre y futuro cuñado y averiguaria que era.
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Poe amaba mucho a Jessika, para el era su todo y ahora tenía un hijo suyo en su vientre. Jamás había sido un hijo desobediente su madre le enseño bien, aunque en esta situación entre su familia y Jessika el tendría que elegir muy bien; a Jessika. Los regaños de su padre los soportaría y todo por ser feliz con su futura esposa.
—Y pagaste todo ese dinero.—dijo furioso.—¿como pudiste?.—con su tono de voz más alto que cualquier otro regaño.—eres un idiota, no vez que esa familia esta llena de un montón de trepadoras, esa muchacha no vale nada.—insultó.
—No hables así de ella.—ahora el alzó la voz.—es la madre de tu nieto.
—Si es que es tuyo.—escupió.
—¡¡Padre!!.—contesto indignado.—no voy a permitir que hables así de ella y menos insultar a mi hijo.—dejó en claro.—sabes que la amo y haría todo por estar con ella.—queria su comprensión.
—Pero endosar y vender tu propiedad en Ankara para pagarle a esa trepadora de Úrsula Yoreouglu solo para que su hija.—grito.—firme el acuerdo prenupcial.—estaba fuera de sí.
—Haría lo que fuera por ella y ademas la idea del acuerdo prenupcial fue tuya, la ofendiste.—trato de persuadirlo.
—Yo solo protegía el patrimonio de nuestra familia.—el enojo en sus venas aún estába ahí pero su tono de voz se módulo más bajo.—pero viendo como eres un idiota eh decidido que quedas desheredado.—fue firmé.
Poe no podía creer lo que oía.—Papá.—susurro.—no puedes hacerme eso.
—Lo haré.—tan duro.—y olvidate de que iremos a la boda, ya has elegido tú bando Poe.—se fue de su presencia.
Ahora que haría. Ahora que harían.
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La música a todo volumen y la velocidad en su Ferrari blanco era la inapropiada, pero el era libre, Ben Haznedar. El sobrino tercero del señor Han Siyagil a quien el quería como un hijo y el como a un padre. Ahora venía de sus vacaciones en París, el hacia lo que quería con su vida una vida de lujos que mantiene su tío, Han no parece molestó tiene mucho dinero y quiere mucho a Ben. Además programó su llegada para asistir a la boda de Jessika Yoreouglu hoy en la noche, ella fue su aventura en la Universidad, a el nadien lo dejá y ella lo había hecho, ahora sólo por molestar le haría pasar un mal rato para divertirse. Sonrió.
Aparcó el auto y bajo quitándose los lentes cómo todo un Playboy. Miró de reojo a Hux, el chófer, fueron amigos en la infancia, pero ahora el lo veía cómo un aprovechado en la casa de su tío y la envidia de ser el sobrino favorito lo consumía.
Le lanzó las llaves y el pelirrojo apenas y las pudo atrapar.—Creo que necesita que lo lleves al taller.
—Claro jóven Ben.—dijo con respeto.
—¡¡!Familia!!!—grito hacia la mesa..
—Ben.—lo abrazó Han.
—Bienvenido.—dijeron Kydel y Leia.
—Gracias, saludos Leia y saludos primita hermosa.—sacudió su cabello.
Ella lo manoteo.—Dios Benjamin ¿cuando te comportarás como un adulto?.—sería y recta pero con profundo miedo.
—Es solo que te extrañe.—besó su mejilla con fuerza.
Su corazón latio fuertemente ante su inocente beso, su corazón saltó al igual que ella y se lo quitó de encima.—Tonto.—limpiando su mejilla.
—Ben Haznedar.—habló Han.
—Lo siento tío pero la prima es un poco fastidiosa.—sonrió y sentó en la mesa.—¿estas listo para la noche?.—pregunto a su tío.
—Si, eh decidido ir a la fiesta.—sonrió al recordar a la joven Reyyan.
—Entonces yo también iré.—dijo Kydel muy decidida.
—Lo siento pequeña pero no dejan entrar niños.—se burló Ben.
—Callate.—lo callo.
—Na, na.—dijo Leia.—usted señorita tiene clases de piano.
Kydel hizo un puchero.—Eso es verdad.—confirmó Han.
Antes de que ella dijera algo más el la miro serio y luego sonrió y ella no dijo más.
Está noche era decisiva para todos.
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El primer capítulo de esta historia experimental Reylo modern au. Los dramas se me dan y está no es la excepción.
Espero sus votos ☑ y un comentario. Y me haría muy feliz que compartieran esta historia en Facebook, Twitter ó cualquier red social 💚.
EsmeraldaLezroojalá te guste esta historia.
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