Extrañas Sensaciones
La vida es rara, un día caminas por la calle como si nada con tus compás, y al otro día tu madre/tía que es una científica loca intenta experimentar contigo.
Este era el día a día de Lemy Loud, un niño de 9 años tan imperativo como un ratón y con una cabeza tan dura como una piedra, ruidoso e inquieto, pero a pesar de todo eso, Lemy es un chico muy amable y comprensivo y bastante listo para su edad y no era tan ingenuo, al fin y al cabo vivía en una casa con 18 mujeres bastante mañosas, y era una fortuna para él el hecho de tener un padre que pasó por lo mismo que él y el cual siempre lo estuviese ayudando y apoyando, Lincoln no siempre tendría la mejor de sus disposiciones para todas sus hijas e hijo a causa de su trabajo de dibujante e ilustrador pues este era casi de tiempo completo, pero siempre estaba hay para Lemy, aconsejándolo del como manejar el hecho de ser el único hijo varón de una familia tan grande llena de puras mujeres y del como lograr sobrevivir al constante caos que había en su hogar de cual él orgullosamente formaba parte; Lemy podría lucir como uno chico malo o rebelde, pero la realidad era que era alguien de un buen corazón que siempre ayudaba cuando era necesario, y claro, intentaba lucir genial y maduro ante los demás pues no le gusta que lo traten como un niño pequeño que no entiende nada a su alrededor, pero en el fondo solo desea hacer amigos en los él pueda confiar, Lemy incluso entendía la situación de su familia, se lo dijeron cuando cumplió los 9 años y aunque al principio le costo trabajo asimilarlo bien, al final lo comprendió pues ante sus ojos la relación de sus padres no tenía nada de malo, simplemente la vida así lo quiso y ya.
Lemy no seria el mas listo, el mas fuerte, el mas talentoso o el mas astuto de su familia, pero si algo se le debía reconocer era el hecho de que era el mas ingenioso y el mas escandaloso de su familia, seria un cabeza dura, pero su capacidad para resolver cosas y siempre estar listo cuando la situación lo requería era de respetarse, claro, siempre y cuando no se tratase de una pelea, porque si Lemy se metía en algún pleito o conflicto, literalmente a éste parecía que su sentido de la razón y la lógica se desconectaban, o eso parecía pues a pesar de estar carente de músculos siempre lograba darle una paliza a quienes se enfrentaba, aun si ya estaba completamente derrotado, eso y que además su cabeza era tan fuerte que con darle un cabezazo a alguien lo dejaba casi noqueado, pero a pesar de no tener músculos, poseía una fuerza oculta que solo una persona conocía, y esa fuerza yacía en sus piernas, literalmente el niño tiene piernas de caballo, y eso era gracias al hecho de que siempre ayudaba su madre a cargar equipos de música bastante pesados, "cargar con las piernas, no con la espalda" sabias palabras que el baterista y fiel compañero de su madre Chuck le enseño.
Si, la vida de Lemy era por decirlo así bastante normal y simple, jugaba videojuegos o con sus juguetes de superhéroes, leía cómics, salía con sus amigos, escuchaba Rock And Roll puro y duro, veía la TV, ya saben, las típicas cosas de cualquier niño de su edad, pero a diferencia de algunos niños, Lemy disfrutaba hacer otro tipo de cosas un poco diferentes.
Lo primero era el hecho de que disfrutaba tocar instrumentos musicales, los principales eran la guitarra y el piano.
Lemy no era el mejor músico, al fin y al cabo era obvio, seguía siendo todavía un niño que aún le faltaba mucho por aprender, por el momento solo tenia una guitarra acústica para poder aprender como se debía, pues por palabras del mismo Lincoln, primero debía de demostrar que era capaz de cuidarla para que se ganara una eléctrica, algo que aceptaron Lemy y Luna de mala gana, pero aceptaron.
Aunque su falta de talento con la guitarra no se aplicaba para nada con el piano, el cual por más extraño que pareciera lo tocaba de forma impresionante, según él, el instrumento no era muy difícil de tocar desde su punto de visto, además también tenía una buena voz para su edad y también sabía componer y escribir muy buenas canciones, pero prefería solamente el tocar la guitarra pues en su opinión era mas cool que lo demás; su amor por la música y por el Rock era obvio que provenían de su madre, Luna Loud, quien era la persona a la mas admiraba y quería de todas sus madres, aunque a veces se le hacia muy incómodo cuando lo abrazaba demasiado.
Otro de los bueno Hobby de Lemy era la reparación de radios y de aparatos electrónicos.
Y esto, por parte del joven Loud algo realmente curioso, se esperaría que tocara música o que leyera cómics como sus padres, pero el reparar cosas, cosas como lo hacia la misma Lana Loud más joven era algo impresionante por parte de Lemy, y gracias a ello se ganaba unos cuantos dólares por la reparación de aparatos viejos, los cuales le fascinaban, y gracias a esto conseguía el suficiente dinero para ir a los Árcade o para comprar cuerdas de guitarra y para comprarle algún regalo a sus hermanas cuando le alcanza.
Algo en lo cual también es bastante interesante es el hecho de que a Lemy le interesa aprender a jugar basketball.
Ha diferencia de su padre el cual fue un holgazán durante su niñez, a Lemy le interesa hacer por lo menos un poco de ejercicio, al menos para ganar algo de musculatura y dejar de lucir como un esqueleto con tatuajes según palabras suyas, suele jugar partidos con su mejor amigo Gordon Leblanc, claro que no es el mejor deportista o el más atlético, pero por lo menos hacia el intento de jugarlo.
Otro de sus pasatiempos o bueno, no del todo por decirlo así, es el hecho de que siempre le daba palizas a los bravucones que intentan meterse con él o con los demás.
Ya era normal para Lemy meterse en constantes peleas, principalmente con tipos mas grandes que él, tanto en edad como en tamaño, esto es principalmente porque Lemy no era por decirlo así, una persona con mucho paciencia que digamos y más con los idiotas o con los abusivos, esto provocaba en muchas ocasiones le terminaran dando varias palizas, pero eso no evita que Lemy les diera una paliza a ellos también, la mayoría se metía con él solo por no ser alguien muy alto, o por el simple hecho de que él era un hijo del pecado, pero eso si, métete con Lemy y sus seres queridos y acabarás con la nariz hecha pedazos.
Y por ultimo, lo que mas disfrutaba hacer Lemy en todo el día, era el pasar tiempo con su familia, algo de lo cual jamás se cansaría.
El poder jugar videojuegos con su padre, el poder ensañar con madre, y el poder convivir con sus hermanas en las diversas actividades en las cuales ellas destacaban aun si a él no le salian bien.
Momentos tanto buenos como malos, tal vez no siempre podia pasar tiempo con ellos o con todos, pero cuando podia lo disfrutaba, principalmente con sus hermanas, disfrutaba ayudarlas en lo que él pudiese hacer, aunque a veces era complicado hacer cosas tan simples como querer ver la TV por la noche, ir al baño primero o ver quien se quedaría con el ultimo pedazo de pizza, aun así lo disfrutaba, disfrutaba pasar tiempo con ellas y ver incluso como ellas querían pasar tiempo con él, está era la vida de Lemuel Limbiscuit Loud... Pero durante los últimos meses las cosas se habían vuelto algo extrañas en su opinión, e incómodas por decirlo. Últimamente sus hermanas se habían estado comportando de una forma muy extraña en su opinión, eran mucho más melosas con él de lo que ya estaba acostumbrado, no lo malinterpreten, no le molesta en lo absoluto la atención, pero está era una atención que lo comenzaba a incomodar.
Lo primero fue el hecho de que cada una lo acaparaba de más, impidiéndole el pasar tiempo con el resto de sus hermanas, ¿Y como era? Bueno, esto siempre variaba dependiendo de cada una.
Con Loan, la mejor Gamer de todos según él, siempre que jugaban videojuegos juntos no lo soltaba para nada, lo hacía sentarse en su regazo y lo mantenía allí con ella por demasiado tiempo, y siempre que él intentaba irse ella lo abrazaba con más fuerza o lo hacía ver con ella sus series anime que casi siempre eran de romance.
Con Liena, la cariñosa cocinera, no era tan problema, solo se lo llevaba al supermercado para que la ayudara a ganar las compras que hacía, pero en el proceso siempre se lo llevaba a tiendas de ropa para checar vestidos y que le dijera como se veía, lo llevaba a comer helado y en ocasiones solía escuchar que alguien los veía como una pareja, Lemy esto no lo entendía y menos entendía el porque Liena siempre de sonrojaba y sonreía de una forma algo extraño al escuchar esto, pero algo que menos comprendía era el porque siempre que una chica intentaba hablar con él, Liena se enojaba a tal grado a llevárselo de dónde estuvieran y decirle a la chica con mucha frialdad que su hermanito no tenía tiempo para hablar con una cualquier, esto a Lemy realmente lo desconcertaba mucho.
Con Lyra, la recta y elegante violinista y su hermana de sangre, las cosas estaban un poco más complicadas, su hermana ya de por sí siempre lo tenía a su lado, y cuando lo abrazaba era demasiado complicado que lo soltará, pero últimamente ella no lo dejaba convivir bien con el resto de sus hermanas, incluso una vez llegó a escucharla decir que ellas no eran nada a comparación de ella, que ella si era su hermana, su verdadera hermana, y ahora las cosas estaban algo tensas pues Lemy por fin había conseguido tener un cuarto propio, después de haber compartido cuarto con Lyra durante años, esto a Lyra no le gusta para nada, al grado de reclamarle a Lemy es porque de esto, él solo le dijo que quería tener algo de privacidad, esto a Lyra no le gusto y ahora ella estaba constantemente vigilándolo en la casa, y siempre que comenzaba a hacer algo divertido con sus hermanas mayores ella intervenía y se lo llevaba solo para pedirle que hiciera algo por ella.
Con Liby, la detective comediante o la bromista del misterio como él le decía de cariño, era bastante extraño, ella constantemente intentaba hacerlo reír con alguno de sus chistes, cosa que conseguía fácilmente, pero si no lo hacía pues lo tumbaba en su cama y se ponía encima de él y no lo dejaba levantarse hasta que se riera con al menos uno y al contarlos sonreía de una forma al tenebrosa en su opinión, y no sabía el porque, pero Lemy tenía el presentimiento o mas bien, sentía que alguien lo estaba escuchando todo el tiempo, no importa en dónde estuviera, e incluso sentía que alguien lo estaba observando constantemente, principalmente adentro de su casa y se sentía aún más vigilado adentro de su cuarto.
Después seguía Lacy, la deportista más carismática que Lemy conoce o el rayo de sol de la nueva generación, pues ella últimamente a estado muy cariñosa con él y no era por ofender pero ya casi parecía ser un chicle, pues apenas y se alejaba de él, una vez casi entro a bañarse con él, si no fuese porque Lemy se percató de esto ella se hubiese bañado con él, claro que esto no hubiera sucedido sino fuera porque Lemy se lo hizo ver, asiendo que la mencionada saliera corriendo del baño completamente roja y avergonzada.
Ha Lemy en lo personal no le molestaba que una de sus hermanas se quisiera bañara con él, al fin y al cabo se bañaba con las menores, claro que con sus hermanas mayores era un poco diferente pues sentía que lo miraban demasiado y esto lo incomodaba; además de que siempre que salía con Lacy y una chica le hablaba por casualidad, podía sentir como una mirada gélida y afilada lo observaba y provocaba que las chicas corrieran, pero al voltear a ver atrás de él solo veía a Lacy con su típica alegría y positividad que tanto la caracterizaba.
Y después Lupa, a ella se le podría llamar de muchas formas, pero Lemy prefería, La heredera de la blanca corona, y vaya que ella si lo hacia salirse de sus casillas, principalmente por las acciones que ella hacia, sus demás hermanas se comportaba muy raro, pero Lupa se llevaba la corona, y es que según él, no era muy normal el encontrarla en su cama por las mañanas vistiendo poco ropa o con una de sus camisas y sus bóxers puestos, Lemy solo pensaba si así se le hacia cómodo dormir, y si tanto quería dormir con él pues que le costaba el tan solo pedírselo, otra cosa era que a veces de la nada lo abrazaba por detrás y no sabía porque pero le susurraba cosas que él ni siquiera comprendía, e incluso había ocasiones en las cuales lo mordía, no lo mordía no fuerza pero si para hacer cosquillas, pero una vez se pasó y lo mordió con fuerza.
Eso sí le había dolido, pero después Lupa se disculpe con él invitándole unos Nuggets de pollo y pues al final la perdono, y si lo se, Lemy no era alguien que realmente guardará rencor y menos contra sus hermanas, y mucho menos contra Lupa, con ella compartía bastantes gustos al igual que Lacy, pero su actitud su actitud con él a veces lo llegaban a poner bastante nervioso, además de que una que otra vez se la a encontrado en los sitios que el frecuentaba ir con sus amigos y pues se terminaba quedaba a su lado, eso no lo molestaba, pero si una chica se le acercaba, pues pasaba lo mismo que con Lacy.
Luego estaba Leia, la abeja reina o la princesa de la nueva generación, ella si que lo acaparaba a más no poder, ya sea vistiendo como mayordomo para sus fiestas de te, jugando son sus otras hermanas menores o incluso leyendo algún libro o cómic con él, simplemente no lo dejaba ir hasta que estuviera satisfecha, y si una de sus hermanas venia a interrumpir sus "Momentos de Hermanos" como ella les decía, pues, cuidado con la hija de Lola Loud, pues ella no dudaba en tomar represalias contra sus hermanas, aunque esto llevaba a Lemy o sus padres la reprendieran por esto, una vez le soltó una tarántula en la cabeza Loan por no dejar a Lemy jugar con ella, la pobre rubia estaba tan histérica que Lynn tuvo que retenerla pues no podía calmarse y casi rompe lo que había a su alrededor por la desesperación que tenía, Leia sería un niña pequeña, pero si algo lo quiere, lo obtiene.
Y pues ya a lo ultimo estaban las más pequeñas, Lizy y Lulu, pues con ellas de que podía hablar, eran un amor y pues actuaban como niñas de su edad, Lizy tan imperativa que parecía tener baterías infinitas, y Lulu, pues era una bebé, la bebé las genial de todas y en su punto de visto, una futura superheroína, aunque claro, habría que enseñarle, al fin y al cabo aún era un bebé... Un bebe que de un mordisco te podia comer pero dejando eso de lado, ternura a más no poder.
Y bueno, esto era la vida por el momento de Lemy, no se quejaba del todo, pero mientras más pasaba el tiempo sentía como Extrañas Sensaciones recorrían su cuerpo, Sensaciones no muy agradables por decirlo así, pero bueno, de que se tenía que preocupar él, a lo mejor no era la gran cosa, ya luego se lo preguntaría a su padre, por el momento está el parque mientras veía al cielo y disfrutaba del viento que movía su melena.
-Oye Lemy, vamos, te quiero enseñar el mirador con encontré -Grito Lacy.
-Voy Lacy, espérame.
Lemy solo se dirigió corriendo hacia su hermana... Sip, otra día más en la vida de Lemy Loud... O eso es la él pensó.
Final de Capitulo.
Próximamente: Nuevas y Crudas Noticias.
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