53: "Para ti, Amy"

Luna

Estoy en la cafetería del aeropuerto esperando que me traigan mi café. Luego de dos semanas increíbles en Malibú llegó la hora de irse a Milán para la final de la competencia.

Estoy un poco nerviosa por eso. En serio quiero ganar, sería muy decepcionante llegar hasta aquí y no hacerlo. Sol me motiva y calma mis nervios, ella es buena en eso.

Cuando me dan mi café voy hasta donde está la rubia. La veo sentada en unos bancos con el celular en la mano y mordiéndose las uñas.

Yo no soy la única nerviosa, Sol tendrá el juicio de Hércules mañana y está hablando con la mamá de Amy sobre eso. Tengo planeado ir para darle mi apoyo y ver como mandan a la cárcel a ese hijo de puta.

—¿Todo bien? —le pregunto y ella suelta el celular.

—Eso creo.

—¿Quieres que te busque algo para comer?

—Na, estoy bien. ¿Emocionada por ver de vuelta a los chicos? Ellos lo están—me dice.

—Sí, lo estoy. La verdad es que estoy feliz de que todos nos reunamos de vuelta como antes.

—Yo también. Ya extrañaba las tonterías que hacíamos. ¿Venus y Marte cuándo llegan a Milán?

—Mañana en la noche junto con Phoenix y el resto de la banda.

—Ya quiero verlos ganar—me dice—. Mandé a imprimir remeras de la banda, je. Soy su fan número uno, por cierto.

—Sí, me di cuenta de eso—me rio, ella me besa la mejilla.

Estamos esperando a que nos llamen para nuestro vuelo. Odio esta parte de viajar, es demasiado trámite y espera. 

Me aburro. 

Con Sol jugamos jueguitos en su celular y vemos fotos de nuestras gatitas. Ya quiero ver a Irina.

Estoy jugando a un juego de autos mientras Sol tiene su cabeza apoyada en mi hombro y me habla de cosas del juego, hasta que alguien me toca el hombro y me veo obligada a pausarlo. Me doy vuelta para ver quién es y una chica con rulos me ve con una sonrisa y su celular en la mano.

—Hola. No quiero molestarte—ríe nerviosamente—. ¿Tú eres la guitarrista de los True Colors? ¿Luna?

—Eeh, sí.

—¡No puedo creerlo! ¡Soy su fan! Amo la canción de Fiorella y Fuck me. Y te amo a ti. En serio. Amo como te vistes y tu color de pelo es genial. Eres tan cool, quiero ser como tú en el futuro. ¿Puedo abrazarte?

¿Qué mierda está pasando?

Me quedo unos minutos viéndola confundida hasta que Sol me golpea con el codo y vuelvo a la realidad.

—Eh, sí. Claro.

La chica me abraza fuertemente cuando me paro y yo a ella. 

Tengo una fan. ¿Y dijo que quiere ser como yo en el futuro? Por favor no.

Ella me deja de abrazar, la miro con una sonrisa. Luego ve a Sol y se la queda viendo.

—Tú eres Sol Shining ¿verdad? La que denunció al diseñar de modas.

—Sí, así es.

—No puede ser. ¡¿Son novias?! ¡Aaaah! —la chica grita ridículamente.

Me la quedo viendo con rareza, Sol solo se ríe.

Luego también la abraza y nos pide una foto a ambas. Está unos minutos más alagándonos y luego se va porque su mamá la llama.

—¿Qué mierda acaba de pasar? —pregunto cuándo se va.

—No lo sé, creo que somos personas reconocidas ahora. ¿Sabes lo que significa eso?

—Sí. Chau privacidad. Chau poder ir desarreglada en la calle. Y chau poder ser grosera con los demás.

—No. Que amarga eres, Luna.

—¿Amarga o realista?

—Amarga porque eres demasiado realista—me dice—. Significa que estamos cumpliendo nuestros sueños. Síí.

—Bueno, tienes razón. Pero...ya no voy a poder ser grosera porque me van a cancelar de todos lados. Ña, lo digo como si me importarán lo que opinen los demás.

.・✫・゜・。.

Oh, Milán. La tan amada cuidad de Sol. En serio me creí que olía a pizza.

Con Sol buscamos las maletas y vamos a la puerta donde nos están esperando. Siento un cosquilleo en el estómago.

Mientras camino ya noto el cabello lila de Libra y como se acerca corriendo a mí. Dejo mi valija tirada y corro hacia ella también. Cuando estamos cercas salto y envuelvo mis pies es su cintura, Libra me sostiene y me abraza.

—¡Lunitaaa!

—¡Libraa!

Le doy un beso en el cachete y me bajo de ella para abrazarla bien. Ya la extrañaba.

Luego veo a Mercurio, quien me abraza levantándome del suelo.

—A ti no te extrañé, vete de aquí.

—Sí. Sí. Di lo que quieras que ambos sabemos que eso no es verdad—me dice mientras me suelta.

Saturno casi me tira al piso cuando me abraza y empezamos a tambalearnos. 

Dios, en serio los extrañé.

—Rulitos, a ti si te extrañé.

—Oh, yo sé que sí.

—Y nadie abraza a Sol. Qué triste—se escucha la voz de la rubia.

Mercurio le da un abrazo junto con un beso en el cachete.

Parte de la pandilla está completa, solo faltan que lleguen Venus y Marte.

Nos sacamos una foto y la mandamos al grupo que tenemos.

Los 6 mosqueteros separados :(

-Foto:

-Faltan dos pelirrojos muy insoportables.

Zanahoria andante: Oooye.

Zanahoria andante: No me manden esas cosas que me pongo tristes :(

Chef insoportable al cual no extraño: ¿No era que venías mañana?

Zanahoria andante: Sí, pero ya quiero estar con ustedes.

Ridícula: Aaaw.

Ridícula: Tranquilo, Venus. Ya nos reuniremos. <3

Chef insoportable al cual no extraño: para mí que nomás te quedas en New York con Marte y nos dejas en paz a todos.

Rulitos: ¿Marte, por qué no hablas?

Marte, la tonta <3: Porque siempre que hablan por aquí Venus y Mercurio se pelean.

Chef insoportable al cual no extraño: Claro que no.

Zanahoria andante: claro que no.

Zanahoria andante: Oyeeee. No me copies. Sé un poco original.

Chef insoportable al cual no extraño: Disculpa, pero ¿Quién mandó el mensaje primero?

Rulitos: Ahora entiendo, Marte.

Zanahoria andante: pero yo lo pensé primero.

Chef insoportable al cual no extraño: No hay pruebas de eso. Por lo tanto, el copión aquí eres tú.

Chef insoportable al cual no extraño: ¿O no, Sol?

Ridícula: ¿Por qué siempre me meten a mí?

Ridícula: Ambos se copiaron del otro. Punto final.

-Sol la embajadora de la paz.

Rulitos: JAJAJAJA.

Marte, la tonta: foto.

Marte la tonta: aquí tienen a un Venus enfurruñado.

Zanahoria andante: ¡Deja de sacarme fotos!

Marte, la tonta: ¿Cómo no hacerlo? Eres tan lindo.

Zanahoria andante: :)

-Deja de mentirle al pobre chico.

Zanahoria andante: ¡Luna!

- :D

Ridícula: ¿Pueden dejar de pelearse?

Rulitos: eso.

Rulitos: hablemos mal de mis ex novias, eso siempre me hace sentir bien.

Rulitos: ¿Quién les cayó peor?

Chef insoportable al cual no extraño: Acuario.

Ridícula: ninguna me cayó mal.

-Por mí que todas se vayan a la mierda.

Marte, la tonta: la de pelo verde. No recuerdo el nombre.

Zanahoria andante: No me gusta hablar mal de la gente...peeero, la morocha era tan estúpida.

Rulitos: Sol ¿Cómo no te puede caer mal ninguna?

Ridícula: No lo sé. No me agradaban, pero tampoco me caían mal.

-Es que Sol se hace la buenita.

Ridícula: Soy buenita.

-Ajá.

Zanahoria andante: ajá.

Chef insoportable que no extraño: ajá.

Rulitos: ajá.

Marte la tonta: ajá.

Ridícula: ¡Basta con los ajá!

.・✫・゜・。.

Hoy es un día importante para Sol por dos razones: la primera, por el juicio. La segunda aun no me ha querido decir mucho todavía.

Ella come una tostada nerviosamente y ya la acompaño con otra. Intento que se sienta bien, pero dudo lograrlo.

—Come despacio, Sol.

—Lo estoy haciendo.

No lo está haciendo.

Se retoca la ropa miles de veces y se peina unas tantas más. Ya cuando se considera lista suspira y vamos al auto de Mercurio para ir al juicio.

Hay muchos periodistas afuera del lugar, este caso se hizo famoso en casi toda Italia.

Salimos del auto y unos cuantos periodistas se nos acercan para hacernos preguntas. Nosotras ignoramos todas y entramos al lugar donde nos espera el tío de Sol.

Es como en las fotos que me mandó Sol. Ojos bien celestes como los de ella y ese característico rubio. También es igual a su padre, solo que un poco más viejo.

—Es genial por fin conocer a la persona que hace feliz a mi sobrina, lástima que sea en estas circunstancias—me dice mientras se acerca a nosotras.

Me abraza fuerte y me deja un beso en la mejilla. Se ve elegante y respetable por el traje que lleva puesto, pero aun así se nota que es alguien simpático.

—También es muy grato conocerlo, tío Ele. Sol me ha contado mucho de usted. Tenía muchas ganas de hablar en persona.

—El sentimiento es mutuo y pronto lo haremos, pero ahora tenemos que hacer esto primero—se gira a Sol—. Corazón, ¿tienes alguna duda de todo esto? ¿Sabes que dirás?

—Algo así. ¿Qué no tengo que decir?

—Nada en especial. Solo contar algunas situaciones relevantes al caso y poder responder las preguntas que te hacen. Tranquila, irá bien.

Ella suspira y su tío se va a otro lado para hacer papeleo.

Le sugiero a Sol ir a sentarnos a un banco, ella acepta y nos sentamos en unos que están al lado de un dispensen de agua. 

—Oye, ¿quieres hablar?

—Estoy bien...o bueno. Algo así.

—Si te sientes mal solo dímelo e intentaremos resolverlo ¿sí? —ella asiente.

Le doy un beso efímero en los labios. Cuando nos separamos, ella me mira con una sonrisa. Luego ve por arriba de mi hombro y al darme vuelta veo a un chico de pelo castaño y ojos verdes. Ya sé quién es.

Sol se levanta a saludarlos. El chico la abraza fuertemente al igual que ella a él. Le deja un beso en la mejilla y se separan.

—Me alegra verte, Sol.

—Y yo a ti. ¿Cómo ha estado todo por aquí?

—Muy aburrido sin ti—Sol se ríe y luego el chico me mira a mí—. Tú debes ser Luna. Un placer conocerte, soy Perseo.

—Tú eres el chico que ha estado cuidando a Sol. Gracias—él me sonríe.

Luego escuchamos un llamado al salón para empezar el juicio, vamos los tres juntos mientras Perseo habla con Sol de cosas que ha hecho mientras ella no estaba.

Es un espacio chico, no caben más de cuarenta personas y hay pocos asientos. 

Nosotros nos sentamos rápidamente para obtener lugar y le guardo un lugar a Sol, quien se fue a hablar con la mamá de Amy.

—¿Aquí está esa chica que besó a Sol? —le pregunto a Perseo.

—No. Decidió no venir. Oye, entiendo que estés enojada con ella, es totalmente entendible que lo estés, pero no es mala chica. Si te la encuentras por favor no la golpees.

—No pensaba hacerlo. A Sol no le gustaría eso, pero tampoco le conviene cruzarme.

Él me mira unos segundos de arriba a abajo. Me incomodo un poco y lo miro con el ceño fruncido.

Yo suelo mirar a la gente, pero por lo menos disimulo.

—¿Es cosa de los italianos quedarse viendo al otro de forma incómoda? —Perseo se ríe mientras niega con la cabeza.

—No. Es que Sol no mintió al decir que te pareces a Gruñonsito.

Ruedo los ojos fastidiada. Maldito oso cariñoso.

Cuando Sol viene a mi lado es cuando llega Hércules al salón junto con cuatro policías a si alrededor.

Es muy alto, debe medir casi dos metros. Sol no mintió al decir que tenía muchas pecas y que era alguien bastante fuerte. No lo conozco, pero admito que me intimida.

—Qué hijo de puta—murmura Perseo.

—Pronto estará en la cárcel, espero—le dice Sol.

Recuerdo que le dejó el ojo morado a Sol por golpearla, en serio espero que se pudra en la cárcel.

Al cabo de unos minutos todos los presentes se levantan cuando el juez entra al tribunal y el juicio se da por comenzado.

La abogada de Amy empieza a hablar. Mostrando pruebas de que Hércules es un chico violento. También habla un poco de Amy y de cómo fue su vida, de cómo se la arrebataron para ser más específicos. El abogado de Hércules interrumpe unas varias veces, pero no dice nada importante aún

Luego de unas cuantas palabras más, la abogada llama a testigos al tribunal. La primera en pasar fue la mamá de Amy, quien tiene lágrimas y una foto de su hija.

La abogada le hace muchas preguntas y a casi todas las responde entre lágrimas y limpiándose los ojos.

Admito que sus palabras hacen que mis ojos se cristalicen. Sol ya suelta un par de lágrimas al igual que Perseo.

No conocía a Amy, me hubiera gustado hacerlo, Sol siempre me habló muy bien de ella. Parecía una gran chica y es horrible que una madre tenga que pasar por este sufrimiento por culpa de un imbécil.

Pasan tres testigos más. El hermano mayor de Amy le grita a Hércules unas tantas cosas, hasta se le acerca para golpearlo, pero los policías lo detienen.

—Llamamos a la señorita Sol Margaret Shining al tribunal.

Sol toma un largo suspiro. Antes de que vaya le dejo un beso en la mejilla, le recuerdo que todo está bien. Ella me sonríe y se levanta para ir al tribunal.

Cuando pasa por al lado de Hércules él la mira con una sonrisa en la boca, como si se burlara de ella.

Imbécil, como lo odio.

Sol jura decir la verdad y luego empiezan a hacerle preguntas.

—Señorita Shining ¿Cuál era su relación con Amy? —le pregunta la abogada.

—Era mi amiga. Nos conocimos este año por la universidad.

—¿Y usted conocía a Hércules?

—Sí.

—¿Cómo lo conoció?

—En una fiesta. Él se acercó a mí para coquetearme y yo lo rechacé. Luego volvió e intentó abusar sexualmente de mí.

La gente comienza a opinar por lo bajo, Sol en ningún momento baja la mirada. Se mantiene firme y responde las preguntas.

—Lo siento tanto. Tengo entendido que usted le puso una orden de alejamiento a Hércules porque la golpeó en una ocasión.

—Así es.

—Así que el acusado intentó abusar sexualmente de ti y te golpeó en el rostro en una ocasión haciendo que quedes inconsciente, ¿verdad?

—Sí.

—¿Por qué la golpeó?

—Se estaba peleando con un amigo mío e intenté separarlos, cuando lo hice Hércules me pegó una piña en el rostro—le dice.

—¿Amy te hablada de Hércules?

—Sí. Siempre me decía que no la trataba muy bien. Ella me confesó que él la golpeaba y la insultaba siempre haciendo que se sienta mal.

—Tú fuiste la persona que encontró a Amy en su departamento. ¿Puedes decirme como fue la situación?

Sol cierra unos minutos los ojos y suspira.

—Ella me llamó a la noche con mucha urgencia. Dijo que tenía que ir rápido a su casa y me pidió que la ayudase. Yo fui corriendo como me lo pidió y cuando llegué la puerta ya estaba abierta. Entre rápidamente y vi a Amy tirada con un charco de sangre muy grande a su alrededor. Unos minutos antes de que muriera ella me dijo que enfrentó a Hércules y él la lastimó causando su muerte.

—¿Ella te había pedido ayuda?

—Sí. Lo hizo desde la vez que nos conocimos.

Le hacen muchas preguntas. Sol solo se mantiene en el sí y no, a no ser que tenga que dar la explicación de algunos sucesos. Noto como Hércules la mira con odio y rabia, como si ella fuera la culpable de todo lo malo que está pasando.

Me dieron ganas de estrangularlo.

El abogado que defiende a Hércules también le hace muchas preguntas, intentando que Hércules parezca un pobre crio que no sabe lo que hace, pero cada contestación de Sol lo hace quedar aun peor.

—Usted dijo que Amy le pidió ayuda desde la vez que se conocieron. ¿Es consciente de que si hubiera llamado a la policía mucho antes ella ahora mismo estaría viva?

Sol se lo queda viendo, no le responde.

—Objeción. Pregunta irrelevante—interviene la abogada de Amy.

El juez le da la razón a la abogada y da por terminada sus preguntas. Sol se aleja del estrado y anuncian un receso para evaluar la decisión final.

Sol se va directamente al patio, mi intención era acompañarla, pero creo que debe de estar sola unos segundos para poder pensar tranquila. Luego iré y hablaré con ella.

Me quedo sentada en el borde de una ventana fumando, el tío de Sol se me acercó para saber dónde estaba su sobrina, pero le dije que no lo sabía y que lo mejor sería darle un rato a solas. Él estuvo de acuerdo y se fue baño. 

Mi rato de tranquilidad no dura mucho tiempo, el amigo de Sol se me acerca y se sienta a mi lado mirando la ventana.

—¿Quieres? —le extiendo el cigarrillo, él niega con la cabeza—. Sol me habló bastante de ti. Me dijo que la ayudaste mucho. Gracias por eso.

—No tienes que agradecer nada. Sol es muy buena persona, es una pena que siempre le pasen cosas malas.

—Es una guerrera. Siempre la relacioné con los guerreros de Esparta. No te confundas, para nada ella tiene una personalidad espartana, pero los espartanos fueron criados desde pequeños para poder soportar terribles sufrimientos y dificultades.

Él se ríe. Tiene sus manos en los bolsillos y mira el paisaje.

—Buena comparación.

Vale, llegó la hora de hacer mis preguntas que suelen incomodar a la gente.

—Tú estabas enamorado de ella, ¿verdad? —le pregunto. Perseo me mira sorprendido—. Me enojaré si me dices que no porque sé que es mentira.

—¿Sol te lo dijo?

—Dudo que ella lo sepa, sino lo habría hecho.

—¿Entonces cómo sabes?

—Analizando las cosas que me cuenta Sol. Para empezar, los chicos se viven enamorando de ella. Y que te hayas enojado tanto con tu mejor amiga por lo que le hizo a Sol y la hayas defendido antes que a tu amiga me suena a que la quieres bastante y no solo como amiga.

—No podía defender a Andrómeda. Ella se equivocó.

—Hubiera sido erróneo que lo hayas hecho, pero es tú mejor amiga y a los amigos se los defiende a muerte. Es como ese meme o lo que sea que sea que dice "Ella puede matar a alguien, pero yo la voy a querer igual" —él me mira detenidamente, yo solo fumo contándole lo que pienso—. Para mí estuviste enamorado de Sol, o tal vez lo estás eso ya no puedo saberlo. Por eso la defendiste tanto ante Andrómeda. Porque, si hubieras querido a Sol solo como amiga, hubieras estado del lado de tu amiga de la infancia.

—Eres muy observadora y analítica, ¿verdad? —me pregunta con una risita.

—Mi pasión es analizar. Descubres mucho de los demás.

Se queda un rato en silencio. Jugando con el borde de su pulóver.

Es un silencio de <<Oh, mierda. Ahora veo todo más claro>>

—Sí, me enamoré de Sol. A diferencia de Andrómeda yo me di cuenta que no tendría oportunidad y no porque fuera lesbiana, solo me bastó escucharla hablar de ti—me dice y empiezo a prestarle más atención a sus palabras—. Ella tiene un brillo especial en los ojos cada vez que lo hace, hasta su voz suena más animada. Y la sonrisa que tiene en esos momentos es la más real que haya visto. Tienes suerte de tenerla a tu lado, ella te ama de verdad.

—Lo sé. Sé que tengo suerte a pesar de que nuestra relación sea un poco difícil—apago el cigarrillo y me levanto—. Iré a buscarla. Llámame cuando esté por empezar de vuelta el juicio.

--

Todos estamos sentados de vuelta en la sala.

La tensión está en el ambiente. Todos esperando ese veredicto final, y esperando que sea justo.

El juez entra al salón y todos se paran. Empieza a decir muchas cosas, a la mayoría ni la entiendo, pero le doy atención igual. Luego Hércules se para para recibir su sentencia.

Dice todos los datos posibles sobre Hércules, hay cosas que hasta yo misma digo: ¿Por qué? Empiezo a prestar más atención cuando escucho:

—...Está sentenciado a cadena perpetua.

Noto como los familiares de Hércules lloran por el resultado. El mismísimo Hércules lo hace implorando perdón por sus actos. 

Miro a Sol, ella tiene su mirada dirigida a sus zapatos.

—Se hizo justicia. Ese cabrón estará en la cárcel por el resto de su vida—le digo animándola 

—Sí. Así es.

Ella no suelta una sonrisa. No sé porque parece no estar feliz.

—Sé lo que piensas—me dice—. Sí estoy feliz, solo que no era lo que quería para Amy.

—¿Y qué querías?

—¿Me acompañas a un lugar?

Sol

Todo fue muy apresurado.

Tenía todo listo desde ya mucho tiempo, sabía que lo haría cuando vuelva de Malibú. No tener a cierta persona a mí lado me duele, pero esto es para ella. 

Por Amy, por las que están y por las que ya no.

Me alegra que se haya hecho justicia. Era lo que quería. Pero esto me pondrá mucho más feliz, porque sé que a Amy se le formaría una sonrisa en el rostro.

Están todos. Mis amigos, mi psiquiatra y algunas chicas que conocí hace un tiempo y me ayudaron en todo esto. La familia de Amy también está. Ahora mismo estoy hablando con su abuela.

—Eres mi estado unidence favorita—suelto una risita—. Aun así, no me agradan esos amigos tuyos—mira en dirección donde están ellos con rabia.

—Oh, tranquila. No soy malos.

—Eso espero. Traje mi bastón.

Que señora divertida. Aunque me da miedito, je.

Me dirijo donde está Mercurio. Él preparó mucha comida junto con Libra y la estan acomodando en una mesita.

—¿Estoy arreglada? —le pregunto acomodándome el cabello.

—Sí. Estás preciosa.

—Debería comenzar a hablar, ¿verdad? Si lo alargo mucho la gente se aburrirá y se querrá ir de aquí.

—Cuando tú te sientas listas, Sol—él nota mi inseguridad—. Tranquila, todo saldrá bien. Arrasarás como siempre.

Antes de subir al escenario respiro intentando tranquilizarme, a lo lejos veo a Luna hablando con mi psiquiatra. Parece que tienen una charla entretenida.

Vale, no me fijaré en eso, tampoco seguiré pensando mucho esto. Me subiré, hablaré, intentaré no llorar y daré por comienzo lo que tanto he querido hacer.

Me subo a la mini tarima y me acerco al micrófono. Por un momento dudo si de verdad quiero dar un discurso, pero debo hacerlo. Quiero hacerlo.

Carraspeo antes de empezar a hablar.

—Hola a todos.

Todos los presenten dirigen su mirada hacia a mí.

Mierda. Me dieron ganas de vomitar.

No lo hagas, luego tendrás que comer arroz el resto de la semana.

Gracias, conciencia.

—Bueno...la verdad es que no sé muy bien que decir porque no preparé nada. Intenté hacerlo, pero no lo logré, voy a decir lo que me salga en el momento—tomo un mini suspiro y miro a Luna, ella me alienta con una sonrisa—. He querido que esto pasara hace tres años. En ese tiempo mi vida era un verdadero caos. Pasé por demasiadas cosas difíciles con apenas quince años. Ahora tengo diecinueve años, apunto que cumplir veinte, je, y creo que por fin estoy lista para hacerlo. Se suponía que al lado mío habría otra persona acompañándome, pero lamentablemente no está aquí y ella es la razón por la que nosotros si lo estamos. Hace unos meses atrás le prometí que yo sería quien la salve y la ayudaría a salir de una posición horrible. Por semanas me torturé a mí misma culpándome de su muerte, diciéndome "Tal vez, si hubieras corrido más rápido" y replanteándome de que no cumplí mi promesa. Voy a extrañar aquella sonrisa que mostraba cada vez que veía un perrito en la calle y sus croissants. La voy a extrañar cada día de mi vida—limpio una lágrima que cae en mi mejilla y veo a la madre de Amy mirándome con una sonrisa—. Pero me di cuenta que aún estoy a tiempo de cumplir aquella promesa. Tal vez no pude salvarla, pero si salvaré su memoria. Ella seguirá viva en mi corazón y en este lugar. Así que, con mucho orgullo, quiero presentarle este pequeño homenaje a mi querida amiga. Bienvenidos a Mya.

Los presentes empiezan a aplaudir y escucho a Perseo chiflando.

Me acerco al pequeño cuadro que estaba tapado por un pedazo de tela y revelo la foto de Amy y de yo abrazándonos.

Se me escapan unas cuantas lágrimas y miro para arriba extrañándola.

Me limpio un poco las lágrimas y bajo del escenario. Al final de la escalera se encuentra la mamá de Amy aplaudiéndome. En seguida que me acerco, ella me abraza.

—Gracias por esto, Sol—me dice—. Ella estaría tan feliz. Tú si cumpliste tu promesa. Sí la salvaste.

.

.

.

.

.

🦊 Nota de la autora 🦊

Hoola

Lloré demasiado escribiendo este capítulo 😢💖

Amo ver a Sol mejorando cada vez más 💖💖💖

Se viene el final de esta historia. Creo que solo faltan unos tres capítulos para el final 😭

Y se acerca el cumpleaños de alguien especiaal. A ver si se acuerdan de quién.

Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1

🌺 ¿Felices por ver a los chicos juntos de nuevo? 🌺

💐 ¿Les pareció justa la sentencia de Hércules? 💐

🐣 ¿Preparados para el final? 🐣

Yo no JAJA.

Los veo el Lunes con un capítulo MUY importante.

Byeee ❤💫❤💫

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top