40: "Yo no quería, te juro que no"
Sol
—Sabes, esta blusa te quedaría muy bien—dice Andrómeda mostrándomela—. ¿Tú qué opinas, Perseo?
—Opino lo mismo que tú. La podrías usar esta noche, Sol.
—Pues yo opino que ni te molestes en buscarme ropa porque no pienso salir—les digo a los dos.
Me han estado insistiendo toda la semana con querer ir a una fiesta. No tengo ganas, pero ellos no comprenden eso. No entienden que no tengo ganas ni siquiera de ir a la cocina de mi casa.
—Sol, en toda la semana no has salido ni al supermercado—me reclama Andrómeda.
—¿Y?
—Que no es sano, entendemos que estés triste, pero debes retomar tu vida normal en algún momento.
La miro con el ceño fruncido mientras me como un muffin. Solo me levanto para buscar comida, y solo salí para ir al juicio de Fleur. Me abrumaron tanto con cámaras que decidí internarme en mi departamento. Tal vez en otro momento de mi vida mi hubiera encantado esa atención.
—Bueno, pero no tengo ganas de ir a una fiesta.
—Vaamos, será divertido, siempre lo es—me anima Perseo.
—Si quieres podemos volvernos temprano, pero estaría bueno que salgas, estuviste encerrada en tu departamento toda la semana.
—No es cierto, salí al balcón.
—Eso no cuenta.
Miro a mis dos amigos mientras me ruegan para que vaya.
Entiendo que quieran que salga de mi casa, Mercurio y Saturno también lo han intentado, pero últimamente no tengo ganas de nada, lo único que me anima es que dentro de una semana viajaré a New York para ver a Luna.
—¿Y bien?—me pregunta Perseo esperando mi respuesta.
Suspiro, cansada de sus insistencias—Está bien, iré—ellos saltan de felicidad y yo niego con la cabeza mordiendo otro pedazo de muffin.
—Por un momento creí que no iba a convencerte—me dice Andrómeda y le sonrió—. Okey, ¿Qué nos pondremos?
—Mientras ustedes se ocupan de eso iré a hacer algo.
—Pero también hay que ver que te pones tú—le digo a Perseo.
—Una camisa y ya está—me responde—. Ya vuelvo.
Perseo se va y me quedo sola con Andrómeda, quién está buscando ropa en mi armario.
Pongo música para mejorar el ambiente y me replanteo la decisión de ir. No creo que sea tan malo ¿verdad? Siempre que voy a alguna fiesta me divierto. Además, va a ver alcohol.
—Andrómeda, ¿sabes si Perseo tiene una novia o algo? —le pregunto.
—Sé que está en algo con una chica, o estaba porque si no entendí mal la chica le fue infiel, pero no estaban de novios formalmente, pero Perseo entendió que sí, la verdad es muy complicado— me cuenta—. ¿Por qué la pregunta?
—Lo vi un poco... ¿enamoradizo? No lo sé, no está como suele ser.
—Sí, cuando Perseo se enamora suele cambiar su humor, ahora está con el corazón un poco roto.
Ah, pobre Perseo.
—¿Y tú? Como vas con tu noviecita esa—me pregunta Andrómeda sacando prendas de mi armario.
—Ah, muy bien. Nos veremos la semana que viene.
—¿Cómo se llamaba? ¿Luan?
—Luna.
—Ah, Luna, cierto. Bueno, mándales mis saludos a Luna—me dice con una sonrisa—. Oh, ya sé, mándale una foto de que estás conmigo.
—¿Para?
—Para que te vea. La pobre debe de extrañar ver tu lindo rostro.
—No es un poco ¿innecesario?
—Na, de seguro le sacas una sonrisa.
Si le mando una foto a Luna de que estoy con Andrómeda cuando venga a Milán le arrancará los pelos, así que prefiero no mandarle nada.
—De seguro está durmiendo ahora, luego le mando.
—Okey—dice y veo como saca brochas de maquillaje—. A prepararse.
Espero que está noche no sea muy larga.
.・✫・゜・。.
La música retumba fuertemente en mis oídos y el olor a cigarrillo me llega inmediatamente junto con el recuerdo de Luna. Las luces de colores afectan un poco me vista, pero no me molestan.
Siempre me pareció divertido venir a fiestas y esas cosas, aunque a veces prefiero dormir como ahora, pero de seguro luego me estaré divirtiendo.
El lugar donde estamos tiene buena pinta. Es la casa de verano de un amigo de Perseo, por lo que me contaron hacen fiestas muy seguido por aquí. Todo tiene un aspecto veraniego. Es demasiado grande por ser una casa.
Perseo me dio un mini tour antes de venir. Me dijo que la barra estaba junto con la pista de baile en el piso principal y que afuera había otra barra. También me dijo que en la parte de arriba me encontraría con un pasillo con habitaciones que, por lo general, iban a ahí para tener sexo.
Cosa que no entiendo de las fiestas universitarias es ¿Por qué mierda siempre tienen un lugar para tener sexo? Son unos hormonales.
Estoy en la barra con Perseo, no quiero pedirme algo aún, pero mi intención es embriagarme.
Dirijo mi vista al chico y veo como él mira fijamente a una pareja. Una chica castaña muy linda y un chico alto y musculoso.
—¿Te pasa algo? —le pregunto elevando la voz así me escucha.
—Na—me responde, pero no le creo.
—¿Esa es la chica que te rompió el corazón?
—Nadie me rompió nada, Sol, y sí es ella—me dice, luego piensa unos segundos—. Espera, ¿tú cómo sabes?
—Andrómeda me dijo algo. Es una estúpida por haber desperdiciado a alguien tan bueno como tú.
—De seguro lo es, pero yo soy más tonto por quererla de vuelta. Es que tú no sabes cómo era el sexo con ella.
—Si estabas con ella solo por el sexo entiendo porque se fue.
—No es solo por el sexo. Es por todo, ella es increíble, le gusta pintar y cocina muy bien. Es... especial.
Veo a la chica de vuelta. Está bailando muy pegada a su pareja mientras mueve sus caderas y le dice cosas al oído. Ella tampoco deja de mirar hacía aquí, es como si quisiera darle celos a Perseo... oh, oh.
Na. Na, a mi niño no.
—Perseo, ¿Qué tan buen bailarín eres?
—Mm, supongo que uno muy bueno.
—Bueno, entonces baila esta canción conmigo como si fuera tu cita—le digo, me ve extrañado.
—¿Eh?
—Lo que oíste, esa chica solo quiere darte celos.
—¿Tú novia no se enojará? No quiero que me golpee cuando la conozca.
—Teniendo en cuenta que no eres Andrómeda supongo que no lo hará— él me ve confuso—. Solo no me toques más debajo de la cadera y no me beses.
Él lo piensa un poco, pero luego me ofrece la mano y yo acepto.
Vamos a la pista de baile agarrados de la mano y cuando pasamos por al lado de la chica Perseo los choca para que noten nuestra presencia.
Cuando llegamos a la pista él me agarra un poco más arriba de la cadera y yo de su hombro. Nuestras manos derechas están agarradas una a la otra y lo miro a los ojos.
El tema que suena es como una mezcla de pop y tango. Él empieza mover sus caderas y yo hago los mismo mirándonos a los ojos.
Lo voy a admitir, Perseo es un gran bailarín, en serio ¿Quién desperdiciaría a tal hombre?
Mis ojos se direccionan para donde está la chica y veo que nos está mirando atentamente.
Pongo un pie entre las piernas de Perseo y él cruza el suyo. Luego me da una vuelta pegándome más a él y seguimos bailando, hasta que yo estiro un pie para atrás y cuando le regreso Perseo lo agarra subiéndolo hasta la altura de su cadera y nuestras respiraciones se chocan.
—Así, querido amigo, le das celos a una persona—le digo y él se ríe.
—Eres la mejor amiga ¿lo sabías?
—Gracias por recordármelo.
Le dejo un beso en la mejilla y el baja mi pie con delicadeza. Veo como mira detrás de mí un poco preocupado.
—Ya vuelvo—me avisa.
Genial, me quedé sola.
Jeje, a beber.
Voy a la barra y me pido un vodka mientras tarareo una canción. La chica a la que estábamos dándoles celos se aleja de su pareja y se va a buscar a Perseo, veo mejor al chico con el que estaba y veo que es mi compañero en el periódico.
Oh, no.
Él se acerca y yo le sonrió no muy contenta de verlo.
—Que gusto es verte, Sol.
—Lo mismo digo, hace mucho no te veo.
—Sí. No sabía que salías con Perseo, ¿no tenías novia?
Aah, ¿Qué mierda digo?
—Solo estábamos bailando y nada más, los dos somos muy buenos amigos—le aclaro y cambio de tema—. ¿Cómo estás tú?
—Muy bien, he pasado tiempo con mi familia, ya que no tenemos clases. ¿Y tú?
—Sobreviviendo—le digo.
—Lamento lo de Amy, es muy triste.
Intentaba no pensar en Amy, pero a veces es imposible, aunque, me gusta recordarla.
—Sí, lo es.
Ambos nos quedamos cayados. Me tomo mi vodka mientras veo como saca una bolsa con pastillas blancas dentro.
—¿Eso es..?
—Se—no me deja terminar mi pregunta—. No me considero un drogadicto, pero me gusta consumirlo de vez en cuando.
—Ah—tomo un sorbo de mi vodka viéndolo de reojo.
—¿Quieres?
—Oh, no gracias.
—Vamos, no es tan malo, de hecho, es muy bueno. Te hará sentir mejor, dejarás de pensar un rato en sobrevivir y solo vivirás.
¿En serio lo estás considerando, Sol?
Lo veo un rato pensando. La verdad, es que quiero olvidarme un poco de todo por un rato.
—A ti te lo dejo gratis—me dice sonriendo.
¿Qué es lo peor que podría pasar?
Pongo mi mano delante de la suya y él me deja dos pastillas en la mano.
Las veo considerando de vuelta lo que estoy por hacer, aún tengo tiempo de arrepentirme.
Se las devuelvo y él me mira confundido.
—Gracias por la oferta, pero creo que solo beberé y ya—le digo.
—Está bien. Deja que te invite un vodka ¿sí? —acepto la propuesta y él pide un trago para los dos.
Estamos un rato esperando hasta que nos lo entregan, en ese momento agarro el celular para ver los mensajes de Luna.
Lunii: rompí un Ferrari.
Lunii: Mentira, yo no hice nada. Fue el estúpido de Leo.
-JAJA.
-Amo que siempre se metan en problemas.
Lunii: A mí mucho eso no me agrada la verdad.
—Aquí tienes—me pasa mi vaso de vodka y le sonrío amablemente—.Salud—me dice yéndose con una sonrisa y yo se la devuelvo.
Por un rato no siento absolutamente nada, pero cuando me doy vuelta para ver la pista de baile mi mundo empieza a girar y a brillar de repente. Ahora todo tiene caritas felices y las luces son arcoíris.
Y me siento bien... muy bien.... ¡Demasiado bien!
Todo lo que me preocupaba despareció y ahora sonreír es más fácil. Lo cual es extraño, porque ni siquiera con diez vasos de vodka me he sentido de esta manera.
Quiero saltar. ¿Quién me lo prohíbe? ¡Nadie!
Empiezo a saltar y abrazo a una chica que tengo al lado, ella me ve extrañada, pero me sonríe simpáticamente.
Me dirijo a la pista de baile e intento lamer los arcoíris, pero cuando me acerco a ellos y lo intento no siento nada. Creí que serían dulces.
—¡Sol! —escucho la voz del chico de hace un rato y me doy vuelta a verlo con una sonrisa.
—¡Túú! —le grito apuntándolo—. Adivino, le pusiste algo a mi trago, ¿verdad? ¿Por qué siempre hacen eso?
El chico suelta una risita y yo igual agarrándome la cabeza.
—Te vi muy deprimida, quería que estés feliz—me dice levantando los hombros. Yo lo apunto a decirle algo, pero él me agarra de la mano y me acerca—. ¿No quieres ir a otro lado?
—Ooooh, noooo. Ni siquiera drogada me acostaría contigo—me separo torpemente—. Mira, tengo una lista de razones. La primera, porque tengo una novia hermosa a la cual amo más que a nadie. La segunda, porque tú me drogaste y no pienso dejar que te aproveches de mí. La tercera...¿Cuál era la tercera? —mis palabras son atropelladas y ni siquiera lo pienso—. Ña, yo que sé. Adiós.
Él me grita, pero lo ignoro perdiéndome entre el tumulto de jóvenes bailando. Iré a recorrer, jeje.
Camino chocándome a la gente y los saludo con una gran sonrisa y con un beso en la mejilla. Muchos me miran confundidos, pero yo solo les sonrío.
Aah, quiero besar a alguien, lástima que Luna está en una gran manzana. La llamaré.
Voy a un pasillo saltando como una niña pequeña y luego me tiro al suelo, aquí no hay mucha gente, la poco que hay está besándose o simplemente no me presta atención.
Busco el contacto de mi noviecita hermosa y la llamo.
—Hola, Sol.
—¡Hooooolaaaaaaa, mi corazón de melocotón!
—Sol, casi me dejas sorda y ¿Cómo carajos me llamaste?
Algo con melocotón, no sé qué es eso y ya olvidé que te dije junto con esa palabra—le digo riéndome—. En fin, me dieron ganas de una cyberpaja ¿quieres?
—¿Qué?
—¿Qué es qué?
—Sol, no te estoy entendiendo una mierda.
—¿Qué es mierda?—le pregunto.
—Okey, ya me estás asustando. ¿Qué estás haciendo?
—Mm, bueno, vine a una fiesta y bailé censualmente con Perseo, tranquila no nos besamos ni nada, era para darle celos a una chica. Luego un chico me dio una bebida con droga adentro, como hizo Júpiter hace tiempo y ahora ¡Veo unicornios y arcoíris!
—¡¿Te dieron qué?! —me pregunta alterada.
—Me dieron pastillitas mágicas, je.
Escucho como Luna dice algo, no sé qué, me distraigo mirando una luz que hay arriba mío. Tiene cristales y es muy grande. Quiero colgarme de ahí y columpiarme.
—¿Sol? ¿estás ahí?
—Estoy viendo una lucecita muy linda—le digo—. Me dieron ganas de tomar más pastillitas mágicas.
—No consumas más pastillitas mágicas ¿okey?
—¿Por qué no? Ahora veo unicornios.
—Porque no y punto—dictamina—¿Con quién estás?
Uuuuuh, ¡Perseo y Andrómeda! Mis besties. Quiero ir con ellos.
Le cuelgo la llamada a Luna y me levanto rápidamente para buscar a mis amigos. Abro mil puertas buscándolos, hay algunas donde hay personas arriba de otras, pero no le doy importancia a eso.
Cuando estoy por entrar a una escucho sus voces.
Me recuerda a esa película que vi una vez, era sobre unos hámsteres que soy espías.
Ya sé ¡Jugaré a ser un hámster espía!
Pongo mi oído en la puerta y escucho lo que dice. Jeje, soy una gran espía. James Bond un poroto al lado mío.
—¡No tienes ningún derecho de ponerte celosa! —escucho la voz Perseo.
—¡No lo estoy!
—Sí, ajá. Por eso me miraste con esa cara.
—Puedo mirar con la cara que yo quiero, pero le estabas faltando el respeto a Sol.
—¿Faltarle el respeto? ¡No he hecho nada sin su consentimiento! ¡Que tú estés enamorada de ella y estés celosa no te da derecho a acusarme de tal cosa!
—¡Que no son celos!
—¡Lo son! ¡Te dije una y otra vez que te olvides de Sol y no me has escuchado! La única persona que le está faltando el respeto a otra eres tú por no respetar a Sol y a su novia, porque te informo, Andrómeda, ellas dos tienen una bonita relación y no necesitan a gente como tú para que la arruine.
—¿Llamas a lo qué tienen una relación? Literal se ven dos veces al año.
—Andrómeda, te lo diré por última vez y espero que te entre en tu cabecita ¡Sol no te quiere!
¿Sol? ¿Quién es Sol? Ese nombre se me hace familiar.
—¿Sabes? Tal vez el celoso aquí eres tú.
—¿Yo?
—¡Sí, tú! —le grita Andrómeda—. Estás celoso de que yo si tengo una oportunidad con Sol.
—Yo no gusto de Sol.
—Ah, ¿no? Porque cuando la conociste no pudiste sacártela de la cabeza por un mes.
—Sí, lo admito, me llegó a gustar Sol, pero cuando me enteré que estaba en pareja decidí apartarme y es lo que deberías hacer.
—¡No, lo hiciste porque es lesbiana! Si no lo fuera hubieras intentado tener algo con ella y como no puedes estás celoso de que yo si pueda conseguirlo.
—No son celos ¡intento hacerte entender que Sol no te quiere, porque con este juego que estás jugando acabará mal para ti y para Sol!
—¡O tal vez tengamos un final feliz juntas!
—¡Sol ya tiene su final feliz escrito junto a Luna, entiéndelo de una puta vez! —le grita Perseo—. ¡Tú no eres nadie para ponerte celosa y mucho menos para arruinar una relación!
Ay, me pica el codo.
Apoyo mi codo en el picaporte de la puerta para arrascarme, esta se abre y caigo al piso.
Aaaw, de seguro el dios de los pisos hizo que yo me cayera como señal para darle un besito al pobre del piso porque se siente solito.
Le daré al pobre piso un besito.
—¿Sol?—escucho la voz de Perseo.
—Aaaah, ¡Mi compañero de baile favorito!
Corro hacia Perseo y me cuelgo de su cuello. Mis pies flotan en el aire y veo como por mi movimiento él casi se cae, pero logra mantenerse parado y me agarra con dificultad.
—¿Escuchaste todo?—pregunta Andrómeda.
—Escuché algo de una tal Sol, no sé quién es, como soy un hámster no me relaciono con humanos—le explico y veo como Andrómeda me mira con extrañez.
—¿Eh?
—Soy un hámster feliz—susurro con una sonrisa.
Perseo me aleja y me agarra el rostro con ambas manos examinándome. Yo saco la lengua y empiezo a chuparle el dedo. Él me saca la mano rápidamente, asqueado.
—¿Qué mierda tomaste?
—Un chico me dio un vodka con pastillitas mágicas.
—¿Qué? ¿estás drogada?
—¿Quién está drogada?
—Tú.
—¿Yo? ¿Cómo me voy a drogar si soy un hámster feliz que no necesita drogas?—le digo—. ¿Droga se llaman a las pastillitas mágicas? No me gusta ese nombre.
—No puede ser—Perseo se agarra la cabeza—. Te dejé un segundo sola.
¿Un segundo nada más? Parecían más minutos.
Perseo discute con Andrómeda por algo, no sé qué, no me importa. Estoy dando vueltas por toda la habitación y toqueteando todo con curiosidad.
Cómo que de repente hace color
Me saco la remera quedando solo con un corpiño de encaje, el cual no me tapa mucho la verdad, pero es bonito. Es rosa, a mí me gusta.
Perseo dirige su mirada hacía mí y la aparta rápidamente.
—¿Qué pasa? ¿no te gusta mi corpiño? —le pregunto curiosa.
—No...no es eso...
—Oh, ¿quieres tocarme una teta?
Perseo evita mirarme, pero desde aquí puedo notar como se enrojeció y como abrí los ojos por la sorpresa. Por otro lado, Andrómeda está actuando bastante normal. Ella se acerca a mí.
—Ven, Sol, te pondré una campera—me dice Andrómeda agarrándome de la mano, yo se la saco.
—No quiero, tengo calor.
—No te pregunté póntela y punto.
La miro con mala cara y me pongo la campera quejándome de su mandato. Ella solo se frota los ojos y Perseo mira para otro lado.
—Bueno, nos iremos de aquí ¿okey? —anuncia Perseo.
—Pero, no terminé con mi misión.
—¿Qué misión? —me pregunta Andrómeda, me quedo pensando un rato.
—Mmm, ya la olvidé.
Perseo se va a buscar las llaves de su auto y me quedo sola con Andrómeda. Ella está sentada mirando a la nada, pero pensando en todo y yo salto felizmente disfrutando la vida de un hámster.
Escucho una canción que me encanta y salto con más alegría.
—¡Ven! —llamo a Andrómeda.
Le agarro las manos y empiezo a saltar y bailar con ella. Andrómeda no se ve feliz, quiero que esté feliz.
—¿Por qué estás triste?
—Oh, por nada importante—me responde.
—¿Tú ves a los unicornios y los arcoíris? Eso de seguro te hará sentir mejor—ella se ríe.
—No, creo que otra cosa lo haría.
—¿Qué? Dime. Quiero que seas feliz—le insisto.
Ella me mira con sus ojos verdes y paro de saltar para verla también.
Andrómeda se me acerca y nuestras respiraciones se chocan al igual que nuestras narices.
Ella es mucho más alta que yo y apenas llego.
—¿Te he dicho lo hermosa que eres? —me pregunta corriendo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
—Tú también eres linda—le digo con una sonrisa.
Se me queda viendo un rato más y luego siento como choca sus labios con los míos.
Yo no reacciono. Me quedo ahí parada sin entender muy bien que pasa. Aunque no me gusta esta situación, quiero apartarme, pero no quiero que ella se ponga triste otra vez.
Ni siquiera muevo los labios, solo estoy ahí parada mientras mueve los suyos sobre los míos.
Luego me aprisiona contra la pared y besa mi cuello apasionadamente, una vez más, no hago nada. No sé exactamente lo que está pasando.
Sus labios vuelven a los míos y es extraño, porque no siento el sabor a cigarrillo en ellos.
Cigarrillo...Luna.
Mierda, no, no, no.
Empujo bruscamente a Andrómeda con lágrimas en los ojos y ella me mira con la respiración agitada.
—¿Qué-qué haces? —le pregunto tartamudeando.
—Lo que he querido hacer desde el día que te conocí, Sol, y sé que tú también lo has querido.
—¡Tengo novia!
—Pues olvídate de ella un rato y solo vive, Sol—se me cae una lágrima.
—No, tú olvídate de mí y de la idea de que podríamos tener algo alguna vez.
Mierda. No.
No quise hacer eso... yo... no sé qué mierda hice.
Acabo de traicionar a Luna.
Siento como el aire me empieza a faltar y las lágrimas empiezan a caer por mis ojos una y otra vez. No. Yo no quería eso.
Luna no se merecía eso. Ella... ella no me merece.
Dios, soy una terrible novia.
Mis manos tiemblan e intento respirar, pero parece imposible. Me siento mareada.
Me dirijo a tropezones a la puerta y me choco con un cuerpo que me agarra a cuando nota que estoy a punto de caerme.
—Listo, vamos—escucho decir a Perseo.
Lo abrazo mientras lloro desconsoladamente y él me mira extrañado, luego ve a Andrómeda y le pregunta.
—¿Qué pasó? ¿se dio cuenta qué no es un hámster? —pregunta.
Andrómeda no le responde, no sé qué cara pone, no quiero verla. Ya no quiero hacerlo.
—An...
—¡Luuna! —grito llorando y me tiro al piso.
Perseo me agarra y me ve con más preocupación.
—¿Andrómeda qué mierda hiciste?
Ella no dice nada por uno segundos, el semblante de Perseo es serio y preocupado.
—Solo nos besamos—le dice finalmente.
La besé.
Traicioné a Luna y a eso jamás me lo voy a perdonar.
.
.
.
.
.
🪄 Nota de la autora 🪄
Hoola.
La verdad es que no sé que decir al respecto.
Lo mal que se va a sentir Luna cuando se entere de esto 🥺🌙
Cada vez que Sol va a una fiesta significa una cosa: caos.
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
☀ ¿Creen que Sol tenga la culpa? ☀
🎸 ¿Cómo creen que Luna se tome esta noticia? 🎸
🐞 ¿Una canción que les recuerde a Sol y a Luna? 🐞
Nos vemos el lunes ♥♥
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