37: "En un futuro..."

Sol

Estoy llorando en el baño del hospital mientras hablo con Luna sobre lo que pasó.

—Ella estaba tirada en el suelo co-on un enorme charco de sangre y no reaccionaba, y estaba tan preocupada—le cuento a Luna mientras lloro.

No sé si me está entendiendo, con todo lo que estoy llorando dudo que lo haga, pero veo por medio de la pantalla como mira con atención y preocupada.

—Sol, intenta respirar—me dice por séptima vez.

—¡Es que no puedo, ya deja de decirme eso!—le digo levantando la voz, luego sigo llorando.

Odio gritarle, pero ahora mismo no puedo hacer lo que me pide y estoy paranoica.

¿Y si se muere? No quiero que Amy muera.

¿Cómo carajo pasó esto? ¿Fue Hércules?

Me agarro la cabeza mientras lloro. Apoyo mi espalda en la pared y me deslizo hasta el suelo hundiendo mi cabeza en mis rodillas.

—Sol...

—No se puede morir. Le prometí que la ayudaría, que estaría para ella no puede ir se aún—lo digo más para mí misma que para Luna.

—Y no lo hará, Sol. Cumplirás tu promesa estoy segura de ello, tú siempre las cumples. Ahora, te pido por favor que intentes tranquilizarte e intentes respirar profundo. Sé que es difícil, pero estoy aquí para a ti. Te voy a ayudar.

Eso hace Luna, ayudarme a tranquilizarme. Estoy un rato intentando hacer los ejercicios de respiración que me dijo mi psiquiatra y Luna intenta hablarme de otra cosa para distraerme. Al cabo de unos minutos ya puedo controlar mi respiración.

Limpio mis manos mientras gimoteo e intento pensar con claridad. Luego agarro mi celular y voy al lavamanos para limpiarme la cara. Lo apoyo en la pared para que Luna pueda ver.

—¿Cómo está tu amiga? Me has dicho de todo menos eso—me pregunta Luna.

Suspiro antes de contestarle—Ella está...estable. Tiene una apuñalada en la parte del riñón y creo que tendrán que hacerle un trasplante, pero aún no consiguen un donante y yo no soy compatible. Estamos esperando a que llegue su mamá.

—Bueno, por lo menos está estable. ¿Está despierta?

—No lo sé, hace un rato no lo estaba—le cuento—. ¿Y si se muere? Un trasplante de riñón es muy común, pero ella solo tiene uno, porque hace unos años le dio el otro a su papá. Hacerse dos cirugías de ese tipo es muy peligroso. 

—El riesgo está, Sol, pero hay que tener fe. Tú amiga se pondrá bien hay que pensar en eso—me dice—. ¿Qué necesitas? Estoy aquí, puedo ayudarte en lo que sea.

Se me forma una sonrisa en el rostro por sus palabras y le digo:

—Un abrazo tuyo, pero esperaré un mes para eso. Iré a ver cómo está Amy ahora, luego te llamo.

—Claro, escríbeme cualquier cosa que necesites e intenta estar tranquila ¿sí? Soy consciente que en momentos así la tranquilidad no existe, pero intenta crearla.

—Gracias, te amo.

—Y yo a ti, te veo luego.

Cuando termino la llamada intento arreglarme un poco y salgo del baño con un poco de maquillaje corrido. Estoy técnicamente en pijama porque no he vuelto a mi casa aun, pero tengo un short de jean y un buzo de Mickey Mousse que casi lo tapa, así que creo que no estoy tan mal. También tengo unas converse mal atadas que le robé a Saturno antes de salir corriendo y mi cabello rubio está sujetado por un broche. Así me visto cuando estoy sola en mi casa.

La mamá de Amy aún no ha llegado porque estaba en un viaje de trabajo, pero ya está en camino y me dijo que viene a toda velocidad, solo está la abuela de Amy, quien me ha estado apoyando mientras lloraba.

Amy me ha hablado mil y una vez de lo mucho que se abuela odia a los estados unidence, y esta noche ha tenido que tranquilizar a una que no paraba de llorar, por suerte, ella piensa que soy australiana por mi acento, espero que no se me escape el estado unidence.

Me acerco a ella y veo que está tejiendo algo.

—Toma, corazón, te traje lana para que tejas—me dice pasándome un ovillo de lana amarilla y unas agujas de tejer.

—¿Por qué quieres que teja?

—Es un buen ejercicio para evitar llorar, me gastaste todos los pañuelos que tenía, es mi último recurso porque si no se muere Amy tú te morirás por llorar tanto.

—Lo siento, no era mi intención.

—Está bien, sé que quieres mucho a Amy. Ella me ha contado de ti, me dijo que tiene una amiga que sabe muchos idiomas y la ayuda con el inglés—me cuenta mientras yo empiezo a tejer—. También me dijo que tiene una amiga estado unidence, no serás tú, ¿verdad?

Trago en seco, Amy me dijo que si conocía a su abuela jamás le dijera que soy de Estados Unidos porque me patearía el culo. Parece una señora tierna, pero también parece que es el tipo de señora que te corre con la chancla.

—Mm, supongo que es otra amiga.

—¿En serio? Porque pareces ser una gringa

Odio que me digan gringa. Y esta señora ya me intimida.

—Soy de Australia—le miento.

—Ah, tienes un poco el acento. Suerte que no vienes de ese país donde las armas son legales y roban cualquier costumbre de otro país por su falta de originalidad, y ni hablar de cómo tratan a la gente de color.

—¿Gente de color?

—A los negros, corazón.

—¿Y por qué no los llama así?

—Porque no quiero ser racista.

—Es más racista que los distinga como "gente de color" como si fueran diferentes por ello. La realidad, es que no deberíamos ni fijarnos en su color de piel como si fuera diferente al nuestro, claro que es diferente, pero no hay nada de malo en eso porque solo es piel y tienen nuestros mismos derechos, pero el mundo no está listo para esa charla.

—Tienes razón, ¿eres la amiga lesbiana de Amy?

—Mm, supongo.

—¿Es difícil serlo?

—Bueno, no es fácil. Aunque la mayoría de las personas ya lo aceptan y están a favor de ello, algunas aún creen que es una enfermedad que hay que curar, un gran ejemplo de ello es mi mamá, pero creo que ya lo está aceptando. Aun así, cada vez que salgo a la calle con mi novia noto las miradas extrañas de algunas personas como si fuéramos diferentes, cuando en realidad somos iguales a las demás parejas. Sé que no miran así a un chico y a una chica que se besan, a nosotras nos miran como si fuera algo extraño y odio eso.

—Sabes, descubrí que hablándote de temas "tabú" es la manera de que dejes de llorar. Es una buena distracción para ti.

Es la verdad, hablando de estos temas logré tranquilizarme un poco y pensar en otras cosas que no sea la posible muerte de Amy.

—¿Cómo haces para no estar preocupada? —le pregunto mientras tejo.

—Lo estoy, créeme que sí, pero sé muy bien que a Amy no le gusta verme llorar y sé preocuparía mucho. Además, tú necesitabas apoyo, eso me desconcentró un poco de esta situación.

Ella termina de tejer una manta y la dobla con delicadeza mientras la miro. Luego me da la manta y la sujeto, confusa.

—Llévasela a Amy, es para ella—me pide y lo hago.

Camino hasta el cuarto de Amy y la veo durmiendo allí. El ruido de las maquinas es lo único que se escucha junto con mis pasos.

Me acerco a la camilla cuidadosamente y dejo la manta en sus pies.

—¿Lo hizo mi abuela?

Su voz me sorprende y hace que me sobresalte un poco, pero también me alegra escucharla, aunque su voz suena débil y apagada.

—Así es. Lamento haberte despertado.

—Está bien, quería verte—me dice—. Me han dicho que estás muy preocupada.

—Solo un poco.

—Sí, claro. Estaré bien, Sol. Mi mamá llegará en un par de minutos y me harán la cirugía.

—¿Y si falla la cirugía?

—Supongo que moriré y me reencontraré con mi papá y mi abuelo. Estaré bien si eso llega a pasar.

—Yo no lo estaré si eso pasa. Amy, aún no he cumplido mi promesa.

—¿La de salvarme? Sí me salvaste, Sol, en este último mes he llegado a ser tan feliz gracias a ti. Hasta me enfrenté a Hércules, como verás no me fue muy bien, pero al menos lo intenté—ella me mira con una pequeña sonrisa y yo con lágrimas—. Eres una excelente persona, Sol, una que se preocupa por los otros y hace todo lo posible para que se sientan bien porque sabes lo que se siente estar mal. Eres un rayo de luz que irradia alegría pura, en un futuro serás muy exitosa.

—Igual que tú...

—Puede que sí, quién sabe. Pero tengo que darte las gracias, porque gracias a ti pude sonreír por última vez.

—Deja de hablar como si te fueras a morir.

—En algún momento eso pasará, tal vez me salve de esta, pero eso no me hará inmortal, por eso lo digo, porque no siempre hay tiempo para hacerlo.

Limpio mis lágrimas mientras ella me agarra la mano.

—Cuando salgas de esta, iremos a tomar un helado—le digo y ella sonríe.

—Está bien, lo haremos. Ahora, sé que no has comido nada desde que estás aquí, así que ve a tomarte algo porque se te bajará la presión y no quiero eso.

—Está bien, te veo luego—me despido dirigiéndome a la puerta.

—Nos vemos pronto, Sol.

.・✫・゜・。.


Me devoro un muffin mientras Perseo me mira como si fuera una piraña. No me importa, como así de rápido cuando estoy nerviosa, estoy acostumbrada a esa mirada.

—Sol, bájale a la ansiedad—me dice mientras me ve—. O mínimo detente a tomar agua.

—No necesito agua, como así de rápido siempre.

—Okey, si tú lo dices.

Estoy nerviosa porque la mamá de Amy acaba de llegar y se está haciendo estudios para ver si es compatible con su hija, si no llega a ser compatible tendrán que ponerla en la lista de trasplante y no tiene mucho tiempo.

Suelto el muffin que estaba comiendo y tomo un respiro, la verdad es que no como así de rápido nunca, solo cuando tenía atracones de comida unos años atrás.

—¿Alguien en la universidad sabe cómo está Amy?—le pregunto a Perseo.

—Solo tú y yo, y Hércules, claro. Maldito imbécil.

Cuando vea a Hércules le patearé los huevos o mejor, implementaré "la gran Júpiter", partirle una botella en la cabeza y que está vez si lo mate.

—Sabes, asesinarlo en Estados Unidos sería más fácil, allí puedo comprar armas en el súper mercado y ya está—le digo a Perseo y él me mira asustado.

—Esa violencia en ti me asusta mucho, Sol.

—Solo sale a la luz cuando estoy enojada con alguien.

Con Perseo recorremos el hospital y hablamos de cosas de la universidad, me doy cuenta que lo hace para que piense en otras cosas. Nos sentamos en unos bancos mientras termino de tejer un suéter para Amy, estuve todo el día haciéndolo, pero que le guste.

—Así que, dentro de un mes viajas a New York—me pregunta el chico a mi lado.

—Así es, luego iré a Malibú con Luna—le cuento—. Ella quiere tener sexo en la playa, yo estoy negada a esa propuesta.

—¿Por qué? Es divertido.

—Prefiero hacerlo en la intimidad y en una cama. Como mucho pienso hacerlo en la ducha.

—Podrías probarlo, es una gran experiencia.

Veo como una enfermera pasa corriendo al frente nuestro y como casi se tropieza, pero seguimos nuestra charla.

—¿En qué lugares extraños has cogido?

—Mm, varios, me gusta hacerlo en cualquier lugar. Pero creo que el más, más extraño fue en una plaza—me responde.

—¿En serio?

—Sí, detrás de un árbol. Me gusta hacerlo en lugares públicos si tengo que ser sincero—me cuenta Perseo y niego con la cabeza—. ¿Y tú?

—En las escaleras de mi escuela—le cuento y él se ríe.

—¿Cómo mierdas llegaron ahí?

—Bueno, era el baile y fui a visitar a Luna, y digamos que ella estaba tan linda y yo en esos momentos era muy hormonal, así que no nos resistimos.

—¿Alguna vez cogiste con un hombre?—me pregunta.

—Mm, no. Siempre lo hice con Luna.

—¿Y harías un trio?

—¿Quieres proponerme algo?—le pregunto mientras me rio.

—No, solo estoy haciendo preguntas estúpidas—me dice.

—Bueno, la verdad es que me gustaría probarlo, pero no me convence del todo la idea.

Con Perseo seguimos charlando de cosas hormonales y yo por fin puedo terminar mi suéter.

—Iré a llevárselo a Amy—le aviso a Perseo.

Camino por el hospital saludando a las enfermeras y doctores que pasan con el suéter con la mano.

Espero que le guste. Es amarillo y no tiene ningún motivo o algo de eso, pero a ella le gustan las cosas sencillas, creo.

¿Y si no le gusta el amarillo? Digamos que no combina mucho con su cabello rojo, pero, aun así, le quedaría lindo. Amy es una chica hermosa, así que todo le queda bien.

Cuando me acerco a su habitación escucho a su doctora decir:

—Hora de la muerte 20:35.

Veo como una de ellas baja el reanimador con un semblante triste y como otra la tapa con una manta blanca.

Suelto mi suéter y este cae al suelo junto con una lágrima.

No, no, por favor, no.

—¿Qué pasó?—pegunto con voz temblorosa y notan mi presencia.

—Su riñón empezó a fallar, intentamos reanimarla, pero ya era demasiado tarde. Lo siento mucho, ella falleció.

—Pero- pe, no pueden parar, sigan intentándolo por favor, ella- ella no puede morir, aun no—les digo llorando.

—Ya no había nada más por hacer. Lo siento mucho—me dice la enfermera y yo niego con la cabeza.

—No, no. Por favor, se lo suplico ¡Hagan algo!

Me acerco corriendo a su cuerpo y la enfermera intenta agarrarme del brazo, pero me zafo se su agarre y me tiro al cuerpo de Amy para abrazarla mientras lloro.

—¡Por favor, hagan algo! ¡Ella no puede morir, le prometí que la salvaría, por favor!

Una enfermera me agarra alejándome del cuerpo de Amy mientras lloro desconsoladamente. 

—¡Amyy!—grito llorando. 

Y nuevamente siento aquella sensación. Esa en la que sientes que estás atrapada en un circulo de tristeza y te sientes insuficiente. En la que solo sientes dolor y escuchas como tu corazón se fragmenta en una parte.

Hace unos días hablábamos del futuro. Del futuro que le arrebataron. 

—¿Qué te gustaría que pasara en un futuro? —me pregunta Amy mientras hacemos nuestra tarea.

—Mm, convertirme en una diseñadora famosa no suena nada mal, y casarme con mi novia—le digo—. ¿Y tú?

—Bueno, estoy estudiando psicología, así que me gustaría poder ayudar a los demás algún día. Pero, no me refería a eso.

—¿A qué te referías?

—¿Quién te gustaría ser en un futuro? Por ejemplo, a mí me gustaría poder ser feliz. No digo que no lo sea, soy feliz cuando estoy con mi abuela o con mis hermanitos, pero, me gustaría que ese sentimiento de que no soy suficiente desaparezca. No quiero fingir una sonrisa, quiero que sea original. No me quiero morir sin antes haber sonreído de verdad.

Veo como se llevan el cuerpo de Amy tapado con una manta blanca mientras lloro tirada en el suelo y una enfermera intenta tranquilizarme. 

Sus palabras se oyen lejanas. Lo único que escucho es la voz de Amy en mi cabeza, contándome todo lo que quería lograr y lo que quería hacer. Recordando aquella promesa que será enterrada junto a ella.

—¡Le prometí que la salvaría, no puede morir aún!—grito mientras lloro.

No puede ser verdad, no quiero que lo sea. Ella tiene que ser feliz. Ella debe vivir para poder cumplir su sueño.

—¿Qué pasó?—pregunta la mamá de Amy—. ¿Dónde está mi hija?

—Señora...

—¡Ella murió! —exclamo entre lágrimas.

Me paro como puedo y me tiro sobre ella abrazándola. 

—¡Lo siento, en serio lo intente! ¡En serio quería salvarla!—lloro en su hombro.

—¿Qué? No, no por favor—ella me empuja y caigo al suelo de culo—. ¿Dónde está mi hija? Quiero verla—le dice a la enfermera.

—Señora... lo siento muchísimo.

—¿Lo siente? ¡¿Dónde está mi hija?! ¡Se supone que ella estaría bien, no puede morir!

—Su condición era muy delicada, no pudo sobrevivir.

—No, no. Mi niña no—niega la mamá de Amy llorando—. ¡Ella no puede morir aun, es muy joven, por favor no!

Su madre se arrodilla mientras llora desconsoladamente agarrándose el pecho. En ese momento llega un hermanito de Amy.

—¿Qué pasó, mami?—le pregunta el niño—. ¿Por qué lloras?

—¡Mi hija no!—grita su madre llorando y yo oculto mi cabeza entre mis piernas.

También llega la abuela de Amy llorando y abraza a su hija entre lágrimas. Su hermanito mira confundido por unos momentos y me mira. Entiende la situación y empieza a llorar también.

Siento unos brazos rodeándome y no tengo que darme vuelta para saber que es Perseo. Aun así, lo hago y lo abrazo fuertemente. Escondo mi cara en su cuello y lloro desconsoladamente ahogando gritos en su hombro mientras él me abraza de la misma manera.

Lo único que me repito una y otra vez es que Amy está muerta. 

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Nota de la autora ⛅

💔💔

No tengo palabras.

El primer capítulo del año y empezamos mal, lo siento.

Amyy, mi vida, me agradabas 💔💔

Lloré demasiado escribiendo este capítulo, y luego lloré aun más editandolo.

Cadena para abrazar a Sol: 🧍‍♀️

Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1

💔 ¿Extrañarán a Amy? 💔

💐 ¿Creen que Hércules tenga su merecido? 💐

🕯¿Les gustaría abrazar a Sol? 🕯

Este es el primer personaje que mato y me duele, no entiendo como pueden hacer estas cosas 💔💔

Los veo el viernes ❤

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