Luna

Ya ha pasado un mes y medio del tiroteo, y ya me siento bien...mejor. Es algo que aún me atormenta, pero ya no tanto como hace un mes atrás.

Fue un mes lleno de pesadillas y mucha ansiedad, pero como dije antes, estoy mejorando. Marte y me psicólogo me ayudaron mucho en el proceso y también Urano. 

Aun tengo algunos ataques de pánico cuando recuerdo todo lo que pasó y a veces no puedo dormir porque tengo pesadillas. Pero eso se fue calmando de a poco, Leo me ayudó mucho.

Él se quedó en mi departamento todo el mes y convivíamos juntos. Nuestro psicólogo nos ayudaba, pero nos servía más hablar y apoyarnos entre nosotros que sabíamos lo que se sentía todo aquello. Canis no se quedó, pero iba seguido a mi departamento a vernos y charlar.

Lo que sirvió como distracción fueron dos cosas: el problema con mi abuela y el videoclip para la competencia de bandas.

Aquila y Lyra querían bajarse de la competencia para que podamos recuperarnos mejor de todo lo que pasó, pero los tres insistimos que de ninguna manera iba a pasar eso. No queríamos abandonar la competencia y mucho menos queríamos que ellas dejen su sueño por nosotros.

La canción ya la teníamos. Estamos muy orgullosos de ella. La letra la escribimos entre todos, no es de amor, para nada lo es. La letra es un descargo a toda la gente que nos hizo menos por nuestra manera de ser o nuestra economía. Y la melodía es rock puro, de eso nos encargamos Lyra y yo. 

Grabar el videoclip fue un poco más complicado, pero fue como una llovizna entre tanta tormenta. Me divertí, fue uno de los únicos momentos que puedo decir que no fingí una sonrisa en aquel mes.

A pesar de lo difícil que fue grabarlo, estoy satisfecha con el resultado. Porque no hay cosa más nuestra que ese video y esa canción. Tiene nuestra esencia y eso nos enorgullece. 

Sol fue la primera en ver el videoclip. Lo describió como algo un poco...atrevido. Me reí al escuchar aquella palabra. Porque para la princesita educada que es Sol ese video era pura rebeldía.

Así fue nuestra conversación:

—¿Así que no te gustó? —le pregunto girando en mi silla.

—No. No. Me encantó—se apresura decir—. Es muy original. Muy ustedes como dijiste tú. Pero sabes como soy yo, je. Soy más de los videoclips románticos y de esos que tú consideras que son ridículos.

Eso es cierto. Recuerdo que una vez le mostré el videoclip de la canción Animals, de Maroon 5. Casi se desmaya al verlo. Estaba horrorizada. 

Nuestra video para nada es así, pero es el tipo de video que a Sol le suelen impactar.

—Es que—empieza a decir moviendo las manos—. Seré directa, su video grita sexo y la letra ni siquiera habla de eso.

Estallo en una carcajada. Me imaginé que diría cualquier cosa menos eso. Aun así, me gusta aquella descripción.

Todo este tema del videoclip me ayudó a distraerme y pensar en otras cosas, pero sé que el tiroteo me atormentará toda mi vida, no es algo que se supera fácilmente, pero si puedo aprender a vivir con todo esto.

Otra cosa que consideré como una distracción a todo esto es mi abuela, ella me cuidó estos meses, pero no olvido lo que me dijo Phoenix y ya tomé una decisión al respecto. Espero que sea la opción correcta.

Ahora mismo estoy en un teatro esperando el veredicto final del jurado sobre quien pasará a la final de la competencia de banda.

—Del 1 al 10 ¿Qué tan nerviosa estás?—me pregunta Leo, quien está a mi lado.

—Un 8. Creo que podríamos ganar.

—Yo también, pero está esa voz en mí que me dice que no lo lograremos—me dice.

—Admito que yo también la tengo, pero la opaca mi seguridad.

—Oigan, dejen de hablar que me ponen nerviosa—interviene Aquila en nuestra conversación.

—Ahora sabes lo que se siente—le digo con una sonrisa y ella me saca el dedo del medio con una media sonrisa.

Veo como el escribano se nos acerca con un sobre en la mano y ahora si los nervios empiezan a ganarme.

¿Qué cara pongo si llegamos a perder? Tengo que parecer buena perdedora.

—Damas y Caballeros, aquí tengo el veredicto final sobre quién ganará está ronda y pasará a la gran final. Mis felicitaciones a cada banda, ambas lo hicieron muy bien, pero solo una será la ganadora—dice el señor—. Ahora sí, sin más preámbulos, la banda que irá a la final será...

Por favor, por favor.

—¡The true Colors!

Salto de alegría la escuchar el nombre de la banda y me monto arriba de Leo quien me recibe con felicidad y saltando. Creo que hasta está llorando.

Luego me bajo y abrazo a Lyra.

—¡No puede ser, iremos a la final!—me dice Lyra moviendo mis manos.

—¡Lo sé y deja de agitarme las manos porque si me las rompes no podré tocar!—le digo y ella me suelta, luego se agrega Aquila al abrazo.

Los cuatro estamos saltando de alegría mientras el confeti cae y la música retumba en el lugar. La otra banda nos ve con mala cara, pero ni siquiera nos fijamos en ellos, estamos demasiado felices para darles atención.

Tras vestidores seguimos festejando hasta que llegamos a la casa de Lyra. Comemos pizzas y hablamos un poco más calmados.

—Brindo por esta bella banda que ahora irá a la final de uno de los concursos más importantes de New York—dice Aquila y todos levantamos nuestros vasos gritando.

—Ni siquiera puedo creerlo, jamás pensé que llegaríamos tan lejos—comenta Lyra con una sonrisa, Canis está a su lado abrazándola.

—Ni yo, pero lo hicimos y ahora hay que festejar eso.—le contesta Leo abriendo una botella de vodka.

A Sol le gustaría estar aquí y no necesariamente para destejar conmigo, sino porque hay vodka.

—Los amo, chicos—dice Canis de repente.

—¡Aaaw! —decimos todos al unísono mientras Leo lo despeina, yo tuerzo la cabeza con ternura.

—Lo digo en serio. Luego de lo que pasó estoy agradecido de por estar aquí disfrutando este momento—nos dice el peli blanco.

—Lo sé, yo siento los mismo—le responde Leo.

—Chicos, sé que para ustedes este último mes ha sido una completa pesadilla, por eso quiero agradecerles por seguir adelante con esto a pesar de sus problemas—nos dice Aquila.

—Si hay que ser sinceros, ustedes dos nos ayudaron mucho este último mes, así que gracias a ustedes también—le digo a Aquila y Lyra.

Ellas nos ayudaron en todo y jamás nos abandonaron o nos presionaron. Estoy muy agradecidas con ellas y sé que Leo y Cannis igual.

—¡Estamos agradecidos!—dice Leo con la voz de los alienígenas de Toy Story y todos nos reímos.

—Un abrazo grupal—propone Lyra.

Todos nos reunimos y nos demás un fuerte abrazo.

Lo admitiré, amo a estos chicos.

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—Sabía qué hacía bien al contratar a esta chica. La comida que hace simplemente te lleva al cielo—dice mi abuela saboreando un pedazo de camarón.

Mi abuela sigue alagando a su nueva chef mientras miro insegura aquel plato, pero pruebo un mordisco.

Yo solo quería una pizza, no un bicho rojo con pinzas, aun así, no está tan feo, pensé que sería peor. Prefiero mil veces las hamburguesas de los carritos de comida.

—¿A ti te gusta, Luna? —me pregunta.

—No suelo comer este tipo de cosas, pero no está feo—le respondo jugando con la pinza de aquel bicho.

Estoy nerviosa por esta cena, pero sé que es lo que tengo que hacer y por más de que me duela hacerlo es lo correcto. Además, quiero terminar con todo esto lo más rápido posible. 

—Abuela—llamo su atención—. ¿Puedo preguntarte algo?

—Si es que estás en la herencia así es.

Oh, bueno creo que cambiaré mis planes y solo la envenenaré. 

—No, no es eso. Es sobre tu trabajo. Específicamente ¿de qué trata?

—Bueno, creamos farmacéuticos y luego los vendemos. Yo soy dueña de la empresa así que no hago mucho más que controlar algunas cosas—me explica—. ¿Por qué preguntas?

Tomo un suspiro ante su pregunta.

—Una persona me contó algo preocupante sobre eso y he estado muy inquieta los últimos días por eso. Seré directa ¿estás en el tráfico de personas?

Ella me mira un segundo, al principio puso cara de sorpresa, pero intentó disimularla, luego se rio abiertamente como su hubiera contando el chiste más gracioso de existencia.

—Ay, Luna, ¿de dónde sacaste eso? —me pregunta luego de reírse.

—Como ya dije me lo contó una persona. ¿Es cierto?

—Luna, la gente inventa cosas solo para hundir a otras, pero no, no es verdad. Jamás haría tal atrocidad—a mí me entran ganas de llorar, pero hago eso aun lado y mantengo la compostura.

—¿Y por qué querías mi collar? Te vi hurgando en mis cosas, sé que lo buscas.

—Es un collar de mi hijo, me encantaría tenerlo. Si vamos al caso, ese guardapelo es de mi pertenencia.

Le di una oportunidad, lamentablemente era la última que le quedaba. En serio tenía ganas de que me dijera <<Luna, fui una estúpida y me arrepentí totalmente de mis actos. Jamás mataría a mi hijo>> Por más imposible que fuera que salieran esas palabras de su boca estaba esperanzada de que de alguna forma lo haría.

—¿Sabías qué yo sé que los números que están grabados en este collar abren una pagina donde se muestran todas las personas que secuestraron en el año 2000?—le digo y veo como me ve sin palabras—. Creí que si te preguntaba tal vez serías sincera conmigo, pero veo que no.

—Luna, no sé de qué me hablas...

—¡No te hagas la tonta!—le grito enojada—. ¡Jamás me buscaste porque querías conocer a tu nieta o por mi padre, lo hiciste solo por la posibilidad de que tuviera este collar! Nunca te importé ¿verdad? Dime ¿Cuál era tu plan?

Ella me mira de arriba abajo, no de la misma manera que suele hacerlo, lo hace con enojo y rabia. Si en sus ojos me vieron con cariño alguna vez eso desapareció y me hizo darme cuenta de que esa mirada jamás fue real. 

—Supuse que acercándome a ti lograría que me quisieras y me darías el collar, pero con el tiempo entendí que tú no dejas que nadie lo toque, así que intenté robártelo varias veces—me cuenta y yo la miro con lágrimas.

—Así que, jamás me quisiste.

—No, la verdad es que nunca te tuve tanto cariño. Si curiosidad por conocerte. Creí que serías más inteligente que mi hijo. 

—¿Cómo pudiste matarlo? ¡Era tu hijo!

—¡Yo a él jamás le importé! Desde que conoció a tu madre no había hecho otra cosa que alejarme a mí y a nuestra familia! Lo que le hice no fue decisión mía, el cavó su propia tumba al robarme ese collar y querer hundirme—en su voz hay rabia pura. No se arrepiente de lo que hizo—. Ahora mismo me doy cuenta de lo estúpido que fue, porque al darte ese collar a ti está cavando tu tumba también.

—¿Lo harías? ¿Me matarías?

Ella no me responde, tampoco necesito que salga alguna palabra de su boca para saber cual es aquella respuesta.

—Podríamos ahorrarle el luto a tu gato si me das el collar. Nadie saldría herido y ni siquiera es necesario que nos veamos alguna otra vez. Yo te dejaría tranquila y tú vida seguiría con normalidad. Si quieres puedo darte hasta dinero.

La miro con lágrimas cayendo. Ella me mataría igual como lo hizo con mi padre. Jamás me quiso. A ninguno de los dos. Y no voy a decepcionar a mi padre. No dejaré que él haya muerto por nada. Que todos sus esfuerzos por intentar acabar con nuestra familia se vayan a la mierda solo porque ya decidí darle el collar a una persona que ya no considero mi familia.

—Sé cómo podría ahorrar ese luto de otra manera—le digo—. Y créeme, no soy tan estúpida, al menos no con usted. No voy a delatar a nadie, pero ten cuidado a quien le dices tus secretos.

Dos policías entran a la habitación y agarran a mi abuela de los brazos. Ella mira confundida. De seguro pensé que ninguno de sus guardaespaldas y guardia dejaría entrar a la policía sin avisarle antes, pero Piscis y Phoenix se aseguraron de que cada persona que trabaja en esta casa ayudara a destronar a mi abuela.

—¡Eres una traicionera! ¡No te cuesta nada darme ese collar! ¡Soy tu familia!

—Prefiero estar sola el resto de mi vida antes de considerarte mi familia. Mi padre no quería que lo tuvieras, es más, él quería delatarte y pienso cumplir su trabajo.

—¡Te vas a arrepentir mucho!—me advierte—. No sabes dónde te has metido y no querrás descubrirlo.

—Me arriesgaré—le digo como última palabra y salgo de la habitación mientras los policías intentan detenerla. 

Afuera estaban todos los empleados. Hasta la cocinera. Todos viéndome con respeto y sonriéndome. En especial Phoenix, que sin palabras me dice que hice lo correcto.

Paso por medio de todos ellos y voy al patio trasero. Seco mis lágrimas que caen una tras otra, creo que últimamente vengo llorando mucho, pero me alivia el saber que esto terminó. 

Escucho pasos detrás de mí y sé muy bien de quienes son. 

—Acaban de llevarse a tu abuela—me avisa Phoenix detrás de mí.

—Okey—le digo limpiando mis lágrimas.

Por unos minutos solo hay silencio entre nosotros dos, hasta que él se acerca a mí y se sienta a mi lado. No me abraza, tampoco dice nada por unos minutos. Solo me hace compañía.

—Lamento que te hayas ilusionado con esto.

—Está bien, estoy acostumbrada a que me abandonen—le digo limpiando mis lágrimas—. Sabes, siempre soñé con tener una familia, no lo admitía porque sabía que el no poder tenerla me iba a dolor. Cuando la conocí me ilusioné porque creí que podría hacer las cosas que me imaginaba de pequeña. Como ir a tomar un helado con mi abuela o cenar los domingos, pero creo que estoy destinada a no tener una familia.

Él me mira mientras yo intento limpiar mis lágrimas, pero paro cuando me doy cuenta que eso no podrá ser posible porque necesito soltarlo. Soltar lo del tiroteo, soltar esto. Soltar todo en lo que dos meses no hizo y soltar lo que siempre me dolió en mi vida.

—No sé qué se siente ser huérfano, supongo que no es fácil, pero no sabes lo mucho que te amaban tus padres, Luna. Tú padre dio su vida por ti y tú madre buscaba recuperarse para poder darte lo que siempre soñaste, pero el destino suele ser una mierda y decidió darles ese final, pero aun estás tú en este mundo para terminar de escribirlo. Ellos seguirán vivos hasta que tú los olvides.

—Eres un pelado insoportable—le digo riéndome y él se ríe conmigo.

—Lo sé, me lo has dicho. Ven, te llevaré a tu casa para que descanses un poco.

Sol

—Estoy muy orgullosa de ti, Luna. Hay que ser valiente para hacer eso.

La pobre de Luna tuvo que afrontar cosas muy difíciles en estos meses. El trauma del tiroteo, mandar a la cárcel a su abuela y por más difícil que fue eso ella aún sigue de pie.

—Aprendí de alguien mucho más valiente—me dice señalándome.

—Na, lo llevas en la sangre—le respondo y ella se ríe.

—Bueno, iré a trabajar, con eso seguro me distraigo. Te llamo luego.

—Adiós.

Cuelgo la llamada y voy a la cocina a buscar algo para comer, allí me encuentro a Saturno comiendo unas frutillas mientras ve la televisión. Me sentaría con ella, pero tengo que hacer algunos trabajos para la universidad.

—Oye, ¿al final que pasó con Hydra? Por lo que tengo entendido ya se volvió a Estados Unidos. ¿Pudiste decirle lo que querías?

—Así es—me dice y suspira—. Ella...bueno. La verdad es que no entendí lo que quería, pero en definitiva no era un relación sería. Así que decidí alejarme. Me concentraré en mí, en lo que quiero hacer y luego pensaré en tener pareja. 

—Me aparece muy bien. En parte me agrada que ya no estés con Hydra. No quiero ser mala...pero ella no me agradaba tanto.

—Sé que no—me dice junto con una risa—¿Cómo está Luna?—me pregunta para cambiar de tema.

—Bien, ha estado pasando por momentos difíciles, pero según ella se siente mejor.

—Eso es bueno. ¿Sabes quien más ha mejorado mucho? Tú.

—¿Por qué yo?

—Porque casi ni tienes pesadillas con Júpiter o ataques de pánico por eso. Me alegra saber que lo estás superando.

Es la verdad, hace ya dos meses no tengo pesadillas, es decir, si tengo, pero muy tranquilas. Creo que por fin estoy superando esto.

Escucho mi celular sonar y voy a buscarlo rápidamente. Veo la pantalla y noto que Amy me está llamando.

—Hola, Amy—saludo atendiendo la llamada.

—Sol, ven rápido por favor—la escucho decir, su voz suela agitada y con miedo. 

—Amy, ¿estás bien?

—No...Sol, por favor—me dice en un lloroso.

Luego de esas palabras la llamada de corta y la preocupación inunda mi cuerpo. 

—¿Todo bien?—me pregunta Saturno.

—No, creo que no—le respondo—. Saldré un minuto.

Voy corriendo a buscar una campera y salgo de mi casa con rapidez. No tengo auto, así que voy corriendo lo más rápido que puedo para llegar a la casa de Amy.

Ni siquiera veo bien mi camino. Me choco con gente y un auto casi me atropella por cruzar la calle incorrectamente, pero no me fijo en sus bocinazos, solo corro lo más rápido que puedo.

Llego al nuevo departamento de Amy y tomo el ascensor tocando los botones con rapidez y desesperación. Tal vez solo sea un problema con al mudanza. De seguro que sí.

Cuando el elevador se abre salgo corriendo de ahí y voy hasta el departamento de Amy, el cual es el último. Cuando llego a él noto que la puerta está entre abierta, entro rápidamente y busca a Amy.

— ¡Amy! ¡¿Dónde estás?! ¡¿Está todo bien?!

Tenía la esperanza de que ella salga de alguna parte y me grite algo como !Bienvenida a mi nuevo departamento! Todo fue una broma, tranquila. 

Pero no. Solo me encontré a Amy tirada en el suelo con un charco de sangre a su alrededor. Uno muy grande.

—¡Amy! ¡Ay, por dios!

Me acerco a ella con temor y manchando mi campera blanca y mis manos con su sangre, es casi igual al color de su cabello. 

Las lágrimas empiezan a salir rápidamente y la sacudo intentando que reaccione, pero en ningún momento lo hace.

—¡Amy, por favor reacciona!—le suplico con lágrimas en los ojos, pero no muestra rastro alguno de consciencia—. ¡Por favor, alguien que me ayude, se los suplico!—grito con desesperación.

No sé qué hacer, estoy cubierta de su sangre y Amy no reacciona. No tengo mi celular y ni siquiera sé de donde está sangrando. 

Mis ojos se iluminando cuando veo a una pareja acerca en el pasillo.

—¡Por favor, ayúdenme!—les suplico.

—¿Qué pasó?—pregunta el chico acercándose.

—No lo sé ella me llamó... y cuando llegue ya estaba así y no sé qué hacer, yo no...

—Okey, tranquila ¿sí? Te ayudaremos—me dice y me pasa su celular—. Llama a una ambulancia.

Agarro su celular con torpeza e intento recordar el número de la ambulancia de Milán, tardo unos segundos hasta que lo recuerdo y los llamo. El chico no sé que está haciendo, creo que intenta que Amy reaccione y le pone algo en su abdomen.

La ambulancia tarda unos minutos hasta que llega y veo cómo se llevan a Amy en una camilla y yo cubierta de sangre.

—Señorita—me dice una enfermera—, ¿usted está lesionada?

No le respondo, solo veo a las ambulancias mientras lloro.

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🐞 Nota de la autora 🐞

Shock por el final.

Amyyy, noo.  💔

Intentando olvidar ese trágico final, orgullosa de Luna estoy 💙

Que la vieja esa se podra en el cárcel, jejeje.

Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1

🕯Cadena para que Amy se recupere 🕯

🧿 ¿Qué creen que fue lo que pasó? 🧿

🎀 ¿Felices de que la abula de Luna se haya ido a la cárcel? 🎀

Mi próxima publicación será el año que viene, jejeje.

Así que les deseo un año nuevo hermoso y agradecerles por este año. Ustedes sin duda mejoraron este año para mí. Los quiero mucho ❤❤