35: "Te quiero aquí conmigo"
Sol
—¿Del 1 al 10 cuanto le das?—me pregunta Amy.
Estoy probando unos croissants que preparó. La verdad es que están muy ricos.
—Mm, le doy un 15—le digo y ella se ríe—. Deberías dedicarte a la pastelería.
—Es demasiado estrés. Cada vez que hay un cumpleaños de algún familiar tengo que andar ahí cocinando como 3 pastel y eso me cansa. Prefiero seguir estudiando.
—Mi mejor amigo es chef y dice lo mismo que tú, pero creo que él está enamorado de ese estrés.
Amy quiso enseñarme la cuidad de Milán a profundidad, así que estamos recorriendo muchos lugares mientras comemos croissants.
Veo a Amy mucho mejor. Está más alegre y nos reunimos más seguido, también se ha animado a abrirse más con el tema de Hércules. Me ha hablado de eso con más detalles y yo odio mucho más a ese idiota, pero Amy lo está haciendo muy bien.
También le conté sobre lo que a mí me pasó con Júpiter y como fue mi lucha contra la bulimia. Ahora mismo le cuento sobre mi centro de ayuda.
—Así que ¿quieres abrir un centro de ayuda para chicas que han sufrido violencia de género?—me pregunta mientras caminamos con nuestras bicicletas a un lado.
—Así es. Hace años que quiero hacer eso, pero tuve un par de interrupciones. Ahora que puedo hacerlo solo falta terminar de pintar las paredes del lugar. Y necesito un nombre.
—¿Cuáles son tus opciones?
—Ni siquiera tengo opciones. Soy demasiado mala para esas cosas. Le pedí ayuda a mi novia, ya que ella tiene mucha imaginación, pero me dijo que es algo que debería de pensar yo y tiene razón.
—Bueno cuando abras ese centro yo estaré ahí para ayudarte en lo que necesites. A ti y a cada una de las chicas que vayan. La verdad es que esa idea me emociona.
—Sí, a mí también. Tal vez cuando logre abrirlo podemos hacerlo las dos juntas.
—¿Hablas de manejar el centro juntas? —asiento con la cabeza—. ¿Estás segura que quieres compartirlo conmigo? Fue tú idea y yo aún tengo mucho por sanar. No es que no quiera hacerlo, de hecho me encantaría, pero no quiero ser una carga y...
—Amy—la detengo—, ese centro de ayuda es para cualquier persona que necesite hablar y compartir su experiencia. Es para que puedan sanar y pidan ayudan si no se animan a hacerlo a alguien cercano. Eso centro es para ti, para mí, para quien quiera sanar y quiera ayudar a otras. Por supuesto que quiero que estés a mi lado en ese camino si tú lo quieres y te sientes listas.
—Pues la pensaré y veré cómo esté en ese momento. Gracias por la oportunidad.
Seguimos recorriendo las calles de Milán por horas. Conozco lugar a los cuales no había ido y Amy me muestra su futura casa. Cuando ya es de noche regreso a mi departamento. Tengo que hacer varias cosas, coser un vestido, ducharme, leer una carta que me pidió Luna, cocinar. No sé si llegaré a hacer todo eso, pero lo intentaré.
Empiezo duchándome y me seco cabello. Después me siento en el sillón y leo la carta de Luna.
Mi queridísima novia de apellido ridículo:
Esta carta será diferente, te extraño y mientras la escribo se me caen lágrimas porque te necesito aquí conmigo, pero, no dejará de ser hermosa como las otras.
Que te digo, eres el amor de mi vida. Tú me hiciste creer en ese extraño concepto que antes no creía y que según tú encontrar aquella persona era lo mejor que te podría pasar en la vida. Antes pensaba que esa era otra de tus ridiculeces, ahora creo en ello, porque te conocí a ti. Pero, jamás me dijiste que esa persona iba a doler tanto, me lo hubieras advertido, aunque si hubiera sido así seguiría adelante porque te amo.
A veces pienso "Que loco es el amor" y que loco fue enamorarme de ti, y que doloroso es.
Espero que estés bien, yo estoy intentando sobrevivir sin ti, pero creo que lo estoy logrando. Aunque es irónico decir eso porque estoy llorando como loca mientras escribo esto.
Te necesito. Necesito tus teorías locas y necesito que me abraces una vez más. Odio tener que estar lejos de ti, pero me reconforta saber que algún día viviremos nuestra hermosa historia de amor como se debe, Sol.
Espero verte pronto, tengo muchas ganas de coger contigo y de tomar té hasta que nos cansemos. Hablando de té, compré un sabor nuevo que sé que te encantará, te lo guardaré.
Escrito con todo el amor del mundo y del espacio, tu novia Luna Growing <3
PD: Tal vez vaya a una universidad de New York, no lo sé, pero estoy muy emocionada por eso. También estoy emocionada por abrazarte. Te amoooo.
Amo las cartas de Luna. Siempre mejoran mi día y me hacen llorar de felicidad.
Soy muy afortunada de tener a Luna en mi vida.
Cuando guardo la carta en la caja de siempre escucho que alguien toca el timbre y voy a abrir.
—¿Lista para otra noche de juegos?—me pregunta Libra cuando abro la puerta.
La invité a cenar porque Mercurio se iba a una fiesta con sus amigos y Saturno me cambió por Hydra hoy, como ambas estamos solas quise invitarla a comer.
—Más que lista para ganarte en el Scrabbel otra vez—le digo con superioridad y ella rueda los ojos riéndose.
Libra pasa a mi casa con bolsas de supermercado, el juego que jugamos cada vez que nos reunimos y una botella de vodka.
—Mira, traje a tu mejor amigo—me dice levantando la botella.
—Mi mejor amigo para hacer desastre—le respondo—. Dudo que tome.
—Siempre dices eso y jamás lo cumples.
—Es que el vodka con jugo me tienta—rodeo la isla de la cocina mientras Libra deja las bolsas en la mesa—. Mira, compré para cocinar espagueti, así que necesitaré un poco de tu ayuda porque gran parte del procedimiento no me lo sé.
—Okey, está bien. ¿Puedo prender la tele?—me pregunta y accedo—. ¿Qué miras?
—Caricaturas, pero quiero intentar ser una adulta, así que pon el noticiero así parecemos chicas interesantes.
Libra pone el noticiero mientras yo saco los ingredientes y corro a Irina de arriba de la mesa.
—Dios, esto es horrible.
Me doy vuelta a verla y veo la noticia que está viendo.
—Cuatro ex alumnos de la universidad de New York, abrieron fuego contra estudiantes y maestros el día de ayer alrededor de las 12:00 del mediodía. Según informes, hay más de 12 heridos y 10 alumnos muertos junto con 15 profesores transformándolo en una cifra de 25 muertos hasta el momento.
—El noticiero me deprime—comento mirando la pantalla.
—Sabes, mi miedo siempre fue que algunos loquitos entren a la escuela y empiecen a asesinar gente. Suerte que jamás nos pasó.
—Sí, yo no podría estar en esa situación. Entraría en crisis y gracias a ellos me encontrarían y matarían.
Cuando estoy por volver a lo mío me doy cuenta de un detalle muy importante.
—¿Qué universidad dijo?—le pregunto a Libra.
—Mmm, universidad de New York. Vaya, que originales para ponerle nombre a la universidad.
Mierda, esa es la universidad de Luna.
—¿Por qué te pusiste pálida de repente?—me pregunta Libra.
—Esa es la universidad de Luna—digo intentando contener la calma, pero no lo logro y salgo corriendo a buscar mi celular.
Torpemente intento llamar a Luna. Diez veces, pero no me contesta ninguna y mis nervios aumentan.
—Mierda. Mierda. No me contesta—digo llorando y apretando el celular fuertemente en mi oreja.
—Sol, no entremos en desesperación ¿sí? De seguro debe de estar ocupada.
—¡O muerta! —le grito llorando.
Empiezo a agarrarme el pecho por la falta de aire y Libra intenta ayudar a tranquilizarme. Ella hace que me siente en el sofá y que intente respirar. No lo logro y dudo que lo haga hasta saber que Luna está sana y a salvo.
—Llamemos a Marte. Tal vez Luna se quedó sin batería o simplemente no está con el teléfono.
Libra le marca a Marte mientras lloro desconsoladamente. Ahora mismo pasan escenarios horribles por mi cabeza.
Cuando escucho que contesta no tardo mucho y le saco el celular de la mano a Libra para hablar con Marte. Ni siquiera la saludo.
—Marte ¿Cómo está Luna? ¿ella está viva? ¿Está bien?
—Sol, intenta respirar ¿sí? Te oigo muy altera—me dice Marte.
—¡¿Y cómo mierda quieres que no lo esté?! ¡¿Por qué no me avisaste de esto?! ¡Tuve que enterrarme por el noticiero y Luna no me contesta el teléfono!
—¡Lo olvidé por completo, estoy igual de preocupada que tú!—escucho que Marte hace un pausa para respira—. Luna está bien. Está a salvo—me dice y mi corazón vuelve a latir—. Muy traumatizada, claro, un hombre le apuntó con un arma y vio a su profesor muerto, pero está a salvo.
Luna está viva, eso me trae tranquilidad de cierto modo, pero el no poder estar para ella en este momento no. Quiero abrazarla y cuidarla. Estos son los momentos donde la distancia se hace más insoportable.
—¿Puedo hablar con ella?—le pregunto.
—Sí, claro. Si quieres voy a decirle y pueden llamarse por la computadora así se ven mejor.
Corto la llamada con Marte y le doy el celular a Libra. Luego me siento en el sillón agarrándome de los pelos y llorando. Libra está a mi lada abrazándome.
—Sol, ella está bien. No le pasó nada.
—Ya lo sé, pero yo no estaré bien si no puedo estar con ella—le digo llorando—. No sabes lo horrible que se siente no poder abrazarla en momentos así. No poder verla ni apoyarla. Siento como si estuviera atada a una silla y el no poder desatarme me desespera. Quiero estar con ella. Quiero agarrarla de la mano y recordarle que todo estará bien, no quiero solo video llamar y ya.
Libra me abraza mientras lloro desconsoladamente.
Ahora mismo me compraría un pasaje a New York para poder abrazar a Luna. Ella debe de estar traumatizada y triste y no puedo estar ahí.
Mierda, odio la distancia.
Quiero estar con ella, ¿es mucho pedir?
Luna
Estoy tirada en mi cama mientras abrazo a Julieth, por un momento creí que no volvería a ver a esta gata.
Marte me dijo que Julieth ya presentía que estaba algo mal. Cuando me fui ella empezó a alterarse y quería salir a toda costa. Arañaba la puerta y maullaba como loca. Marte no entendía lo que le pasaba, luego vio las noticias y fue corriendo hasta la universidad.
Cuando volví a casa Julieth estaba en la puerta esperándome, ella no suele hacer eso. Vino corriendo hacía mí y empezó a enredarse en mis pies. Ahora no se aleja y no quiero que lo haga.
Mi cabeza tiene muchas cosas para procesar. Lo de mi abuela, el tiroteo y cada vez que cierro los ojos veo a mi profesor muerto.
Jamás vi a una persona muerta. Pensé que no era la gran cosa hasta que tuve que vivirlo. Ojalá pudiera sacarme esa imagen de mi cabeza, porque siento te enloqueceré.
También extraño a Sol, quiero que ella esté aquí. Eso me haría sentir mejor, pero sé que eso es imposible.
Ya hablé con un psicólogo y tendré citas con él tres veces a la semana, hablarlo me hace bien. Siento que tendré pesadillas con todo esto, pero con el tiempo pasarán.
—Luna, acabo de hablar con Sol. Ella está muy preocupada por lo que te pasó. Lo vio en las noticias y se alteró muchísimo—me dice Marte subiendo a mi cuarto.
—Espera, ¿tú no le dijiste nada?
—Lo olvidé por completo, estaba tan ocupada cuidándote que por un momento olvidé a Sol, lo siento.
—Está bien ¿puedo hablar con ella?
—Eso iba a decirte, si quieren pueden video llamar así se ven.
Acepto la propuesta de Marte y ella me alcanza la computadora. Estoy un rato esperando hasta que recibo la llamada de Sol y le contesto.
Por medio de una pantalla es la única forma que tengo para verla, cada vez que lo hago se me acelera el corazón y se me forma una sonrisa.
—Hola—le digo, ella me ve con una sonrisa triste.
—Hola, ¿Cómo estás?
—Bien no sería la palabra que utilizaría.
—No sabes las ganas que tengo de abrazarte ahora mismo, estoy a punto de comprarme un pasaje para ir a New York.
—Mañana tienes un examen, así que no te conviene hacerlo. Aunque admito que me gusta esa idea.
—¿Quieres contarme lo qué pasó o quieres que hablemos de otra cosa?—me pregunta.
Le cuento a Sol todo lo que pasó en la universidad y le cuento lo de mi abuela. Ella me mira sorprendida, no se esperaba nada de eso.
Veo como ella se relame los labios y se acomoda en su asiento.
—Quieres que te sea sincera, no sé qué decirte. Todo lo que me conteste es muy complicado y caótico.
—Lo sé.
—¿Cómo te sientes con todo esto?
—Siento que en cualquier momento mi cabeza explotará. Cierro los ojos y veo a mi profesor muerto, los abro y recuerdo lo de mi abuela, intento no pensar en eso y aparece la imagen de aquel chico apuntándome. Solo quiero descansar y dejar de pensar un rato—le digo con lágrimas en los ojos—. Tampoco sé qué hacer con respecto a mi abuela, es decir, sé lo que debo de hacer, pero creo que no me atrevo a hacerlo porque ella es la única que me he hecho sentir parte de una familia y no quiero que eso se acabe.
—Luna, todo lo que estás pasando es completamente horrible. Ojalá pudiera estar allí para ayudarte. Mira, tienes que darte un tiempo ¿sí? Primero concéntrate en una cosa y luego en otra, sé que suena difícil, pero tu psicólogo te ayudará y yo también. No estás sola en nada de esto.
—Solo quiero que todo esto pase—lloro.
—Créeme, pasará. Sé que ahora parece que el mundo se te está cayendo abajo, pero luego puedes armarlo nuevamente e intentarlo otra vez.
Me limpio las lágrimas y veo a Sol. Ella me ve con una pequeña sonrisa y sus ojos celeste.
—Te amo—le digo.
—Sé que lo haces, leí tu carta. Creo que es la más hermosa de todas las que has escrito y la que más me hizo llorar.
—Esa carta está llena de sinceridad.
Estamos hablando un poco más, Sol intenta hacerme sentir mejor y logra hacerlo. También hablo con Libra un rato.
Sol siempre me hace sentir mejor.
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⛄Nota de la autora ⛄
Hooola
La preocupación de Sol 💔
Pobrecita Luna, está pasando por muchas cosas.
Me agrada la idea de Sol y Amy ❤
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
☁ ¿Les agrada Amy? ☁
🌤 ¿Qué nombre le pondría centro de ayuda de Sol? 🌤
🌧 ¿Quieren abrazar a Luna? 🌧
Los veo el vierness
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