31: "Lo siento mucho..."
Luna
Juró que estoy por tomar un vuelo a Milán para arrancarle las extensiones a esa muñeca de porcelana.
Tiene mucha suerte que yo esté en New York y ella en Milán.
Y dudo mucho que ella tenga novio. Vi todo el partido de softbol y en cada momento que podía se le acercaba a Sol y sé que ella es muy agradable, pero no por eso es necesario estar atrás de Sol. ¡Y le tocó la pierna! Aghhh, ya me está haciendo perder la paciencia.
—¿Terminaste de gritarle a tu novia?—me pregunta Leo cuando me ve.
—No le grité.
—No te creo escuché toda esa conversación. No se estaban besando, Luna, desde aquí se veía que le estaba tocando el labio.
—No le debería de tocar ni un pelo—le respondo—. Y está bien, según Sol esa chica tiene novio, así que le creo.
—¿Por qué no la stalkeas en Instagram? Si tiene novio supongo que tendrá una foto.
—No sé cómo se llama.
—Yo me ocupo.
Leo saca su celular y busca el Instagram de Sol. Allí pasa un tiempo viendo las publicaciones que tiene hasta que ve una foto de Sol y esa chica donde la etiqueta.
—No era tan difícil—me dice él.
Le saco el celular de la mano y empiezo a ver las publicaciones de Andrómeda. Tiene varias con su perro, el amigo de Sol y otras con sus padres. También tiene fotos de ella sola, la chica es hermosa voy a admitirlo.
No tiene ninguna historia o publicación con un posible novio, pero si tiene varias con Sol donde la abraza o le besa la mejilla.
Esta chica parece que busca que la mate.
Le tiro el celular a Leo y voy a ocuparme de organizar las revistas de música, pero claro como mi amigo es un fastidio no me deja tranquila.
—¿Por qué no la empiezas a seguir en Instagram?—sugiere apoyando un brazo en la mesa.
—¿Para?
—Para que vea las fotos que tienes con Sol, se podrá igual de celosa que tú.
—Primero, no estoy celosa. Segundo, no tengo ganas de que es niña esté viendo mis fotos.
—Lo dices como si subieras fotos que no sean de tu gato, tu hermana o de Sol. Además, si ve que tú y Sol están tan enamoradas dejará a tu noviecita tranquila.
Bueno, el plan de Leo no es tan descabellado por ser que salió de su cabeza.
—Está bien, la empezaré a seguir en Instagram—le digo finalmente—. ¿Tú que haces? Aparte de no estar trabajando.
—Mira quien habla—me responde—. Solo estoy viendo un par de dibujos en internet.
—¿Pudiste terminar del dibujo de Fiorella?
—No por el momento, estoy muy estancado con eso. Creo que tengo un bloque creativo, ¿alguna vez tuviste algo así?
—Sí, varias veces, pero siempre me desbloqueo.
—¿Acaso eres un celular?—bromea y le saco el dedo del medio.
Leo se va limpiar el piso mientras sigo ordenando las revistas de música. Una canción de Nirvana suena en el lugar y la tarareo mientras organizo todo lo que se me pidió.
Hoy me hice trencitas, creo que Sol estaría saltando de la felicidad al ver que me las hice por mi propia cuanta. Ella ama como me quedan. Tal vez luego le mande una foto.
Me agacho para juntar una revista que se cayó al suelo y al levantar la mirada veo a mi abuela entrando al lugar junto a su guardaespaldas.
—¿Abuela?
—¡Corazón! Que gusto verte—se acerca y me deja un beso en mi mejilla—. Vine a conocer el lugar del que tanto hablas. Que lindo es todo aquí. Y que lindas te quedan las trenzas, deberías hacértelas más seguido.
—Gracias, estaba ordenando unas revistas—cuando termino de decir esas palabras veo a Phoenix detrás de ella.
Mi relación con el pelado ese es extraña, luego de que me dijo que me cuidó toda la vida me empezó a dar miedo, pero no es malo, solo es un pelado amargado.
—Phoenix, tienes cara de que te gusta los Rolling Stone—le digo y el tiro la revistas—. Para ti.
—Muchas gracias, señorita Growing.
—¿Por qué no me dices Luna?
—Porque me gusta más su apellido.
—O sea, ¿no te gusta mi nombre?
—Exacto—me dice con la misma voz firme y su semblante serio.
Pelado insoportable. Ahora entiendo porque siempre usa lentes oscuros, con lo que le brilla la pelada se queda ciego, jeje.
Que chiste tan malo.
—Bueno, ¿Qué tal si hoy vienes a comer a casa? Las cocineras prepararan una cena exquisita—me invita mi abuela.
—Oh, es que tengo que estudiar mucho para la universidad, pero puedo ir mañana si quieres.
—¡Perfecto! Dime ¿Qué salsa te gusta más?—empieza decirme el nombre de muchísimas salsas.
Algunas las conozco por Sol, ya que de vez en cuando me obliga a ir a un restaurante carísimo, pero a la gran mayoría de los mencionados no las reconozco. Yo solo como salsa de tomate.
—Mm, la salsa blanca me parece riquísima—le digo.
Es la única que conocía.
Mi abuela me habla de no sé qué mientras sigo ordenando las mil revistas, hasta que noto que mi collar se cayó al suelo y me acerco a juntarlo. En eso Phoenix pone su pie arriba de mi mano pisándome los dedos y al collar.
Grito por el dolor y mi abuela se sobresalta.
—¿Qué pasó?
—Lo siento, señorita Growing. No me di cuenta que estaba su mano—me dice Phoenix agachándose donde estoy agarrándome la mano adolorida.
—Pues fíjate. Casi me rompes los dedos y mi collar.
Este hombre tiene puestas botas, me rompió los dedos y es la mano con la que escribo.
Veo como mi abuela se agacha y junta el collar viéndolo detenidamente y un poco sorprendida.
—¿De dónde lo sacaste?—me pregunta.
—Mi papá me lo dio—le respondo.
—No sabía que lo tenías tú.
-—En serio? Lo uso siempre.
Le arrebato el collar de las manos y ella me mira con un semblante serio hasta que me vuelve a sonreír.
—Bueno te veo luego, Luna. Adiós.
—Adiós, abuela. Disfruta tu vida—me despido.
Okey, por el dolor que siento en mis dedos creo que mínimo me ha roto tres de ellos. Necesito ir a un médico.
—¡Leo! ¡¿Tienes el auto?! ¡Necesito un médico!—le grito.
Sol
Amy me agarró de la mano y me trajo a un salón donde no hay nadie. Tal vez me va a golpear, aunque dijo que quería hablar. De seguro me hablará mientras me golpea.
Mientras tanto mi boca duele montones, me sorprende que no se me hayan caído los dientes porque el golpe que me di en ella, fue la cosa más dolorosa que me pasó.
—En serio lo lamento, Sol—empieza a decir Amy—. Te traté súper mal cuando tú siempre fuiste muy amable y te preocupaste por mí. Soy un asco de persona, lo sé, pero en serio estoy arrepentida por lo que dije jamás fue mi intención.
Me quedo callada viéndola. Hasta que le digo:
—Sabes, lo que me dijiste me dejó... mal y no lo digo porque quiero que te sientas triste por eso, lo hago para que no le digas a nadie más lo que me dijiste.
—Lo sé, no debí haber leído información tuya, fue muy inapropiado de mi parte y no soy quien para hacerlo.
—¿Se lo contaste a alguien lo que leíste?
—No, no se lo dije a nadie.
Ella se queda un rato callada, hasta que se sienta en un banco y me dice.
—Que te digan la verdad duele.
Me siento a su lado y la miro.
—¿Qué verdad?—le pregunto.
Ella se queda mirando a la nada un rato y luego baja la mirada con un par de lágrimas.
—Que Hércules no me ama. He estado saliendo con él hace unos 4 meses y todo al principio era perfecto. Éramos felices. Pero parece que el Hércules que conocí hace unos meses ya se esfumó—me cuenta con lágrimas en los ojos—. Él me hace sentir tan mal. Me avergüenza delante de mis amigos y de mi familia. También me recuerda lo inservible que soy siempre y cuando te conocí estaba pasando por el peor momento de mi vida y tú pudiste ver eso. Estaba tan asustada de que lo hicieras, porque me dijo que si le decía a alguien todo lo que él hace me tomarían de loca y no quiero estarlo. Solo quiero ser feliz y él lo arruina cada vez que puede.
Ella llora como loca y yo la envuelvo entre mis brazos. Sus lágrimas caen en mi campera blanca y sus llorosos de ahogan en mi hombro.
—Hace un par de meses me prometí que te ayudaría y eso no ha cambiado. Te lo aseguro, Amy, prometo salvarte.
Ella me ve y yo limpio sus lágrimas mientras caen una tras otra.
—Lo prometo—repito.
—Sol—Andrómeda aparece en la puerta y Amy se aleja rápidamente mientras se limpia las lágrimas—. Lamento si interrumpo, pero quería decirte que vamos ya vamos para mi casa.
—Claro, denme un minuto-le pido.
Ella se va y vuelvo a mirar a Amy.
—Gracias, Sol.
—Y tú gracias por confiar en mí, Amy. Conozco a un buen psicólogo que podría ayudarte, te paso su número si quieres. Adiós.
—Disfruta de su fracaso.
—¿Fracaso? No fue para nada un fracaso. Logré batear la pelota, lástima que me caí—le digo y ella se ríe.
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🌙 Nota de la autora 🌙
Hoola.
Hoy me tardé un poquito en actulizar. Lo siento.
Me gusta la imagen de Luna arrancándole las extensiones a Andrómeda JAJA.
Y pobrecita Amy ❤
Mhm... Sospechoso lo del collar.
Quiero decirles que dentro de poco habrá un extra de Navidad en "Si el destino nos uniera".
Se va a dividir en dos partes y lo estaré publicando como por el 20 de diciembre.
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
🎄¿Les gusta la idea de un extra navideño? 🎄
💫 ¿Qué opinan de Amy? 💫
💐 ¿Su cap favorito hasta ahora? 💐
Nos vemos en la próxima actualización❤
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