3: "Estoy bien...o eso quiero creer"

Sol

Los chicos ya se fueron.

Amo juntarme con ellos, la verdad es que me hacen mucha falta.

Extrañaba las peleas de Mercurio y Venus, también los comentarios sarcásticos de Saturno y la risa contagiosa de Marte.

Los extrañaba tanto.

Ahora estoy preparando el sofá para acostarme a dormir.

Que soy un fastidio ¡ya va a ver Gruñonsito!

No estoy ofendida por lo que me dijo sé que lo dijo de broma, pero soy muy orgullosa cuando quiero.

—Sabes que no lo dije literal ¿verdad?—me pregunta Luna viendo como acomodo mis cosas.

Está observandome apoyanda en la pared con las manos cruzados, mientras tanto yo preparo el sofá.

—Ah, pues yo si dije literal la parte que dormiría en el sofá—le digo y ella niega con la cabeza.

—Eres una terca—me dice y yo le saco la lengua.

—Ahora ¿te puedes ir? Quiero descansar.

—Y qué tal si vamos a arriba hacer otra cosa—pronuncia esas palabras mientras me agarra de las caderas.

—Oh, no, no—niego zafándome de su agarre—. No me convencerás con propuestas sexuales.

—Solo diré que ahora tienes una novia guitarrista te recomendaría que la aproveches por el poco tiempo que pasamos juntas.

—Tú también deberías de aprovecharme en vez de decirme que soy un fastidio.

Me doy vuelta para dar por concluida la discusión y me pongo a doblar las mantas, pero Luna no lo toma de esa manera.

Ella se me acerca y me agarra nuevamente de las caderas. Su respiración choca en mi cuello lo que hace que se me erice la piel y me deja un beso en el cuello.

—Puedo empezar a aprovecharte si tú quieres—susurra en mi oído—. Lo que sí te advierto que si aceptas querrás más, mucho más—una de sus manos baja a mi entrepierna y mueve sus dedos por arriba de mi ropa.

Hace mi cabello a un lado para empezar a dejarme besos y yo cierro los ojos dejándome llevar por el sentimiento.

—¿Qué te hace pensar que querré más?

—Porque será tan bueno que será imposible que te nieges. ¿Qué acaso ahora mismo no quieres más de mí, Sol?

Sí, por supuesto que quiero, pero no quiero darle la razón. Aunque, está tocando mis dos puntos más débiles, solo falta que...

Noto como Luna lleva su boca hasta la mía y me besa de una forma muy apasionada. Nuestras lenguas danzas la una con la otra hasta que Luna muerde mi labio haciendo.

Bueno, tal vez mi orgullo se está yendo por el caño.

—Luna...

—¿Quieres más, Sol? Porque no tengo problema de hacerte ver las estrellas.

Resístete, Sol.

La verdad que no tengo ganas de resistirme a esto.

—Sí, quiero más.

.・✫・゜・。.


—¿Es en serio?—me pregunta Luna cuando ve que me estoy por ir de vuelta al sofá.

—Je, tus encantos sexuales no lograron persuadirme—digo con una sonrisa y ella me mira con una ceja enarcada—. Y me voy antes de que lo hagan, bye.

Si Luna creyó que así iba a convencerme está muy equivocada, como dije hace un rato soy muy orgullosa cuando quiero.

Aunque casi me convence cuando empezó a besar mi cuello...

¡Saca ese pecado de tu cabeza, Sol!

Pensaré en la biblia.

Estoy bajando las escaleras cuando me topo a Marte con una taza de café y su pijama de un anime.

—¿Ya terminaron tú y Luna?—me pregunta y me agarra desprevenida.

—Desgraciadamente, sí, es muy buena con los dedos—digo y Marte suelta una risita.

Odio cuando digo las cosas sin pensar.

—Eeh, no quise decir eso.

Veo como Marte se ríe de mí y siento el calor llegando a mis mejillas.

—Entiendo. Sabes, no eres tan silenciosa—agrega y yo le ruego a la tierra que me trague.

Prefiero no decir nada más así no paso más vergüenza, aunque teniendo en cuenta que estoy hablando con Marte no es la gran cosa porque es mi mejor amiga, pero también es la hermana de Luna.

—Que descanses—se despide.

—Igualmente.

Me acuesto en el sofá e intento alejar pensamientos impuros de mi cabeza hasta que me duermo.

.・✫・゜・。.


Lo siento—le digo a Júpiter—, pero en serio no me siento cómoda con esto.

¿Por qué no?

Me quedo un rato pensando en una buena excusa.

No lo sé, es decir, si sé, pero la verdad no tengo manera de describirlo. Simplemente no me gustaría hacerlo, al menos no ahora.

Veo como Júpiter me ve con mala cara.

Me siento culpable, no sabía que Júpiter no era virgen y de seguro él debe de tener muchas ganas de esto.

¿Y cuándo piensas perder la virginidad?

Eeh, no lo sé, ¿un mes? la verdad no sé cuándo me sentiré lista.

Pues, espero que sea rápido porque es una vergüenza que tengas 15 años, a punto de cumplir 16 y aún seas virgen—me dice él.

—No creo que sea una vergüenza, nadie tiene porqué meterse en mi vida sexual—digo—incluyéndote a ti.

Ay no.

Eso salió tan rápido de mi boca, no quería decirlo.

¿Qué me dijiste?—me pregunta Júpiter enojado.

Me alejo un poco de él por temor, pero me agarra de la muñeca fuertemente trayéndome hacia su lado.

.・✫・゜・。.


—Sol—escucho la voz de Marte—, ya son las 9:00 am, no quiero molestarte, pero necesito el living.

—¿Eh?—le pregunto aun dormida.

¿Qué acaso no estaba con Júpiter? Ah, cierto, otra pesadilla.

Agradezco a Marte por haberme despertado.

—Mm, ¿puedes ir al cuarto de Luna? Por favor.

—Ah, sí, claro—digo levantando rápido y gracias a eso me gano un mareo.

Dormida me choco algún que otro mueble e intento subir las escaleras hasta llegar al cuarto de Luna.

Ella me mira con curiosidad cuando me ve entrar y yo solo me tumbo en la cama.

—Veo que alguien aún tiene sueño—me dice—. ¿Fue cómodo dormir en el sofá?

Por supuesto que no. Tengo un millón de contracturas, pero obviamente no voy a decir eso.

—Demasiado cómodo—le digo con una risita y en ese momento Julieth e Irina suben a la cama—Aaw, mis bebés.

Agarro a las gatas y empiezo a darles besitos.

—Iré abajo a hacer el desayuno—me avisa Luna mientras ataco a las gatas con besos.

—Okey, enseguida voy—luego de pronunciar aquellas palabras me acuerdo de los planes que tengo con mis amigos—. Ah, no, lo siento. Hoy desayunaré con Mercurio y Venus.

—Genial, más tostadas para mí—bromea Luna y yo la miro con mala cara.

Me deja un beso en los labios y luego se va a hacer el desayuno.

Yo me quedo un rato mas en la cama y luego me preparo para ir a ver a mis amigos, cuando termino voy a la cocina con Luna.

—¿Qué harás esta noche?—le pregunto a Luna cuando la veo.

—Creo que nada importante, a no ser que quieras repetir lo de anoche—me dice ella y yo le sonrío.

—No me hagas recordar eso.

—¿Por qué no?

Ella sabe bien el por qué, pero le gusta que se lo diga.

—Porqué me calienta, mucho—le digo y ella me sonríe.

La verdad es que Luna y yo no somos personas que no puedan vivir sin sexo, aguantamos todo el año sin tenerlo, pero cuando nos vemos no sacamos las ganas.

Ella me agarra de las caderas y empieza a besarme el cuello.

—Luna, están por venir a buscarme.

—Pero todavía no vinieron ¿o sí? ¿Qué acaso no quieres que te toque como anoche?

Odio que tenga tanto poder sobre mi.

.・✫・゜・。.

—¿Por qué demoraste tanto en salir?—me pregunta Venus cuando me ve entrar al auto.

—Mmm, me estaba peinando—miento.

Planeamos ir a desayunar a un centro comercial de aquí como soliamos hacer antes.

Admito que esto me trae nostalgia, pero me encanta poder revivir los momentos así.

Los tres estamos un poco tristes porque de vuelta nos separaremos, en especial Venus que se irá a New York, Mercurio y yo estaremos juntos en Milán, así que se tendrá que alejar de nosotros dos.

—Así que serás me vecino—le digo a Mercurio con alegría.

—Así es—me responde—. Logramos conseguir un departamento al lado del suyo, así que te iré a pedir azucar cuando se me acabe—bromea y yo me rio.

—Qué alegría, siempre soñé con que seas mi vecino loco.

—Te queda bien ese papel la verdad—comenta Venus y Mercurio le saca el dedo del medio.

—¿Tú cómo te preparas para ir a New York?—le pregunto a Venus.

—Tranquilizando a Marte que está como loca.

—La entiendo, tiene que lidiar contigo y con Luna, es muy complicado—dice Mercurio y Venus lo mira ofendido.

—¿Sabes qué no extrañaré? Tus comentarios y sarcasmo de mierda—ante las palabras de Venus niego con la cabeza mientras una sonrisa se me forma.

Extrañaba sus peleas.

—Pues yo ni siquiera te extrañaré—le responde Mercurio con las manos al volante.

Podrán insultarse y golpearse casi todos los días de su vida, pero se aman. No lo admitirán jamás, en especial Mercurio, pero les costará vivir sin la presencia del otro.

—No me gastaré discutiendo contigo—dice Venus cruzando los brazos—. Sol, yo protegeré a tu mujer de cualquier Neoyorquino que se quiera acercar a Luna.

—Gracias, pero confío en Luna y sé que ella no me engañaría.

—¿Jamás estuviste paranoica con qué te engañe?—me pregunta Mercurio.

—La verdad es que tenía otras cosas en la cabeza para andar pensando si ella me engañaba— digo—, pero no, jamás.

Dudo que Luna se haya sentido de esa manera, siempre me quejaba con ella sobre lo sola que me sentía en Australia.

—¿Alguna vez se m le acercaron a Luna con un propósito amoroso?—pregunto con curiosidad.

—Solo una chica, pero Luna la mandó rápidamente a la mierda—cuenta Venus—. La verdad es que Luna en este último año ha estado muy ocupada con el trabajo y esas cosas.

—Cierto—confirma Mercurio—. Recuerdo la vez que se quedó dormida en las escaleras de la escuela.

—Sí, ella se exigió de más—digo—, por lo menos todo ese esfuerzo tuvo frutos. Yo la verdad en un punto de mi vida empecé a creer que ni llegaría a la universidad.

Vivir en Australia fue muy difícil para mí, pero aquí estoy y la verdad estoy sorprendida de eso.

El no tener a mis amigos cercas me deprimió mucho y no lograba hacerme amigos.

Mi obsesión con el peso volvió y volví a tener bulimia junto con depresión.

Me internaron por 3 meses donde casi no podía hablar con Luna y mis amigos y a mi mamá la veía solo los domingos.

Me sentía tan sola y tan deprimida, yo solo quería tomar un vuelo hacía aquí y poder estar con las personas que más amo.

Llegué a cortarme y en un punto pensé en terminar con todo, pero cuando habla con Luna y la recordaba me daba el aliento para seguir intentándolo por ella.

¿Cómo se sentirían las personas que más amo por mi decisión?

Le prometí a Luna que no le rompería el corazón, que volvería en un año, no podía fallarle.

No podía fallarle a mis amigos y a mi mamá.

Así que un día decidí contarle a mi mamá todo lo que me pasaba y pensaba y me ayudó de inmediato.

Mi recuperación fue muy difícil y me dieron varios medicamentos y terapias. Logré mejorar y aquí estoy ahora, pero en esos momentos no me imaginaba otra salida para mí que no sea el suicidio. Y estoy agradecida de que me di cuenta que esa no era la solución y me atreví a pedir ayuda.

—¿Seguiste haciendo... eso?—me pregunta Venus con timidez.

—¿Cortarme?

—Sí, eso.

—No, hace tiempo que no lo hago.

—¿Luna sabe que lo hacías? —pregunta Mercurio.

—No, tampoco pienso decirle.

Hay varias cosas que no le cuento a Luna para no preocuparla. Ella no sabe que antes me cortaba y lo de las pesadillas lo sabe solo porque lo vio e insistió en que se lo diga.

Se lo estresante que puede llegar a ser tener que lidiar con una persona con el tipo de problemas que padesco y mucho más a la larga distancia.

Ella me ama y sé muy bien que si Luna sabría todas las cosas que pasé en ese año eso la hubiera enloquecido.

Apenas sabe un cuarto y estubo apunto de viajar hasta Australia.

No quiero que ella se sienta mal por no poder ayudarme, por eso evito algunos detalles.

De igual manera, creo que ya estoy mejor.

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🐞 Nota de la autora 🐞

Espero que estén teniendo un buen viernes, este es mi día favorito de la semana <3

Hoy tuvimos una escena un poco 🔥

Jamás escribí una escena erotica, así que no quería llegar a tanto aun.

Y todo lo que contó Sol me dejó así: </3

Fila para abrazar a Sol: 🧍‍♀️

Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1

🗽¿Qué piensan sobre lo que nos contó Sol? 🗽

🐚 ¿Están de acuerdo con qué no le cuente todo a Luna? 🐚

🐬 ¿Les gustaría más escena eroticas? 🐬

Los veo el lunes 💜💫

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