20: "Conociendo a gente interesante"
Sol
Amo la historia de la moda.
Es tan interesante ver cómo se vestían antes y la historia detrás de ello.
Todo lo que sufrían las mujeres por usar corset tan ajustados que ni respirar podían, si hubiera vivido en esa época de seguro mi mamá me obligaría a usar uno tan ajustado que me aplastaría los órganos.
Suerte que no nací en esa época, pero me hubiera encantado poder usar esos vestuarios.
Estoy saliendo de la clase cuando veo a Andrómeda en la puerta con dos termos de café y una caja rosada.
—Hola—la saludo y ella me mira con una sonrisa.
—Hola, te traje esto—ella me da una caja de donas y uno de los termos que tenía—. Por si tenías hambre.
—Gracias, pero no me gusta el café, solo el café con leche o té.
—Por eso te traje té de manzanilla, sé cuánto te gusta.
—Que tierna eres ¿quieres ir a sentarte afuera? Tengo unos 20 minutos libres antes de ir a otra clase.
—Claro.
Andrómeda es muy buena conmigo, siempre me ayuda en todo. Le gusta regalarme cosas y me ayuda con las tareas hasta cuando no lo necesito. Yo a veces me siento media tonta a su lado porque ella es súper atenta e inteligente y yo aún soy un pajarito perdido en esta universidad.
—¿Cómo te fue en la clase?—me pregunta cuando nos sentamos.
El patio de la universidad está llena de estudiantes estresados estudiando hojas todas rayas por marcadores de colores y perritos que buscan comida. El lugar es lindo, hay muchos arboles y una fuente donde solemos sentarnos con Perseo, está vez optamos por sentarnos en el césped arriba de una lona.
—Oh, muy bien. Amo la clase de historia de la moda, es muy interesante.
—Si quieres puedo prestarte algunos apuntes de eso, tengo varios del año pasado—me dice ella mientras muerde una dona.
—Oh, eso me gustaría.
—Y quería preguntarte sí...
—Buenas, Buenas, seres hermosos de mi corazón—dice Perseo apareciendo en nuestro lado y noto como Andrómeda lo mira con mala cara—. Que hermoso día ¿verdad?
—Veo que estás de buen humor—le dice Andrómeda mientras Perseo se sienta.
—Siempre estoy de buen humor—le responde el chico—. Uh, donas.
Él intenta sacar una dona de la caja que me regaló Andrómeda, pero ella le cacheta la mano antes de que toque una.
—No seas muerto de hambre pídele a Sol primero son de ella—lo regaña.
—Lo siento. Sol ¿puedes darme una dona? Antes de que haga otra cosa que a An le moleste—dice él mirándola y ella solo le saca la lengua.
—Claro, no debes de preguntar. Pero no te comas las de glaseado rosado, esas son mis favoritas— le digo y él agarra una dona con relleno de membrillo y se la come felizmente mientras yo tomo mi té.
—¿Tú no querías decirme algo?—le pregunto a Andrómeda.
—Eh, sí, yo...—empieza a decir ella pensando—. Quería preguntarte si ibas a ir a la reunión de esta tarde.
—De seguro iré, no tengo nada mejor que hacer-.
Luego de eso nadie más dice nada y noto como Perseo y Andrómeda se tiran miradas como si estuvieran hablando a través de ellas. Ellos dos son mejores amigos y a veces se me hace incomodo cuando hacen este tipo de cosas o hablan de temas de los cuales yo no estoy enterada. Es raro.
—Sol ¿me permites hablar a solas con An?—me dice Perseo.
—No será necesario, Sol—interviene Andrómeda.
—Sí, lo es, créeme.
—Mm, sí claro, de igual manera tenía que ir al baño—les digo parándome—. A ver si esta vez no me pierdo—digo y Andrómeda se ríe fuertemente.
Suerte que logré salir de esa pelea de miradas, fue muy incómodo.
Mientras camino a los baños me cruzo con gente que me saluda o me regala sonrisas. Ahora conozco a más personas aquí, luego de que publicaron que soy una "diva universitaria" muchos empezaron a hablarme o por lo menos a saludarme.
Algunos me odian, por ejemplo los amigos de Hércules, y a otros les agrado, así que creo que no voy por tan mal camino.
Entro a los baños y veo que no hay nadie. Así que me acomodo el cabello y me retoco el maquillaje tranquilamente. Como soy estudiante de moda siento la presión de verme bien todo el tiempo, no sé por qué, pero siento que debo dar el ejemplo.
Estoy guardando mi labial en mi mochila cuando escucho un llanto el uno de los baños. Yo me agacho un poco para ver y resulta que sí hay alguien en uno de los cubículos, y por lo que escucho está llorando.
—¿Hola? ¿está todo bien?—le pregunto y escucho como se limpia la nariz.
—Sí, nada de qué preocuparse—me dice una voz un poco ronca.
—¿Segura? Yo también he llorado en los baños y sé que normalmente es por algo muy malo— digo sentándome en el piso apoyando me espalda en la puerta del cubículo—. Si quieres puedes contarme, o si no solo puedo agarrar tu mano y estar para ti si lo necesitas.
Paso la mano por debajo de la puerta y la chica me la agarra minutos después apretándomela. Suelta llorosos y yo no suelto su mano.
—¿Alguna vez has sentido que no eres lo suficiente? Que no cumplirás las expectativas que todos tienen sobre ti—me pregunta de la nada y no puedo sentirme más identificada.
—Sí, sé lo que se siente eso. Esa presión en el pecho porque sientes que no alcanzarás las expectativas y hacer lo imposible por lograrlo, sé que se siente eso y sé que uno de los peores sentimientos. Pero sabes qué, hay veces en las que hay que permitirse ser egoísta y pensar en nosotros, en lo que nos hace felices y luego poner a los demás, sino no llegaremos a ningún lado más que a un poso donde todo es oscuro y doloroso.
— ¿Y si ya llegué a ese poso?
—Hay que trepar, caerse y volver a intentarlo.
—Ojalá fuera tan fácil como decirlo.
—Sí, ojalá así fuera, pero ese es el primer paso para lograrlo. Yo hace un par de años estaba como tú, y era por fin estoy logrando salir de ese poso. Es difícil, no te mentiré, pero vale la pena intentarlo.
Siento como ella suelta mi mano y como se limpia la nariz. Luego abre la puerta empujándome haciendo que me estrelle contra el piso.
—Lo siento, no me di cuenta que te golpearía—me dice ella con los ojos rojos
—Está bien—le digo levantándome del suelo—. Me llamo Sol— extiendo la mano para saludarla y ella hace lo mismo.
—Amy—se presenta.
Veo sus muñecas y están todas rojas con marcas de dedos en ellas. Conozco esas marcas, las solía tener todo el tiempo.
—Lamento que nos hayamos conocido así—se disculpa limpiándose la cara.
—Oh, no hay nada de malo en eso, es una manera muy original de conocerse— le digo y Amy se ríe—. ¿Qué son esas marcas que tienes en las muñecas?—le pregunto.
Ella se mira las muñecas y se las tapa rápidamente.
—Nada, con mi novio estuvimos... experimentando—me dice ella con una sonrisa.
No soy un detector de mentiras humano, pero yo he usado esa mentira más de una vez, o mejor dicho Júpiter me ha obligado a usarla.
Amy se lava la cara y yo me quedo a su lado callada. No puedo dejar pasar este momento y seguir con mi vida, esta chica necesita ayuda y no quiero irme sin dársela.
—Oye, tal vez no me quieras ver nunca más, pero yo si quiero conocerte más así que quiero darte mi número—le digo buscando un papel y una birome en mi mochila.
Y el único papel que encuentro que encuentro es uno que tiene pandas rosas. Me pasa por no comprar hojas normales.
—Bueno, no tengo una hoja normal solo esta con panditas rosados. Este es mi número, escríbeme si quieres hablar de lo que sea o quieres que nos conozcamos
—Gracias, y me gustan los pandas—ella se despide y me quedo sola en el baño.
Pobre Amy, es mierda sentirse así y de seguro es alguien muy bueno. Tal vez pueda...
Escucho como mi celular empieza sonar y veo que mi tío me está llamando. Mm, esto me huele a malas noticias.
—Hola, tío. ¿Cómo estás?
—Muy bien SolSol, pero tengo algo para decirte.
—Dispara.
—No tomarán tu denuncia hacía Hércules, dijeron que no hay muchas pruebas de que él te hiciera eso y que sí lo hizo no llegó a ser violación como tal.
¿Por qué no me sorprende? Ah, sí, porque no es la única denuncia por abuso que hago y no me escuchan. Ya me acostumbre a estas injusticia.
—Sí, ya me lo esperaba. Gracias por intentarlo, tío.
—Tal vez podríamos seguir insistiendo y así nos escuchen. Había un amigo tuyo que vio todo ¿verdad? Podemos hablar con él para que hable con la policía y tal vez así nos escuchen.
—No, no lo harán. Jamás escuchan—le digo y suspiro—. Si quieres después hablamos bien ¿sí? Dentro de poco tengo una clase.
Mi tío se despide y yo le cuento a Luna porque cuando estoy frustrada mi solución es hablarlo con ella.
-Adivina a quién no le tomarán su denuncia en serio.
-No es muy difícil de adivinar.
Lunii: ¿en serio ignoraron tu denuncia otra vez?
-Sip
-Como lo hacen siempre.
-La verdad ya me cansé de hacerlo.
Lunii: No bajes los brazos, Sol, es difícil, pero no imposible.
Me quedo un rato más en el baño hablando con Luna y luego salgo para ir donde están Andrómeda y Perseo, espero que hayan terminado de hablar lo que sea que estaban hablando.
—¿Te perdiste otra vez?—me pregunta Perseo.
—No, solo me quedé hablando con alguien.
.・✫・゜・。.
—Está increíble, Sol—me dice Andrómeda asombrada por mi diseño—¿Cómo se te ocurrió?
—No lo sé, solo se me pasó por la cabeza.
Acabo de diseñar un conjunto de ropa y Andrómeda está totalmente impresionada por mi originalidad. La verdad es que, si es muy original, pero no creí que tanto.
Hay veces en las cuales solo agarro un lápiz y dejo que mi imaginación haga lo que quiera. La otra vez hice un vestido con patitos, pero esta vez no salió tan mal.
—Debes presentarlo—me dice ella.
—¿En dónde?
—Al profesor Fleur—yo me mato de risa ante su propuesta y ella me mira ceñuda
—Estás loca.
—Tú lo estás si no lo haces, Sol.
Tengo un montón de profesores famosos los cuales me dan miedo, pero el profesor Fleur es el más famoso. Trabajó con Dior, Versace y su marca de ropa es todo un éxito en el mundo. Me intimida, y mucho, ni loca le mostraré mi diseño, no soy quien para hablarle.
—Sol, dentro de poco hará un desfile mostrando su colección de primavera si le muestras tu diseño tal vez te permita trabajar con él.
—¿Y tú crees que lo hará? Soy una estudiante de primer año, no llevo ni 6 meses aquí.
—El diseño es perfecto, Sol, debes hacerlo—me insiste y niego con la cabeza—. Te compraré helado hasta que termine el mes si lo haces.
Ah, eso me interesa.
—¿Del sabor que yo quiera?—le pregunto y ella asiente—. Deséame suerte—le digo parándome y me grita suerte.
Mis manos están temblando y apenas puedo respirar, estoy por presentarle un diseño mío a un grande de la moda y me estoy muriendo de miedo.
Cuando estoy a una distancia razonable empiezo a respirar hondo. Veo hacia la dirección de Andrómeda y ella me levanta los dedos pulgares.
Tú puedes, Sol.
—Señor Fleur—llamo su atención mirando para abajo.
—¿Qué necesitas?
—Yo... no quiero que pierda su tiempo... pero quería mostrarle algo. Un diseño que acabo de crear y me pareció bueno. Pero tengo gustos horrendos, así que no se sorprenda se le parece feo y a mí me parece bueno.
Le paso el cuadernillo y él se lo queda viendo con el ceño fruncido sin decir nada.
Ay, mierda. De seguro lo está odiando y ahora me echarán de la universidad por mostrarle tal fealdad y volveré al pueblo donde vivía y me sueño se irá a la mierda.
—Es...—empieza a decir y yo dejo de respirar—, la cosa más original que he visto en mi vida ¿Cómo se te ocurrió?
—Mmm, no lo sé.
—¿En qué pensabas mientras lo hacías?—me pregunta.
—En que comeré fideos con salsa cuando llegue a casa—le digo y suelta una risita.
—Eso explica el rojo. La combinación de colores, la forma tan original en la cual los combinaste es impresionantes, es una genialidad. Jamás se me hubiera ocurrido usar cadenas para un tipo de diseño así. Es tan... rebelde y a la vez muy sofisticado—me dice él.
Ay, por Dios, le gustó. Me voy a desmayar. Necesito aire o algo dulce. Veo borroso.
—Gracias—le digo con voz temblorosa—. Es un honor que me lo diga.
— ¿Cuál es tú nombre?
—Sol Shining.
—Eres muy talentosa, Shining, llegarás muy lejos si sigues pensando en que comerás cuando llegues a casa—me dice y yo me río.
Me dirijo de vuelta a mi lugar donde está Andrómeda esperándome ansiosa. No le digo nada, intento procesar lo que acabo de escuchar.
—¿Tienes algún caramelo? Se me bajó la presión.
Ella saca una bolsa de caramelos de miel de su mochila y yo agarro uno.
—¿Qué te dijo?
—Que era una genialidad y que seré muy talentosa si sigo pensando en que comeré cuando llegue a casa.
—No entendí lo segundo, pero ¡Te dijo que era una genialidad!—me dice ella emocionada—. ¡Un genio de la moda te dijo eso! ¡Lo puedes creer!
—No, y por eso se me bajó la presión. Se lo contaré a Luna—busco torpemente mi celular y le escribo a mi novia.
-Un genio de la moda me acaba de decir que mi diseño es una genialidad y que soy muy talentosa.
-Estoy por desmayarme.
Lunii: Jamás escuché palabras tan acertadas.
Lunii: felicidades, ridícula <3
-Gracias, pensaré más a menudo que comeré cuando llegue a casa.
Lunii: ¿eh?
Lunii: cosas de diseñadores, jamás lo entenderé.
Lunii: quiero ver ese diseño y quiero darte un beso.
-Ahora te mando foto, y lo del beso espera un par de meses.
Lunii: ¿Comiste algo verdad? Siento que se te habrá bajado la presión.
-Sí, Andrómeda me dio caramelitos de miel.
-Te hablo luego.
—Oye, Sol—me dice Andrómeda y levanto la vista—. Estaba pensando que para festejar este triunfo podemos hacer algo.
—Claro, podemos decirle a Perseo.
—De hecho, podríamos hacer algo las dos solas—me dice ella—. Ya sabes, sin testículos de por medio y solo chicas.
—Oh, sí claro. Si quieres puedes venir a mi casa esta noche y cocinamos algo—le digo—. Ya sé, haré mi especialidad.
—Okey, te veo a la noche.
Luna
—Quiero que sea misterioso ¿okey? Que haya una muerte, pero no cualquier muerte...—me dice Venus.
No para de ponerme limitaciones para escribir su película. Que no tiene que ser esto, que no tiene que llevar mucho de aquello. Me estresa y mucho.
—Oye—le digo ya enojada—. Una cosa más que me digas y juro que te arranco esos pelos de zanahoria que tienes.
—Claro, tú trabaja tranquila.
—Hablando de zanahoria—interrumpe Marte—. ¿Quieren comer una tarta de zanahorias?
—Mientras que no le pongas piñas cocina lo que quieras—le respondo.
Cada vez que alguien me da algo primero me aseguro que no tenga piña. Luego de que Sol y Leo casi me matan ahora tengo miedo de comer cosas que no estén preparadas por mí.
Hablando de Sol, iré a llamarla. Tengo que preguntarle qué piensa sobre un cuento que escribí y sobre las vacaciones a Malibú que tendremos.
—Ya vuelvo—digo levantándome del asiento y marcándole a Sol, creo que va estar despierta, siempre se duerme tarde.
Estoy un rato esperando hasta que ella me responde. La veo con un delantal de cocina, cubierta de harina y con el cabello atado.
No me digas que está haciendo lasaña de nuevo.
—Hola Luni.
—Hola, corazón. ¿Estás cocinando?
—Así es, lasaña.
—¿Cuántas veces te he dicho que no lleva harina?
—La mía si lleva—me dice ella y yo solo niego con la cabeza.
Escucho como ella le dice algo a alguien y una voz extraña la interrumpe.
— ¿Estás con alguien? Puedo llamarte luego.
—Oh, sí estoy con alguien, pero quiero presentártelo.
Sol llama a alguien y una chica de cabello marrón llena de harina aparece en la pantalla. Vale, creo que ya la ubico.
—Luna, ella es Andrómeda—me dice Sol—. Es la amiga de la que te hablé.
Recuerdo que Sol me ha hablado de ella. La describió como alguien amable y linda, también me dijo que a veces se sentía insegura al lado de ella porque es perfecta, y tiene razón, la chica es divina.
—Hola—la saludo sin ganas.
—¿Qué tal? Luna ¿verdad?
—Así es.
—Es un gusto conocerte, Sol me ha contado mucho de ti.
—Lo imagino.
Es bastante incómodo hablar con ésta chica, ella no sabe que decir y yo no tengo ganas de hablar. Por suerte Sol aparece en la pantalla con una sonrisa y aparta a Andrómeda. Se la ve bastante feliz.
—Oye, sobre nuestras vacaciones en Malibú—me dice ella mientras lava algo—. Descubrí que mi mamá vendió la casa de verano que teníamos ahí. Al principio me molesté con ella, pero descubrí que es dueña de un hotel de allí junto con los padres de Júpiter. Así que ya tenemos hospedaje gratis—me dice.
—¿Tienes un hotel en Malibú?—le pregunto sorprendida.
—Sí, yo tampoco lo sabía, pero aparentemente tengo uno en Argentina, Canadá, Francia y Brasil. Yo solo sabía de la existencia del de Australia.
Cuando pienso que Sol no puede tener más dinero me salta con estás cosas.
Ella está lavando un pedazo de lechuga tranquilamente y en eso aparece Andrómeda de atrás abrazándola y dándole besos en la mejilla.
Vaya, que cariñosa es está chica.
—¡Ya basta!—le dice Sol riéndose—. Me haces cosquillas.
—Espera, tienes una pestaña.
Sol la mira y Andrómeda se acerca más a ella haciendo que sus narices casi se choquen y que queden pocos centímetros entre ellas.
Ay, por favor, desde aquí veo que no tiene ninguna maldita pestaña.
No suelo ser una persona celosa, pero está chica Andrómeda se le está acercando de más a Sol. Si le toca un solo pelo iré a Milán solo para arrancarle esas extensiones mal puestas.
—Ah, la perdí—dice Andrómeda.
Sí, ajá.
Sol se aleja de ella y Andrómeda me mira por medio de la pantalla.
—Oye, me olvidé de comprar salsa de tomate—le dice Sol—¿Puedes ir a comprar?
—Claro—dice ella y se va.
Y ahora por fin puedo hablar con Sol tranquila por lo menos un rato hasta que Andrómeda vuelva.
—¿Te agrada?—me pregunta Sol.
—¿La muñeca de porcelana esa? Creo que tiene mal puestas las extensiones—le digo a Sol y ella niega con la cabeza.
—Así que no te agradó.
—Creo que se pasa de cariñosa contigo.
—¿Por qué lo dices? Es así con todo el mundo, hasta con Perseo que es mi otro amigo—me dice.
Sol es lo demasiado ingenua para darse cuenta de que Andrómeda la está coqueteando, se tardó mil años para darse cuenta de que yo gustaba de ella. Confío en Sol y estoy segura que ella no tiene ninguna intención amorosa con esa chica, pero Andrómeda si lo tiene y eso me asusta un poco.
—En fin, fuera del hecho de que te quiere comer a besos, no parece mala chica—le digo—. Y tienes razón, no tiene ninguna imperfección. Es una muñeca de porcelana.
—Sí, y yo una de trapo—me dice Sol con un poco de tristeza.
Aah, como odio que se tire abajo.
—En realidad, eres una de museo. Que suerte que tengo al estar a tu lado—le digo y ella me regala una sonrisa—. Bueno, tengo que seguir haciendo el guion para el filme de Venus, que te salga bien tu lasaña.
—Te mandaré un pedazo por correo.
Espero que no lo haga.
—Bayy.
—Adiós.
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🍥 Nota de la autora 🍥
Hooola.
Perdón por tardar en actualizar, voy a ser sincera casi lo olvido, lo siento 🧡
Andrómeda, alejate de ahí 🤺🤺🤺
Aquí conocemos a alguien nuevo. Bienvenida a la familia, Amy ❤
Y que rabia lo de Hércules </3
Instagram: dell_h16
Tik tok: dell_h1
🍭¿Quién de los personajes nuevos es su favorito? 🍭
🍦¿Les va gustando la historia?🍦
🍩¿Se la imaginan a Luna celosa? 🍩
Por el bien de Andrómeda ni imaginarla tendría.
Nos vemos el viernes con un cap que sé que les encantará 🧡🧡
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