2: "Pesadillas"
Luna
—Vine a presentar mi renuncia—digo con una sonrisa en mi cara.
—Bueno—dice mi ahora ex jefe—. Fue un placer tenerte de empleada, espero que te vaya muy bien en tus estudios, Luna.
—Gracias, diría que fue un placer trabajar aquí, pero la verdad es que no. Hasta nunca.
Fantaseé con este día mucho tiempo y hoy por fin pasó.
Lo que más me alegra de esta situación es que me voy de aquí para ir a cumplir mi sueño cosa que aún no puedo creer.
Si me preguntaran hace dos años atrás como me veía en el fututo me hubiera imaginado a mí como una anciana solitaria con 30 gatos y viviendo debajo de un puente.
Ahora me veo escribiendo un libro junto al amor de mi vida.
Estoy feliz y emocionada por ir a New York.
Lo único malo es que no tengo a Sol a mi lado, pero la realidad es que esto de la distancia para mí y para Sol ya se nos está haciendo muy familiar. Ya hasta considero raro hablar con Sol cara a cara y no por medio de una pantalla.
De igual manera, me encantaría que estuviera a mi lado, pero estoy feliz de que ella vaya a Milán a cumplir su sueño.
—¡Buen día!—grito cuando llego a mi casa para ver si hay alguien despierto.
Estoy de buen humor. Eso no pasa muy seguido así que espero que lo aprovechen.
—¡Hooolis!—me grita Sol desde la cocina y me dirijo a ese lugar a saludarla.
En el camino me choco con el gatito de Sol, Chispi, y a Irina jugando con una bola de estambre.
Llego a la cocina y veo a Sol haciendo el desayuno. Su cabello rubio está recogido en un moño muy despeinado y veo como se está comiendo el pedazo de una manzana.
Me acerco a ella y le regalo un abrazo de atrás junto con un beso.
—Uh, tostadas, que rico—digo al ver las tostadas que está haciendo Sol.
—Sí, ahora que no se me queman quedan ricas.
Sol me pasa un plato con fruta y yo la dejo en la mesa mientras me siento al igual que la rubia.
El olor a café inunda mis fosas nasales y veo como Sol se asquea al probarlo.
Odia el café con su vida.
—¿Cómo amaneciste hoy?— le pregunto.
—Con los arañazos de Julieth en mis brazos—dice Sol mirando a la gata.
—Ay, déjala, te quería dar los buenos días ¿o no Julieth?—le digo a la gata y Sol nomás me mira con mala cara, a mí y a la gata.
—Me quedo con los buenos días de Irina—comenta Sol y a modo de respuesta le saco la lengua.
Sol y yo hablamos tonterías mientras desayunamos y voy a aprovechar este espacio para hablar un tema que ella está evitando.
Sus pesadillas.
De seguro de aquí saldremos peleadas, depende del humor de Sol.
Ella odia que saque este tipo de temas cuando estamos juntas, la hace enojar mucho, pero yo no pienso seguir su jueguito de fingir que todo está bien y seguir con mi vida normalmente.
De 5 noches que estuvo aquí en 3 de ellas la encontré llorando mientras dormida o despertándose asustada. Y cada vez que le pregunto qué le pasa ignora el tema.
Pero ya es hora de hablar de esto.
—¿Cómo pasaste la noche?—le pregunto.
—Bien. ¿Por qué preguntas?
—Porque te vi llorando mientras dormías— le digo.
Ella no me ve. Solo revuelve su té ignorando lo que dije.
—Oye, entiendo que no quieras hablar del tema, Sol, pero tampoco puedes ignorarlo ¿okey? Ya no somos niñas.
—¿Y qué quieres que te diga?—me dice ella con un tono un poco más fuerte—. Tengo pesadillas, sí, ya lo sé.
—¿De qué se tratan?—le pregunto y ella nuevamente se queda callada revolviendo su té.
Sé que a Sol no le gusta que hablemos de esto cuando nos vemos porque no quiere arruinar los pocos momentos que tenemos juntas, pero esto es algo que hay que hablarlo.
Es un milagro que todavía no me haya gritado. No parece, pero Sol cuando se enoja puede llegar a convertirse en un verdadero moustro. Por eso no me gusta hacerla enojar.
—Son sobre Júpiter—me dice luego de un tiempo.
—¿Júpiter?—le pregunto y ella asiente con la cabeza.
—Sueño con las veces que él me golpeaba o me insultaba—me cuenta ella—. Esos sueños son tan realistas. Es como si volviera a estar en ese momento y es horrible. A veces ni siquiera son momentos que haya vivido, algunos son inventados por mi cabeza, no lo sé.
—Ay, Sol—le digo agarrándola de la mano—. ¿Le dijiste a tú psicóloga?—le pregunto.
Ella se queda muda, por eso ya sé su respuesta.
—Sol ¿no le contaste?
—No, no le conté nada—confiesa—. Sé que hago mal en no hacerlo, pero la realidad es que no me gusta contarle las cosas a ella me siento muy incómoda al hacerlo. Ella no es igual a Cassi.
Cassi dejó de ser psiquiatra de Sol cuando se mudó a Australia. Era muy complicado atenderla a la larga distancia, así que Sol empezó a ir con una que esté a su alcance.
—¿Y por qué no me dijiste? A mí o a tu mamá—le digo—. Te hubiésemos ayudado a buscar otro.
—Sé que hice mal, lo siento. Es que venía muy bien, pero cuando volvieron las pesadillas volví a sentirme un poco mal, no tanto como antes, pero si un poco paranoica. Hay veces que hasta veo a Júpiter en los pasillos o cosas así.
—¿Hace cuánto te pasa?
—Las pesadillas las tengo hace dos años, pero no eran frecuentes solo las tenías 3 o 4 veces al año, pero hace un mes las tengo casi todas las noches y a veces no puedo dormir. Las alucinaciones, aunque no sé si llamarlas así, hace un par de semanas—me dice—. Es por eso que no dormí en el vuelo, tenía miedo de tener una pesadilla y despertar gritando.
Me levanto de mi silla y me acerco a Sol para abrazarla.
Esta es una de las cosas que más odio de la larga distancia. Cuando pasa algo así jamás me entero hasta que Sol me lo dica y nunca puedo ayudarla.
—Oye, si te sientes incomoda al contarle algo a tu psiquiatra puedes contármelo a mí, yo no te juzgaré y te apoyaré siempre— le digo—¿Por qué no me contaste lo de las pesadillas?
—Es que me siento como una ridícula—me dice ella con un poco de frustración—. Ya pasaron dos años de eso. Debería haberlo superado.
—Sol, tuviste un trauma es completamente normal y aceptable aun estar angustiada por eso. No es algo fácil de superar. Y te sientes ridícula porque eres ridícula, no por los sueños—le digo en broma y ella me golpea el hombro.
Le dejo un beso en los labios y luego la miro.
—Jamás dudes en contarme algo ¿sí? Yo siempre estaré ahí y te ayudaré por más de que esté en otro continente.
—Gracias, siempre me haces sentir mejor— me dice Sol y yo le doy otro beso.
—No hay de qué. Y ahora lo que haremos es preparar el almuerzo para los estúpidos de nuestros amigos y cuando llegues a Milán buscarás a un nuevo especialista así te ayuda con tus pesadillas y otras cosas.
—Okey— dice Sol—. ¿Me disculpas? Tengo que hablar con mi mamá.
Ella se va a otra habitación y yo preparo la casa para que nuestros amigos vengan.
.・✫・゜・。.
—Haber todos—dice Mercurio con las manos en la cintura—. Está más que claro que soy uno de los mejores cocineros aun no descubierto, no entiendo por qué quieren que cocine Luna.
El tono de voz de Mercurio es uno en donde se nota su enojo.
Todos votamos para ver quién cocina y todos me eligieron a mí, así que Mercurio está completamente disgustado con esa idea.
—Es que ella hace un pastel de carne muy rico la verdad—comenta Saturno y yo le sonrío a Mercurio con superioridad.
Prefería mil veces que Mercurio cocinara, pero me encanta molestarlo y hacerlo enojar.
—Sol—Mercurio se da vuelta a verla y la encuentra comiéndose los aperitivos que preparó—, ¿Te estabas comiendo mis aperitivos?
—No, por supuesto que no—niega la chica nerviosa—. Solo los estaba viendo.
—Sí, con la boca—agrego.
—Está bien, ¿Quién crees que debería de cocinar? El fastidio que está a mi lado—dice Mercurio refiriéndose a mí y yo lo veo con mala cara—, o yo, uno de los mejores cocineros del mundo.
—Creo que tienes el ego un poco alto y cualquiera que cocine yo seré feliz de igual manera—responde Sol con una sonrisita.
—Hagamos esto—digo intentando terminar con esta discusión—. Yo preparo el pastel de carne y tú preparas el postre ¿está bien?
—Okey, lo mejor para el final, como siempre—dice Mercurio con superioridad y yo solo me dedico a rodar los ojos cansada.
Decidimos juntarnos todos juntos por última vez, luego nos dividiremos y no nos veremos por mucho tiempo.
Estoy triste por eso, pero estoy emocionada por ir a New York. Por fin estudiaré algo que sí me interesa y que me servirá para el fututo.
Ah, y podré dejar este pueblo que ya me está aburriendo, lo único que me gusta de aquí es la laguna del papá de Sol.
—Hola, chicos—saluda Venus entrando a la cocina junto con unas bolsas de comida.
—Hola, amor. ¿Ya preparaste las maletas?— le pregunta la pelirroja.
Veo como el semblante de Venus cambia a uno aterrado y niego con la cabeza.
—Aah—dice Venus nervioso—,pues, verás...
—¡Venus!—lo regaña Marte—. ¿Cómo puede ser posible que ustedes dos puedan ser tan irresponsables? Armarás las maletas esta tarde, no me importa lo que tengas que hacer ¡lo harás!
—Por supuesto que las armaré esta tarde, amor—dice Venus.
Mercurio finje una tos seca y dice—Gobernado.
Venus lo mira mal y el chico solo alza las manos inocentemente.
Todos estamos nerviosos por el viaje, pero Marte está alterada y se desquita con los demás. Y con los demás me refiero a Venus y a mí, no nos deja respirar con tranquilidad.
—Oye, Marte, prometiste no alterarte por el viaje—le recuerdo—. Creo que no te está saliendo muy bien.
—Cómo si fuera posible estar tranquila con ustedes dos.
—Tranquila, corazón—dice Venus dándole un beso en las mejillas—. Prometo armar las valijas hoy.
Sí, ajá.
—Gracias, Venus—le dice Marte—. Sol ¿tú puedes encargarte de Luna?
—Claro—dice Sol con aperitivos en la boca.
—¡Deja de comer los aperitivos!—la regaña Mercurio.
—¡Es que quiero asegurarme de que no vayas a envenenar a nadie!—se excusa Sol inocentemente—. Estoy poniendo mi vida en riesgo por ustedes, agradézcanmelo.
Nuestra reunión se basa en peleas con Mercurio, reírnos de Venus, regañar a Sol por robar comida y escuchar a Marte quejarse porque no armamos las maletas.
—¿Y qué hay de ti Sol?—pregunta Saturno—. ¿Ya tienes las maletas para Milán?
—De hecho, las maletas ya están en Milán— dice ella—. El asistente de mi mamá se encargó de llevarlas.
—Qué suerte tienes, Sol. Yo tengo que andar luchando con estos dos idiotas—dice Marte, y Venus y yo la miramos ofendidos.
—Mis maletas ya están armadas—comenta Mercurio—. Las de Libra también, creo.
—Igual—agrega Saturno—. Solo te aclaro, Sol, que no soy muy ordenada. Así que deberás vivir en el desorden a no ser que limpies.
—No pasa nada, estoy acostumbrada al desorden. Tal vez por eso el traicionero de Mercurio no quiso venir a vivir con nosotras—le dice Sol a Mercurio.
Han estado discutiendo esto por meses. Saturno y Sol vivirán en el mismo departamento e invitaron a Mercurio, pero él decidió vivir en el departamento de al lado junto con Libra, así que Sol se sienten ofendida.
Yo no juzgo a Mercurio, el pobre chico quiero un departamento para coger con Libra tranquilamente es muy entendible, pero Sol y él hicieron un traro de pequeños de vivir juntos y ella no se olvidada de eso.
Creo que Sol nomás lo molesta con eso y en realidad no está ofendida, pero prefiero no meterme en sus discusiones.
—Ya te dije que es porque Libra y yo queremos un departamento para nosotros dos solos. Además, dudo que quieran compartir departamento con nosotros dos.
—Es cierto, no tengo ganas de escuchar rechinar la cama todas las noches. —comenta Saturno.
—Ay, por favor. Como si tú no lo fueras a hacer. Hasta Sol hará esas cosas a su modo.
—La verdad es que yo soy muy silenciosa para eso—dice Sol y yo la miro.
¿Debería dar mi opinión al respecto de ese comentario? Tal vez mas tarde con menos gente.
—Okey, cambiemos de tema—interrumpe Venus—. Está técnicamente es una de nuestras últimas juntadas todos juntos. Luego nos dividiremos.
—Tienes razón, que rápido pasó la secundaria. —dice Marte nostálgica.
—Por suerte, yo no extraño ese lugar—digo.
—Yo solo extraño los castigos que tenía por culpa de Luna—comenta Sol—. Eran divertidos.
—Sí, y pensar que así me enamoré de ti—le digo a Sol y le doy un beso.
—Qué lindo, todos en pareja menos la solitaria de Saturno—dice la chica tomando un trago de su cerveza.
—Ay, no te quejes. El amor siempre llega tarde o temprano—le dice Marte para darle ánimos.
—Y de maneras extrañas—agrega Mercurio—. Yo conocí a Libra porque se me cayó un Limón al suelo.
—Yo a Marte por derramar café en ella—cuenta Venus.
—Nada supera como yo conocí a Sol—digo tomando un trago de cerveza.
—¿Qué no fue en la subasta?—me pregunta Sol confundida.
—No. Así fue como tú me conociste a mí. Yo te conocí de otra manera.
—¿Cómo?
—Pues, estaba tranquila en mi casillo quejándome de la vida y vi a una rubia que estaba corriendo para llegar a su clase. Y esa rubia estaba corriendo por los pasillos recién enserados y cuando intento abrir la puerta se resbaló y se pegó en la cabeza con ella—le cuento a Sol y todos se ríen.
Noto como las mejillas de Sol se vuelven de un color carmesí y yo le doy un beso.
—No recuerdo muy bien ese día la verdad— dice Sol.
—Es que quedaste inconsciente luego de eso.
—¿Y no hiciste nada?
—Por supuesto que sí. Llamé al profesor Orión para informarle que había una chica tirada en el suelo. Luego de eso me fui. Así llegué a la conclusión de que eres ridícula.
—Linda historia—dice Saturno—. Le prestaré atención a las chicas que se estrellen contra una puerta.
—No lo hagas. Son un fastidio—le digo en broma y veo como Sol me ve indignada.
—Ooye—me dice ella golpeándome el hombro—. Hoy dormiré en el sofá.
Miro a Sol divertida y seguimos hablando de puras tonterías.
Me cuesta pensar qué hora tomaremos caminos diferentes. Aunque seguiremos estando juntos ¿en qué momento crecimos tanto? Sin incluir a Sol que sigue siendo un Oompa Loopa.
—En fin, brindemos para que a todos nos vaya bien en la universidad—dice Mercurio levantando su botella de cerveza.
Y todos seguimos su acción.
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🧋Nota de la autora 🧋
Hoola nuevamente <3
Aquí tenemos el capítulo 2 je, je.
Fue lindo poder verlos a todos juntos nuevamente y lamentablemente por última vez.
Están creciendo. El mes pasado apenas tenian 16 y 17 y ahora están por ir a la universidad 😭🤍
Y las pesadillas de Sol </3
El próximo capítulo vamos a saber mas sobre todo lo que vivió Sol en Australia.
🦋 ¿Extrañaban a este grupito de personas? 🦋
🐬 ¿Qué opinan sobre de las pesadillas de Sol? 🐬
🦕 ¿Emocionados por ver la nueva vida de los personajes? 🦕
Dentro de un rato publicaré el primer capítulo (corregido y cambiado) de los hechos de Lei.
Estaré corrigiendo absolutamente toda la historia 🦋🤍💫.
Nos vemos el viernes 💫🐬.
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