19: "Solo respira"

Luna

—La verdad es que si se parece a ti—me dice Sol mostrándome su unicornio.

Se compró un unicornio que tiene mi mismo color de cabello. Según ella duerme con eso todos los días porque le recuerda a mí.

—Si tú lo dices—le digo—. ¿Cómo te fue en terapia?

—No mal. Él señor es divertido. Por suerte no tengo que tomar más pastillas,o al menos por ahora, y me enseñó nuevos ejercicios para la ansiedad. Me agrada—me cuenta mientras juega con su burbujeo.

Como suele hacer, está en su balcón lanzando burbujas mientras me cuenta como va su día y pregunta por el mío.

—Me alegra que te haya agradado, muy pocos te agradan—le digo expulsando el humo de mi cigarrillo.

—Lo sé, es que la mayoría solo me recetan pastillas y ya, ni siquiera me escuchan. ¿Recuerdas cómo estaba el año pasado? Parecía un zombie con tantas pastillas que tomaba.

Sí, lo recuerdo muy bien. Casi ni podíamos videollarmar, pero cuando lo haciamos no veía a la Sol que tanto amaba. Solo veía a una sin vida y eso me rompía el corazón.

—Creo que mis únicos psiquiatras buenos fueron Cassi y ahora esté que tengo. Sabes, dejemos de hablar de esos tiempos porque me deprimo. ¿Te sientes preparada?

Hoy tengo que ir a hablar con esa señora, así que para tranquilizar mis nervios estoy hablando con Sol mientras ella juega con su burbujero y yo estoy en la azotea de mi departamento fumando.

El viento fresco pega en mi cara mientras pienso en todo lo que pueda llegar a pasar cuando hable con esa señora.

—Tengo miedo—confiezo.

—Es entendible que lo tengas, pero dudo que algo salga mal de todo esto. —me dice ella—. Y si algo sale mal compraré un pasaje a New York y me tendrás allí, te lo aseguro.

—Sí, sé qué harías eso—le digo—. ¿Tú tienes abuelos?

Sol jamás habla de su familia, solo sabía de la existencia de su madre hasta que apareció su tío, no sé si tiene más familia aparte de ellos.

—Tenía, murieron los cuatros hace mucho—me cuenta.

—Lo siento.

—No los recuerdo, así que no me afecta en nada. Pero los abuelos suelen ser increíbles, son ancianos ya hartos de la vida y siempre te diviertes con sus anécdotas de vida.

—Espero poder encontrar algo con esa señora, cuando la conocí no quiso contarme mucho sobre mi abuela.

—Tal vez porque no la conoce, quién sabe. Tú tranquila, si necesitas algo ya sabes que puedes llamarme.

—¿Leíste alguna de mis cartas? —le pregunto a la rubia cambiando de tema.

—Luna, recién estoy leyendo las del año pasado—me dice ella y yo me río.

—Okey, avísame cuando empieces las de este año—le digo—. Tengo que ir a mi cita con la señora. Deséame suerte.

—Suerte, adiós—me dice ella tirándome un beso y corto la llamada.

Julieth está jugando con el borde de mi campera mientras yo tengo mis pies colgando de la azotea. Agarro a la gata y empiezo a acariciarla. Me tomo mi tiempo antes de ir a la casa de esa señora.

—Lunática—la voz de Leo interrumpe el pacífico silencio y me doy vuelta a verlo.

—¿Hace cuánto tiempo estás ahí?

—Acabo de llegar—me dice—. No quiero apurarte, pero el tráfico está horrible y si no vamos ahora llegaremos tarde.

Tomo un suspiro antes de pararme y luego voy donde está Leo.

Él me lleva como 2 cabezas, es muy alto.

—Si lloro no te burles—le digo y él suelta una risita.

—En el momento tal vez no lo haga, pero luego no te prometo nada—me dice y yo solo le saco el dedo del medio y paso por su lado.

.・✫・゜・。.


Estoy parada en frente de la puerta de la señora. Aún hay tiempo para arrepentirse y salir corriendo, pero me estoy aguantando las ganas y escondiendo mis nervios de Leo.

—¿Quieres que te acompañe?—me pregunta parandose a mi lado.

—No. ¿Por qué lo harías? Estoy totalmente bien. No necesito compañía.

—Ya, con todo lo que me dijiste acabo de confirmar lo nerviosa y tensa que estás.

—No es verdad.

—Luna, respira ¿vale?

—Estoy respirando—le digo rápidamente—. ¿Te parece que no?

—Estás tensa y apunto de tener un ataque de ansiedad—se acerca un poco a mí apoyando su mano en mi hombro y yo suspiro.

Para qué disimular, ya me descubrió.

—Intenta suspirar ¿sí? Mantén un poco el aire y luego suéltalo. Tómate tu tiempo.

Le hago caso y al cabo de unos minutos me siento un poco más tranquila, al menos me dejaron de cosquillarme los dedos.

Lo veo y me regala una sonrisa orgullosa.

—Tal vez lo mejor sea que no me acompañes— le digo—. Te llamo cuando termine de hablar con ella.

—Okey, iré a tomar un helado—me dice él y antes de ir se me regala una sonrisa—. Si te sientes mal, recuerda respirar ¿sí? Y puedes llamarme, Lunática.

—Okey.

Dejo de ver su figura alejándose y  no lo pienso dos veces, toco timbre antes de que me arrepienta.

Estoy un largo tiempo esperando hasta que una señora me abre la puerta. La misma señora de la tienda.

—Hola—le digo al verla—. No sé si me recuerda, pero soy la chica que...

—Por supuesto que te recuerdo, no pasó tanto tiempo de tu llamada—me dice ella gentilmente.

Me avergüenzo un poco por lo que dije y ella me invita a pasar a su casa con toda la amabilidad.

Es un lugar lindo. Todo es muy minimalista y el color de las cortinas hace que la luz que entra de afuera se vea de un color pálido.

—Gracias por recibirme y disculpe si causo molestias.

—No hay molestia alguna, querida, la verdad siempre quise conocerte— no digo nada ante su comentario, solo miro el lugar—. ¿Quieres café o un té?

—Un té está bien—se va a prepararlo diciendome que la espere y me quedo sola en el living.

En ese tiempo examino el lugar. Se nota que no tiene hijos, sino el lugar no estaría tan ordeno y no hay ninguna foto con ellos, solo hay fotos con un señor que supongo es su marido.

Hay un espejo gigante donde me peino un poco y acomodo mi ropa mal planchada.

Luego veo mi celular y tengo mensajes de Marte.

Marte la tonta <3: Suerte <3

Marte la tonta <3: Te espero con 2 potes de helados.

- ¿De qué es el helado?

Marte la tonta <3: menta granizada y chocolate.

-Te amo, pelirroja mal teñida.

Marte la tonta <3: no te insultaré solo porque estoy de buen humor.

- :)

Guardo el celular cuando veo a la señora acercarse con una bandeja con muchos tipos de tés, unas galletas, tazas y agua caliente.

—Elije el que quieras—ella apoya la bandeja en la mesa y yo le agradezco.

Elijo el té de frutos rojos y lo preparo mientras ella se queja de algo de su trabajo.

—Si te soy sincera, no esperaba encontrarte en algún momento de mi vida—me dice ella tomando un sorbo de su té—. Creí que te habían dejado en un orfanato de un pueblo.

—Lo hicieron, pero ahora estoy en la universidad y vine a estudiar aquí. En mis planes no estaba encontrarla.

—Eres muy parecida a ellos—suelta y yo me siento un poco nerviosa.

—Suelen decírmelo cuando ven la foto que tengo de ellos—ella me sonríe.

Entre las dos se forma un silencio incómodo. No sé qué decir si tengo que ser sincera.

—¿Qué quieres saber?—me pregunta de repente y pienso mi respuesta.

—Sí, soy sincera, no lo sé. No sé mucho de ellos y es la primera vez que conozco a alguien que los conoce, ¿Qué puedes contarme de ellos?

Ella se queda mirándome un rato, luego suspira y dice:

—Ayla siempre fue una persona muy amigable, siempre estaba para ayudarte o para hacerte reír. Y London era un tonto con lindo cabello.

—¿Ayla y London?

—¿No sabías sus nombres?—me pregunta y niego con la cabeza.

London...

¿Quién carajos se llama London? Solo el estúpido de mi padre. Luego yo me quejo del apellido de Sol y del nombre de su mamá. Por otro lado, Ayla no es tan feo, la verdad es que me gusta.

—Bueno, Ayla y London fueron mis mejores amigos, nos volvimos unidos cuando London entró a mí misma clase de química.

—¿Cómo era él?

—Tu padre era muy carismático, era amigo de todo el mundo y era muy popular en la secundaria. Tu madre era más callada y solía estar leyendo libros todo el tiempo.

Ahora sé a quién me parezco más.

—En fin, cuando me hice amiga de ellos ya estaban en pareja y se querían mucho. Tu madre tenía problemas con las drogas y tu papá intentaba ayudarla con eso. Lamento lo que les pasó.

—Está bien ¿Por qué se mudaron a ese pueblo?

—Había un lugar de rehabilitación, así que fueron para que tu madre logré salir de su adicción, había una razón más, pero jamás me la contaron—me dice ella—. Luego de eso solo supe por una llamada de tu papá que habías nacido y que a los pocos meses Ayla había muerto, pero jamás me enteré que él había muerto.

—Lo mataron porque debía dinero, o eso me escribieron en una carta—le digo—. ¿Usted sabe si tengo algún familiar aquí?

Ella no me dice nada, parece que está pensando muy atentamente su respuesta. Hasta que decide y me dice:

—Sé que tu abuela vive aquí, pero no tengo ni idea de algún otro.

—¿Sabe dónde vive o su nombre?—le pregunto.

Nuevamente no me dice nada. Suelta su taza de té y la deja en la mesa.

—Quieres una recomendación, Luna, no busques ese lado de tu historia.

—¿Por qué no?

—Tu padre tuvo grandes problemas con tu abuela, no creo que lo correcto sea que la busques.

—Creo que ella estaría muy feliz de saber que tiene una nieta—le digo.

—Luna, tu padre no solo se fue por tu madre, se fue también por tu abuela. Por favor, no la busques.

—Según tú no te había dicho la otra razón por la que se fue— ella solo me ve, así que digo algo más—. Quien toma la decisión de buscar a mi abuela o no soy yo, tú no tienes por qué meterte en eso. Si hay problemas puedo arreglármelas.

—Solo tienes 20 años, no estás preparada.

—Con 9 años me escapé de un orfanato y empecé a vivir debajo de un puente. Robaba para poder comer, así que no me diga para que estoy preparada y para que no porque no me conoces.

—A tu padre no le agradaría la idea de que la busques, él se esforzó para mantenerla lejos de ti, no sé las razones, pero sé que tenía razones muy buenas para alejarse

Es solo una anciana, en serio ¿Qué tan mala puede ser? Digamos que nadie estaría del todo convencido de que su hijo saliera con una drogadicta y sé que ella debe de ser la villana en la historia de amor entre mi madre y mi padre. Pero fue hace mucho tiempo, no creo que tenga rencor conmigo, no tengo nada que ver con eso.

—¿Puede decirme el nombre de mi abuela? —le pregunto nuevamente a la señora.

Ella me mira un poco, no está segura de dármelo, pero sabe que no pararé de molestarla hasta que lo consiga.

—Se llama Aysel Growing—me dice ella finalmente—. Confiaré que tomarás la decisión correcta.

.・✫・゜・。.


—La verdad, no entiendo porque no quiere que la conozca ¿Qué tan mala puede ser? —digo y luego me meto una cucharada de helado a la boca.

—Más mala que la mamá de Sol lo dudo— me dice Marte—. ¿Qué harás? ¿Le vas a hacer caso?

—No lo sé, tengo miedo porque me estoy metiendo en terreno desconocido, pero el hecho de que la señora esa me haya dicho que no la busque hace que quiera buscarla aún más.

—Pues mi consejo para ti es que te tomes un tiempo para pensar y luego actúas, pero la verdad es que dudo que sea tan malo.

—Por lo que entendí, ella es la culpable de que mi papá se fuera de aquí, pero no soy mi padre ella no tendrá ningún problema conmigo supongo. Gracias por el helado, lo necesitaba.

—No hay de que.

Mientras comemos el helado llega Venus con un montón de papeles y una boina roja.

—Hola—dice él apoyando sus cosas en la mesa y acomodándose la boina.

—Hola, zanahoria—lo saludo.

—¿Cómo te fue con esa amiga de tus padres?—me pregunta.

—Es muy largo, pero en resumen me fue bien y descubrí el nombre de mi abuela.

—Eso es bueno ¿me das helado?—me pregunta.

—No—digo metiéndome una cucharada a la boca.

—Amor ¿no tenías que preguntarle algo a Luna?—le dice Marte y Venus parece acordarse de algo.

—Ah, sí. Luna, tengo que hacer un mini filme para la universidad, y quería preguntarte si podías ayudarme a escribir el guion, tú siempre tienes buenas ideas y sabes escribir.

—Venus, escribo poesías, cuentos, entre otras cosas, aunque no lo creas no es lo mismo que escribir un guion para una película.

—Lo sé, pero necesito ayuda y eres la única persona que conozco que sabe escribir. Por favor, te pago si quieres—me dice él y eso si me interesa.

Bueno, de repente me gusta la idea.

—Okey, la haré—él salta de alegría y yo niego con la cabeza.

—¡Gracias! Marte será la protagonista, así que has algo que le quede.

—Espera—dice la pelirroja enderezándose—¿Yo?

—Sí, tú. ¿Quién más podría ser?

—Pero no sé actuar.

—Y Luna no sabe escribir un guion, pero aun así me ayuda. Por favor—le suplica.

Venus le suplica por mucho rato hasta que Marte accede y Venus empieza a besarla. Cuando empiezan a ponerse más románticos de lo normal yo me voy de su casa y voy a la mía a cocinar mientras pienso en lo que me dijo esa señora.

¿Qué es lo peor que podría pasar si la busco? Más que echarme de su casa no hará.

Mientras tanto, le cuento a Sol como me fue.

Ridícula: qué lindo nombre tenía tu mamá.

-Sí, no como la tuya.

Ridícula: ooooyeeee.

Ridícula: no seas cruel, el nombre de mi mamá es lindo, solo que es medio extraño.

-La verdad toda tu familia tiene nombre raro, Sol.

-En serio ¿Quién se llama Elenio? Solo tu tío.

Ridícula: no son nombres extraños, son nombres originales.

Ridícula: mi papá tenía un lindo nombre.

Ridícula: se llamaba Elián.

-Bueno, al parecer fue nomás a tu tío a quien torturaron.

-¿Qué has hecho hoy, ridícula?

Ridícula: extrañarte mucho <3

-Aaaw, eres tan romántica que me das asco.

Ridícula: ooyee

-JAJAJA

-Solo te molesto.

-Ya dime ¿Qué hiciste hoy?

Ridícula: solo me reuní con Andrómeda y Perseo.

Ridícula: ¿los ubicas?

-Sip, Perseo es el cara de "soy niño de papi, no me toquen"

-y Andrómeda es la que no me agrada para nada.

Ridícula: no son mala gente. Perseo es gracioso y Andrómeda es buena.

-Tal vez, pero hay algo en esa chica que no me agrada.

Ridícula: :(

-No me digas que te pusiste mal por eso.

-Sooool

-Contéstamee.

Ridícula: no soy tan tonta para ponerme mal por eso.

Ridícula: peero.

Ridícula: quería que cenáramos juntos cuando vengas a Milán :(

-No me molesta cenar con ellos.

-Ni los conosco, solo digo lo que me parece.

Ridícula: te prometo que son buenas personas.

-No debes prometerme nada.

-Y me encantaría cenar con ellos en una oportunidad

Ridícula: :)))

Ridícula: ¿Sabes con quién más podríamos cenar?

-Ni siquiera lo propongas

Ridícula: no te dije quién era

-Sé muy bien que es tu madre, Sol

-Y no me pienso sentar en la misma mesa que ella otra vez

Ridícula: :(((((

Ridícula: ¿Por qué no?

-Porque cada vez que me ve tiene algo ofensivo para decirme, Sol, y me harté.

-Además, ella no me tolera.

Ridícula: no digas eso, ella te ama.

-Te crecerá la nariz como pinocho.

-Luego hablamos de eso si quieres.

Ridícula: okey

Ridícula: si me disculpas iré a coser un vestido.

Ridícula: bay.

.

.

.

.

.

🐚 Nota de la autora 🐚

Hooola

Este fue un capítulo interesante.

Por fin podemos ponerle nombre a los padres de luuna 🌙💙🤍

Y veo que alguien no se lleva bien con su suegra.

Quiero compartirles un dibujo muy lindo que me hizo una amiga.


Luna y Sol de pijamada 🌙💙

🦕 ¿Les gustó este capítulo? 🦕

🗽¿Quieren que Luna busque a su abuela? 🗽

🐬 ¿Qué capítulo les va gustando hasta ahora? 🐬

Los veo el lunes ❤🌙

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top