Sol

—¿Cómo son las fiestas universitarias?—le pregunto a Perseo y a Andrómeda.

Hoy tengo una y la verdad es que estoy nerviosa. Supongo que no son como las de secundaria.

También está el hecho de que hace ya mucho tiempo no voy a una fiesta, en Australia no fui a ninguna y la última vez que fui fue con Mercurio y Venus, pero eso fue hace ya un año.

—No son la gran cosa—asegura la chica de cabello castaño—muchos bailan, otros juegan juegos de mesas y otros tienen sexo en la azotea. —me cuenta mientras toma un sorbo de su milkshake.

Estamos en una cafetería muy linda la verdad, todo es de color rosa y el olor a croissant inunda el lugar.

Perseo se está tomando un café mientras mira por la ventana y Andrómeda me cuenta cosas muy simpáticamente, el chico solo opina en algunas cosas.

—¿Por qué en la azotea?

—No lo sé, muchos tienen sexo ahí—dice Perseo.

—¿Ustedes también?—les pregunto y Perseo mira a Andrómeda con las cejas levantadas.

—No, yo prefiero lugares privados la verdad. An no puede decir lo mismo.

—¡Cállate!—Andrómeda le golpea el hombro mientras que Perseo se burla de ella y yo me río—. Solo fue una vez.

—Okey, entonces ya sé a dónde no tengo que ir—digo.

—A no ser que te quieras dar un sacudón, no—me dice Perseo—. Pero quédate tranquila, no es la gran cosa.

Si ellos dicen que no es la gran cosa supongo que es porque no lo es, pero yo no puedo evitar estar nerviosa por eso.

Andrómeda y Perseo me han ayudado a orientarme en la universidad y me han acompañado en los recesos. Ellos me caen bien, son divertidos y amables, espero que yo les caiga bien.

—Oye, eres de Australia ¿verdad?—me pregunta Andrómeda cambiando de tema.

Esto es algo que todos me preguntan cuándo me conocen, ya que en Australia estuve horas al día intentando aprender su acento así no se burlaban de mí y tenía más amigos, y ahora no puedo sacármelo de encima.

Lo curioso es que mientras estaba en Australia no había manera alguna de que me saliera bien y ahora lo tengo impregnado como una maldición.

—De hecho, soy de un pueblo de Estados Unidos, pero tengo el acento australiano porque viví dos años allí y se me pegó—le explico.

—Cool, vivir en Australia debe de ser genial.

Si tienes amigos tal vez sí, pero yo estaba más sola que perro abandonado. La verdad no volvería a vivir allí, aunque me pagasen.

—Sí, es un lindo lugar para vivir.

—Iré a buscar un café, ya vuelvo—tras decir esas palabras la chica se va dejándome sola con Perseo, quien sigue mirando por la ventana pensativo.

Él me agrada, es buena onda y me trata muy bien.

Y ahora, ya que estoy sola con él, tengo que preguntarle por lo del psicólogo. Le preguntaría a Andrómeda, pero ella me intimida un poco la verdad. Tengo más confianza con Perseo.

—Oye, quiero hacerte una pregunta, un poco rara, pero necesito hacerla—le digo mirando mis pulseras y empezando a jugar con ellas.

—Tú pregunta, muy pocas cosas se me hacen raras.

Suspiro antes de hablar y digo:

—Mmm, bueno, quería preguntarte si conoces a psicólogos buenos de aquí.

—Sí, a varios de hecho, estudié psicología un año, así que conozco a mitad de los psicólogos que hay en Milán—me dice él tomando un sorbo de su café—. Puedo pasarte el contacto de algunos, si me dices para qué es puedo recomendarte a alguno ya más experto en el tema.

—Mm, bueno, digamos que yo... o sea...—empiezo a tartamudear nerviosa.

Me cuesta mucho hablar de estos temas, solo con Luna o mis amigos los hablo casi abiertamente.

Además, cómo le digo que sufro depresión, ansiedad, bulimia y posible estrés post-traumático. Recién lo conozco y si le digo todo eso se irá corriendo estoy segura.

—Sol—me dice Perseo al notar que estoy nerviosa—, tranquila no pienso juzgarte, yo también voy al psicólogo para hablar de mis problemas, no hay nada de qué avergonzarse.

—Mmm, sí, pero mis problemas son un poco complicados.

—Está bien, no es necesario que me lo digas—en ese momento el aire vuelve a mis pulmones y me corazón se tranquiliza. En serio que no quería decirle nada de eso—. Te pasaré el contacto de uno muy bueno y tú hablas con él ¿quieres?

—Sí, claro. Gracias.

Él se queda un rato mirándome y yo estoy intentando descifrar que tengo en el rostro para que me mire de esa manera.

—¿Te han dicho que te pareces a Burbuja de las Chicas Súper Poderosas?—dice manteniendo la mirada en mí—. Eres igual de tierna y con tus colitas te pareces aún más.

Hoy me hice dos colitas bajas porque sé que a Luna le gustan y ahora que lo pienso estoy toda vestida de celeste. Parezco un coldplayer de burbuja, sí, pero la verdad no me molesta, ese personaje me agrada.

—Sí, de hecho, varios la han hecho, es más, esté collar es por burbuja. —le digo mostrando el collar que me regalaron Mercurio y Venus.

—Es muy lindo, yo me parezco a Mojo Jojo.

Su comentario hace que vuelque un poco del MilkShake y él se ríe de eso haciendo que yo em ría más.

—Naa, te pareces a un Dios griego—le digo cuando termino de tragar y de reir.

Perseo es divertido, es un chico simpático y por ser que lo conozco apenas hace una semana le tengo confianza.

Mi merienda con ellos sigue normal, me preguntan cosas de Australia, ellos me muestran un par de plazas y luego vuelvo a mi casa a cambiarme para la fiesta.

.・✫・゜・。.

—¿Qué dices?—le pregunto a Mercurio mostrándole mi outfit.

Doy un par de vueltas y él chico me ve con atención mientras se mete una papa frita en la boca.

—¿Me queda lindo?

—Todo te queda lindo—asegura—, pero eso te queda fabuloso, combina con tus ojos.

Estoy eligiendo outfit para hoy a la noche. Por suerte no estuve tanto rato pensándolo y pude elegir algo rápido, pero estoy nerviosa, tal vez voy muy exagera o muy maquilla, no lo sé.

No sé cómo se visten los universitarios, pero como me dijo Luna hoy: ..." Si a alguien no le gusta cómo vas vestida que se tape los ojos y que no te mire, total, ¿quién le pidió su asquerosa envidia? ..."

Así que me vestí como me gusta. Con brillitos en los ojos y trenzas en el cabello.

—Okey, entonces creo que estoy lista—tomo un suspiro y le robo una papa a Mercurio
—. Solo debo de elegir mis zapatos.

Ahora sí que no sé qué mierda ponerme ¡Este outfit queda bien con cualquier cosa!

Necesito ayuda de Luna, ella siempre sabe que me puedo poner.

-Lunaa.

-Lunii.

-Lunitaaa.

-Gruñonsitooo.

-L.

-U.

-N

-A

Lunii: espera un poco.

Lunii: y ya te dije que la próxima que me vuelvas a escribir así te bloqueo.

- :)

-No durarías ni un día sin desbloquearme.

Yo espero a que Luna me llamé, por suerte no tarda tanto.

—Sol, estoy en el trabajo ¿Qué quieres?

—No sé qué zapatos ponerme. ¿Tú qué opinas? ¿Con plataforma o con plataforma baja?

Escucho como Luna suspira. De seguro debe de estar agarrándose la cabeza ya cansada de mí.

—Con plataforma baja, esos te quedan lindo, y te recuerdo que no puedo contestarte rápido cuando trabajo, en especial los fines de semana, Sol.

—Lo siento. Te amoo y suerte en tu trabajo.

—Y tú ten suerte en tu fiesta. No me engañes con nadie ni le rompas una botella en la cabeza a nadie, te amo.

Termino la llamada y me pongo los zapatos.

Okey, creo que estoy lista.

.・✫・゜・。.

—¡Viva la vida universitaria!—grita un chico subido a la mesa, luego toma un largo trago de vodka y vuelve a gritar.

—No pensará lo mismo cuando tenga los finales. —dice Andrómeda y yo me río.

—¿Y Perseo?—le pregunto.

—Siempre llega tarde, de seguro esté aquí en una hora, no lo sé—me pasa un vaso rojo con ¿vodka?—¿Tú que quieres hacer? Podemos bailar o podemos jugar a algún juego, lo que sí, si juegas a un juego terminarás borracha en menos de una hora.

—Bailar, emborracharme no me va bien—la digo rechazando el vaso.

—¿Por qué no?

—Pues digamos que la primera que lo hice le pegue en la cabeza con una botella de vidrio a mi ex novio—le cuento y noto como ella se sorprende.

—Wow, no te veía así. ¿Se lo merecía?

—No, se merecía que lo pase por arriba veinte veces con un camión, pero no tengo licencia de conducir ni un camión—Andrómeda se ríe de mi chiste mientras toma rápidamente el liquido del vaso que me ofreció.

—Cuando rompí con mi novio le rompí todas sus camisetas al estilo de Taylor Swift en el videoclip de Black Space—me cuenta Andrómeda entre risa—. En fin, los ex novios son una mierda, vamos a bailar.

La chica me agarra de la mano y me lleva a la pista de baile. Me choco con muchas personas y otras me pisan los pies, no extrañaba eso de las fiestas, pero es muy divertido estar bailando entre la gente y bailar con Andrómeda.

Al principio fui media tímida, pero ella me animó y cuando pusieron una canción de Madona me desconocí.

Es la reina de Madona, ¿quién no se desconoce con sus canciones? En especial con Vogue.

Estamos un largo rato bailando hasta que siento como un chico me sujeta por arriba de mi cintura y cuando me doy vuelta a ver noto que es Perseo con un vaso en la otra mano.

No me está agarrando inapropiadamente, es más, casi ni me está tocando y cuando nos miramos me pidió permiso con la cabeza, yo acepté porque la verdad es que no me está tocando nada que no deba de tocar y es mi amigo, Mercurio hace lo mismo.

—¿Empezaron sin mí?—grita Perseo.

—Teníamos que calentar—le responde Andrómeda con una sonrisa y el mismo tono.

—Yo iré por algo para tomar—aviso y voy hasta la barra.

Salgo a la parte de afuera del lugar y está lleno de luces, una barra muy colorida, y un grupo de chicos ebrios sentados en un árbol.

Las fiestas universitarias son divertidas, si hay muchos chicos borrachos o, en mi opinión, drogados.

Yo estoy esperando en la barra a que traigan los que les pedí cuando siento que alguien me toca el hombro.

—Wow, ¿Qué tenemos aquí? A la Barbie más hermosa que he visto—me dice un chico pelirrojo lleno de pecas.

¿Barbie? ¿En serio no tiene nada mejor?

—¿Cómo te llamas?—me pregunta luego de pedir dos vodkas en la barra.

—Sol.

La verdad no quiero hablar mucho con él, me incomoda un poco estar con este chico porque se me está acercando demasiado.

—Que hermoso nombre, no te he visto por aquí ¿eres nueva?

—Sí, empecé este año.

—Cool—el chico agarra los dos vasos y me pasa uno a mí—. Supongo que no conoces a muchas personas de por aquí, si quieres puedo presentarte a algunas personas.

—Con las que conozco estoy bien, y gracias por el vodka, pero ya me había pedido agua.

Que se vaya por favor.

—Okey. ¿Quieres ir a bailar un poco?— él me agarra mi mano, pero yo se la saco.

Ya le dejaré las cosas claras desde un principio.

—Lo siento, no eres mi tipo.

—¿Y cuál es tu tipo?

—Pues las personas cómo tú la verdad que no y me gustan las mujeres, así que no cumples los requisitos.

—Pfff, ¿eres lesbiana? ¿Quieres que te ayude a resolver ese problema?

¿Problema? Ahora sí ya me molesté.

Me acerco mucho más a él y le digo con una voz segura:

—La verdad es que no veo ningún problema en eso, el único problema que veo eres tú, así que si quieres resolver un problema aléjate de aquí y aprende que llamando Barbie a la primera rubia que veas no te ayudará mucho a conquistar a nadie.

Agarro mi botella de agua y me voy con paso firme dejándolo atrás.

Idiota.

Me dirijo donde están Perseo y Andrómeda hablando de algo, ellos me ven y me reciben con una sonrisa.

—Oigan, ¿Quién es ese idiota pecoso de por haya?—les pregunto señalando a aquel chico.

—Se llama Hércules, y cómo dijiste es un idiota—dice Andrómeda—. ¿Por qué preguntas? ¿Te molestó?

—Sí, me llamó Barbie y quiso ayudarme a "arreglar mi problema" que según él es ser lesbiana.

—¿Eres lesbiana?—me pregunta Perseo sorprendido.

—Sí, y si tú quieres arreglar eso ve preparándote para una buena patada en el culo—le digo sin simpatía.

—No tengo ningún problema con eso, tranquila—Perseo se acerca más a mí para que lo escuche—. Hércules es un imbécil, es mejor que lo ignores.

—Eso, suele ser muy fastidioso cuando quiere algo.

—Okey, olvidando lo que pasó ¿Quieren bailar?—les pregunto y ellos aceptan.

La verdad es que no hay mucho por hacer aquí más que bailar o jugar algún juego, pero es divertido, todas las personas aquí parecen amables.

Además, es divertido bailar con Andrómeda y Perseo, tienen unos pasos de baile increíbles.

—¿Me esperas un momento? Iré a saludar a alguien. —Perseo se va.

Yo me quedo sola, ya que Andrómeda fue a buscar algo para tomar, así que recorreré el lugar.

Es una casa con un lago al frente muy hermoso, la verdad a mí me gustaría tenerla para pasar las vacaciones.

Me dirijo a la parte del garaje y veo a chicos jugando a algo con pelotas y vasos con vodka, también voy a la parte de arriba donde hay muchos chicos besándose y luego a la azotea. Allí solo eché un vistazo y me fui, no quiero encontrarme con ninguna cochinada.

Luego me dirijo a la parte donde está el lago y me quedo allí un rato, me gusta escuchar la música de fondo y ver la corriente de agua pasar.

—Lindo lago ¿verdad?—la voz de Perseo interrumpe mis pensamientos, cuando me doy vuelta a mirarlo noto como se acerca a mí con las manos en los bolsillos.

—Sí, es muy lindo. Me gustaría tener una casa con vista a un lago.

—Sí, sería divertido tener sexo a la oriya del lago—su comentario me hace reir y niego con la cabeza.

—¿Dónde le ves lo divertido? Puedes llegar a clavarte una piedra o algo.

—Bueno creo que eso es lo divertido, el riesgo—me rio mientras él mira el lago—. ¿Para ti cuál sería el lugar perfecto para tener sexo?

—Mm, tal vez al frente de la chimenea—le digo—. Si es invierno no pasas frío.

—Ah, tienes un buen punto—dice—. A mí me gustaría tener sexo en la playa, bastante tradicional la verdad e incómodo, pero me gustaría probar hacerlo en la arena

—No es un mal lugar, pero yo prefiero hacerlo en la cama.—el chico se rie y en ese momento empieza a sonar su celular.

—¿Me disculpas? Tengo que ir a contestar— Perseo se aleja para hablar por teléfono.

Yo me quedo sola nuevamente y siento un aroma muy conocido para mis fosas nasales.

El aroma a cigarrillo.

Siempre que lo siento instantáneamente aparece la imagen de Luna en mi cabeza.

Ay, cómo la extraño. Extraño sentir sus carisias y sus labios suaves junto a los míos, pero en especial extraño sus abrazos y poder acurrucarme junto a ella en la cama.

Luna dijo que en su departamento hay una chimenea, bueno supongo que cuando la visite podré cumplir mi fantasía.

—¿En qué piensas, corazón?—Hércules se me acerca y yo ruedo los ojos.

Hay personas en esta vida que solo sirven para molestar, él es un gran ejemplo.

—En nada que te importe.

—Sabes, creo que empezamos con el pie izquierdo, no quise ofenderte solo quería ayudarte a que la pases mejor.

—Pues no necesito que me ayudes en nada, y si no quieres ganarte una buena golpiza te recomendaría que te alejes de mí—noto como él se empieza a reír y yo lo miro un poco molesta—¿Qué te da tanta gracia?

—Es que estás tan confundida, corazón—me dice él pasando su mano por mi mejilla y yo se la cacheteo.

—El único confundido aquí eres tú al creer que tienes una oportunidad conmigo—le digo y me mira con mala cara—. Adiós.

Ojalá las cosas hubieran quedado ahí y él solo se hubiera rendido, pero en vez de eso me agarra de la cintura y me empuja contra un árbol y me tapa la boca. Yo intento zafarme de su agarre, pero no puedo.

—Shh, ya cállate. Amo cuando se hacen las difíciles como tú—me dice al oído y siento como una de sus manos intenta subir mi vestido.

No, no, no.

Yo me muevo para todos lados para intentar liberarme, pero él es mucho más fuerte y me mantiene en mi lugar.

Pequeñas ramas se clavan en mi piel por la presión que hay entre el árbol y mi cuerpo, y las ganas de llorar aparecen cuando siento que toca mi culo.

—¡Ey!—escucho el grito de Perseo.

Y en eso que se distrae Hércules logro darme vuelta y pegarle una piña en la nariz y luego una pata en su entre pierna.

El cae al suelo, específicamente en el lago donde se retuerce de dolor y yo lo miro con la respiración agitada.

Rápidamente se me acerca Perseo alarmado por la situación

—¿Te encuentras bien? ¿No te hizo nada? —me pregunta y yo niego con la cabeza.

—No, nada—le digo agitada.

—¡Maldita perra! ¡Me golpeaste!

—Sí, lo sé y no me arrepiento.

—¡Eres una zorra!

—¡Vuelve a llamarme zorra y verás lo mucho que me divierte golpear a idiotas como tú!—digo acercándome un poco a él y Perseo me detiene.

Y cuando me doy vuelta veo a todos los de la fiesta mirando la escena y grabando impresionados mientras Hércules me insulta.

—Adivino—le digo a Perseo dándome vuelta—, él es el intocable ¿verdad?

—Sí.

Mierda.

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🌼 Nota de la autora 🌼

Holaa :)

Hércules, maldito hijo de puta, llegás a tocar a Sol de nuevo y te destruimos.

Por suerte Sol está bien y no pasó a mayores 🥺☀

Me imagino a Luna ante la llamada de Sol con cara de fastidio JAJA

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🧁¿Les agrada Perseo y Andrómeda?🧁

🍭¿Cuantas ganas de pegarle a Hércules hay?🍭

🍬¿Qué les pareció el capítulo?🍬

Nos vemos el viernesss :)