Llegó el tiempo de ver a los mismos profesores, la misma rutina y las ganas de ciertos estudiantes de quedarse en la cama, si, es oficial, el día que los adolecentes temen llegó, el primer día de clases, este maravilloso día donde arrastrar los pies en el suelo al caminar, con ojeras, y unas ganas profundas de tirar el despertador por la ventana es realmente tentador.

El aire frío de la mañana soplaba, con unos rayos del sol asomándose por el oriente, y el canto de unos pájaros que se alcanzaban a escuchar a lo lejos, la tranquilidad era lo que gobernaba en la mañana.

A excepción de una casa en la cual los gritos y golpes no se hacían esperar.

La mujer mayor de la casa hacía lo imposible por evitar cada golpe que trataba de darle quien tomaba el papel de su marido.

-¡Eres una inutil!-

Soltó sin más el mayor dándole una bofetada en la cara a su esposa, está de sobra decir que la mujer estaba presa del miedo, pero ¿ella que podía hacer?, no tenía fuerza para devolver los golpes, alzar la voz no era una buena opción, hace tiempo lo intentó, pero, el resultado no fue el más lindo.

Lo que ahora ella trataba era que aquel hombre no subiera al segundo pisó donde se encontraban sus hijos, ¿quien sabe que cosas les llegaría a hacer?,de solo pensarlo la preocupaba más.

Justo ahora ellos deberían de estar caminó a estudiar, pero no contaban que está vez su padre no se fuera más temprano al trabajo o que no se haya quedado en un motel con una de sus compañeras de trabajo, no habría pasado nada malo, de no ser porque el mayor noto "algo mal" en la cocina ya que según él.

"La tenía en casa para limpiar"

Los reclamos se convirtieron en regaños, los regaños en gritos y los gritos se transformaron en golpes, hasta llegar a la escena que tenemos ahora.

La situación no era muy distinta en la planta de arriba de esa casa, ya que el temor también reinaba en dicho lugar, en una abitación aquel par de hermanos no sabían que hacer para poder salir de casa.

Están frente a la puerta, esperando, a que su padre se fuera o llegará a azotar la puerta, cualquiera de las dos opciones era pobrables, la menor se encontraba abrazando a su hermano como si se lo fueran a llevar lejos, en cambio el de ojos esmeraldas estaba tratando de armarse de el poco valor que le quedaba, los golpes y gritos seguían escuchandose.

Y luego

Silencio

De esos silencios escalófriantes, los minutos pasaron ya no se escuchaba nada, soltaron el aire que sus pulmones retenian.

-¿Ya se fue?-
cuestionó la menor aflojando el agarre del abrazo, tal vez su padre ya se había cansado para luego tomar su maletín de trabajo e irse.

Su hermano no le dio respuesta alguna ya que ni el sabía que pasaba ¿y si el seguía ahí?, ¿tal vez los esperaba?, o simplemente se había ido, no sabía.

Extendió su mano temblorosa hacia la perilla de la puerta, estaba preso en miedo, tomó aire y la giró suavemente, al abrir la puerta esperaba que "el" estuviera al pie de la puerta, para su suerte no fue así, asomaron la cabeza un poco, nada, no había nada.

Y eso les dio más miedo

Caminaron despacio hacia las escaleras mirando a todos lados por si había rastro de aquel hombre, bajaron lo más despacio que podían para no hacer ruido.

Y ahí la vieron.

Su madre estaba tirada en el suelo, su padre no estaba o al menos no se miraba cerca.

-¡Mamá!-  sin dudarlo la menor corrió a socorrer como podía a su madre, tenía un moreton en un ojo, una marca roja en la mejilla y unos cortes en el labio.

-mi niña ¿estas bien?-  la mayor extendió la mano para acariciar la mejilla de su hija.

-¿eso que importa?, mirate mamá- dijo apenas en un audible susurro.

La ojiesmeralda mayor se reincorporó como pudo para ponerse de pie, acto seguido dirigió su mirada hacia su hijo que la miraba con unas ganas intensas de llorar, solo se limitó a sonreír y extender ambos brazos.

-Yuu, ven acá,ya pasó, estoy bien...mi pequeño no llores- dijo con una voz suave

Este solo se dispuso a abrazar a su madre y ocultar su cabeza en su hombro en lo que su madre le acariciaba la cabeza, no entendía como es que ella podía sonreír después de lo que esa bestia le hizo.

-¿no deben ir a la escuela?, llegarán tarde- mencionó la mayor deshaciendo el abrazo

-¿eso que importa?- dijo la menor, realmente no quería ir.

-importa mucho,ahora vayanse- respondió la mayor, por otro lado sus hijos la miraban confundidos, la acaban de golpear y ella ¿solo se preocupa porque vayan a llegar tarde a la escuela?.

Al ver que sus hijos no hacían ningún movimiento para irse, empezó a ajitar las manos como si los echará fuera

-¡Ya!-

Dicho esto, solo se dispusieron a salir de ahí y tomar camino a el sintió en el permanecerían la mitad del día.

"Esta familia esta rota"

"Pero tal parece que a nadie le importa".

HOLA GENTE BONITA.

Emé aquí, la que se tarda meses en actualizar :v

Ahre ya XD, ok ok perdón.

Es que tuve escuela, tareas, interpretar obras y más tareas , y para el colmo no sabía que escribir.

Pero como nadie me reclama :v, votan y no comentan :"v,

y pos si no lo hacen yo no voy a saber si la historia les gusta o no :u

Me gustaría que comentarán :'v.

Pero en fin no todos los gustos se cumplen.

En fin, aquí el capítulo y nos vemos en.........unos meses.......depende si comentan o no. Ok ya bye~