Sin lugar a dudas fue una semana alocada.

Yeonjun aprovechó esos 7 días como si fuesen los últimos de su existencia.
Obligó a Soobin a ir a museos, exposiciones, y a probablemente todos los rincones ricos en cultura del lugar.

No era el fuerte de Soobin, pero ver a Yeonjun feliz, funcionaba para él.

Quien diría que terminaría interesándose por todo aquello. Tal vez se debía también a la buena compañía de Lex y Yeonjun. Él solo sabía que se estaba divirtiendo.

Claramente las fiestas que dio los últimos tres días, contribuyeron a su buen humor. Soobin tenía una alma fiestera y eso nadie podía denegárselo.

Las había extrañado, lo había disfrutado mucho más teniendo a su mejor amigo a lado. Revivir aquellos momentos se sintió como magia.

Tal vez no habían sonreído tanto y con tanta sinceridad desde hace mucho.

Las sonrisas eran reales.

Los sentimientos eran reales.

Todo era real.

Esa última noche en Grecia también fue real. Y probablemente, en la actualidad podría ser descrita por Soobin como la mejor noche de su existencia.

La fiesta había terminado.
Se habían despedido de toda la gente que Yeonjun recién conoció y Soobin tuvo el placer de volver a ver.

Se despidieron con pena de Lex, quien fue su mejor tercera rueda durante esos 7 días.

Mañana regresarían a sus vidas de nuevo.

A enfrentar la realidad.

Ojalá el asueto fuera eterno.

Ambos sentados en las reposeras mirando hacia el mar, tal como el primer día que llegaron, solo que esta vez, el cielo pintaba de un negro poético y estaba bellamente decorado con destellos de estrellas brillantes que daban un toque melifluo a la noche.

Soobin cerró los ojos temiendo que ese momento llegara.

Habían sido días tan alegres y despreocupados, que por un momento olvidó la razón del viaje. Olvidó que alguien le debía una respuesta.

Ojalá se pudiera pausar el tiempo para revivir esta semana una y otra vez. Así, aunque la repuesta no fuera la que él quisiera oír, por lo menos viviría feliz atrapado en el recuerdo de aquella semana tan maravillosa a su lado.

No desees cosas que no se pueden, Soobin. Para ahora ya deberías haberte dado cuenta de lo tóxico y dañino que es hacer eso.

Los nervios nauseabúndos empezaron a acechar al menor.

Volteó a ver a Yeonjun: imperturbable, su cabeza recostada hacia atrás en la reposera; observando el cielo, las estrellas... Aquella noche estrellada que no podría ser más perfecta en sus ojos.

Las cosas simples son definitivamente las mejores.

——Extrañaba esto ——habló Yeonjun con la vista en el cielo, recordando esas noches tranquilas ajenas al drama ——¿Recuerdas cuando nos tirábamos en el pasto todos los días a hacer esto?

Como olvidarlo.

Como olvidar cada atardecer, cada alba, cada día nublado que tuve la oportunidad de apreciar a tu lado...

El cielo nocturno siempre fue tu favorito.

——No podría olvidarlo ——sonrió con melancolía, copiando la acción del mayor

——Extraño tanto esos días... ——musitó y luego ensanchó su sonrisa dejando escapar una risita aireada ——Extraño esos días donde jugábamos fútbol por 5 horas seguidas; extraño como después de un partido, íbamos todos a tu casa a comer lo que cocinaba la tía Sooyoung; extraño tanto esas tardes de películas que teníamos en el parque, con la laptop y los snacks... Extraño tanto esos días, Soobin.

La sonrisa de Soobin fue desapareciendo gradualmente.

Todo era tan fácil antes, cuando eran niños.

Cuando creces todo es una mierda.

Las hormonas molestas aparecen, las responsabilidades aumentan, la vida te empieza a dar golpes más fuertes para "alguien de la edad".

Y tal vez ese día era uno de ellos. Tal vez recibiría un golpe de la vida en las bolas.

Era la última noche...

Después de un cálido silencio, Soobin no pudo controlar su ansiedad creciente y decidió tocar el tema.

——Me debes una conversación ahora... ——su mirada fija en las estrellas. Escuchó a Yeonjun suspirar

——Lo sé

Se formó un silencio abrumador que potenció los nervios del castaño.

——¿Tienes una repuesta?

——Lo hago

Otro silencio.

¿Por qué demonios no estás hablando entonces?

No fue complicado descubrirlo, sino aceptarlo.

Soobin tragó duro.

Yeonjun se levantó y empezó a caminar hasta quedar dándole la espalda con las manos detrás de la esta.

——No creí que las cosas serían así ——comenzó cortando la respiración del menor ——Sé lo que siento por ti, pero también soy consciente de que tengo sentimientos hacia otra persona ——hizo referencia su actual novia ——No me entraba en la cabeza que podría sentir algo por ti. Quiero decir, sí soy hetero... ——Yeonjun le seguía dando la espalda.

Mierda.

——Soy hetero, pero te amo ——se giró a ver Soobin ——Me di cuenta Soobin ——sonrió para él ——Por fin pude darme cuenta... ——Soobin tenía un engendro en la garganta por no decir nudo ——Yo llegué a querer a Mia por que la deseaba. Pero a ti te amo tanto que haces que te desee y-

——¡Ay por dios! ¡¿Soy yo sí o no? ——exclamo histérico. Los nervios se lo estaban carcomiendo vivo porque el mayor no estaba siendo claro

Yeonjun rió bajito por su intranquilidad. Se acercó a Soobin con pasitos pequeños, sintiendo la arena escabullirse entre sus dedos descalzos.

Se inclinó hacia él, colocando una mano suya en su mejilla y parte de su cabeza.

Soobin intentaba regular su respiración por el contacto, pero fallaba en cada intento.

Yeonjun acarició con el pulgar su suave mejilla mirándolo detenidamente; cada detalle en el rostro contrario, apreciando. Solo para convencerse cada vez más de su decisión.

Soobin suspiró ante el cálido tacto, recostándose más hacia este.

No pudo abrir los ojos de nuevo, pues Yeonjun se le adelantó, inclinándose un poco más para besar sus labios tan delicadamente como si fueran una reliquia. Su reliquia.

——No podría ser nadie más ¿verdad? ——susurró sobre sus labios cuando se separó de sus belfos

Los ojos de Soobin se abrieron un poco más y brillaron con admiración, encontrándose con una mirada nueva de Yeonjun.

Ojos de amor.

Por primera vez su mirada se reflejó en la del mayor. Yeonjun lo estaba viendo con los ojos con los que él lo había visto por largos 9 años.

Él lo sabía, lo sentía.

En lo que Yeonjun seguía dejando suaves caricias en su mejilla, se percató de que los ojitos de Soobin se habían llenado de lágrimas.

¿Que está mal? Se preocupó el mayor.

Antes de que Yeonjun pregunte,
Soobin tiró de su camiseta hacia abajo haciendo que ambos cayeran al suelo sentados.

Soobin escondió rápidamente su cabeza en el espacio del cuello de Yeonjun y se aferró a él en un abrazo.

Yeonjun lo sentía, estaba llorando.

Pero no lo entendía. ¿Por qué?

——¿Mi amor, por qué lloras? ——el llanto de Soobin solo se intensificó

Estaba llorando de nuevo por Yeonjun, pero esta vez no era como las veces anteriores.

Las lágrimas que caían eran de felicidad.

——Te odio tanto... ——sollozó contra él. Yeonjun sonrió ladino y acarició su cabeza con cariño mientras se fundía a él ——Hubiera sido mucho mejor que lo dijeras 10 años antes... ——pronunció inteligible

——Lo sé... Lamento haberme tardado tanto en darme cuenta ——murmuró apenado dándole después un beso en la frente ——Siempre fuiste tú, Binnie, siempre...

Esa noche las estrellas brillaron con más intensidad, en especial una.

♠♣♥♦

El viaje en avión fue más tedioso esta vez. Por alguna razón hacía demasiado frío.

Soobin escuchaba música en sus audífonos, su cabeza recostada en el hombro de Yeonjun, quien se había despertado hace menos de dos minutos por aviso de Soobin. Era hora de la "cena".

La aeromoza pasó a los siguientes pasajeros quienes eran ellos.

Oh, era la señorita aeromoza del anterior vuelo.

Yeonjun le sonrió amigablemente y ella hizo lo mismo.

Soobin estaba tan perdido en su música a alto volumen que ni se inmutó

——¿Que desea para beber, joven?

——Un chocolate caliente, por favor ——pidió con una afable sonrisa. Miró un momento a Soobin oara preguntarle, pero se veía tan entretenido en su música que decidió no molestarlo. De todas formas él sabía que pediría él.

——¿Y para su amigo? ——la señorita tambien se percató de que Soobin no tenía intención de removerse los audífonos

Yeonjun sonrió al recordar lo que pasó el vuelo pasado.

——De hecho... ——entrelazó su mano con la de Soobin y las levanto ligeramente, notificando a Soobin de la situacion ——Tienes buen ojo ——sonrió mostrando su blanca dentadura

La chica pareció sorprenderse un poco, pero después le dedicó una enorme y verdadera sonrisa al pelinegro

——Para él un café frí- ——Soobin se quitó los audífonos con una expresión un poco confundida ——Mejor vayamos a preguntarle ——se giró entre risitas hacia el castaño quien se veía rellenito e hinchado por el sueño previo ——¿Que vas a querer, bae? ——entonces vio el carrito

——Café frío

Yeonjun asintió dándose la razón a lo que la aeromoza soltó una risita.

——Un chocolate caliente y un café sin azúcar helado, por favor.

La señorita se excusó con la misma expresión alegre y se retiró un momento.

——¿Que fue eso? ——preguntó Soobin ceñudo

——Solo estaba halagándola...

——¡Yeonjun!

El mayor volvió a reír. No había nada mejor que molestar a Soobin.

♣♠♥♦

Sus manos estaban sudando mucho, y como no, estaba nervioso.

No quería romperle el corazón a la personita que tanto lo había animado en el último año, pero debía hacerlo.

Soobin probablemente ya estaba en casa, pues habían pasado más de 2 horas desde que su vuelo arribó.

Le había dicho a Mia que era una mejor opción verse en algún restaurante o algo por el estilo, pero ella insistió en que fuera en el mismo aeropuerto y a pesar de que aceptó, no entendía el porqué.

Lo que era frustrante y extraño, era que habían pasado dos horas y ella aún no se aparecía por ninguna parte.

Tal vez solo debía irse.

Justo cuando pensaba retirarse, recibió un mensaje de ella.

Yeonjun al leerlo, sintió alivio, pero después analizó bien el mensaje y frunció el ceño en demasía.

"Deja de mandarme tantos mensajes. Los agentes están viéndome raro. Tranquilo, sigo viva. Me llamaron a una revisión a profundidad porque mi maleta se veía "sospechosa" pero descuida ya voy :D"

¿Maleta?
¿Que maleta?

Dos minutos después, un suave toque en el hombro hizo que levantara la vista de su celular.

Era ella, Mia, viéndose tan linda como siempre.

——Bienvenido ——le sonrió y él la abrazó con afecto, luego su mirada bajó y cayó en su maleta celeste. Esa que trajo consigo unas semanas antes, apenas llegaron a Seúl.

Él frunció el ceño.

——¿Que es-

——Mi vuelo a Incheon sale en una hora ——lo interrumpió, dejándolo sin habla ——Yo... fui a verme con Tae hace unos días y le pedí que me hablara sobre ti y Soobin; sobre su amistad... Ya sabes, quería que me cuente más de ustedes, ya que tú nunca querías hacerlo ——pausó un momento ——No puedo competir con eso ——negó con la cabeza con una sonrisa ladina ——Y... El hecho de que no estés 100% seguro de que me amas, es suficiente para mí para saber que merezco algo mejor.

Eso sin duda alguna.

——Siento hacerte hecho pasar por todo esto ——se sinceró mientras la atrapaba en un abrazo

——No es tu culpa. Yo fui la tonta que se enamoró por completo de ti ——intentó bromear, pero la verdad en ello era ciertamente doloroso ——se separó mientras palmeaba su brazo ——Cuida a tu chico ¿sí?

Él asintió con lentitud.

——¿Amigos? ——preguntó ella con curiosidad mientras abría un poco sus brazos, preparados para un abrazo

——Jamás dejes de hablarme ¿sí? ——pidió atrapándola entre sus brazos una última vez ——Eres la mejor consejera de este mundo. No sobreviviría sin tus consejos ——le sonrió mientras se separaba del segundo abrazo ——Eres absolutamente maravillosa Han Eunji ¿Sabes eso?

——No me lo digas así que lloraré ——intentó reír

——Nunca permitas que nadie te dé menos de lo que te mereces ¿sí? Te mereces el mundo... ——acomodó un mechón detrás de su oreja

——Deja de hacer esas cosas ——se apartó entre risitas ——No me hagas arrepentirme de hacer lo correcto

——Iré a visitarlas pronto ——aseguró

——Creo que yo vendré antes. Le prometí a Tae y SinB un trago ——guiñó

——¿Podemos unirnos?

——Déjame pensar... ——se hizo la pensativa ——¡No! ——empezó a alejarse a saltitos dejando su maleta atrás

——¡Tu maleta! ——exclamó ahogando una risa

——¡Cargala tú! ¡Me la debes! ——vociferó desde donde estaba rodeando su boca con sus manos, como si eso aumentara el volumen de su voz ——¡Además, debes invitarme un último café! ——se giró para seguir caminando hacia una cafetería del aeropuerto.

Mia era una bendición en muchos sentidos.

Entre risas, Yeonjun la siguió arrastrando ambas maletas.

♣♠♥♦

Le envió un mensaje.

Estaría esperándolo en el parque.

Cuando Yeonjun llegó al lugar, desde la otra acera pudo observar a un chico castaño y alto sentado en la mitad del césped, donde este había crecido considerablemnte durante esa semana.

Muchas veces sentimos que las cosas van a suceder cuando ni siquiera hemos tenido un vestigio de lo que es. Simplemente dentro de nosotros, lo sentimos, lo sabemos. Incluso si nadie nos lo ha mencionado e incluso si no hemos avistado nada antes. Como si fuera una señal del destino.

Así fue que Soobin sintió su presencia incluso estando a varios metros de distancia.

Cuando sus miradas se encontraron, una sonrisa se curvó en ambas bocas. Yeonjun mordió su labio inferior y cruzó trotando a su encuentro.

Cuando ya estuvo más cerca, trotó con más convicción hasta que tacleó al castaño, quien terminó recostado en el suelo con el pelinegro sobre él.

Como si el lugar fuera suyo (y lo era) Soobin rodeó con sus piernas la cadera del pelinegro, enganchándolas; haciendo lo mismo con sus brazos en el cuello del mayor. Las manos de Yeonjun apoyadas a los costados de la cabeza del castaño para no aplastarlo por completo.

——¿Estás seguro de esto? ——susurró Soobin sobre sus labios

——Nunca he estado más seguro de algo en toda mi vida ——sonrió conmocionado

——Prométeme una última cosa entonces ——su manos acariciando sus bonitas facciones ——¿Mejores amigos?

——Para siempre ——murmuro antes de besarlo como no pudo hacerlo en todos estos años.

Eternally...

F I N
♪

Nota: Gracias por leer y llegar hasta aquí ♥

Sufrí mucho para intentar darle un buen final. No sé si sea lo que merecen, pero intenté JSJSJS.

Lamento los errores, a veces me da hueva corregir ahre.

Si les gustó esta historia, déjenme decirles que ha sido un gusto para mí. Escribir me ayuda a soltarme ♥

Escribiré más en un futuro.

Lo más importante: Cuídense y sonrían más que les queda precioso, además que las sonrisas sinceras son contagiosas :D

Pregunta random: ¿Tienen bias? ¿Desde cuando son moas?

——Tumey