10: Sorpresa
Seúl era mucho más fría de como la recordaba.
Tal vez era porque su trabajo como abogado lo había acostumbrado a comprar ropa muy delgada por el clima de Incheon.
Cuando llegó del aeropuerto, se dirigió a pie, al hotel que ya había reservado.
Ver las calles, los autos, el clima mucho más seco, los edificios más altos... Le dio nostalgia.
¿Habían sido 4 años? No podía creerlo.
Sonrió para sí mismo.
Escuchó detrás suyo la rueda de la maleta atascarse en una grieta de la acera.
——¿Te ayudo? ——se giró hacia ella.
——No es tan pesada ——respondió luchando mientras intentaba sacarla de allí. Yeonjun rió y se devolvió hacia ella, jaló su maleta celeste con fuerza, logrando sacarla.
——Mejor yo llevo las dos ——le sonrió, Mia le devolvió una sonrisa socarrona.
——Quieres hacerte el fuerte, ¿no? Adelante, que te dé una hernia entonces ——rió.
Yeonjun entornó los ojos y le robó un pico.
——Vamos de una vez. Muero de hambre ——le dijo él.
Una vez en el hotel, dejaron tiradas las cosas. Ambos eran bastante flojos. Además era insulso sacar las cosas cuando iban a ir a su nuevo departamento en cuanto se lo dieran en unos días.
——¿Seguro que tu anterior casa no está disponible? ——a Mia no le agradaba la idea de subir gradas todos los días hasta el sexto piso. Una casa era más práctica.
——Es una buena casa ——se sentó en la cama ——. La compraron apenas la pusimos en venta.
Mia se sentó a su costado y le dejó un beso en el hombro. Su delgada mano acariciando sus cabellos ahora negros.
Él suspiró y cerró los ojos.
——¿No crees que fue muy pronto?
Yeonjun abrió los ojos y la vio dubitativa.
——¿Te refieres a venir a vivir aquí juntos? ——Mia asintió ——. Mmm... no creo. Sé que solo ha sido un año, pero yo te dije que en algún momento tendría que volver aquí ——acomodó uno de sus rubios cabellos detrás de su oreja ——. Dijiste que las relaciones a distancia no son confiables. Es por esto que estamos haciendo esto ——había clara preocupación en el rostro de Mia ——. Cariño, si te preocupa el trabajo, aquí hay más oportunidades para abogados que en Incheon. Estaremos bien ——aseguró con una sonrisa.
Ella asintió y suspiró al sentir los brazos de Yeonjun rodearla cariñosamente.
[...]
Ya habían pasado 5 días desde que llegaron a la ciudad.
Había sido lindo. Yeonjun le había mostrado muchos sitios de Seúl, habían ido a cenar y a pasear con frecuencia. Se sentía bien.
Esa mañana, Yeonjun se estaba alistando para ir a la reunión de ex-alumnos de su antigua universidad.
Se había enterado de ellos, pues su correo seguía activo, y cuando recibió la invitación estando en Incheon, creyó que ya era un buen momento para volver.
La verdad no sabía absolutamente nada de sus amigos de Seúl.
Para poder superar las cosas, él necesitó eliminar contacto total con cada uno de ellos. Saber que se los podría encontrar en esa reunión, lo mantenía expectante, pero muy tranquilo.
En esos 4 años, podríamos decir que Yeonjun se había puesto más guapo todavía. Ahora con cabello negro, un poco largo y músculos más pronunciados.
Había escogido una simple camiseta negra junto a unos jeans y unas vans azules.
Mia lo abrazó por la espada mientras dejaba un besito en su cuello.
——Dios, eres tan guapo ——susurró en su nuca mientras veía frente al espejo a ambos abrazados ——. Dijiste que eras bastante popular en la universidad... Todos te van a mirar ——hizo un puchero el cual Yeonjun vio a través del reflejo. Él se giró para encararla con una sonrisa socarrona.
——¿Celosa?
——Ya quisieras ——entornó los ojos y se alejó.
Eso le gustaba de Mia, que no fuera posesiva, que sepa dar su espacio, que respete su privacidad y decisiones. Ella confiaba en él.
——Puedes venir si quieres ——propuso mientras se daba una última chequeada en el espejo .
——¿No se supone que es solo para alumnos?
——Me cago en las reglas. Tú vienes conmigo ——la atrajo con un brazo por la cintura.
Ella asintió reprimiendo una risa y le dio un pequeño beso.
[...]
Incluso estando fuera del edificio, él se encontraba tranquilo, relajado. Solo era una fiesta más, o bueno, más que fiesta era una reunión amistosa; no habría música a todo volumen, drogas, olor a cigarrillo y gente besuqueándose en cada esquina.
Desde que llego a Incheon, raramente iba a las fiestas a las que estaba acostumbrado. Se dio cuenta que no era su rollo.
——Wow, tu universidad es mucho más grande que la de Incheon ——comentó Mia embelesada.
——No es la gran cosa ——ya se adentraron al lugar.
A Mia le incomodó un poco el hecho que apenas ingresaron, medio mundo reconoció a su novio, saludándolo, abrazándolo. Algunas chicas no eran muy discretas, pero ella lo entendía. Él era alto, guapo, musculoso, buena persona y amigable.
De seguro todo los que lo saludaron sabían eso. Yeonjun se veía feliz de ver a varias personas.
Mia se sintió fuera de lugar, pero ignoró ese sentimiento cuando una de las manos de Yeonjun se posicionó en su espalda baja.
Mia sonrió para sí misma al ver los rostros envidiosos de las otras chicas. Ella tenía suerte, eso lo tenía claro.
Yeonjun llegó al centro, cerca de las bebidas y entonces los vio.
Una sonrisa verdadera se emplazó en su rostro.
SinB se giró hacia él al darse cuenta del revuelo que el pelinegro había causado.
Su mandíbula cayó en una perfecta "o". Habían pasado 4 años, SinB ahora tenía cabello largo, seguía siendo negro. La nueva imagen de Yeonjun era apolínea.
SinB ensanchó su sonrisa y se acercó a pasos lentos pero ansiosos.
——¡No lo puedo creer! ¡Choi Yeonjun! ——ya estaba frente a él, ambos con una linda sonrisa ——Ha pasado tanto tiempo ——ella solo lo abrazó y él correspondió el abrazo igual de feliz. No se había dado cuenta de cuánto la había extrañado hasta que la vio. SinB se separó del abrazo y lo vio con curiosidad ——Sin rencores, ¿verdad? ——la expresión retraída pero a la vez divertida en su rostro le provocaron a Yeonjun una risa
——Sin rencores ——sonrió, separándose por completo del abrazo.
Era cierto, no tenía ni un solo rencor.
Luego fue Sorn quien se acercó a abrazarlo.
——¡Por dios, mírate! ——decía la peligris ——Te ves increíble ——le sonrió con honestidad.
——Tu también Sorn. Las he extrañado ——intercaló miradas entre ambas chicas.
——Eso es un alivio ——dijo SinB ——. No creí que volviera a verte de nuevo. No quería que me odiaras ——hizo un puchero.
——Ha sido un buen tiempo ya. No tengo porque ser rencoroso con alguno de ustedes ——rió mostrando su perfecta sonrisa que hizo a muchos del lugar suspirar.
——Joder... ——se cruzó de brazos SinB ——¿Qué estuviste comiendo estos 4 años? Simplemente... Wow ——enarcó las cejas.
——También te extrañamos, Junnie ——Sorn le sonrió ladina.
Yeonjun recordó a Mia. Ella estaba mirando todo a unos cuantos pasos detrás de él.
Se veía incomoda.
Se arrepintió de no haberla presentado primero, regresó hasta donde estaba ella, tomó su mano y volvió con ellas.
——Chicas, ella es Mia ——miró a la rubia ——Mi novia.
Ellas parecieron sorprenderse.
SinB se acercó a ella con una sonrisa a extenderle la mano.
——Eunbi ——se presentó ——Pero nadie me dice así. Así que SinB.
Mia sonrió y estrechó su mano.
——Mia ——dijo cortantemente con una sonrisa.
Se presentó de la misma forma con Sorn.
——No te lo puedo creer... ——Yeonjun giró al oír esa voz que había extrañado tanto ——Cuando oí que Choi Yeonjun había vuelto iba a cagarme de risa.
Tae estaba gratamente sorprendido, sonriendo enormemente.
Tae había crecido también, pero era mucho más bajo que Yeonjun. Lo atrapó en un abrazo brusco, esos abrazos de hombres donde se golpean fuertemente la espalda.
——¿Quien diría que Choi Yeonjun vendría a una reunión de ex-alumnos? ——bromeó Tae cuando se separó del abrazo, Yeonjun rió.
——Yo tambien te extrañé, idiota.
——De verdad que no me esperaba esto ——admitió el pelirrojo ——. Pero es genial verte después de tanto. Eras como esa jodida piedra en el zapato.
Tae pasó su brazo por los anchos hombros del mayor.
——Tenemos que ponernos al día ——dijo Tae
——Tendrá que ser afuera. No creo que sea tan solo un par de horas para ello.
Tae sonrió y volvieron con las chicas.
——No me avisaron, muchas gracias ——dijo sarcásticamente Tae hacia Sorn y SinB.
——Nadie se lo esperó, Tae. El idiota vino de sorpresa ——respondió SinB con una cerveza en mano.
——¿Estás de paso? ——preguntó la peligris.
——Seúl es mi casa... ¿Tan pronto me quieren fuera? ——bromeó.
Los tres amigos compartieron miradas alegres.
——Supongo que no ——admitió SinB con una sonrisa tímida.
Yeonjun se dio cuenta que Mia miraba a Tae con curiosidad y entonces los presentó.
——Vaya, ella es tan bonita ——comentó Tae, haciendo a Mia reír.
——Lo es ——confirmó Jun tomando su mano.
Sus amigos parecían igual de cercanos que cuando se fue.
——Oigan y ustedes... ¿Me perdí de algo?
——De mucho ——se burló SinB
——. Después de que te fuiste, pasaron un par de meses más y Tae nos citó a todos para hablar las cosas, más tranquilos. Se sentía raro estar alejados...
——Ella se va a explayar mucho, lo sabes ——interrumpió Tae ——En resumen, nos amistamos y volvimos a ser un grupo. Solo que sin ti y Gyu.
——Todos la cagamos de alguna forma, pero por lo menos ahora estamos seguros de que la amistad que hemos tenido estos tres años, sí es completamente real ——Sorn pasó una mano por el hombro de SinB para abrazarla mirándola sonriente.
——Me sorprende que la hayas perdonado por lo de la tesis ——se sinceró Jun. Si hubiera sido su caso, hubiera golpeado a dicha persona.
——Con ella fue más difícil hacerlo. Pero a la larga, ella siempre estuvo allí para mí y en verdad parecía arrepentida.
——No me hubiera perdonado si no la hubiera ayudado a rehacer su tesis. La presentó hace un año de nuevo y la aceptaron en la revista Scielo. Genial, ¿no es así? ——Sorn miró a su amiga orgullosa.
Yeonjun sonrió porque se dió cuenta de que las cosas habían cambiado mucho desde entonces.
——Vaya... Van a tener que ponerme al día de todo.
—-—Y tú a nosotros ——contestó Tae ——Me intriga conocer su historia de amor.
Mia sonrió un poco avergonzada.
——¿Novedades de ustedes? ——preguntó Yeonjun.
——Ella ——Tae señaló a SinB ——, tres años de relación con Moonbin.
Yeonjun chifló.
——Si que no perdiste el tiempo, ¿eh? ——la molestó. Ella le dió un amistoso empujón.
——Oh cállate, que hasta ahorita me duele el orgullo al recordar como me cerraron la puerta en la cara.
——Te lo merecías ——se rió.
Ella sacó la lengua y él rió nuevamente.
Mia empezaba a sentirse menos desplazada, pues Yeonjun le había contado sobre lo sucedido con SinB.
——En otras noticias, Sorn ha salido con Kino por tres meses ——añadió Tae.
——¿Quién es Kino? ——no recordaba ese nombre.
——Oh, es amigo de Soobin ——le respondió Sorn.
Fingió que escuchar ese nombre no le causó nada.
Estaba tan centrado en hablar con sus amigos que había olvidado a Soobin.
Se extendió un silencio corto.
——Está con Hyuka en el salón de reuniones ——le informó serio Tae.
——Te vas a llevar una gran sorpresa cuando los veas ——asintió Sorn apretando los labios.
Y de repente toda la calma que había sentido Yeonjun se fue a la mierda.
Pasaron segundos y Yeonjun no se movió.
——¿Irás? ——preguntó Tae.
——Supongo ——se levantó de su asiento suspirando, se giró hacia Mia ——¿Podrías quedarte con ellas un momento, cariño? Se que se ven como unas brujas intensas, pero no son tan malas.
Al mismo tiempo, las brujas le sacaron el dedo medio. Mia rió.
——Está bien, bebé, no creo que me coman o algo así. Estaré bien ——dijo entre risitas.
——Adiós... ——canturreó SinB, pasando su brazo por sobre los hombros de la rubia ——Estaremos bien sin ti.
——Bruja.
——Amargado.
Yeonjun negó con la cabeza sonriendo mientras iba al salón de reuniones.
Ya cuando nadie miraba, volvió a sentir esos nervios encima.
Eran molestos.
Entró, empujando la ya entreabierta puerta y mentiría si diría que no le afectó un poquito lo que vio.
Un Soobin, mucho más maduro, con mayor musculatura y una cara de ya no tan bebé, estaba sentado en una de las sillas del salón y sentado en su regazo, de espaldas, estaba HueningKai, quien también se veía drásticamente diferente.
Pero antes de poder fijarse en sus aspectos físicos, su mirada recayó en el hecho de que Hyuka estaba sentado sobre su regazo, el pecho de Soobin contra la espalda del menor.
Las manos de Soobin estaban entrelazadas por encima del estómago de Huening Kai.
Ambos estaban riendo, quién sabe de qué.
Esa cara sonriente...
Sintió una punzada en el estómago.
En todos los años que fue amigo de Soobin, jamás creyó ver una expresión más genuinamente feliz.
El sonido de la puerta hizo que ambos giraran a su dirección.
La sonrisa de Soobin desapareció.
Sus ojos fijos en Yeonjun, de quién no supo nada hasta ese momento.
Sorprendido es poco.
Soltó su agarre rápidamente cuando Hyuka se levanto sorprendido a hablar con el pelinegro.
——¡Yeonjun! ¡Por dios, qué sorpresa! ——lo abrazó por el cuello, sonriendo. Yeonjun se tensó un segundo antes de desviar la mirada de Soobin y abrazarlo con la misma fuerza.
Él, de verdad, había extrañado al menor.
——Por dios, esto es tan repentino... ¿Los demás saben que estás aquí?
Yeonjun asintió.
——Me los crucé afuera.
——¿Y cómo es que-
——Cambié todo menos la dirección de correo ——explicó.
——Entiendo... ——asintió ——¡Aun así es genial que estés aquí! ¿Te quedarás?
——Claro ——asintió sonriente.
Su mirada se posicionó un segundo en Soobin, quien seguía sentado. Le sorprendió recibir una sonrisa ladina por su parte, por alguna razón él no pudo reflejarla.
——Vaya hyung... Te ves genial ——halagó. Yeonjun negó con la cabeza mientras soltaba una risita.
——¿Qué dices mocoso? ¿Te has visto? Eres todo un hombre ya, no sé que le habrás hecho a mi NingNing.
——Deberi-
El sonido del ringtone de Hyuka lo interrumpió. Le sonrió a Yeonjun antes de atender.
——¿Sí?... Oh... Claro, claro... entiendo. Voy para allá ——colgó y guardó el celular en su bolsillo ——Yeonjun hyung, debo irme a atender unos asuntos en el piso de arriba. Al parecer algo pasó con el programa.
Yeonjun asintió.
——Te veo después, ¿sí? Me alegra mucho verte después de tanto tiempo ——Hyuka se giró hacia Soobin quien ya se había levantado y se acercó a ellos a pasos lentos ——. Te veo luego, amor ——besó corto en sus labios, Soobin lo retuvo un momento de la cintura y extendió el beso unos segundos más.
Trece segundos para ser exactos.
Sí, Yeonjun los contó.
Hyuka se separó entre risitas y se limpió la comisura del labio con el dorso de la mano.
——Nos vemos, chicos ——dijo antes de salir apresurado por los pasillos.
Una vez ya solos, Yeonjun se giró a ver a la razón de su huida en primer lugar.
Se veía mejor en todos los sentidos.
Soobin le sonrió ladino.
——Ha pasado tiempo, ¿huh?
Yeonjun no supo como pudo esbozar un intento de sonrisa.
——Sí... ——definitivamente era por él que estaba nervioso.
——¿Te aburrió el azul? ——señaló su cabeza.
——No hay mucha gente que tome en serio a un abogado con la cabeza azul ——intentó reír.
——Te dije que el negro te iba mejor ——ensanchó su sonrisa.
——¿Lo hiciste? ——fingió no recordar.
Ambos soltaron una risa.
Y luego un extraño silencio inundó la sala.
——¿Y a ti como te va? ——le preguntó al castaño, que ahora tenía rayitos rubios.
——Soy periodista, gano muy bien ——pausó un momento y sonrió mirando al suelo ——. La verdad estoy feliz... ——no mintió. En verdad se sentía pleno, sonrió por que estaba seguro de lo que decía.
——Yo... No sabía que salías con Hyuka ——comentó.
——Después de hablar las cosas con todos, me pidió una oportunidad ——sonrió recordando ——. En ese entonces, acepté por presión debo decir, pero sinceramente ha sido la mejor decisión que he tomado ——sus palabras sorprendieron a Yeonjun ——. Han sido tres años, Yeon. De verdad soy feliz.
Era todo cierto.
La verdad era que había aceptado con el único objetivo de sacar un clavo con otro. Pero con el pasar de los días, pudo encontrar en Hyuka todo lo que quiso alguna vez en una relación.
Sí, la verdad era que sí estaba enamorado.
Lo sucedido con Yeonjun, le ayudó a madurar y dejar ciertos vicios.
Si Beomgyu lo hubiera visto, hubiera estado orgulloso de él.
¿Tres años? El mayor estaba sorprendido. En el pasado su relación más larga fue de 4 meses y con suerte.
Yeonjun no había llegado a estar tanto tiempo en una relación tampoco. La más larga era Mia, y tan solo iban un año exacto.
——Me alegro por ti... ——era verdad, pero seguía siendo incómodo.
——¿Qué hay de ti? ——preguntó mientras se apoyaba en la mesa ——¿Alguna chica bonita robó tu corazón? ——bromeó.
No se veía nada tenso, era bueno eso.
Soobin no estaba tenso, estaba relajado.
El que no lo estaba era Yeonjun.
Definitivamente, Soobin lo había superado. Sinceramente creyó que lo alegraría más de lo que estaba.
Yeonjun asintió sonriente cabizbajo, recordando a esa rubia tan hermosa y alegre, una vez compañera de trabajo que le robó el corazón.
——Ella está afuera ——le comentó.
Soobin pareció sorprenderse. Le sonrió un poco más.
——Dime que ha sido más de 7 meses, por favor ——bromeó Soobin.
——Un año ——respondió orgulloso.
Las cosas con Mia eran tan fáciles.
——Vaya... ——rió Soobin mientras se cruzaba de brazos ——Hemos cambiado mucho, creo. O por lo menos yo lo he hecho.
Ya me di cuenta...
——¿Te parece si salimos y vamos por una cerveza afuera? ——se refería a donde estaban los demás, Yeonjun asintió.
Salieron y la mirada de sus tres amigos recayó en ellos.
——¿Cómo estuvo? ——preguntó Sorn con un vaso en mano.
——Bien ——sonrió Soobin ——. Fue una bonita sorpresa ——palmeó su espalda dos veces, el toque tensó a Yeonjun.
Él era al único al que no había abrazado.
Soobin miró a la bonita chica con la que SinB estaba hablando tan animadamente, Yeonjun se dio cuenta y llamó a Mia.
——Mia, ella es Soobin ——la rubia se sorprendió por oír el nombre, alzando las cejas, cosa que no pasó desapercibida. Pareció asustarse.
——¿Todo bien? ——le preguntó Yoenjun
—— Si, sí. Es solo que... eres muy alto ——mintió.
——Oh tranquila, todos me lo dicen. Un poste andante, ya lo sé ——entornó los ojos ——Como sea. Es un placer, Mia. Eres la chica más bonita con la que ha salido mi amigo. Tiene suerte ——una lata de cerveza vacía le calló en la cabeza a Soobin.
——Muérete, ¿quieres? ——espetó SinB. Todos rieron.
——Oye Yeon ——lo llamó Soobin y le susurró ——¿Te parece si vamos a otro lado a hablar? Hay varias cosas de las que tenemos que ponernos al tanto.
Sí, las habían. Él no quería fingir indiferencia cuando no la había.
——Claro, ¿a dónde?
——Tú sabes a donde.
Él sabía a donde.
——Oye cariño ——llamó a Mia ——. Iré con Soobin a hablar unas cuantas cosas, ¿sí? ¿Te molestaría quedarte aquí un momento?
——Para nada. Tus amigos son la hostia, ¿sabes? ——dijo entre risas, ya le habían ofrecido una cerveza ——Me caen muy bien.
——¿Me parece o estás intentando llevarte a mi amiga? ——intervino SinB.
——Ok, ya entendí ——rió ——Te dejaré un momento con ella, pero es mía ——miró a SinB con severidad en broma.
——Como sea, amigo. Ya vete.
Yeonjun dejó a todos hablando atrás y acompañó a Soobin al estacionamiento.
De repente se detuvo frente a un Mercedes Benz negro.
——No me digas que este es tu auto ——su mandíbula casi cae al suelo.
——No, no es mío. Lo robé ——hizo sonar la alarma de desbloqueo y sonrió triunfante ——Graduarse en el cuadro de honor, tiene sus beneficios... Ya sabes.
¿Que dijo qué?
Los ojos de Yeonjun se abrieron mucho más.
——¿Qué? ——rió Soobin entrando al auto ——Te dije que ganaba bien.
——Esto es una locura... ——Yeonjun no salía de su asombro, se sentó en el asiento del copiloto.
——Por eso mismo tenemos que hablar ——masculló sonriente.
Mientras se dirigían a aquel lugar, Soobin le comentó sobre su auto y sobre cómo y por qué ganaba tanto.
La repuesta era simplemente: esfuerzo y dedicación.
Antes no le hubiera creído, pero después de ver la seriedad en su relato, entendió que el Soobin que tenía en frente era completamente diferente al que dejó 4 años atrás.
Él había madurado.
Muy dentro de él quiso abrazarlo por orgullo.
Antes de lo esperado, llegaron al lugar.
Yeonjun jamás creyó que ver ese parque y esas casas de nuevo, pudieran provocar tanto en él.
Ahora sí tenía ganas nauseabundas de llorar.
Soobin, quien lo conocía mejor que su propia palma de la mano, palmeó su espalda dos veces.
——Solo suéltalo hombre ——el querer llorar aumentado ——. Te veo en la banca, déjame traer algo primero.
Soobin fue a su auto de nuevo a buscar algo en el asiento trasero.
Yeonjun se sentó en esa vieja banca. Donde pasaron tantos años juntos, donde se despidieron por última vez hace cuatro años...
Donde Soobin le confesó sus sentimientos y lo besó.
Cada recuerdo lo hacía estremecer. El clima frío y ventoso, no ayudaba.
Los recuerdos empezaron a llover.
Soobin volvió y dejó sobre la banca algo que a Yeonjun lo dejaría estupefacto.
Su libro favorito "El swing del noctámbulo" estaba depositado a su costado.
Yeonjun observó sorprendido a Soobin.
——Cuando te fuiste, me sentí miserable al principio, no te lo voy a negar ——se sentó ——. Quise comprenderte aunque sea un poco, y para eso, intenté leer esto ——tomó el libro entre sus manos ——. No me dio las respuestas que buscaba, pero al fin entendí eso que decías que gracias a la lectura has vivido cientos de vidas. Era mucho más emocionante que ver una película. No sé porque no te hice caso antes cuando me decías que la lectura era fascinante... ——soltó una risita apenado——. Tuve que esperar dos décadas enteras para poder disfrutar de esto. Me siento tan tonto...
Yeonjun escuchaba atento y a su vez no podía creer que el chico frente a él, fuera su Soobin.
——He leído muchos libros, Yeon, pero ninguno me gustó tanto como este ——se refirió al libro entre sus manos ——. No entendí porque lo releías y lo releías, hasta que lo leí por mi cuenta ——dijo hojeando entre las páginas, dejando ver algunas cuantas frases resaltadas ——. Lo he leído seis veces, y te juro que cada vez que lo vuelvo a leer es como si descubriera cosas nuevas.
——No puedo creer lo que me estás diciendo... ——musitó Yeonjun, Soobin soltó una risa aireada.
——La verdad solo lo leí porque te extrañaba como la mierda. Nunca creí que la lectura fuera tan adictiva. Me metiste a un mundo oscuro, amigo.
Yeonjun solo se quedó con: "Te extrañaba como la mierda."
——Aunque apeste aceptarlo, creo que el que te fueras fue lo mejor que me pudo haber pasado ——sonrió tímido y cabizbajo.
A Yeonjun le dolió oír eso, pero sabía que tenía razón. Fue lo mejor para ambos.
——Los primeros días entré en una depresión terrible ——contó mirando al suelo ——. Esperaba que vinieras. Conté los días, las semanas, los meses. Cuando llegó el tercer año, me rendí ——sonrió imperceptible ——. Supe que ya no volverías y que probablemente no te volvería a ver. No estuve bien con ello, claro, pero lo acepté. Y con el tiempo dejó de molestarme.
——¿Te molesta que haya venido? ——tragó duró.
Soobin sonrió grande como en los viejos tiempos, mostrando sus hoyuelos y sus ojos chinitos, ahora viéndolo a los ojos.
Para sorpresa de Yeonjun, lo abrazó con todas sus fuerzas, esas que retuvo esos cuatro años.
——No podría ser más feliz con ello ——dijo contra él, con la voz quebrada ——. Te amo mucho, y te extrañé, idiota ——Yeonjun supo que Soobin ya estaba llorando.
Cerró los ojos y se permitió embriagarse con ese aroma que había extrañado tanto esos últimos años.
—-—Yo también te amo.
Y por un momento, todo se sintió bien.
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