3. Y SI, TE QUIERO:
-¡Servicio de habitaciones!
Nessa abrió los ojos, Gonçal la miró, la dejó sentada en la cama y abrió la puerta.
-Adelante.
Nessa reptó hasta colocar su cabeza en la almohada de la cama.
-Les traigo las toallas secas que habían solicitado en recepción.
-¡Ah! Gracias.
-Espero que estén disfrutando de la estancia.
-Si, muchas gracias.
-Hasta luego.
-Adiós.
Gonçal cerró la puerta, miró a Nessa y los dos empezaron a reirse.
-¡Jajajaja! ¿Hace cuánto las hemos pedido?
-Hará veinte minutos, pero bueno así ya las tengo para mañana.
-Oye Nessa...
-¿Si?
-¿Quieres bajar a comer algo?
-Si por favor, aún tengo hambre...
-Vamos a dar una vuelta.
Nessa y Gonçal salieron del hotel, cogieron un mapa de Venezia y se fueron a dar una vuelta. Eran las 6 de la tarde y empezaba a anochecer, pasaron por varios cafés hasta encontrar uno en el que no hubiera mucha gente, Nessa se pidió un vaso de leche y un croissant para calentar el cuerpo y Gonçal un café con leche y una napolitana, todo para llevar. Pagaron y siguieron dando una vuelta por el centro de la ciudad, ninguno volvió a hablar de lo que Gonçal había dicho en las góngoras, de hecho, actuaban como si no lo hubiera dicho, hablaban, reían, peleaban, bromeaban, todo como siempre.
-¿Diga?
-Nessa, ¿dónde estás? Llevas cuatro horas desaparecida. ¿Está Gonçal contigo?
-¡Ah, Sofía! Estamos bien, escucha nos vemos esta noche en la habitación, ya hablamos.
-Vale, no llegues muy tarde, un beso.
-Un beso.
-¿Quién era?
-Era Sofía, nos ha visto desaparecer y no la he dicho nada. ¿Qué hora es? No llevo reloj..
-Son las 11 de la noche.
-Madre mía, se me ha pasado el tiempo volando.
-Y a mi, estamos un poco lejos del hotel, deberíamos ir volviendo.
-Está bien.
Se había hecho tarde, pero a pesar de las horas que eran, no se preocuparon mucho por la hora de llegada, siguieron andando al mismo ritmo hasta llegar al hotel. Gonçal acompañó a Nessa hasta su cuarto.
-¿Te lo has pasado bien?
-Si, ¿y tú?
-Ha sido divertido, hasta mañana Gonçal.
Nessa empezó a entrar en la habitación y a cerrar la puerta. Sofía, que estaba tumbada en la cama con su ordenador, oyó que Nessa entraba y asomó la cabeza hasta conseguir verla.
-Oye Nessa..
-¿Si?
-Yo también me lo he pasado bastante bien, ¿repetirías?
-Absolutamente todo.
-Oye, sé que no he vuelto a hablar del tema, pero no significa que no quiera saber tu respuesta.. Cuando quieras dármela, dímela.
-Está bien, buenas noches.
-Buenas noches.
Nessa cerró la puerta, Sofía saltó de la cama y añadió:
-¿Qué ha pasado?¿Dónde estábais?¿Qué es eso de que repetirías absolutamente todo?¿Me he perdido algo?¿Os habéis besado?¿Por qué no hablas?¿Nessa?
-¡Por Dios Sofíacállate ya! Me estás mareando a preguntas...
-¿Vas a contestar a alguna?
-Fuimos a dar una vuelta, nos montamos en las góngoras, nos caímos, nos vinimos aquí a secarnos y nos fuimos a dar una vuelta.
-Cuéntame todo, sé que no ha pasado solo eso.
-Me ha dicho que me quiere.
La cara de Sofía se convirtió en un cuadro de asombramiento y alucinación total.
-Sofía no le digas nada a nadie, que te conozco.
-Tranquila, bueno ¿y tú qué le has contestado?
-No le he contestado.
-¿Sientes por él lo que yo pienso, o sientes algo más?
-No lo sé, vámonos a dormir son las dos de la mañana y hay que levantarse a las 7, vamos a ir a Milán para coger el avión de vuelta al pueblo.
-Está bien, pero mañana a mi lado todo el viaje contándome todo.
-¡Jajaja! Está bien, hasta mañana.
Nessa se quedó despierta pensando en el día que había pasado con Gonçal y después de mucho pensar, se sintió sola por primera vez en el día. Había pasado desde las tres de la tarde con él y le echaba de menos. Entonces pensó, sabía que Gonçal dormía con su primo Víctor, y que a Sofía le gustaba Víctor y Víctor estaba coladito por Sofía.
-¿Si?
-Víctor, soy Nessa. Abre.
-¿Qué haces aquí? Son las tres de la mañana, nos quedan cuatro horas para levantarnos..
-Vas a adorarme el resto de tu vida, necesito hablar con Gonçal.
-¿Y?
-En mi habitación está Sofía durmiendo.
-Mmm, si, creo que empiezas a caerme mejor.
-¡Jajaja! Anda tira.
Gonçal se había despertado, pero al oír el nombre de Nessa se empezó a hacer el dormido. Nessa se metió en la cama y se tumbó al lado de él, le miraba fijamente mientras le acariciaba el pelo.
-¿Te he dicho alguna vez que recién levantada eres la cosa más bonita qué he visto?
Nessa se quedó helada, cómo sabía que era ella la que estaba en la cama con él, ni siquiera había abierto los ojos para mirarla.
-No, nunca me lo habías dicho.
-¡Bú!
-Shh, vas a despertar al resto de la planta.
-Ven aquí anda.
Gonçal cogió a Nessa por la cintura y la acercó a su costado, Nessa puso la cabeza apoyada en su pecho y con su mano derecha le acariciaba el cuello.
-Te echaba de menos.
-¿Te he dicho lo sexy qué estás esta noche?
-¡Tu sin camiseta estás helado! Y es mi pijama de todas las noches, además estamos a oscuras, es imposible que veas algo.
-Simplemente, lo sé.
Gonçal se movió, encendió la lámpara de su lado de la cama y la graduó lo suficiente para verla.
-¿Lo ves? Lo sabía.
Nessa le sonrió, volvió a ponerse en la postura anterior y volvió a mirarle.
-Estoy enamorada de ti. Te quiero.
Gonçal se quedó asombrado, giró la cabeza hacía ella, la besó la frente y añadió:
-No pienso ser el cuarto chico que te hace daño, pienso dejarte el mejor recuerdo, para siempre.
Nessa le miró, reptó unos milímetros hacía arriba hasta colocarse a la misma altura que él y le acarició el pelo. Gonçal no quiso privarse del tentador sabor de sus labios, la quitó un mechón de pelo que tenía en mitad de la cara mientras ella le miraba, la abrazó por la cintura y la besó. Nessa le besó, estuvieron un buen rato besándose, ninguno de los dos quería parar hasta el momento en que Nessa se quedó sin aire.
-¿Qué te pasa?
-Me quedo sin aire...
-¡Jajaja! No pasa nada, quédate a dormir aquí, por favor...
-¿Acaso pensabas que iba a sacar a Víctor de la habitación otra vez? No, me quedo contigo.
-Eres odiosa, pero bueno, te quedas al menos.
-Por supuesto.
Nessa besó a Gonçal de nuevo en los labios y volvió a la postura del principio.
-Buenas noches. Te quiero.
-Hasta mañana. Te quiero.
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