—Tu nunca fuiste asexual, el termino lo empleaste mal. —Una molestia en las facciones de Shadow se nota. En cambio Scourge, está bastante desinteresado.

—¿Entonces qué fue, señor seudo psicólogo?

—Un jodido trauma que te limitó. La asexualidad es otro tipo de orientación, no una enfermedad mental. —Luego de haber investigado y buscado varias cosas, Shadow se encuentra muy confundido y molesto con todo.

Ambos se hallaban en el gimnasio, aprovechan el viernes de descanso que se les ha brindado para mantener la forma que, realmente, les piden en su trabajo.

—Mira, igual a ella le ayudó lo que le dije así que...

—Cabrón, la engañaste. Y ella también ha vivido engañada de forma rara...y no sé si fue ese estúpido psicoterapeuta o es otra cosa que tiene en su cabeza. —Deja de hacer los estiramientos con molestia para irse a un par de pilates.

—¿Y se lo dirás? Porque no creo que me vaya a ayudar decirle que todo lo que sabe es una farsa.

—Tampoco la voy a dejar con esos pensamientos que tiene. Debe saber la realidad —Scourge no parece importarle como a Shadow. Cosa que...claro que resulta inusual.

El azabache tiene ahora el compromiso, uno que sin duda es todo un reto. No se piensa rendir y tampoco piensa dejar las cosas como hasta ahora. Antes de tratarle o hacer un método, debe dejar en claro cuál es su principal problema y ese no es en lo absoluto ser Asexual.

—Yo digo que tú te has ido por otro camino a parte del de jugar a ser psicólogo. —continua burlándose Scourge con despreocupación, levantando mancuernas de 5 kilos.

—No estoy jugando, no con ella, con nadie a decir verdad. Realmente me...me he interesado en ella y tengo la extraña forma de querer ayudarla.

—¿Qué hiciste con ella después de llevártela a su casa esa madrugada? —El esmeralda toma aire y deja ambas mancuernas en su lugar—. ¿La volviste a "terapiar" cómo cuando yo me fui? Como se ve que eres un aprovechado en el tema.

—¿No tienes ni puta idea de cómo soy? Tú eres el burdo... —aguarda recordando esa mañana una vez se quedó en su casa...queriendo contar sin olvidar ningún detalle.

-Flashback-

—Ahora, tenemos que arreglar algo pendiente. —Tras cerrar la puerta con el seguro, los ojos de la eriza se vieron sorprendidos.

El erizo tenía algo en mente, algo que posiblemente no era tan bueno por las facciones secas e impositores que mostró. La eriza se quedó quieta mirando sus ojos. Shadow se acercó a ella acorralándola en una de las esquinas del baño, junto a las llaves de la regadera.

No decía nada, no expulsaba ni una queja o llamado de auxilio, su piel volvió a erizarse y él no paró por ver aquellas reacciones. Tomó una de sus manos y con la otra sostuvo el mentón pálido de ella...veía su labio inferior con un tic ansioso, uno que no había visto en Amy.

—Más te vale que no digas nada de esto, ¿de acuerdo? —No hubo afirmación o negación en ella, ni un movimiento que pudiera ser en falso. Su semblante era completamente sumiso, uno que no era para nada parecido a la Amy de hace 30 minutos que se defendía a capa y espada así fuera con sarcasmos y cinismo—. ¿¡Oíste!?

Ese grito aparentó sacarle de su trance, uno que de dócil e inmóvil, pasó a paranoico y traumático.

Su corazón podía salir por su boca, hiperventilada; podía ver el azabache aquellos cristales en sus iris que se habían dilatado; no dejó de examinar, no dejó de sentir el frío de su piel expuesta y sudorosa que, sin duda, era por ese miedo ante lo que podía pasar.

¿Pero qué era lo que podía pasar, según Amy, en un caso como este?

Sin alejarse de su mentón, robó un beso de sus labios y se esparció lascivamente por su nariz. Mordió parte de su labio superior  y por más que él intentará tomarla y "poseerla" sus músculos estaban tan tensos que los movimientos de él eran prácticamente en vano.

Ningún tacto sobre ella, ni si quiera en su intimidad o senos, le hacia moverse.

Estaba petrificada y nerviosa. Tanto que conforme seguía buscando Shadow una forma de tocarla, la eriza terminó decidida e inmóvil en todo momento...

Y no duró más que minutos, minutos suficientes viendo a la eriza quieta y sin expresión más que la de pánico. Cuando sintió que fue suficiente, se limitó a tomarla con rapidez y llevarla con jalones fuera del baño.

—¿Po-por qué...? —Logró decir tras ser sentada en la cama. No obtuvo ninguna respuesta y menos Shadow le dio explicación.

Ni él tenía una explicación.

-Fin del Flashback-

—¿Entonces la violaste?

—No sé por qué se me ocurre contarte estas cosas a ti. Eres el menos indicado. —La aberración cruzó por sus ojos y girándolos, vuelve a lo suyo, le toca hacer pesas.

—Ey, ey, deberías hablar con el pajarraco en todo caso, sabes como soy de elocuente. —Por su puesto, y tiene de sobra—. Pero tampoco me apliques la ley del hielo.

—¡Ahh! En fin. Ella no se defiende de lo que tenga que ver con un abuso... —enfatiza Shadow, midiendo y pensando sin dejar de mover sus brazos—, una reacción ocurre tras una acción inesperada o estímulo. La reacción que ella pudo tener ante la situación de aparente peligro fue un bloqueo, no se defendió.

—¿Y eso qué significa? Sabes que no entiendo tu punto.

—Significa que si no se defendió fue porque conoce ese estimulo...no le teme a algo que ya conoce.

—¿Abusaron de ella? —Ahora si que el verdoso se nota interesado.

—No dije eso...necesito hablar con sus amigas o con alguien que la conozco más —Da un trago de agua y toma sus cosas—. Ella no me lo dirá, porque todo indica que no lo recuerda o ha decidido bloquearlo, así que veré si alguien más intimo sabe de ella.

—Supongo que...suerte. —Logra despedirse Scourge, Shadow abandona el gimnasio sin decir algo más.

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—Me asustó saber que querías hablar conmigo urgentemente sobre mi amiga —La ardilla hace una pausa, dejando su bolso colgado en el respaldo del banquillo alto de aquel café—. ¿Qué ha pasado esta última semana? No he hablado con ella desde que el trabajo me tiene hundida en cuentas y recibos por estar remplazándola.

—Han sido...varias cosas —Da el sorbo a lo que aparenta ser una malteada de pistache con chispas—. Iré por lo importante: ¿Sabes o conoces de algún suceso pasado de Amy?

—¿Algo como un trauma? —Shadow asiente, Sally con sus codos y recargando su mentón en las palmadas mira hacia el texto sin tocar su café con bombones—...realmente, no sé. Ella nunca me contó algo así de fuerte. ¿Sospechas que se deba a un trauma?

—Sospecho demasiadas cosas, Sally, pero ese término que ella a manejado con respecto a la asexualidad es completamente erróneo, incluso tú lo has empleado igual—señala a la dichosa y ella se asombra, abandonando su posición, y comienza a menear el café con una cuchara—. Ella no es asexual, ella tiene perturbaciones emocionales...están a nada de formar parte de exigencias absolutistas.

—Mira nada más que cambio has hecho en estos días, te oyes como cuando salíamos en el campus. —Ese comentario le hace girar los ojos y gruñir, volviendo a dar otro sorbo a su bebida.

—No soy un profesional y no sé si pueda hacer algo por Amy, te lo digo para que no te creas que esto ya estará resuelto en meses. Pueden ser hasta años y no quedará en mis manos. —Sally tose un poco.

—Eh, pero...¿Te arreglaste con ella o cómo?

—Sí...hablamos y charlamos y ella es la que terminó por pedirme ayuda y nos arreglamos... Todavía no sé bien si esto es una buena idea, pero...

—Te conozco y sé que no aceptas o tomas algo si no es porque realmente te interesa o te compromete algo intenso de por medio... —Alza su cuchara dirigiéndola a él, por fin lame un poco de esa espuma que tiene encima junto con un par de bombones.

—Ahhh no empieces... —Golpea su frente, sintiendo la impotencia—...ella, no sé. No sé porqué pero sí, tengo un compromiso extraño; siento el deber de ayudarla por alguna razón.

—Eres un erizo blandito, yo lo sé. Me gusta verte, además, distrayendote un poco con lo que te gusta. —Se limita a menear el asiento con su popote, el veteado se pierde en esas chispas, hasta que su amiga vuelve a hablar—. ¿Sabes? Hace unas semanas Fiona dijo algo como tú lo planteas...

—Oigan, no lo están entendiendo. Decirme, ¿Hay homosexuales o bisexuales que se sientan mal por ser así? Sí, hay casos, pero son casos en los que hubo otro tipo de factores que influyeron. No conocemos a fondo la vida de Amy, pero si ella no está a gusto con ello, es porque hay un factor que la llevó a su asexualidad y si no lo sabe/dice, entonces ni el mismo terapeuta le va a ayudar.

—Hay un principal error aquí que si bien, ella se lo impuso o alguien como ustedes lo hicieron —El erizo estira las manos, queriendo darse a entender con facilidad—: la asexualidad es, por algunos, considerada otra orientación sexual. No se tiene registro ni evidencia de que sea causada por un trauma. Si Amy tiene un trauma, es por un factor que ni ella recuerda. Por eso no lo dice. Lo está "justificando" con eso de ser asexual. Prácticamente llena ese vacío de memorias con la causa de la falta de interés sexual.

—¿Pero cómo pudo olvidarlo? Es que no creo que algo así, algo...desagradable pueda ser olvidalo. —Sufre de un escalofrío que quiere pasar con el sorbo a su taza.

—Claro que sí. El cerebro sufre de una cantidad de estrés inmenso que llega a ocasionar una especie de lagunas mentales...con el tiempo esos vacíos son llenados con memorias falsas, con mentiras —Se estira en la mesa mirando hacia el cristal que le da vista a la calle, parece que ya está atardeciendo—...en fin. Esas mentiras, para mí, son el autoconvencimiento de que no disfruta o le apetece tener relaciones sexuales con alguien, además de no excitar ni tener orgasmos...aunque se logre acostar con alrededor de cinco personas en una misma noche.

—¡¿Espera qué?! ¿Cómo que acostarse con...? Ella no ha tenido sexo en meses, quizá años. Solo mientras estuvimos en universidad... Me parece que tuvo dos experiencias. —Esa información era valiosa. Shadow sabia sacarla sin necesidad de preguntar directamente.

—Eso suena interesan-.

—¡EY! ¿Te acostaste con ella? —Parece que la ardilla no digiere bien lo que oye, empieza a tener varias interpretaciones en su cabeza e interrumpe con molestia—. No te creo capaz...¡No! ¡Si te creo capaz!

—Oye tranquila. Para tu información fue tu amiga la que lo hizo por su cuenta en el club —La campanilla del lugar suena y Shadow no puede evitar mirar hacia la puerta. Cuatro chicas entre risas rompen el ambiente del lugar, pero el azabache decide seguir en lo suyo antes de marcharse a trabajar—. Prácticamente se la pasó toda esa noche y tuvo cuatro servicios con mis compañeros...Scourge iba a ser el quinto.

—No entiendo...¿Por qué lo hizo? ¿Para qué? —Sally se nota consternada. Ni si quiera cabe en su cabeza el hecho de desesperación...Aunque recuerda la noche en la que ella se lastimó por usar violentamente su mano.

—Hay cosas que si tú no entiendes, yo tampoco —Las chicas siguen riendo. Y esta vez, Sally nota como miran a su amigo azabache de lejos y susurran entre ellas, volviendo a reir—. Por eso necesito seguir hablando y tratando con ella...esto será largo.

—Bien...si necesitas saber algo pues, intentaré recabar información con el resto de amigos nuestros. Quizá sepan de otro comportamiento... —Vuelve a distraerse con los cuchicheos, pero, ahora Shadow es el que decide mirarlas y con un toque muy coqueto, guiña uno de sus ojos y sonríe algo atrevido. Sally no se contiene la ofensa—. Maldito perro que eres.

—Ya estoy hasta aquí de oír esa palabra —Sube su mano hasta su frente, mostrando enfado con esos resoplidos—. En fin, toma —Deja el dinero cerca de ella—, pagas que para tomar café eres lentísima y yo ya tengo que trabajar.

Al ponerse de pie se despide de la marrón y, expulsa mirando sin vergüenza hacia las jóvenes—. Espero verlas en el club esta noche, disfruten.