Capítulo 6: Mejor que el terapeuta
—Tu cara y tus ánimos son diferentes, eso se nota de lejos —Afirmaciones así le empiezan a avergonzar, el erizo oscuro parece demostrarle mucha confianza y eso parece que a Amy le empieza a molestar.
—Bueno ya...¿Sí y qué?
—Le doy la bienvenida a tu hostilidad otra vez —expulsa Shadow con aparente molestia...parece que no le gusta la visita al final de cuentas—. En fin...quedate en la entrada si no deseas mojarte.
Se va por el costado tomando la cortina, siendo que la eriza, rápido, le detiene por su brazo —Espera, Shadow... —murmura extraña. Tiene remordimiento, y tiene una sensación muy rara por la que sabe, fue causante él—. Primero...quiero ofrecerte una disculpa por mi comportamiento. Empezando porque te saqué a golpes de mi departamento en aquella ocasión.
—Ya había olvidado ese golpe...ya pasó. Acepto tus disculpas —Se cruza de brazos volviendo frente a ella.
—Ok...ahora, quería... Bueno, Sally también me informó que ya no irán otra vez a mi casa, terminó de pagarles y que hasta ahí terminaron sus visitas —Shadow asiente pero, le parece raro todo, siente que algo va más allá de dejar todo por la paz.
—Cierto, ya no iremos a molestarte a tu casa.
—...¿En serio? ¿Es todo lo que tienes que decir?
—¿Qué? —Se impacta de esa especie de insolencia; sin duda de las erizas más raras que ha conocido—. ¿Qué deseas que te diga?
—Hace unos días hiciste que te tocara el cuerpo, hasta las pelotas, ¿Por qué hiciste eso? —No era indignación la que Amy tenía, era una curiosidad muy insaseable que le daba miedo al veteado.
—Oye, fue...fue una simple prueba... No pretendía ofenderte...
—No, ¡no!, es que no lo estás entendiendo —Euforia es la crece en Amy con sus movimientos de manos.
—¡No te estás explicando bien querrás decir!.
—¡Esto! Hiciste esto —Con frenesí, Amy sujeta la mano de Shadow y la pasa por sus labios, cerca de su nariz—, me acariciaste el rostro y...y tus dedos estaban en mi boca...
—¿Y...? —Atónito, el erizo deja que Amy manipule su mano como él lo hizo el fin de semana pero con la suya.
—Y esto, todo esto que hiciste provocó que yo...que yo me sintiera en un deja vu, en...; que tuviera recuerdo muy raros...¡No sé!
Al fin Shadow toma algo de seriedad en el asunto y mira el suelo analizando lo que dice, por intervalos observa el rostro de la eriza insistente en que le dé una explicación.
—¿Recordaste algo de tu infancia?
—Es que no lo sé, m-me siento confundida con esto... incluso tuve sueños que quiero creer que solo fueron eso, sueños y no señales o algo así.
Claro que Shadow se siente con la necesidad de ayudarle, pero para ese momento lo ha tomado en frío y él no tiene ni puta idea de lo que significa lo que le está informando.
—Escucha...no tengo respuestas en este momento...no estoy concentrado —habla de forma directa hacia ella—. Lo que debes hacer es ir con tu terapeuta y...
—No, ese cabrón no sabe ni qué conmigo...mi terapeuta es un idiota.
—Ah...ok y ¿Que se diferencia de mí? Yo no tengo título ni mierdas de esas, ¿Qué te hace confiar ahora en mí?
—¡Lo que hiciste la vez pasada! —Aguarda nerviosa e intenta no entrar en pánico...todavía no cree lo que hace después de eventos pasados...es como si decepcionara a su orgullo—, Por favor... Ahora yo te pagaré para que me ayudes a recuperarme y a vencer mi asexualidad...
—¡Oh no! ¿Qué no acabas de oír que no soy un psicólogo? ¡Tienes que ir con un experto!
—¡Por favor, cabrón! Sé que estuviste a nada de acabar la carrera, y te repito que si no hubiera sido por tu método ese no me estaría sintiendo así.
—¿Alguien sabe donde está Shadow?
—Maldita sea... —musita el azabache con desesperación. Parece que uno de los encargados lo busca tras su larga ausencia, y ello empieza a irritar al azabache—. A ver...Amy, estoy en el trabajo, esto lo resolvemos luego, ¿Quieres? Pídele mi número a Sally pero ahora no...
—Ni madres, esperaré a que salgas de trabajar entonces, y voy a esperar aquí.
—¿¡Qué!? ¡no puedes hacer eso! ¡No puedes estar obstruyendo mi trabajo en este establecimiento...! —Exaltado, agita de los hombros a la eriza que no deja su rostro decisivo. Parece que va en serio con eso de quedarse.
Ambos oyen pasos detrás de la cortina y en movimientos desesperados y bastante urgidos, Shadow pega a Amy a su cuerpo y la besa de la forma más lasciva que encuentra. La eriza lanza sus cosas al sillón y comprendiendo lo que va a pasar, brinca a su cadera, cruzando sus piernas detrás de él sin detenerse de ese beso.
—Oigan en serio ya...¡ups! —Se despegan tras oír la interrupción.
—¡Ey! ¡Creí que por eso a esto se le llamaba privado! —Aquella indignación de Amy fue una actuación perfecta.
—Lo lamento señorita, esto...el servicio irá por la casa —El encargado se agacha un poco y con medio cuerpo fuera, se dirige al azabache—. Sigue trabajando.
Cuando las cosas se calman y esa cortina rojiza se vuelve a cerrar, Amy baja con cero cuidado y empujones de Shadow.
—Qué cínico eres —Acomoda sus prendas y toma la bolsa otra vez entre sus manos con arrebato.
—¿De qué te quejas si no te produce nada esto? —La rosada abre los ojos más de la cuenta, indignada, sin duda—. ¿O qué? ¿Ahora si ya te gusto?
—Callate, estúpido, sólo fue porque no iba a dejar que te regañaran por mi atrevimiento de venir aquí —responde en sintonía con su carácter—. Bien, me quedaré y no diré nada más.
—Te advierto que no termino temprano, ¿Aguantarás hasta las dos, quizá?
—Claro, suelo no dormir por ansiedad así qué... —Busca donde dejar sus cosas y luego, hace un estiramiento perezoso.
—Tendrás que consumir y hacer algo más que estar sentada porque son capaces de correrte y...
—Sí, sí, voy a pagar servicios así sea toooodaaa la noche para que no sospechen ni me corran.
El erizo rueda los ojos con algo de sorpresa y con tal de no enfadarse ya más, refriega sus púas canalizando su energía —Mas te vale no causar problemas, te lo pido por favor.
—No, no, tranquilo "Shad", no soy tan busca problemas... —Amy se deja caer en el sillón de vinipiel lila que abarca toda una pared de aquel cuarto reducido—. Es más, hablale a ese pobre despeinado que me recibió, no lo voy a dejar con las ganas.
Lo azorado no le cabe en la cara, simplemente no cree lo que oye, ¿Bipolar? ¿Versátil? Posiblemente sólo sea una loca más en el mundo. Pero sí, han de mantener el perfil bajo, así que, harán lo que corresponda a cada quién.
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—¡¿Todavía estás aquí!? —La música era alta, la noche muy joven siendo mitad de semana. Eran aproximadamente poco más de la 1 y parecía que recién esto empezaba—. ¿¡Te irás hasta que cierre esto o qué!?
—¡Ahuevo! —grita Amy en respuesta para que pueda ser oída—. ¡No sé por qué usted-es pueden aguantar tanto desmadre!
—¡Shadow es el que se desespera más fácil, en cambio yo, nada me detiene! —Fanfarronea como siempre, muy típico en él.
—¡¿Ah sí, Scourge!? ¡¿Por qué no nos hemos aventado un "round" tu y yo entonces!?
—¡Cómo se ve que andas ebria! ¡Esto no me lo hubieras dicho ese fin de semana que llegué a tu casa!
—¿¡Ya acabaste d-de quejarte!? ¡No pensé que fueras mas de "bla bla bla" que de "acción" —Alguien más se está llevando impresiones a parte de Shadow, y ese es el verdoso.
La diferencia entre ellos dos es que, Scourge adora su trabajo.
—A ver si es cierto, pinche eriza —El esmeralda murmura en su oreja, a la par que lame debajo de esta, causando que Amy ría con juego—. Donde salgas con que no te gusta el "producto" me pagas el doble —Se deja caer a su lado pasando su brazo por el respaldo del mini sillón y, acercándola a sus piernas, queriendo cargarla.
—¡Tu amigo blanco y-y despeinado no estuvo mal! ¡Quedó en-en el margen! ¿¡Y tú qué, cabrón!?
—¡Eso va a quedar a tu juicio, rosita, no por nada soy el de más costo...! —Acelerado, chupa y besa el cuello de Amy, ella no deja de reír por los efectos del alcohol y sin importar tanto zangoloteo que sufre, no suelta su vaso.
—¿¡Prefieres cogerte a-a alguien que no hace ruido a un-una de esas mujeres que tienen culo qu-que apretar!? ¡No me jodas, me decepcionas! —Las carcajadas en ella no sesan, la felicidad en ella está a otro nivel.
—¡Ya no vas a beber más! ¡Que si no, no te acuerdas de lo que pasará entre tu y yo! —Scourge deja sus acciones cachondas con tal de quitarle el trago a Amy pero no lo logra, hasta ella prefiere tirarselo encima a otra muchacha mecera que pasa.
—¡Jaja pendejo! ¡No h-hay quinta mala!
—¿¡Scourge!? ¡Vete al cuarto 12, ya! —El azabache llega y quita al esmeralda de encima de la rosada, este se queja por sus facciones más no porque sea oído.
Ahí en el antro no se oye ni madres.
—¿¡Por qué te lo llevas!? —Con juego, el esmeralda camina de espaldas mandándole besos de despedida a la rosada que, se jacta y también hace lo mismo que él.
—¡Callate, estás ebria, y parece que no te importa sin alguien abusa de ti!
—¡Callame ésta, pinche negro! ¡te vale madres si me cojen que al final, ni yo siento!
Existía una lastima en los ojos del azabache, pero, ¿Qué hacer? Era una simple conocida, no era nada más, sólo eso.
—¡Vamonos ya! ¡Acabó mi turno! —La toma del brazo y la hala entre los cuerpos de la pista y los y las bailarinas que están en las tarimas individuales.
—¡Oye! ¡Mis cosas, puto! —Se lleva una palma al rostro maldiciendo, mientras regresa y busca en el sillón que se hallaba. Su estrés se eleva al ver que no hay nada—. ¡Oye! ¡Están aquí, en mi mano, jajaja!
—¡Pinche Amy! —Ahora regresa por ese camino que estaba haciendo para salir por una pequeña puerta trasera especial para empleados. La recarga en la pared y habla cerca de ella—. Voy yo ahora por mis cosas, no te muevas, ¿Ok?
—Oye, ¿Y-y que tu no vas a intentar cogerme? —Tambaleando, Amy toma a Shadow de su pelaje y él se queja, apartando su rostro por el olor que golpea sus fosas nasales—. Porque sol-solo faltas tú.
—No le veo el caso de coger con una asexual —Quita su mano con fuerza y deja que se recargue cerca del basurero—, ahora, dejame ir por mis cosas.
—¡Pinche perro r-racista! —grita para luego reírse, sin que el azabache le preste atención.
Shadow tendrá que lidear con la rosada de camino a su departamento, porque tendrá que llevarla siendo que...bueno, posiblemente ya no haya qué hablar, ella está en un estado indispuesto. El azabache no es malo, no a pesar de su trabajo.
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