Capítulo 5: ¿Qué clase de metodo?

—Ey, Shad, me hablaron del antro y quieren a un remplazo de turno por culpa de Tiv. Tengo que irme ya —Siendo que Shadow no dice nada, Scourge se limita a despedirse lo más cortes de la eriza rosada—. Un gusto realmente haber podido hablar bien, y...a ver si te serví de algo.

—Gracias. —Amy lleva con la misma cortesía a su invitado inesperado hacia la puerta.

Cuando se marcha, Amy se vuelve con el azabache y se cruza de brazos frente a él, con rostro molesto.

—¿Y tú? ¿No piensas marcharte?

—No he culminado mi trabajo.

—Claro que ya, ambos hablaron. Charlamos y...¿Qué más quieres?

Shadow evade la presión de Amy, tanto que sin permiso se coloca de pie y husmea con su vista carmesí más del departamento. Revisa pequeños detalles que le den indicios de algo. Orden, desorden, perfeccionismo o hasta descuido...sus ojos miran la pequeña barda que divide el comedor de la cocina y encima, una libreta peculiar.

Camina para tomarla y revisarla pero, cuando Amy ve que con toda confianza se dirige hacia ella intenta detenerlo, pero el veteado fue rápido. Sube su mano con esos apuntes y los aparta para que no se los arrebate.

—¡Deja eso, chismoso!

—¿Qué es? Debe ser importante para que no me dejes verlo.

—¿Eres policía tambien? ¡suéltalo o voy a...!

—¿Por qué te pones agresiva y hostil con terceros? Sé perfectamente que no eres así con desconocidos e invitados —Parece que se rinde y tras decir eso, deja la libreta en sus manos y ella la toma, arrojándola sin importar cómo caiga a la mesa—. Bien...no debí dártela.

—Tienes mucha confianza sobre mi, y yo no te voy a dejar que te involucres en mi vida sólo porque eres amigo de Sally y además...

—Y además porque soy un prostituto, ¿cierto? —Aunque parece que Shadow entra en su sintonía, es inteligente para buscar más comportamientos en Amy que le dieran vialidad—. Tan mal vista me tienes que no puedes evitar etiquetarme y discriminar de esa forma.

—¡Yo no dije eso! Sólo quiero... sólo quiero que me dejen en paz...

—¿Y lo vas a estar cuando te encuentres sola, en tu cuarto, llorando por la ansiedad y tristeza que sientes? —Otra vez cruzan miradas. Esta vez, Amy no la puede sostener.

El azabache es demasiado directo, no tiene tacto con ella y con su sentir pero, ello le deja ver algo: Sí, la eriza es agresiva con la gente, porque esta le da compasión y una aparente comprensión que baja la sensibilidad en ellos y sube la insensibilidad en ella. Pero cuando los papeles se invierten, ella no sube en elocuencia porque lo que oye no lo ha oído, y no es mentira.

Le abre los ojos, y le hace ver a ella que los comportamientos negativos la están dominando.

El azabache vuelve a ser apresurado, y viendo que la eriza comienza a notarse distraída por reflexionar en su mente, toma su mano y la pone sobre su pelaje. Ella no hace acción más que mirar, mirar y sentir la suavidad extraña bajo su palma.

—¿Cómo se siente esto? —pregunta el ojos carmesí sin apartar estos de la mirada perdida de Amy, más no recibe contestación—. ¿Y esto? ¿Así que sientes...? —Maneja su palma cual títere, a él no importa que le frote y toque cualquier zona, tal es obviedad que llega a la entrepierna y ni un gesto en la eriza se plasma.

Está pérdida, confundida, es extraña esa reacción que tuvo pero, ahora es el turno de él.

Deja a Amy y con sus dos manos, acaricia su cuello y hombros de frente, como si realizara un masaje. La eriza al fin despabila y sus ojos observan las acciones del azabache con recelo, sintiéndose confusa.

—¿Qué sientes con todo esto? —habla Shadow frente a ella una vez más, recorriendo ahora sus manos hasta su rostro. Roza sus dedos por sus labios, mejillas, masajeando de forma lenta su cara...

Aquello parece inaudito y extraño para ambos.

—No siento nada...me siento rara.

Era claro, ya está claro para él: ni pupilas dilatadas, ni pelaje erizado...ni siquiera tirita; mucho menos se notan temperaturas altas en alguna parte de su cuerpo, por el contrario está fría e inmóvil...

Es demasiado raro para él.



—¿¡Cómo que te despidieron!? —Sonic deja caer sus palmas con sorpresa sobre la mesa del comedor.

Sin embargo, ante la noticia que les da a sus conocidos, la menos afectada es la mismísima eriza que, claro, no puede negar su comportamiento huraño y tenso durante las últimas semanas.

Aunque haya intentando que no le afectara en nada su campo laboral fueron intentos inútiles. Terminó siendo víctima de sí misma y el más afectado fue el trabajo, por obviedad, ante los ataques de ansiedad y molestia que le daba simplemente estar ahí.

—No importa, chicos, ya fue —Rose da un sorbo a su termo y continua con frialdad—. Voy a buscar otro trabajo... así sea de otra cosa.

—¿Estás segura? Amy creo que...no sé, no creo que sea muy bueno que te halles "improductiva" en el momento en el que te encuentras.

—Lo sé, Fiona, por eso dije que buscaré otro trabajo.

Observan el tiempo transcurrido y por desgracia, su hora de comida ha terminado. Sonic y Fiona se despiden de Amy y apresuran a Sally, pero ella tiene que hablar un par de cosas todavía con la eriza. Una plática pendiente.

—Oye, querida...lamento lo que ocurrió ayer y...ya no voy a...

La rosada suelta un suspiro rodando los ojos, con el típico fastidio— No importa, Sally, ya pasó...Incluso yo quería... —Amy hace una pausa avergonzada—... quiero darte una disculpa por el mal comportamiento que he tenido especialmente contigo...a pesar de que tu manera de ayudar no era muy buena para mí sé que tus intenciones si lo eran.

La ardilla sonríe, no se abstiene de abrazar a su amiga que percibe, tiene un aura más pacífica.

—Amy ya, ellos ya no irán a molestarte, ya quedó eso.

—¿Ah sí? ¿Terminaste de pagarles o qué?

—Shadow me hizo sentirme tranquila cada vez que te acompañó esas dos veces...y bueno, le dije que ya era todo. —Sally denota un arrepentimiento por haber contratado a un par de hombres a que le alegraran el día a Amy, ¿Qué modos eran esos? Aun así, la que ahora se ve arrepentida, es la rosada—, en fin, lamento eso, en serio, ya no se va a repetir.

La marrón, recordando que tiene que ir a trabajar, se para de golpe para volver a su trabajo, sin embargo...—Oye, antes de que te vayas, quería preguntarte... —Amy llama y aguarda a que Sally le brinde atención—, ese erizo, Shadow, ¿Tiene una especialidad más "decente" o algo así?

—Oh no, querida, él dejó la facultad a finales —Sally encoge los hombros, mirando al techo sin explicación—, no sé supongo que tuvo motivos fuertes para hacerlo —Y Amy guarda sus palabras, terminando con sus dudas—. Te dejo, te hablaré en la semana, ¿Ok? ¡cuidarte!



Sus pertenecias son pocas, una bolsa fue suficiente para poder cargar lo de su oficina.

Los nubarrones amenazan la ciudad, y amenazan a todo aquel aventurero que camine por la acera sin un Paraguas.

Una melodía en sus auriculares suena sin importar el ambiente: Summertime, una canción que mantiene la energía extrañamente melancólica siendo de My chemical romance;  y una extraña ligereza amigable en sus facciones no parece que sean de ella, más pacífica y elegante ahora se siente...aunque una confusión la está atormentado.

Lo pasado en el sábado, lo ocurrido...ese método extraño que usó el azabache sobre ella...¿Qué ha causado? Que una laguna mental creciera dentro suya. Unos fragmentos extraños revelados en un par de sueños que tuvo los días anteriores.

¿Tratarse de una casualidad? Posiblemente era la sugestión de todo, pero lo que sí no podía negar era que duda ahora de sí misma, de lo que vivió en el pasado.

-Flashback-

—¿Pero qué? ¡No lo ! Cómo alguien más, un terapeuta, lo va a saber si ni yo lo .

—Sí debes saberlo. Pudo ser un evento tan desagradable que quisiste borrarlo de tu memoria. Te has convencido a ti de que eso no sucedió y no ha pasado.

—Yo no lo creo, estás equivocado. Eso yo no lo hice.

—Definitivamente estás negando con la intensión de seguir enterrándolo.

-Fin del flashback-

¿Y si realmente tenía razón?

Cumpliéndose casi el horario nocturno, las luces incandescentes de algunos sitios empiezan a ser ambiente, los faros son engañados por culpa de las nubes oscuras...un par de gotas manchan los espejuelos de la eriza y decide quitárselos con prisa para guardarlos. La lluvia ha llegado y los individuos aceleran el paso, menos ella.

Se topa con el letrero que cubre toda la fachada del sitio al que ella y sus amigos iban desde la universidad, la graduación... Ese antro y un ambiente tan diferente...

No tiene nada que hacer y esconder, y no si la lluvia está por joderle el camino a su departamento. Sin olvidar que en su mente desea aclarar varias cosas.

La gente en el sitio es casi nula. Mayoría de los que ve son gente de oficina adulta en la barra de la entrada. La pista está vacía, un par de trabajadores todavía arreglan cortinas de los privados y siendo completa curiosa con sus ojos y perdida en el sitio, una mano la abraza por detrás y ello le causa susto.

—Buenas noches, querida, ¿Se te ofrece algo? —Bien podría darle con su bolsa a aquel atrevido, pero cómo ha de hacerlo si esos sitios son para eso.

—No...no contigo —expulsa algo tierna y mirando a ese albino con los pelos en la cara que se ve tiene hambre por lo que hace con su lengua.

¡Wey! ¿Quieres dejarla? —Esa voz si la conoce, y gracias a él pudo separarse del agarre del erizo.

—¿Por qué he de hacerte caso, Shad?

—Porque es mi clienta, M-I-A —Aquella rudeza abre aún más los ojos de Amy, pero no dice nada—. Ve a buscar otra diferente, Steel.

Un suspiro por parte del azabache lleva a halar a la eriza a uno de esos cuartos pequeños, recorriendo la cortina y dejando a la eriza algo sorprendida.

—Pero qué varonil...te has de llevar muy bien con todos aquí.

—¿Y qué me dices tú? Parece que solamente eres agresiva dentro de tu departamento —Sarcasmo, algo que ambos parecen jugar—. Te has refugiado simplemente de la lluvia, ¿verdad?

Y de esa manera, Amy queda a solas con el azabache, con el que las riñas dominan...aunque un destello en los ojos de Shadow hace ver una cara asombrada por esa visita que tiene enfrente.

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