Capítulo 41: Sobre aviso...

—Yo sé que fui una chica muy desagradable pero estoy intentando cambiar y aún así, quizá no soy una buena persona, quizá no mere- ¡No, no! ...ni tu ni yo tenemos que sentirnos insuficientes uno del otro..;.ni siquiera debería importarme con quién estás, yo sé que es tu trabajo pero me...me siento...¡Ah, perdón! —La sensación de ahogo es tan grande que su garganta se cierra. No termina por formar ninguna idea en el último tramo de su desahogo.

No puede ya hablar, hay un dolor que la asfixia y siente ahora que debe parar y huir.

—Ey, ey, respira, detente —Viendo como su comportamiento se vuelve un evidente ataque de pánico, Shadow toma sus manos y la lleva a recargarse a un costado de su portón. Tiene toda la impresión de que puede desmayarse, inclusive nota otro color en su piel—. Te he escuchado. Está bien, no hables más y respira.

—Me...me voy a meter a mi cuarto —En un estirón, no puede safarse del agarre del pelinegro—. Yo soy ahora la que...la que te está quitando el tiempo. —Su pecho sube y baja con aceleración. La voz se raja como papel y no quiere mirarle a los ojos.

En el fondo, él no quiere dejarla ahora.

—Dame las llaves, yo abro, quiero que te tranquilices. —No parece estar pidiendo permiso. En realidad la gravedad de su voz no le ayudan, y parece que la chica rosada no está en disposición de volver a ponerse altanera o grosera.

Mucho menos si le acaba de escupir y declarar bastos pensamientos.

En cuanto le retira las llaves con facilidad de sus dedos, Shadow abre y toma a Rose del brazo y por el hombro, metiéndola a su departamento y pasándola con un caminar dinámico hasta su recamara que, conoce a la perfección el camino.

Hace que se siente en su colchón y él regresa a la cocina. Por unos segundos Amy parece olvidar lo de hace rato: el que le gritó a la vecina de forma inapropiada, el que le declaró sus sentimientos a ese erizo y el que se sintió menos; a su vez, por toda esa situación emocional...sin dejar de lado que la ansiedad se liberó repentinamente como para irse el aire y la voz.

Tenía miedo de que algo así pasara y sucedió, y sin embargo, no fue tan desastroso el resultado, o eso cree.

Mirando al suelo con la posición encorvada, no nota cuando el vetas rojas regresa con un vaso de agua. Él se pone de cuclillas frente a ella y se lo brinda con el cuidado de que pueda sujetarlo con sus dedos sin que vaya a caerse o derramarse.

—Amy...

—No me des ninguna respuesta —Agitando su cabeza, alza su vista para observarlo con cierta vergüenza, no logrando soportar sus carmesí intensos—. Creo que...que tú necesitas pensar y yo también, solo...te juro que me estaba volviendo loca de tan solo contenerlo...—La risa que escapa de sus labios resultaría cínica si no es porque la conoce y la ha visto sufriendo de ataques de pánico—. Es tarde, tenemos que descansar...

—No quiero irme hasta verte mejor —Ella da pequeños sorbos al vaso, distrayendo su mente con el líquido frío pasear en su paladar. Continúa avergonzada pero sorprendida de oír a Shadow—. Sé lo que son los ataques de pánico y quiero...cerciorarme de que estarás bien.

—...¿Por qué? —Parece malévola. Lo hace ver tan intencional que el propio erizo retuerce sus ojos rojos agobiados, lleno de calamidad.

Suspirando, Shadow se levanta y le da la espalda—...¿En serio me harás decirte otra vez esa respuesta?

—Quizá si la oigo...ya no sienta que en verdad me estoy volviendo loca... y por lo tanto esté mejor. —Desde abajo, con la voz menguada pero ya no agitada, lo mira de reojo con cautela.

—...por qué me importas, Amy —Con una sonrisa victoriosa, la chica se termina el agua y extiende el vaso al vetas rojas. Este se gira y reacciona enseguida, tomándolo y dirigiéndose a la cocina—. Y mucho, así que ahora quiero que por favor descanses.

—Tambien quiero que tú te vayas a descansar....y espero que...ya sabes.

—Acabas de decir que tenemos que pensar cosas, así que no te retractes —Oyendo el fregadero, Rose deduce que él está lavando el vaso que acaba de usar. Se levanta de su cama y queda en el marco de su habitación, prestando atención más de cerca y ve, como termina y seca sus manos—. Solo...descansemos. y dejemos que esto fluya.

—No tienes idea de cuánto he oído esa jodida frase en películas, leída en miles de novelas, y también escuchada en jovenes de preparatoria. —El reproche resulta asqueroso, pues en su voz denota que dicho drama le toca mucho la moral a la chica.

—Y también la dicen los adultos, no es cosa de clichés, creeme. —Quedando enmedio de la sala sin acercarse más, Rose le sonríe con el ánimo cabizbajo pero parece aceptar lo que ha oído. Él también le devuelve el gesto: una agotada y avergonzante sonrisa

De ese modo, ambos terminan por irse a descansar, finalizando su noche.



—¿¡Viste que cerraron el sitio!? ¡No me creo que nos quedemos sin trabajo! —Beky está alterada. Lo malo de ello es que su voz impostada y gutural hacen que todo se vuelva aún más terrorífico para los que pueden oírla—. ¿¡Qué se supone que hagamos ahora!? ¿¡Pararnos en una maldita esquina!?

—Amiga, tranquila, tenemos clase —La de rayas muestra nerviosismo pese a que suena más serena—. Porsupuesto que el jefe tiene que decirnos algo o decirnos cuánto va a durar esto.

Amy es la única que no da comentario alguno, solo oye al par de felinas y su alta presión.

Las tres al final de la acera, frente al local cerrado, notando los transeúntes ir y venir por ser horario de salida en aquella ciudad, se disponen a filosofar sobre su existencia sin tal lugar.

—Yo pensé que se arreglaría rápido, ¿Oh no, Amy? —La mencionada asiente a la pregunta de la leona. En seguida prosigue—. Si no pudo resolverlo ya es que esto es más serio de lo que parece.

—¡Ay, que calamidad! yo solo envidio en este momento al mamón de Shadow y Tiverius que están en "modalidad a distancia" —Moviendo su cola con impaciencia, aprieta sus puños y la tigre continúa—. ¿Por qué no me llevaron a mi también? Es más, podemos proponerle al jefe que demos espectáculos de baile privados y...

—Chicas, por qué no solamente esperamos un ratito más a ver si llega el jefe y...bueno, si dan las 7 y no hay movimiento, nos vamos a tomar algo, ¿Qué les parece? —La sonrisa amiguera se revela y, encogiendo los hombros, Rose expresa tierna—. Yo les invito. Solo pensemos que esto se arreglará y de momento no podemos hacer nada más.

—Si, si, Rosita, tienes toda la razón —Sasha da unos pequeños brincos sobre su lugar y aplaude victoriosa—. Vamos, Beky, deja esos nervios y vayamos a cenar.

Y así es, no esperaron más que 15 minutos adicionales para decidir marchar hacia la propuesta de Amy.

Las tres se mueven en direcciones opuestas y al notarlo vuelven a juntarse chocando entre sí, no saben realmente a dónde pueden ir así que, Amy toma la decisión de llamarles para que le sigan y van al restaurante que, la chica rosada sabe, no es un sitio libertino despampanante pero es bastante movido.

Además, ella es la que piensa pagar, ella escoge el sitio, ¿No?

La vestimenta de las felinas llama la atención de algunos comensales, pero no es situación que denote incomodidad en ellas. Piden una mesa para tres y cerca de la entrada está su elección. Revisan la carta, y ambas, exceptuando a Amy, piden alimentos vegetales y con poca proteína; nada frito o con calorías excesivas.

—Amy, quiero preguntarte algo...solo que no quiero ser...pesada con el tema—La pelimarron golpea la cubierta de la mesa con sus garras, parece estar nerviosa aún por el tema del antro. Rose suelta un "si" que permite a Beky continuar—. Tiene que ver con Shadow.

Una ligera bulla sale de Sasha, pero la eriza se lo toma con calma, soltando:—. Ay dios, solo por favor que no sea nada de rumores y esas cosas...pensé que ya habían muerto en estas semanas.

—Pues si y no, igual me da gusto que no te afecten hermosa, porque hay cada perra en el lugar que solo vive de hacer sentir mal a los demás —Se le escapa un gruñido de entre sus dientes después de culminar, parece que también le molesta el ambiente del trabajo a la leona—; como sea, quería saber si tú y Shadow tienen algo.

—No, no tenemos nada más que amistad. —La tigre le mira inquisitiva. Hay algo que le resulta llamativo en su respuesta pero otra parte está dudosa.

—Me dijo Sasha que después del incidente de Scourge y todo eso, lo que ocurrió esa noche pues...te quedaste con él en los vestidores.

—Aja... sí, me quedé con él, ¿Por? —Parece que al final, Amy es una chica tan despegada del ambiente que de ningún modo, con o sin confianza, logra entender la situación que la Leona le está dejando ver—. Chicas, pueden ser claras conmigo, no sé si están intentando que les diga algo relacionado a mi intimidad o a la intimidad de él.

—Beky quiere saber si tú has cogido con Shadow o con Scourge. Porque después de ese acontecimiento tú y él se distanciaron y además, has dejado de estar distraída e incluso más "abierta" en cuanto al trabajo, y cree que pudo ser por parte de aprendizaje de Scourge —Con las cejas alzadas y el rostro desencajado, la pelirosa se pierde en tal deducción que la de rayas magenta ha expresado. Con un liguero silencio que denota incomodidad, la tigre agrega—. Igual, no la tomes tan enserio, Le gusta hacer especulaciones, así se divierte.

—¡Oye, relajada! Has sido muy explícita y en realidad me...

—Yo no...no he tenido sexo con Shadow. Con Scourge si, y fue muchísimo antes del incidente, pero fue solo una vez —Sin mirar a ninguna, Amy interrumpe con la voz apagada. Beky expresa un monosílabo victorioso, incluso hace un aplauso con sus manos llena de efusividad. Sasha baja las orejas y bufa molesta—. Sí les resulta de utilidad esa información pues...ya se las dije.

—Lo que dice Sasha es real, soy muy intuitiva con las relaciones afectivas de la gente y...no es que juegue o me burle de la situación pero, desde que llegaste tuve curiosidad de saber con quién te relacionarías primero.

—Y la desgraciada esta le atinó —Menea la mano con desinterés, pero tal parece, todo el drama tiene una apuesta entre medias—. Yo le aseguraba que estabas más interesada en Shadow que en Scourge, y como ese día después me comentaste que había sido un malentendido...—agrega la felino rayada disimulando con su bebida.

—Lo fue. Yo...no sé actualmente por qué decidí estar con Scourge, sólo pasó y ya —Rose está transida. Parece querer filosofar y entrar más en el tema de forma clara e intima con ella misma—. Y admito que me siento arrepentida. Shadow se molestó de saberlo y sobre todo de saber que él habló de mi como si fuera una zorra. Por eso esa noche se agarraron a golpes.

—Ash, así es ese imbécil. A mí me preocupa que te guste, no se te ocurra enamorarte de ese wey —Golpea la mesa, y luego de volver a gruñir, la leona expresa hacia la eriza—. Mejor enamórate de Shadow. Será mamon pero no parece tratar mal a la gente.

—Beky ya basta, no incomodes a Amy con esto. —La tigre le suelta unos manotazos excesivos hasta que parece, comienza a rasguñar. Ella para en seco cuando llegan sus alimentos.

Retoman la compostura. Con bastante tranquilidad, dando unas pequeñas cucharadas al plato, Amy expresa:

—Si, me gusta Shadow  —Las presentes se giran a verle y mirarle con un entusiasmo sorpresivo—, y ya me cansé de fingir que no es cierto. Pero está claro que en el trabajo no puedo verme obvia por la clientela y, a su vez, el resto de compañeros.

—¡No querida! No le hagas caso a la tonta de Beky, a ti que no te guste nadie. Solo que te guste el dinero de los clientes, solo eso ~—La mencionada rie, pero a las tres les causa gracia el comentario—. Tú sabes lo mal que me cae ese tipo.

—Porque no lo conoces, Sasha. Es el erizo más "real" de ese lugar...hablando claramente solo de los chicos... quizá Sanctum también entre allí pero miren...si les estoy diciendo todo esto es porque también las considero "reales", si saben a lo que me refiero, y no quiero que esto lo andén divulgando en el antro. —Sentencia Amy con una elocuencia también notoria frente a las felinas. Ellas parecen estar en una postura cómplice y simpática.

—De ninguna manera, bella eriza ~ —En ronroneo, Beky abraza de lado a la chica de pelaje rosa, pegando su gran melena y bigotes encima de sus mejillas, restregándose muy agradecida—. ¡Aiñs! No sabes lo mucho que te estimo pese a tratarnos poquito. Considero que también eres una chica muy "real" desde el momento que hablamos por primera vez —Rose sonríe como puede, el pelaje de la leona es muy abundante—. Digo la verdad cuando hablo de ser muy buena intuyendo las relaciones afectivas de los demás y la vibra de las personas. Por eso sabía que podía ser muy clara y confiada contigo.

—Qué bonito, rosita ~ agradezco esa confianza depositada, Amy, pero...—Haciendo una pausa, la sonrisa que tiene desaparece de momento—. No, no lo acepto —Cruzada de brazos, la tigre se muestra indignada—. No acepto que te guste ese erizo. Estoy casi segura que hay candidatos mejores.

—¿Quién crees que eres para andar diciéndole a Amy quién le puede gustar y quién no? —Con las cejas bajas, Beky no ha probado su plato con tal de seguir hablando. La única que come y escucha como ellas discuten es la eriza.

—¡Ey! Tú acabas de decir que de ninguna manera se le ocurra enamorarse de Scourge. ¡Has sido la primera en "prohibir" sobre esto!

—Pero ambas conocemos a ese erizo de años, sabemos que no acepta cosas serias, ¡Solo le advertí para protegerla!

—¿Y no conoces a Shadow de tiempo igual? ¡Sabemos que le vale madre todo! Y es un antipático e insípido chico.

—Ya paren, chicas, ¿Por qué discuten por esto? ¿Para ver quién tiene razón? —Limpiando sus comisuras, la rosada respira profundo y reprende con tono severo—. Agradezco sus consejos y su...seudo preocupación por mi. No ha sido un proceso fácil para mí por muchas cosas, unas de las que están medio enteradas. Así que, solo para aclarar: Sí, Scourge es un hijo de puta, y no, Shadow es una persona totalmente distinta a la que conocen en el antro. Lo conocí por fuera, porque es amigo de una amiga de universidad y él me a apoyado en no solo el trabajo, sino en canalizarme con un especialista. Sí, si es un antipático en el trabajo, y sí, no tiene ningún interés en socializar pero eso no lo hace un sujeto malo o desagradable.

La leona está sonriente, mucho, y ello le molesta a la tigre. Parece que el tema queda estancado por iniciar, al fin, la degustación de sus ensaladas; dando paso auna charla más común y banal referente al sitio.

Transcurre una hora, hay un aburrimiento notorio por parte de Amy y viendo hacia la avenida, esperando a que el mesero traiga la cuenta, sus ojos se realzan y hasta estira su cuello con impresión para Comentar:

—Joder...hablando de sujetos desagradables...—Las chicas observan hacia la dirección que ella mira sin parpadear. Fuera, en la acera, está el trío favorito de cualquiera: Scourge, Sanctum y Steel. Por supuesto que no están allí por casualidad, quizá también estuvieron a la espera de ver qué sucedería en el trabajo.

—Carajo, ¿Entonces Scourge ya está de vuelta?

—Claro que si, Beky, desde la semana pasada, pero estuvo probando la modalidad extendida para que no tuviera problemas con encontrarse a...bueno a ya saben quién. —Retuerce sus ojos como si le causara pesar expresar ese nombre.

—No se te ocurra llamarles para... —Ups, muy tarde. Amy es ignorada en su petición cuando la tigre golpea el cristal con unas ganas de tirarlo. Los meseros del sitio se asustaron del acto, incluso.

Rose se agacha sobre la mesa no solo con vergüenza de ver a Sasha llamandoles como si oyeran, sino porque ella no tiene ganas de convivir con ellos ahora. La pelimarron también deja notar su cara no aprobatoria.

Steel parece ser el que capta el llamado. Pronto habla con los chicos y señala la esquina del sitio mientras Rose decide dejar el dinero sobre la mesa y levantarse con velocidad.

—Como te gusta cagarla, amiga.

—¿Qué pasa? —Sin duda ella vive en otro universo, uno que no comprende el resto. La de melena tuerce los ojos por no contestar.

—No te preocupes Beky, igualmente es mejor que ya nos vayamos, se está haciendo de noche.

—¡Amy, por favor! Literalmente iríamos apenas entrando a trabajar, ¿Cómo que ya se te está pasando la hora?~ —Socarrona, la tigre golpea con sus caderas a Amy en respuesta a su comentario.

Las chicas se dirigen a la puerta, y la primera en saludar a los tres erizos es Sasha, totalmente ufana y campante. Beky hace lo mismo, pero parece tener distinción con el peliverde.

—Amy, ¿Apoco ya te juntas con estás fieras? —expresa con un tono sarcástico el peliblanco.

Sonriendo forzadamente, contesta—. En realidad son mis compañeras de baile y bueno, nos encontramos fuera cuando venimos a ver si estaba abierto o no el establecimiento.

—¿Qué tan difícil estuvo el asunto ayer? Sanctum no me lo contó bien —Suelta la cuestión Scourge al aire esperando a que alguien la coja.

—Nada tan grave, un capricho de un hijo fresa de algún magnate —Haciendo gestos burlescos, la rayada continúa—. Igual ya estamos preocupadas porque supusimos que para hoy estaría resuelto.

—Bueno, mantenganse tranquilas, Sanctum y Scourge hablaron hace unos minutos con el coyote y él dijo que mañana a primera hora todo volvía a la normalidad —Una sonrisa de oreja a oreja se marca en ambas felinas por oír a Steel. Amy es la única que no expresa nada—. Solo hoy tuvo que taparle el ojo al macho pero, ya está resuelto, en sus palabras, claro.

—Pues como lo ha dicho Steel, mañana ya pueden ir a seguir diviértendose como siempre lo hacen —Beky suelta unos mini aplausos continuos, junto con Sasha que suspira con un alivio monstruoso—. ¿Y tú, Eriza? No parece que estuvieras tan preocupada por quedarte sin trabajo.

—Estoy tranquila, Scourge, tengo asuntos más angustiantes de los qué preocuparme. —Parece broma imaginar a Amy volver a ser una chica huraña y arisca, con la actitud a la defensiva por delante.

Pero aunque no lo quisiera, en ese periquete permaneciendo en la acera de la calle brota de la nada.

—¿Podemos hablar a solas un minuto? —Permaneciendo a su frente, las chicas se apartan tras aquella petición directa del peliverde. Sanctum y Steel se miran entre si pero parecen entender por dónde va todo.

—¿Y si te digo que no me apetece? —Poco a poco los cuatro restantes parecen irse apartando mientras murmuran otros temas, hasta que Rose siente aún más incomodidad —¡Oigan, ustedes dos! ¡Si se van las voy a...!

—No te quitaré mucho de tu valioso tiempo, Amy.

—Ash, escuchame, si esto es por la pelea que tuviste con Shadow quizá las disculpas se las debas a él.

—¿Y tú crees que me quiero disculpar? —Alza su ceja por tal cinismo, en definitiva, sabe que es un completo cretino—...ah, en realidad ya lo hice, hablé con el está tarde, así que solo me falta aclarar unos puntos contigo.

—Ay ajá, claro que no hiciste eso, que te lo crean todos ellos y hasta el jefe, yo no me lo trago. —Cruzada de brazos, la rosada deja muy bien marcado el margen de distancia hacia Scourge.

—Preguntaselo ahora que lo veas. Hasta le pasé el número de una clienta especial. —Está desconfiada y desencajada, no comprende a dónde quiere llegar o sobre todo, ¿Para qué?

¿Por qué Scourge desearía quedar bien con ella?

—Supongamos que lo hiciste. ¿Donde entro yo en esto? ¿Te aplaudo o...?

—Sabes que la pelea fue por ti, y el que ese culero me haya madreado la cara fue por celos, ¿Acaso nunca le dijiste que tú y yo...?

—¡Tú y yo no tenemos nada! —Interrumpe con espanto, como sí la simple insinuación fuese maldita. Exclamó tan fuerte que los chicos guardaron silencio por un momento, alcanzando a escuchar—. Lo que pasó esa vez fue solo una...tontería y estupidez que cometí y ya, y me arrepiento, déjame decirte.

Denotando incomodidad por su actitud, agrava su voz—. Cómo sea que lo tomes ahora, pasó y él no estuvo enterado. Si vas a tener un "noviazgo" con un prostituto será mejor que intentes ser clara y abierta con él siempre.

—No tengo ningún noviazgo y de ninguna manera lo tendría con alguien de...de ese lugar —Se lo piensa dos veces, porque sabe que en el fondo si lo quiere—. Ya basta, Scourge, en serio no quiero recordar este tema.

—Yo tampoco. Así que sólo te lo diré una vez: evitate problemas conmigo, y evitatelos en general en el antro. Si no estás dispuesta a trabajar bien en el sitio, sería mejor que consideres ir a otro lado o por lo menos mantente callada. —¿Amenaza? Bueno, en realidad de un momento a otro la relación con él cambió drásticamente.

Amy supo que Shadow también le reclamó el tema de la droga, de haberle involucrado en ello. Porsupuesto que Scourge no le está hablando claramente del tema, pero está visto que es lo que más le ha incomodado, que ella hubiese abierto la boca.

Cómo sea, porsupuesto que no quiere problemas. Shadow se lo dijo: es mejor ignorar y seguir como si nada.

Ella no tiene ya oportunidad de responder, porque Sanctum llama a los chicos de forma repentina:

—¡Oigan! ¿Alguien ti-tiene el número de emergencias?

—¿Qué? ¿Para qué lo quieres? —inquiere con alarma Sasha.

—Me llegó un mensaje de Shadow pidiéndome que llame a una ambulancia y me mandó su ubicación.

—¿¡Qué dices!? —Intentando querer ver el teléfono, sabe que Sanctum es el que menos jugaría de este modo.

La eriza rosada parece estar viviendo una simulación de repente.





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