Capitulo 37: Consecuencias inaceptables
—Le reventaste la cara, pero tú no saliste tan ileso. —Suspira prestándole Rose una toalla humeda, la tigre la brinda de sus manos en cadena pero Shadow la arrebata sin ningún tipo de interés por ser cortés.
—Deberías de haberle visto los ojos, estaba muy pero muy mal... —Pareciese que ella, Sasha, nota mayor interés y preocupación por el pelo verde que por el chico de vetas rojas, pues su semblanza y tenue comentario suena a pesar—. Quizás y pierda la visibilidad o no pueda venir a seguir trabajando por un tiempo...
—Lo hubiera matado si tan solo no me hubieran interrumpido. —Se restriega el rostro con furia, aplaca sus púas y renfunfuña con disgusto al hacer una bolita el trapo y ponérselo en su boca.
Amy está perpleja. La última vez que vio a Shadow tan furioso fue...¿Cuándo fue? No, no lo había visto así de furioso. Era tan mal su carácter que solo los compañeros que buscaban apoyarlo reforzaban su creencia de que era un erizo con el comportamiento y forma de ser más desagradable que te podías encontrar.
—Lo siento Amy, no me voy a quedar contigo por...quizás tu también deberías de...—Torciendo la boca, el gesto embarazoso de su amiga felina desaprueba por completo seguir soportandolo, pero ella no es tan cruel, sabe poner sus límites sin querer verse como una ogete en lo que dice.
—Si quieres irte lo entiendo, también es un poco tarde y bueno, debes estar agotada, yo sí me quedaré. —No parece alterada, ni mucho menos temerosa, por el contrario, no parece la chica rosada sentirse tan afectada por la situación; aunque dentro suyo sí quisiera explicaciones claras de toda esa aparente culpa indirecta que tuvo sobre el conflicto.
Tiene que saberlo, será complicado averiguarlo ahora pero saldrá, sabe que si.
—Como quieras amiga, cuídate y nos vemos.—El abrazo rápido es cálido, tan rápido como para evitar tener que verle la cara dramática al erizo oscuro. Toma sus cosas y sale del probador.
Ahora el ambiente era más relajado, aunque se logra oír fuera de los probadores al can denominado jefe del lugar dialogar y aparentemente discutir con Scourge. Es una clara señal de que a los dos no les irá bien en lo más mínimo, pero, Shadow tiene posibilidades de "ganar" solo porque, al estar en la nueva modalidad, no es conveniente despedir o quitar a alguien que está atrayendo bastantes clientes.
Y que está hinchando de dinero los bolsillos del jefe.
El silencio se mantiene, las inhalaciones frustradas de Shadow son el ambiente de Rose que, mira ligeramente de lejos al chico desde la banca contraria. Ya ha terminado de cambiarse y posterior a acomodar todo en su casillero, más decidida en tomar acciones, realiza un cambio de asiento tomando el otro paño húmedo que dejaron abandonado a su lado.
—¿Me dirás exactamente lo que pasó o...? Quizás no debería preguntar...—Hace una pausa, no tiene ninguna contestación. El vetas rojas continúa en su postura, aparentemente ignorandola. La joven eriza alza la mano con el paño doblado en cuatro y, temerosa, se lo piensa antes de ponérselo en sus heridas de la cabeza—. Déjame...de-dejame ayudarte a...
—Por favor...no te molestes —Seco, es la palabra adecuado para describir su tono tan poco audible y con tintes de cabreo—. Quiero que dejes de hacerlo, me haces sentir como una mierda.
—Scourge dijo que esto es mi culpa, solo quisiera...saber, ¿por qué? —Ignorando la advertencia, posa levemente la frialdad de la tela entre sus púas, causando que Shadow girase su cabeza, clavándole sus carmesí de soslayo, pues está a su lado igualmente sentada como él—...no te dejaré en el supuesto de que realmente es mi culpa.
—Respondeme algo con la verdad, Rose —El trago que pega es denso, siente que aquello es una amenaza para ella viniendo de él—. ¿Sientes...algo por él?
—¿Cómo? ¿P-por Scourge? —Se distrae en su acción mimosa de retirarle la sangre que le queda por su frente, pero él la detiene, tomándola de la muñeca con violencia en una exigencia castrosa de ansiar la respuesta pronto a su pregunta—. No, claro que no.
—¿Qué has hecho con él? —Amy siente su respiración más acelerada que de costumbre. Los carmesí de Shadow están doloridos, molestos pero sensibles porque, cada pregunta que hace, le tiritan los iris con necesidad—. Sé que te llevas bien con él, charlan, se burlan...luego de lo que me contaste relacionado al favor de robo y...todo eso yo...—Refunfuña, moviendo bruscamente su cabeza, hace que la chica se separe sin poder continuar con su curación—. Dime por favor que es lo que has hecho con él.
Ahora ella es la que empieza a sentir temor de verle así. Toma su antebrazo con más delicadeza queriendo apartarle, ya que el agarre de él empieza a ser más y más fuerte—. Shadow...m-me estás lastimando...por favor...
—¡Respondeme! —Su mente se cierra de un momento a otro. Había olvidado esos episodios, había sentido que todo eso ya no iba a volver, pero en cuestión de segundos más que sentirse paralizada, sus sentidos se forjaron una alerta que resultó muy familiar...
Que se convirtió en algo demasiado familiar.
~☆~☆~☆~☆~☆~☆~
—¿Qu-qué? ¡Sueltame! —expulsa un quejido temeroso, con la voz ahogada en llanto.
—No voy a dejar que te salgas con la tuya a causa de ese infeliz, ¿¡Oíste, maldita puta!? ¡No voy a dejar que te vayas limpia de esta infamia que me has hecho!
—¡Yo no hice nada! ¡Sueltame! ¡Auxilio! —clama en llanto y con forcejeo hacia ese tipo que no le quita las manos de encima.
Pero ese apenas denota ser el inicio de un tormento entre los anaqueles y varios artículos de limpieza...
Sus manos eran sujetadas de una forma tan fuerte que podía sentir el dolor de aquel apretón hasta sus huesos. El golpe que dicho tipo le da con ayuda de su cuerpo, aventandosele con toda la fuerza que puede tener para acorralarla la llevan a gritar hasta quedarse sin oxígeno.
No pareciese que iba a funcionar sus súplicas y movimientos, no tenía ningún tipo de escapatoria.
~☆~☆~☆~☆~☆~☆~
Shadow aparta su agarre de forma inmediata sin pensarlo ni un poco, cuando nota las lágrimas de Rose empezar a empapar su rostro. No sabe como ni cuando, como es que de forma burda volvió a comportarse así, pero es que si, no comprende el sentimiento, ese de volver a sentirse traicionado por ella, segado.
Doblegado y suprimido por una sensación que no sabe definir ni expresar bien a causa de sus traumas.
—¿T-tu sigues creyendo e-en eso? En...¿E-en to-todos esos rumores de...? —Su voz se corta un poco, ahora está temblando. Sus dientes chocan entre sí y sabe que todas esas sensaciones que su cuerpo empieza a expresar de miedo y peligro están allí, y no la desconectan del todo, no le paralizan—. Todos ellos diciendo que yo y Scourge y...¿Tú piensas q-qué...?
—No, yo no creo en nadie más que en ti —Soltandola, ahora pretende ser mucho más cortés con ella, porque no está haciendo lo correcto, está actuando de forma iracunda y torpe. Tras un largo suspiro y frotarse sus púas con dolor, prosigue—. Por eso te estoy preguntando ahora, franco. Y quiero que me respondas con total sinceridad, y-y quiero... —Otorga otra pausa molesta, dificultoso de tener que pensar en lo que dice y cómo lo dice como si expresar lo que siente fuese un error garrafal para el momento—; de verdad quiero que me digas si tú...si tú y él han tenido algo...
—Yo y él si hemos tenido algo. Lo tuvimos cuando tu y yo...cuando me dijiste que ya no querías saber nada de mí y que mi tratamiento había acabado...y no solo con él también con Sanctum y Steel...—En el instante que termina su oración, su voz se reduce hasta quedar inaudible.
Su cuerpo se hace de papel. El aire se le corta en la voz y no termina más que por soltar un chillido, sonido que le arde en las sienes con la idea clara en su cabeza de darse cuenta en las tonterías que ha cometido, que ya no existen pero que le incomodan ahora que las piensa viendo a los ojos de Shadow de forma inevitable—...L-lo s-sient-o...yo...la cagué y-y lo si-siento mucho...
El vetas rojas acaricia la mejilla de la chica, no dejando que continúe lamentando o justificando sus acciones pasadas. Se mira tranquilo, reposado en cuanto al cabreo que tenía pero ella, Rose, no puede evitar sentirse mal de verle agotado, con una fachada exhausta de todo el dolor que pareciese ha estado soportando por mucho tiempo, porque su mirada le expresa tal pesar agregado a los moretones y golpes tiernos que le dejan ver aun más lastimado.
Física y mentalmente herido.
—No, no importa eso...eso no es lo que me importa. Ese hijo de puta me...él dijo que eras una cualquiera, una mentirosa y una sucia mas en este lugar. Me enojé tanto, pero tanto que solo...hice lo que hice —Hace una pausa tomando aire con frustración de recordarlo. No detiene su mimo sobre la chica pero ésta decide continuar con la limpieza de su frente, aun mas cerca entre sí—. Odié tanto oírle hablar así de ti, y continuar con el descaro de seguirte reclamando cuando llegaste. Alardeó con descaro el que se metiera contigo como si fueses...
—Una puta...una puta sin remedio ni opción...—Muestra Shadow los dientes por el ardor del frote áspero de la toalla, presta atención a lo que la chica rosada continúa diciendo con aire más tranquilo pero sosa y decaída en su tono. Ella se frena y toma la mano de Shadow deteniendo su caricia—. Quizás si lo fui, Shadow, yo no me di ni a respetar ni a controlar nada porque yo...¿Qué era? Solo una joven tan rota y sola.
—¿Y qué si lo fue? No importa, mientras estuviera consensuado y hablado no me importa, a mi solo me hacía sufrir el pensar que él te...—cual rabieta, se frena y agitada su cabeza como si le costara mucho martirio el expresarse así con ella —, q-que se haya aprovechado d-de ti.
—¿Por qué? —Una pregunta más similar a tantas pasadas que, en ellas Rose siempre se ha quedado con la incertidumbre. Nunca obtiene la respuesta y nunca pensó ha de llegar.
Pero esa madrugada es distinta.
—...porque tu también me importas, Amy, y mucho. —El timbre es tan discreto, como si aquello en verdad solo quisiera decírselo a él mismo y que la chica rosada no lo captara, pero claro que lo oye.
Y su corazón se acelera tremendamente.
Rose baja la cabeza aún más temblorosa. No controla sus pensamientos y tampoco sabe qué ha de hacer con todos ellos, pero tampoco es cosa que deba de controlar rápido.
Alguien más le ha ayudado con una salvada.
—Tú, quiero que te vayas — La puerta fue abierta estrepitosamente. No hubo ni una pausa entre su arribo y el señalamiento que el perro hace para Amy, pero tampoco es como que sus declaratos suenen amistosos—. Y tú, más te vale que empieces a hablar y me des razones tan convincentes para no echarte a la calle.
Ella quiere repelar, es más, le encantaría gritarle como a su jefe de la oficina cuando andaba en una época muy negra, pero no es el momento ni el suyo, por supuesto. Sabe que Shadow tendrá que resolver dicho asunto por su cuenta, no será el primero en el que tiene que valerse por sí mismo.
Amy se pone de pie despidiéndose con la mirada. El brillo poco vistoso del veteado es claro, los suficiente como para interpretar que está resignado a hacer el mínimo esfuerzo por cualquier cosa, porque está bastante agotado ya.
A todos se nos agota lo denominado paciencia, la gran responsabilidad, el cesto vacío que se llena de mierda.
•
•
•
•
—Mira nada más...que maldita locura. —Tras la pausa, el chico azul da un bocado a su comida y le mira con un susto en la mirada.
—Son muchas cosas en tan poco tiempo...bueno, han pasado más y en menor así que, bien, tampoco espero romper ningún récord o algo así —Su sonrisa de Amy es poco carismática, es más temerosa de haber dicho aquello—. Como sea, la idea de volver a verte es estar tranquilos, cómodos.
—Ah claro~ sabes que no tengo ningún rencor, te lo dije en tu habitación —Volviendo a esperar a terminar de masticar, prosigue mirándole—. Es más, yo pensé que nos veríamos dentro de...ya un mes como mínimo. El que pudiera verte en mi hora de comida me da mucha tranquilidad y...—Alarga su terminación, no completando su declaratoria con gusto, sino con un temor de expresarlo.
—¿Qué ocurre? Dime, por favor Sonic, no te lo guardes—Usa el tenedor para enrollar con facilidad los trozos de lechuga y col, los enrolla excesivamente haciendo tiempo para no dar una bocanada y mejor seguir en la charla—. Si hay algo que le he pedido a todos mis amigos, es que sean bastante claros conmigo, lo de mantener una comunicación asertiva y en ella también está nuestra amistad así que...eso, quiero que lo tengamos.
Esta vez su gesto denota una paz profunda que le costó mucho empezar a tener, pero que, con cada día que avanza, cada tropieso que de pronto tiene y cada circunstancia que afronta de manera directa, le dan esa nueva oportunidad a disfrutar de vivir.
—Bueno, si me lo planteas de ese modo...—Mayormente cómodo, el cobalto expulsa removiendose en el asiento—. Solo es que...esa noche en tu habitación pensé alomejor que ya no te veria fácilmente otra vez por Shadow —A Rose le sobresalta de forma estrepitosa saber que menciona a su amigo con cierta sensación negativa—. Y me refiero a que, quizás tú y él pues, ya no habría la libertad de la salida, no sé si me entiendes.
—No te estoy entendiendo del todo. ¿Quieres decir que Shadow ya no me iba a dejar salir contigo?
—Andale si, eso, a eso me refería, porque noté que ambos andaban como celosos y lo que menos hubiera querido es meterme y verme como el malo de la película, ¿Me entiendes? —《En realidad no》claro que no. ¿Cómo es que Sonic hace una deducción tan clara y obvia? ¿Solo por eso? Ella solo entiende que sus amigos han estado viendo sumamente claro lo que ella piensa es una tontería y absurdes imaginaria.
Imaginar que ella y Shadow podrían estar juntos como pareja.
—Sonic, ¿Tú creíste que Shadow y yo somos pareja?
—Eh, si no son pareja si un intento de ello —El sorbo a su gaseosa hace ruido, parece haber terminado su contenido de forma rápida—. ¿Me estás diciendo entonces que no lo son? Sé que han seguido viéndose, saliendo...y como trabajan juntos y viven en el mismo edificio...—Parece algo convencido, pero también empieza a dudar de verse tan abierto con ella de solo observar su fachada pálida y sorpresiva.
—N-no, no Sonic, no hay nada entre él y yo. —Su mirada se queda clavada en los restos que le quedan de alimento.
Su respuesta tan fría y el silencio que se mantiene en su charla no es incómodo por el ruido ambiente de ese sitio. Pronto la hora libre termina y en cuanto Amy mira su celular con cierta prisa, agrega como finalización.
—Me dio gusto otra vez estar contigo, ahora tocaría salir todos en bola como en los viejos tiempos, ¿no? —Sonic sonríe, siente en los ojos celestes de su amiga una añoranza melancólica que le está pesando—. Y quizás no sé, irnos de vacaciones, deberíamos planearlo.
—Claro, se acerca navidad, podríamos planear algo —Al levantarse y estirarse, sus brazos rodean a la chica que le aprieta desde su espalda con mucha ímpetu—. Cuídate y si necesitas algo o cualquier cosa, puedes hablarme, ya sabes.
Rose no responde ya nada, decidí irse del edificio con el ánimo arriba pero las emociones en el suelo. Quiere interpretar todo lo último con mayor claridad, pero las palabras de su psicólogo ave ahora son las que dominan sus acciones mentales impulsivas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top