Capítulo 30: De buen ver
No salió mal después de todo, a decir verdad, quedó mejor de lo esperado.
De tantas ideas que podían pasar por su cabeza, una de ellas fue ir con su gran y preciado amigo de trabajo del que tanto ya estaba familiarizado, pero solamente para pedirle opinión o una buena charla de "moda" que le falta , pero nunca pasó por su cabeza de la rosada en solicitarle su ayuda de forma más directa.
Amy pudo contonearse torpemente, tanto que sintió realmente el nerviosismo traicionero de mala fama, pero intentó ser positiva, antes y después de su acto, pues nada quita que ha sido la primera presentación y con mayor dedicación y ensayo podria quedar mejor...en cuanto agarre mayor confianza seguro, piensa, quedará un digno espectáculo.
Poco cómoda, se sienta en un banquillo de la barra, en seguida, su "séquito de admiradores" le hablan con ganas de burlarse en su cara.
—¿Apoco no te quedó mejor la vestimenta que tus pasos?
—Callate Scourge o te reviento la jeta. —No lo mira, le amenaza sin la típica agresividad que conoce.
Será diferente pero no piensa cambiar su actitud pesada para quien considera se la gana con un enorme letrero en ma frente.
—¿Entonces ese vestuario te lo hizo este moco? Tengo que decir que se te ve muy bien. —Alaga el erizo pelo blanco, limpiando la barra solo para que el culo de su amigo verde sea depositado bruscamente.
—Claro~ ¿quien usaría tonos neones más que yo? —Alardea para sí mismo, ufano de su trabajo, uno que en verdad Amy no puede despreciar.
Era un short plateado, tornasol para ser exactos. Un par de correas colgaban en cada final por debajo de los muslos, hasta debajo de las rodillas. El top del mismo material le dejaba una caída hasta su cintura de barbitas de colores neones, rodeando todo el top. Bueno, fue el traje inicial, ella prefería una falda pero todo fue improvisado para el momento en que arribaron su cuarto de Scourge y lo pusieron a trabajar como loco.
—A ver cómo me vas pagando el paro que te hice, ¿eh, Rose? —Canturrea una vez más el chico verdoso hacia ella, muy cerca de su oreja. Steel y Sanctum ríen de verlos, ya no les parece novedad, hay tanto rumor en el lugar que siendo vistos como una pareja dispareja...bueno, eso forma ránking en los chismes.
—¿Qué tal con una patada en tus caniquitas, eh? —Gira su rostro y le da un pequeño frentazo, pareciera que lo reta, pero la sonrisa no se le quita a ninguno de los dos.
El par de erizos ahora hace una bulla, clásica al estilo de un "oh, ¿te vas a dejar?" —Si lo haces tú seguro me voy a excitar. —replica sin borrar la sonrisa.
Todo es un espectáculo y una broma en ese sitio. Tanto como para que Amy empiece a saberlo y le guste formar parte de él.
—¡Hola! ¿Quién me puede dar algo? —Los cuatro se detienen a observar a la joven rojiza que ha pedido aquello.
Solo que, Amy es la que se lleva la sorpresa mayor por reconocer a Fiona. Ya no la recordaba de forma informal.
—Con gusto yo te doy de todo menos miedo...
—¡Fiona! Ven, vamos arriba... —Se mueve como un resorte, alejándose de sus compañeros y sobre todo del erizo "depredador" verde, quien en un dos por tres se estaba acarrereando.
Esas interpretaciones y burlas que, evidentemente, son inmediatamente declaradas entre gritos y llamados típicos de "¿quién es tu amiguita?" O "¿por qué no presentas?" llegan; pero ambas chicas ignoran todos esos llamados molestos de los erizos y van a los sitios personales en el "palco"
—Lamento si he interrumpido algo o...
—Para nada, Fiona, la verdad no esperaba verte pero, me alegro encontrarte. —Despliega una sonrisa de su rostro sudoroso, la pelirroja también sonríe, parece ser que goza de ver a la eriza rosada mejor de como la recordaba en su oficina.
Amy pide unas bebidas, a pesar de estar en hora de trabajo tiene unos minutos para platicar por terminar su show. Si el jefe la llegase a encontrar ahí, sin servir como mesera y sin uniforme, es cuando podrían existir problemas, de mientras, esperaba que ninguno de sus compañeros fuera un chivato.
El par de copas llegan y también una botella. Amy persive los ojos indagadores de su amiga, observando su ropa poco inusual en ella, ¿Quién de su pasado serio podria creerle que ahora viste así, muy "provocativo"? Ante todo no se deja llevar, ni la de pelaje rosado por sentirse juzgada ni la zorra rojiza por creer en prejuicios, pero no deja de verla con sorpresa.
—¿Veniste sola o alguien más vendrá?
—Sola. Tenia mucho tiempo que no venía a un lugar así, no desde nuestra graduación, ¿te acuerdas? Nos poníamos hasta arriba con Mares azules —Ambas se carcajean, más Rose por haberle oído y recordado eso con alegría, un recuerdo tranquilo y no triste—...aunque después ya no nos viéramos y...bueno, nos separamos mucho.
Un brillo nostálgico recorren los destellos musgo de la eriza—. ¿Sabes? Hay cosas de las que sí podría lamentarme, como eso, el haberme distanciado de ustedes, no compartiendo lo que me sucedía por miedo y evitando a todo mundo...pero no viene al caso sentir ese lamento. Sin embargo, quisiera...disculparme —Fiona se confunde de oirle, está sorprendida. No conoce bien el por qué son esas disculpas—. Me quiero disculpar de ese pasado, por haberme alejado de ti y haberme mostrado indiferente sobre todo contigo, eramos muy unidas en la universidad y, a pesar de yo todavía no saber bien qué...qué es todo esto que sé está ahí pero no recuerdo ni comprendo...lo que sí recuerdo es que, te abandoné, y lo siento.
La pelirroja deja de mirar a Amy. Toma del vaso una y otra vez nerviosa, pequeños tragos que solo juegan el papel de evasión, sin decir ni una sola palabra. Está conmovida.
Por el contrario, Rose siente la incomodidad, piensa que no era el momento de expresarse, o tan siquiera decir eso, pero es que tenía que sacarlo, pues hiciera realmente algo o no perjudicial en el pasado, consideró que tenía que estar en paz para continuar avanzando en su recuperación.
—Fiona...quizá debería de... —No completa su nueva sugerencia, cuando la zorra soyosa lo suficiente para que Amy se detuviera. La mesa es pequeña, es de pareja, y es por esto que a la pelirroja no le importa cruzar su torso por encima para abrazar a la eriza.
Ambas sintieron el golpe de nostalgia, sobre todo la eriza. El estrujo de Fions acompañado de los olisqueos de esta sobre su hombro le provocaron un dolor estomacal y un nudo en la garganta...no dijeron nada más por unos segundos, solo se expresaron con ese abrazo incomodo que se notó satisfactorio.
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Amy terminó agotada, después del baile y los tragos con Fiona, tuvo que servir un par de horas, y aún así, se le pagó intrego el día, con la advertencia del jefe lobo de ponerse las pilas con el baile porque se notó el fiasco.
En fin, como fuese, la chica sale por la entrada principal y se encuentra con Shadow y Scourge charlando, cerca del pórtico; aún hablaban de la deuda con el vestuario, alcanzó a entender ello Amy cuando llegó a la acera, así que metió su cuchara.
—Scourge, hablando muy en serio, si quisiera pagarte algo por el tiempo y todo ello, te llegamos muy de sorpresa.
—Ey, lo sé, pero vamos, la forma en la que me lo pagarás será mejorando para que se aproveche bien esa ropa —Su tono baila como su equilibrio, está mareado pero se le entiende—. Solo eso, baby~
—Bien, entonces que así se quede...
—¿Dónde dormirás hoy? —cuestiona el azabache.
—Supongo que...no sé, mañana recogeré y arreglaré mi departamento, empezando por llamar a alguien para que me arregle el vidrio de la puerta del baño.
—Dejame proponerte algo más, Rose —expresa el erizo empujando a su compañero verde de su hombro, Scourge se ha empezado a dormir sobre de él y su expresión de asco no se le puede evitar—. Esta noche duerme en mi departamento y mañana yo te cambio el vidrio de tu baño, después de todo yo lo rompí.
—Pero lo hiciste por una buena causa, una emergencia...
—...Y eso no quita que yo lo rompí —Se ríe, no quiere echarle la culpa más siente como realmente está queriendo enmendar errores...—, ¿qué dices?
—Vale, acepto si tienes café en tu casa~ —canturrea la joven más emocionada, acomodando su bolso y empezando a ir en dirección al edificio.
—Oh no, nada de café, no todavía...
—¿También eres mi médico ahora? ¿En qué quedamos en la tarde?
—Soy un amigo que no quiere que su amiga se joda, es todo. —Ella se burla con una trompetilla, el vetas rojas por ver ahora al verdusco recargado del poste le llama y golpea el estomago para despertarlo.
—¡Bru! ¿Y Steel? —llama despabilando, frotando sus ojos y buscando con la mirada muy apresurado.
—Sigue dentro, es mejor que lo esperes y no aquí, moco, nos vemos mañana. —Rose se despide con esa sugerencia, y Shadow se despide chocando su puño. El erizo verde dice algo inentendible y se mete.
Son casi la 1:30am, pero los faros en la avenida, las luces de varios restaurantes y clubes y unos cuantos autos pasar son el ambiente de ese sábado bien logrado.
—¿Bebiste? —comenta el erizo con naturalidad sin mirarle.
—Un poco, recordé viejos tiempos con Fiona tomando un par de Mares azules...
—Lo vi, intuyo que tuvieron una charla amena al ver que se abrazaron —Ella alza una ceja, de momento se siente vigilada por él y ello le sorprende—, no creas que te estaba espiando, solo...
—¿Por qué te quedaste en el lugar? Podías haberte ido luego de dejarme y...bueno, así duermes temprano y te ahorras un poco el ambiente agobiante de nuestro empleo hasta mañana.
—En realidad...no—Ahora ella siente un aire oculto en él que le disgusta—, no he dormido bien en la última semana —Amy lo mira con extraña angustia, sus ojos insisten en un por qué el cual, inevitablemente, cree que responden a "por ti"—, eso y que deseaba ver como presentabas tu show.
—Uff ya no me lo recuerdes, fue un fiasco, hasta el jefe me lo dijo —abrumada, responde mirando al suelo y negando con su cabeza—, tengo que practicar y...supongo que tengo que esforzarme mucho más, esto será de tiempo.
—¿Por qué tomaste la vacante? ¿Alguien te insistió en ello? —Hace una mueca ingenua por oir esa última pregunta del erizo, como si fuera a responder él en el caso de que alguien le haya obligado.
—Jaja no, como crees, sí me lo ofrecieron un par de veces y al yo sufrir todo esto pues...quise experimentar. Creo que puede ayudarme a que me vuelva más "extrovertida" —Hace ademanes y movimientos con sus manos y pies como si intentara ser alocada, nadie juzga a una eriza así vestida en la calle siendo casi las 2:00am —¿O tú qué crees?
—Sí lo consideras adecuado... —alarga la última palabra no muy convencido, Amy ya no aguanta querer evadir, otra vez, el tema.
—Desde que estuvimos en el centro comercial andabas muy renego, ¿Hay algo que deberia saber del puesto?
—No más de lo que seguro ya sabes con el simple echo de estar en el club.
—¡Vamos! Solo es bailar, es nada más eso...
—Claro, al igual que solo era servir bebidas sin sentarte con los comensales... —《Pero qué...?》 Está divertida y no es el alcohol, oirle con ese tono que va más allá de reprenderla como en los tiempos de terapia le resulta más...inusual.
—¿Te molesta, Shadow?
—Solo...ahg —Se detiene frotando sus ojos, ninguno de los dos se ha detenido de su andar hasta que él lo hace estando a unas casas de llegar al edificio—. Muchas veces uno termina haciendo hasta lo que menos creyó que haría. Entras para trabajar de mesero y terminar siendo el juguete favorita de la hija de un empresario.
El azabache vuelve a su andar y llega hasta la puerta, la empuja y espera a que Amy entre para subir ambos a su departamento. La chica se siente un poco confundida, porque aunque cree entender las advertencias sabe que no va solo por ahí lo que Shadow le informa.
Al final de la noche, ella no lo sobrepiemsa tanto como otras veces, no si no hay algo más en sus palabras...es del joven que no sean los clásicos comentarios ya repetidos.
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