Capítulo 1: Lentitud en avance

El ambiente oscuro ocasionado por los nubarrones bastante tenebrosos daban un ambiente diferente al piso cinco de la habitación 112. El pequeño ventanal resulta inútil ante tal oscuridad y por ello, las luces del departamento tienen que estar ejerciendo su función.

Tal fue la enervante noticia de que debía trabajar el fin de semana para sacar el presupuesto que la eriza decide quedarse todo ese día encerrada, sentada en el escritorio, con su despecho, buscando cómo resolver esa falta de ahorro y quitando toda su interacción social.

Tras tres horas transcurridas los golpes del agua contra la ventana anuncian el aguacero. Aunque Amy quiera liberarse del estrés de sus labores, no lo iba a lograr con empaparse, así que, levantándose del escritorio toma la tablet y se recuesta en el sofá, abriendo uno de los múltiples links que sus compañeros le habían mandado para "entretenimiento"

Todo era tan forzado para ella. No tenia gusto por ver esas escenas de adultos. No sentía ni un mínimo de placer o cosquilleo por estar viendo Porno. Con cierta desesperación mete su mano por debajo de su Short para tocarse y a pesar de frotarse con lentitud, nada; no existe en ella excitación ni placer por esas acciones, así lo hiciera rápidamente simplemente le parece tonto estar actuando y mantenerse como piedra por no sentir nada. Era inútil, definitivamente la desesperación llega a sus sienes y con un resoplido se pone erguida en el respaldo aventando el aparato sin siquiera cerrar las ventanas.

—¿Qué mierda estoy haciendo? —farfulla con bastante irritación. «Si tan sólo fueran las cosas diferentes» —¿Por qué...?

Recuerda lo que le ha dicho el terapeuta y aguarda la calma; esa bendita ansiedad también le jode la vida, pero tiene que controlarse y por ello, busca su libreta con esperanza para relajarse.

"No importa cuantas veces me toque. Cuantas veces observe porno o vea escenas y actos eróticos. Nada de esto me sienta bien. No hay placer ni gusto por hacerlo. ¿Puede que mi clítoris no tenga terminales sensitivas? Si es así entonces el estúpido ginecólogo debe de hacer algo, porque no entiendo cómo es esto posible..."

Terminado el desahogo se vuelve al escritorio. Sus manos pasean con fuerza y bastante irritación su cabeza, bramando recargada entre esos papeles por no tener una estabilidad en su vida. ¿Estabilidad en el aspecto sexual? Claro que es importante al igual que otras circunstancias humanas, no deja de formar parte de uno y ahora, en esos últimos meses, la cuestión le comienza a pesar más que nunca una vez se dio cuenta de que a sus 24 no hace nada.

Nada con la intimidad o la pareja.



—Buen día rosita, ¿Cómo te fue el domingo?

—¿Cómo crees que me ha ido si he tenido que sacar esas malditas cifras si o sí? —Un par de ojeras incomodan a la hora de verle el rostro, pero su amiga insiste en volver a preguntar a pesar de aquella contestación.

—¡Uff! Me refiero con "eso", ya sabes, ¿Te has dado tiempo para ver y divertirte un rato?

—No, Sally, no —interrumpe la ojijade con desden en la voz, sin dejar de juntar todo su trabajo bajo un clip—. No me ayudó en nada tus "preciados" links. No tienen chiste. No hay nada divertido el estar viendo a dos individuos cogiendo.

—En serio que no entiendo tu... —balbucea buscando una palabra adecuada, palabra que tarda en llegar y que a Amy no le agrada para nada por donde puede ir lo que sigue—...tu asunto este.

—Ya dile problema, anomalía o rareza, me da igual. No es la primera vez que alguien me lo dirá.

Cierra la plática apartándose de su escritorio, dejando a la ardilla con mal cuerpo y confusión, ¿Quien la había de entender?

Hasta su terapeuta notaba variantes extrañas.

Entregado el informe y resuelto su paga por el tiempo extra, Amy sale de aquella oficina llena de archiveros para volver a su cubículo. Ha de seguir trabajando pero con menos presión y más relajación... Eso hasta que le llegue otro asunto pesado que le joda el día.

—Amiga, ¿Sigues yendo con ese terapeuta?

—Sí, Sally, ¿Por qué la pregunta? —No aparta sus ojos del monitor mientras la ardilla de pie no se quita del escritorio.

—Pues, no sé Amy no veo avance o interés en estos últimos meses y...

—Por favor, entiende de una vez que esta "condición" es definitiva ya —Empieza a mover las manos frente a Sally, explicándole con cierta desesperación—. Soy asexual y no lo voy a cambiar, no...no puedo. Nadie lo puede hacer, ¿Ok?

Decir aquello le provocaba indiferencia, pero ahora, para el momento y tras la carga de estrés que tuvo, suspira desahogada liberando un poco de llanto ahogado. La compasión no debería entrar, pero su amiga marrón la tiene y conociéndola, decide dejarla a solas con el día laboral y se vuelve a su cubículo.

Un par de gotas caen por el teclado y empapan hojas de cálculo; la respiración se vuelve rápida y uno que otro olisqueo se escapa con más y más fuerza...hasta que la tarde se produce escandalosa y, de golpe, la ojijade se dirige al baño con la mirada agachada.

—¿Qué le ocurre ahora, Sally? ¿Acaso el jefe le ha botado las cuentas? —cuestiona disimulado otro compañero conocido por ambas.

—No, Sonic, es...por eso. Ya sabes no ha mejorado o notado diferencia en meses.

—¿Ni con las terapias?

—No —Niega retirando los papeles de encima para recargarse con sus codos, pensativa—; joder, es que me parece tan...raro. Tiene que haber una explicación en todo esto, ¿No crees?

—Mira, no soy experto ni nada para creer que está mal, pero si a ella le trae problemas el pensarlo, creo que si debe de hacer todo lo posible para que cambie, ¿no? —Una deducción ambigua y a la vez obvia, pero, ¿Por qué hacerlo tan complejo?

—Dejen de hablar de Amy, parece que les gusta estar retome y retome el tema —Fiona, la tercera y ultima amiga laboral intima de la eriza se une a esa pequeña y disimulada plática en el ambiente de trabajo.

—¿Vas a decir que a ti no te preocupa? —Alza una ceja con intriga el cobalto hacia la zorra, sin apartarle la vista—. ¿O cuál es tu deducción ante todo lo que ya hemos visto?

—No es fácil para Amy esto, Fiona, tenemos que ponernos en su lugar y...no sé intentar hacer algo...

—Oigan, no lo están entendiendo —interrumpe Fiona con cierto enfado—. Decirme, ¿Hay homosexuales o bisexuales que se sientan mal por ser así? Sí, hay casos, pero son casos en los que hubo otro tipo de factores que influyeron —Hace una pausa mientras el par de compañeros se mira con extrañeza—. No conocemos a fondo la vida de Amy, pero si ella no está agusto con ello, es porque hay un factor que la llevó a su asexualidad y si no lo sabe/dice, entonces ni el mismo terapeuta le va a ayudar —Finaliza muy segura la zorra, volviendo a su zona de trabajo antes de que se les llame la atención.

El rechido de la puerta grisácea capta la atención de varios. Amy regresa por el pasillo hacia su cubículo mientras el ambiente serio pero de papeles estrujarse y teclas siendo golpeadas vuelve. Sonic y Sally disimulan el hablarse, solo hasta que la eriza fija completamente su vista en sus cuentas.

—Al rato hablaré con el terapeuta ese, y voy a marcarle a alguien más...

—¿Qué dices Sally? ¿Para qué? Ya no la jodamos más con lo mismo —Una molestia corre por las palabras de Sonic y es que parece saber que, después de todo, fastidiar a Amy en un momento así no sirve de nada.

—No, no, en serio que...Fiona tiene algo de razón. Y es por eso que cómo su amiga de infancia voy a ayudarle —Finaliza Sally, recorriendo el camino a su cubículo.



La noche de lluvia da aspecto melancólico. Amy no está muy agotada por el viaje a su departamento y el tráfico terrible que le tocó, pero...ese vacío confuso dentro suyo le provoca una ansiedad incontrolable.

No tiene que ser así. Hace años, a sus 20, pudo aceptar y vivir que a falta de amor no tuviera interés en aquello, en parejas, romances, propuestas... Ahora, ¿Qué le incomoda?

Tal azote de tristeza le llevan ya a una depresión evidente, por una cosa que, quizá, no debe es ser tan grave. Sus ánimos bajan y sus ganas de realizar actividades; esa hostilidad que para nada le pertenecían y su falta de salidas y distracciones...

Así es, está cayendo en depresión realmente. 

























¡Si! Estoy pariendo historias y no como le haré para actualizar todas xD ya saben, lentitud pero todas seguirán (si wattpad no me las quita) publicándose poco a poco uwu

Y en esta ocasión les traigo la combinación perfecta: lemon y tragedia, mi especialidad es el sufrimiento chicos ~ xD y como ya me ha tocado lectores insistiendo con el lemon pues ¡Aquí está su pinche lemon! \:V/

*Cof cof* perdón chicos, últimamente hablar con Alice demasiado me contagia la paranoia (?) pero bueno. Ya saben si les interesó ya la trama si tienen ganas de comentarme lo que sea haganlo, dejen sus opiniones, me verán al fin tocar temas de estos y si desean el siguiente capitulo ya no olviden apoyar y golpear esa jodida ★

Nos leemos pronto ^^/

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top