IV

Asi comenzaron a pasar los días, y las semanas y ahora ella se sentía diferente. Sentía que ahora le importaba a alguien.

*Nos vemos al salí de clases hoy. No puedes decirme que no*

Sebas.

Ver aquél mensaje a primera hora de la mañana hizo que se le erizara la piel, nunca se había sentido de aquella manera. Se dispuso a vestirse normal tal cual como lo hacía todos los días. Como vivía residenciada solo debía salir del edificio y entrar a la facultad, así que eso hizo. Sus clases del día fueron bastante aburridas y ella no paraba de pensar a donde quería llevarla Sebastián.
Así transcurrió su día hasta el momento en el que terminó su última clases, sus manos comenzaron a sudar y aumentó su pulso, había llegado el momento que la había tenido fuera de la realidad durante todo el día. Tomó su bolso y su chaqueta y se dispuso a salir era el momento de enfrentar su timidez.

- Pensé que no vendrías, no contestaste mi mensaje está mañana- Él tenía razón, ella no le había escrito ni siquiera un si. Ella sonrió nerviosa y como modo de recompensa le besó la mejilla-  Aunque con ese beso no puedo enfadarme contigo.

- Em Sebastián, ¿A dónde iremos?- él sonrió y tomó su mano.

-A donde nos lleve el viento.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top