Era un día normal en la casa de la uva pendeja, sus mascotas Cloe y Pickles jugaban a perseguirse, mientras ella dibujaba otro cómic de "Las desventuras de Uvi, la uva con patas" en su cuaderno de GHC.

~ (Debería estar haciendo la tarea...) –Pensó dejando de dibujar por un segundo, sintiendo esa típica punzada de preocupación– … Neh, igualito el profe ni la va a revisar –Dijo girando los ojos y siguió haciendo sus garabatos.

Una alarma empezó a sonar de repente, haciendo que Grapey se tapara las orejas como toda una imbécil con oídos de cristal, luego escuchó como Cloe ladraba sin parar, vió como se le acercó.

~ ¿Es enserio? ¿Ahorita? –Cuestionó entre dientes encarando una ceja, la alarma se detuvo y ella volteó a ver a Pickles, quien la había apagado y que la miraba con ojitos tiernos. La chica suspiró– Bieeen, ¿Qué quieren comprar? –Preguntó a sus mascotitas levantándose de su escritorio, los dos animalitos empezaron a hacer sus distintivos sonidos con mucha emoción– De acuerdo, será una Malta de dos litros –Las criaturitas se quejaron, ella siempre decidía al final porque ellos no se decidían a tiempo, y siempre, PERO SIEMPRE, tenía que ser una Maltin Polar, que wea.

Grapey tomó su mochila y empezó a llenarla de cosas que no iban a ser muy necesarias, como dos libretas viejas, una cartuchera llena de lápices de todo tipo, su cargador, sus auriculares, una bolsita con maní variado; y por suerte no se olvidó lo más necesario, las llaves de su casa y porsupuesto ¡La plata! ¿Con qué chingados compraría la Malta y regresaría a su casa?

~ ¡Cloe, Pickles, a la mochila! –Ordenó con tranquilidad, ambos animales se apresuraron y entraron a la mochila, en dónde entraban perfectamente a pesar de lo llena que estaba.

La niña uva salió a toda velocidad de su casa, directo hacia el centro, fue en buseta, como adoraba, y ya que nadie la estaba acompañando, se la pasó viniendo el celular; cuando llegaron a la parada ella fue la primera en bajarse, ya que tenía miedo de toparse con algún "paciente psiquiátrico" que andaba suelto por la calle, fue casi corriendo hacia el Cyber en dónde siempre compraba la Malta. Al llegar simplemente buscó su objetivo con la mirada, pero se sorprendió al ver que... No había ni una botellita de esa cerveza para niños que tanto amaba.

~ ¡¿Cómo mierdas es que se les acaba la Malta?! ¡Coño de la madre, enserio! –Se quejaba mientras salía del local, maldiciendo todo y a todos, lo típico en ella.

Se dió cuenta de que ya se estaba haciendo de noche, debía admitir que se paniqueó, no le gustaba estar fuera de casa cuando ya el sol se va, pero ella no regresaría a su casa sin no haber conseguido su Malta.

Así que caminó con tranquilidad hacia su última opción...
La mega panadería Fifo
*sonido de truenos*

~ Vergación, va a llover –Dijo la uva al oír los truenos.

---

Lamentablemente solo pudo comprar una botellita de Malta, ya que si quería una de dos litros iba a tener que comprar una pizza, y las pizzas de ese lugar ni siquiera debían ser llamadas como tal, eran horribles ¡Obvio que no iba gastar su preciado dinero en una blasfemia así!
Ya el lugar estaba prácticamente vacío, lo cual era raro porque hasta de noche estaba a reventar, pero la verdad le valía chorizo, mejor para ella, odiaba estar con gente alrededor. Caminó por los pasillos, que siempre parecían laberintos, el hecho de que no hubiera nadie a su alrededor la aterraba ya que la hacía sentir en los Backrooms.

~ Si me sale una Entidad me mato antes de que me mate –Susurró aterrorizada respirando pesadamente, todo empeoró cuando las luces se apagaron– Puta mierda –Miró hacia arriba y luego a los lados, sí, definitivamente ya tenía miedo.

Empezó a correr buscando la salida, y por no ver al piso, se tropezó y cayó, pero no al suelo, en un portal.

~ ¡¡COOOÑOOOOOO!! –Gritó mientras caía en ese agujero de gusano que ni había visto, haciendo tremenda referencia a Dross.

Gritaba aterrada, nunca le había gustado el juego del vértigo, esto le gustaba menos, y eso que viajaba de mundo en mundo todos los fines de semana.
Se alegró al por fin ver una luz al final del túnel, pero se alarmó al ver que caería de cara al piso.

~ Me cagó en la- –Y justo antes de terminar su palabrota cayó de cara en el plano suelo, levantó la cabeza algo despistada por el golpe, su nariz estaba rota y chorreaba jugo de uva a montones– Puta... –Pero igualmente terminó de maldecir, por cuestiones de dignidad al parecer.

Se sentó en el piso algo débil, la caída la jodió y no se iba a levantar en un rato, miró a su alrededor y quedó genuinamente en shock al ver el lugar en donde se encontraban.

~ Perra vida... ¿Los Showgrounds de SMG4? –Preguntó al aire, miró a la derecha y ahí estaba el gran castillo azul, miró hacia el frente y ahí estaba la Meme Factory, y se volteó y justo detrás de ella estaba su lugar favorito de toda la serie, Coffee and Bombs.

No sabía como diablos sentirse, si feliz porque conocería a los personajes de esa serie que le ayudaron a alegrarse luego del final de Murder Drones, o aterrada porque iba a sacarse más jugo del que debía ya que era físicamente frágil.

~ … –Se acostó de cara al piso otra vez– Me voy a morir

🧢¡Fin del episodio 0!🧢

꒰🖌️꒱ Ann's Note!
Helouda :D
Aquí Ixchel, la creadora de toda esta vaina, pero ustedes pueden decir Ana o Ann xd

Aquí el episodio cero de este libro ultra estúpido, en dónde se muestra algo de la vida normal de Grapey y el como llegó al mundo de SMG4.
Super random y mediocre, pero es lo que hay.

En el siguiente episodio vamos a ver a la Uvita conociendo a sus ídolos, que wea xd

En fin, espero les haya gustado <3
Adiosin :3

#grapeywrotethis 🪐