Santiago

Siempre habíamos sido ella y yo, nunca supe nada de mi padre, tampoco me interesó saberlo.

Mamá se hizo cargo por los dos y por eso la admiraba, no podía pedir más. Yo siempre buscaba la manera de ayudarla en las cosas del hogar aunque siempre sentía que solo lo empeoraba

Ella me daba a entender que cada cosa que hacía era genial, nunca me preocupe por tener una mala relación con mi madre. Y es que porque habría de tenerla

No salía mucho de fiestas, teníamos nuestros días de spa, y sobre todo había comunicación y confianza.

Mi madre siempre fue una mujer increíble, ella cumplía con los estereotipos de: Tu madre siempre será tu primera amiga.

Me dolía saber que la perdería, la noticia me habria recibido como balde de agua frío, porque verás. Mi madre siempre fue la mejor cosa de mi vida.

Cuando mi padre nunca fue al evento del kinder, mi madre me había llevado a un colchón inflable y se había encargado de distraerme en todo el día

Cuando se quedó conmigo toda la noche en la habitación porque tenía ganas de llorar, busco alguna forma de hacerme reír, me contó cosas de cuando estaba pequeña y de todas las aventuras que tuvo

Mi madre a sus 23 años había recorrido toda europa y demás países, guardaba muchas fotos de sus viajes y todos los momentos felices que pudo tener.

El asunto de mi padre fue un rollo de una noche, se veía obligado a estar con mi mamá por eso cuando nací solo aseguro que mandaría dinero y se fue. Sin dejar rastro de el

Ella siempre rechazo su dinero, dijo que yo valía más que todo lo que el mandaba.

Siempre tuvimos el dinero suficiente para vivir por nuestra cuenta, era grandioso saber que la tenía para mí todas las horas del día

-¿Ves esa estrella de allí? -Asenti con lentitud -Tiene tu mismo nombre

-¿En serio? -Me volví hacia ella sorprendido -¡Es increíble! ¿Se lo puedo contar a Isla?

-Por supuesto que sí, mi niño -Acaricio mi pelo -Puedes contárselo a quien tú quieras

-Si -Susurre y me deje caer sobre el pasto.

En realidad aquella estrella se llamaba, Sirio. Aparecia en cielos plagados, en la magnitud -1,47 y era una enana blanca

Pero me pareció un lindo gesto hacia mi yo de ocho años, ponerle mi nombre a una estrella

La vez que me enseño a bailar solo para sorprender a una chica fue muy divertido. No paraba de pisarla y pedirle disculpas, ella solo sonreía. Me preguntaba si solo lo hacía para no hacerme sentir mal o porque, en verdad no le molestaba

El día de mis 15 mi madre decidió festejarlo

-¿Quien dice que no podemos celebrar tus 15? -Fruncio el ceño

-La sociedad -Le reste importancia sujetando las cuerdas de mi mochila -No hace falta que lo hagamos...

En realidad me había emocionado mucho la idea de poder celebrar mis 15 (aunque, porsupuesto era sin el vestido)

-¿Y desde cuándo nos importa lo que diga la sociedad? -Puso las manos sobre la mesa -Vamos a celebrar tus 15. Así que, invita a quien quieras invitar porque vamos a celebrarlo a lo grande

Sonreí y la abrace con fuerza. Compramos muchas decoraciones esa tarde y mi madre se encargó de rentar la piscina de noche

Así que el día siguiente las chicas habían venido junto a Isla a celebrar conmigo y, con mamá los 15. En vez de vestido o algún vals, me hicieron bailar en un tubo

Nadamos en la piscina apesar de que estaba muy tarde. Mi madre fue mi chaperona y la única con la que baile las canciones de, Romeo Santos y Kiki Dee

Ella y yo siempre fuimos de clásicos, así que no nos preocupaba mucho lo que dijeran sobre nuestros gustos.

A los 11 me llevo a una montaña rusa, me había sentado en sus piernas con la mayor seguridad del mundo. Al final termine gritando en todo el trayecto mientras ella me sujetaba con fuerza

-MAMÁ QUIERO BAJARME -Chille- MAMÁAAAA.

Cuando bajamos no pare de vomitar. Me compro un algodón de azúcar para devolverme el azúcar al cuerpo. Creo que desde ese día no he vuelto a subir en, una montaña rusa

A los 6 siempre me llevaba a diferentes tipos de playa, aunque yo siempre iba a tener miedo a Miami

Los tiburones que habían allí no eran normales ¡Me daba miedo acercarme a la orilla! ¿Y si me comían el pie?

-Mamá ¿Y si un tiburón intenta comerme? -abrace sus piernas -No quiero que, me coma un tiburón

Me tomo de las piernas hasta cargarme

-Ningun tiburón te comera, no amenos de que yo esté aquí para protegerte -Se quitó el sombrero para dejarlo en mi cabeza- ¿Confías en mi? -Me mostró su meñique

-Confio en ti -Entrelace mi pequeño dedo con el suyo

Nos habíamos subido a una moto de agua y, estuve todo el recorrido confiando en que no pasaría ningún tiburón. Llegamos sanos y salvos, ahora me daba cuenta que estábamos vivos porque mamá había decidido ir por el lado en dónde no habitaban tiburones

Pero aún así no perdía la emoción que sentí

-Los tiburones no se comen a niños guapos -Pellizco mi mejilla -¿Quien es el niño de mami?

-Yo -Empece a saltar

-Exacto -Sonrío, dándome muchos besos -Recuerda que siempre puedes confiar en mí ¿De acuerdo?

-De acuerdo.

Los días de spa empezaron cuando cumplí los 17, íbamos todos los sábados a relajarnos y a librar el estrés

Dejaron los pepinillos sobre mis ojos y, empezaron a vertir la mascarilla de café sobre mi cara. Mis pies estaban sobre agua tibia soltando toda la piel muerta

-¿Puedes sentir como te relajas? -Su voz era serena y tranquila. Respire profundo antes de responder

-Puedo sentir como me relajo, y mi mente se pierde -Me comí el pepinillo que había en mi ojo izquierdo -No dejemos de hacer esto, por favor

Esta vez fue ella quien respiro profundo y se comió un pepinillo

-¿Quien dijo sobre parar? -Tomo mi mano -Esta será nuestra rutina de fin de semana.

-¿Que pasará con lo sábados de película? -La mire

-Ahoa serán domingos -Se levanto comiéndose el otro pepinillo -Ire por un manicure en la habitación de alado ¿Vienes?

Me sone la espalda antes de ponerme totalmente de pie

-Si, mis uñas necesitan algo de atención -Acomode mi bata y entramos a la otra habitación

Los sábado de película (ahora domingos) anotabamos 10 posibles opciones de películas, y las poníamos en un frasco, la película que sacará alguno de los dos. Sería la película que veríamos

Esta ves salió Crepúsculo

Al principio no entendimos nada de lo que estaba pasando, pero al final terminamos con ganas de ver el resto de la saga

Apartir de la segunda película nos debatimos entre ser team Jacob o team Edward

-Solo digo que Edward puede cuidarla mejor -Me lleva las palomitas a la boca

-Bella está mucho mejor con Jacob, que con ese pálido -Hizo una mueca -Ya nadie le gustan los vampiros hoy en día

Solté un suspiro

-Pero Alice es la excepción -Sonreí enamorado -Que chica tan maravillosa -Mi madre me dió un codazo y empezamos a reír

Corrí desesperadamente hasta llegar a casa, cerré la puerta detrás de mi y sujete a la niña que tenía a mi lado

-Mira mamá, resolví nuestro problema. Ahora tengo una hermana -Sonreí. La niña a mi lado sonrió a alzando la mano

-Ay dios -Se acercó rápido a nosotros -Santiago porque la trajiste aquí? ¿En dónde estaban?

-Señora, el me preguntó si podia ser su hermana. Y le dije que si, ahora vengo a mudarme -A la niña le faltaba un diente pero igual era alegre

-¿Cómo te llamas preciosa?

-Isabela, aunque mi primer nombre es Isla -Me abrazo -El es mi nuevo hermano Santi ¿Ya lo conocía?

Mi madre sonrió

-Si, ya lo conocía ¿Te sabes el número de tus padres? No vayan a pensar, que te perdiste -Asintio y saco un papel de su mochila.

Empezó a explorar toda la casa

-¿Nos la podemos quedar? Sabe matemáticas -Alce la cabeza para verla

-Si sus padres lo permiten, puede venir las veces que quiera -Planto un beso en mi cabeza -Ahora, llamare a para avisarles en dónde está

Saque unas flores de mi mochila y se las tendí

-Son para ti -Las tomo y me guiño un ojo

Así fue como Isla empezó a pasar más tiempo conmigo y con mamá, para mí fue como la hermana que nunca tuve y para mí madre su otra hija

... ¿Porque tenía que acabar todo? A los 18... Mi edad actual, a mi madre le detectaron Sarcoma. Era un cáncer terminal... uno que acabaría con la vida de mi madre...

Nunca supe cómo pasó, tenía muchas llamadas de los vecinos diciendo que mi madre estaba en el hospital. Cuando llegue me dieron la noticia

No supe cómo reaccionar, intente pedir apoyo con mi familia pero se negaron a ayudarme. Mi madre nunca trato al resto de la familia porque, todos eran muy egoístas

Ahora me daba cuenta de eso. Empecé a trabajar en una cafetería para poder pagar las repetidas cirugías que le pedían y todos los medicamentos. Eso sí quería verla viva un tiempo más

Pronto la traspasaron a hospital y se despidió de su cabello, la casa empezó a ser más solitaria, los deberes de la casa junto a los proyectos del instituto se me hicieron un infierno. Tenía que pasar las noches cuidando a mamá. A veces, estudiaba en la sala de espera aunque sea muy complicado

Me dolía la cabeza, empezaban a salirme ojeras y apenas dormía. Trate de sacar un buen promedio en clases, intente llegar temprano al trabajo y no tener ninguna falta, busque maneras de estabilizar económicamente las cosas de la casa y la comida, termine por encargarme de todo mientras mi mamá se encontraba en el hospital

Termine mi relación de cinco años con. Laly, porque una relación se basaba en apoyo y ella empezaba a demostrar todo lo contrario

Siempre estaba celandome con Isla, intentaba manipularme diciendo que si no le daba la, atención que nesecitaba. Se iba a suicidar

Y me pregunte ¿Por qué sigo en esto? Voy a cumplir 19 años y estaba apunto de perder a mi madre ¿Por qué, si tenía cosas más importantes que esto. Continuaba allí?

-¿Enserio estás terminando conmigo? -Mi silencio era, todo lo que podía obtener como respuesta -Santiago no puedes terminarme

-Ya lo estoy haciendo -Mantuve la mirada alzada -Esto ya no está funcionando, te estas volviendo una persona tóxica, Laly.

-¿Que puede ser más importante que nuestra relación? -Me tomo de la mano

-Mi salud mental y la vida de mi madre -La aparte con cuidado -Lo siento, pero es mi palabra final.

Con eso salí de la casa y hundi las manos en mis bolsillos, mire el cielo que estaba nublado

-Me pregunto si me darás una señal cuando te vayas... -Continue caminando hasta llegar a casa

Mi madre me había enseñado a respetar a las mujeres y a saber cuidarme por mi cuenta, por eso no se me hizo complicado termina con Laly

Pero aún sentía que le había entregado todo de mi. No hablo de sexo, pudimos haber durado cinco años, pero nunca tuvimos sexo.

Cuando te entregas a alguien no siempre significa que se acostaron, también puede significar que dedicaste cuerpo y alma a aquella relación pero no funciono.

Había comenzado a pasar tiempo con Francis e Isla, era entretenido y por fin podía verlos juntos después de tanto tiempo. Me ayudó a distraerme también un rato de todo lo que pasaba a mi alrededor

Un día me encontré llendo a la casa de mis tíos, se rumoreaba que mi madre tenía planeado dejar una herencia y querían saber quién se la quería

-El dinero de mi madre no es asunto suyo -Me eche para atrás -No se molestan en ir a ver a su propia hermana, y ahora quieren su dinero

-Niño tu no entiendes, sin cosas de adultos -Apunto mi tía

-Disculpame por lo que voy a decir tía beatriz, pero mejor cierra la boca -Me miro horrorizada ante mis palabras -El único que se ha propuesto cuidar de ella, y ha estado allí he sido yo. No hay ninguna herencia y aunque la hubiera, a ustedes no les tocaría nada

-Tu que puedes saber -Apunto mi tío -Solo tines 18, en cuanto tu madre se vaya te quedarás aquí con nosotros

-Puede ser -Tome el vaso con agua que tenía al frente, con elegancia y lo lleve a mis labios. Lo deje sobre la mesa y entre lace mis manos -Pero yo tengo ma posibilidades que ustedes. Me informo mejor sobre estás cosas, estoy en tres cursos distintos y si tengo suerte. No me quedaré con ninguno de ustedes

El silencio reinó entre aquella sala. Había ganado, pero no del todo

Entre a la habitación de mi madre, abri su closet y saque una pequeña cajita de recuerdos. Tenía un pequeño candado, la llave se encontraba en la mesita de noche. Volví a guardar la caja y sali de la habitación

No estaba preparado para abrirla

Salí del trabajo a las 6:58, llegué a casa a las 7:19 y fui al hospital a las 8:24. Mamá se encontraba dormida, así que aprovecha para ponerme el traje que me dieron los doctores y entrar en aquella habitación

Me senté a su lado y dejé un pequeño libro de 199 páginas en la mesita. Iba a encargarme de darle de comer, la desperté con mucha precaución

Aquellos ojos verdes que alguna vez radiaban seguridad, carácter, fuerza y valentía. Ahora estaban apagados llenos de melancolía. No le permití hablar cuando me miró

Solo le aclare que iba a darle de comer. Era una sopa de caldo. Me había asegurado de los doctores me permitieran dársela, la tomo a sorbos pequeños con miedo a quemarse

La vi tan frágil, estaba más delgada apenas y tenia color en su piel. Los huesos empezaban a notarse

Esa imagen de ella solo me dieron ganas de llorar, baje la cuchara y dejé la sopa en la mesa. Exactamente eso hice: Llorar, no podía verl así aún me era difícil creerlo

Iba a perder a mi madre, no la volvería a ver, no volvería a sentir sus cálidos abrazos o volveríamos a hacer sábados de spa y noches de películas

Intento tomar mi mano pero se lo negué

-Por favor no... -Me suplique -No lo hagas, ma

Sabía perfectamente que si levantaba la mirada la iba a encontrar llorando, entonces no levanté la mirada. Me quedé observando mis manos y tragando grueso. Joder, no iba a ser el mismo después de que se fuera.

Cómo pude termine de darle su comida y salí del lugar, empecé a hacer mi tarea en la sala de espera.

En el hospital estaban acostumbrados a verme hasta tan tarde, creo que por esa razón las enfermeras decidieron dejarme una taza de chocolate caliente mientras estudiaba. Se los agradecí en silencio y pude terminar mi tarea.

-Santiago -Alce la cabeza hasta ver al profesor -Acercate muchacho -Todo ya habían salido del salón, me pregunte por que eme llamaba a mi en específico -Felicidades -Me tendió el exámen -Tienes un 100%

Las manos me temblaron al recibir aquella hoja... Pase... ¡Pase!

Era el exámen final para saber si había pasado ¡Me iba a graduar! Abrace al profesor y salí del salón corriendo

-WOOOOHO -Salte -¡¡¡Pase carajo!!! -Baje las escaleras y no pare de correr hasta llegar, al salón de Isla -¡¡Pase!!

Está dió un respingón ante mi llegada repentina, examinó mi hoja y me miró sorprendida

-Pasaste

-¡Pase! -Sonreí

-¡Pasamos! -Me abrazo y comenzamos a saltar. No tardamos en buscar a Francis para darle la noticia, el también había pasado

Así que, oficialmente los tres estábamos graduados. En trea días sería la graduación definitiva solo esperaba que mamá pudiera seguir aquí...

Los chicos y yo decidimos ir a comer para celebrar. Casualmente, la hermana de de Francis cumplía 16 años, nos comentó sobre que desde el año pasado estaba trabajando en la edición de su libro y que por fin había llegado se estaba encargando de venderlo depositar el, dinero en las cuentas de su hermana

Entonces los ví, juntos, felices, tomados de la mano y dándose cariño

Me pregunte si era capaz llegar a ese nivel de felicidad con una persona. Porque, ellos eran felices y estaban tal vez en su mejor momento para serlo, si se daban la oportunidad podrían llegar muy lejos

Comí despacio hasta acabar, me mantuve al tanto del teléfono por si tenía alguna llamada del doctor.

Habíamos ido a la feria, Francis e Isla quería que nos distrajeramos yo era como un niño pequeño en ese momento. Mi amorcito Francis me compro un algodón de azúcar cuando fueron a la cabina de fotos.

Mire aquel algodón de azucar y alce la vista hasta la montaña rusa que había detrás de mi. Entre todas esas personas que estaban apunto de subirse

Pude observar a un mini yo con su camisa de Toys Tory junto a su madre abrazándolo con fuerza. Baje la mirada hasta mi algodón y le di un mordisco. Me perdí entre la multitud

Con cada paso que daba las personas iban desapareciendo, hubo un momento en el que solo estaba yo en la orilla del muelle cerca de la feria

-Los tiburones no se comen a los niños guapos -Mire hacia mi izquierda en dónde se encontraban mamá y mini Santi -¿Quien es el niño de mami?

-Yo

-Exacto. Recuerda que siempre puedes confiar en mí ¿De acuerdo?

-De acuerdo

-Genial, ahora vayamos por un helado.

Aquel momento se desvaneció en cuanto el sonido de las olas inundó mis oídos. Entrecerre los ojos ojos observando al agua

Cuando termine con mi algodón, deje el palillo en la basura y me quite los zapatos, deja las medias sobre estos y subi al puente

-Oye ¿En dónde estabas?, te estábamos buscando -Le pase por un lado dejando mis zapatos en una esquina -¿Santi? -El llamado de Isla fue en vano -Santi ¿Que haces?

Corrí hasta estar. Más lejos de ellos

-¿Prometes dejar de temerle al mar? -Enarco una ceja

-¡Me lanzare al mar para dejar de temerle! -Alce los brazos

-Asi se habla Santiago

Los mejores momentos eran cuando hacías las cosas sin pensarlo, así que por eso no pensé en las consecuencias que me podían traer saltar hacia el mar.

Cada paso que di fue un momento que no quería olvidar, cada impulso fue una razón para vivir por ella, cada latido cada respiro, cada parpadeo de aquel momento, fueron por decisión propia y porque algo me lo pedía.

Empecé a correr con decisión, ignore los llamados de mis amigos y simplemente me lance. No me alcanzó el tiempo para cubrirme la nariz

Todo mi cuerpo impacto contra el agua, mojando mi ropa, dándole movimiento a mi pelo y dándome más imágenes con mi madre

-¿A donde más ibas cuando viajabas? -Alce la mirada para verla

-Iba a muchos lugares, no sabría decirte un lugar en específico pero si puedo decirte, que al final de cada viaje admiraba el atardecer

-¿Tomaste fotos de los atardeceres?

-Si -Señalo su cabeza- Aquí, la mejor forma de capturar los momentos son con la mente. Tendrás grabado el momento de por vida.

Senti tirones hacia la realidad. Francis me estaba sacando a la superficie mientras tocia

-¿Estás bien? ¿Te encuentras bien? -Acaricio mi cara de manera desesperada - ¡Joder, di algo!

-Quiero casarme con Britney Spears -No pude evitar las ganas de sonreír. Los dos parecieron más aliviados pero molestos

-¿Por qué hicistes eso? -Pregunto Francis pasandome los zapatos -Pudo haberte pasado algo.

-Tenia que vivir el momento -Respondí, parecieron confundidos ante mi respuesta

Porque claro. Era algo entre mamá y yo.

La noche no tardó en caer, pronto los chicos y yo nos despedimos, cada uno encaminandose a su hogar. Me daba un poco de lastima saber, que ellos podían tener ella posibilidad de arreglar las cosas con sus padres. Podían terminar aquellos problemas y poder vivir en paz

Mientras que yo iba a perder a mi única familia, entre a casa y dejé mi bolso en el sofá. Subí directamente a bañarme olía agua salada y algas

Me puse un pantalón de pijama y una camisa normal junto a un suéter para salir al hospital, baje a la cocina y empece a prepararle la sopa a mamá, le contaría sobre mi logro.

Pude escuchar mi teléfono pitar desde la sala, deje la olla vacía en la mesa y fui directo a a contestar

-¿Bueno? -Me rasque la nuca

-Santiago...

-Doctor Númar, hola. Se que voy tarde, pero le estoy preparando la comida a mamá y...

-Santiago a tu mamá le queda media hora. -La noticia fue como un balde de agua fria- Quiere que vengas. -Colgue

Pase las manos por mi cara y mire a los lados ¿Que estaba buscando?... Mamá se iba a ir... Tome las llaves y salí de casa corriendo, marqué el número de Isla lo más rápido que pude

-Santi, son las 11 de la noche que pas...

-Mamá se va a ir... -Gimotee corriendo -Isla, ella se va a ir...Trae a Francis -Colgue

Creo que nunca había corrido tan rápido como aquel momento. La ciudad estaba en contra mío, las personas no pararon de atravesarse y hubo tráfico. Pase por lo autos como pude y continúe corriendo

No, ahora... No, no, no.

Entre al hospital sin detenerme, llegué al tercer piso y me puse el uniforme. El doctor me detuvo cuando intenté entrar pero lo esquivé. Cerré la puerta detrás de mi con la respiración agitada

Allí estaba ella... Leyendo el último capítulo de el libro que le había dejado, posó su mirada en mi y me hizo una seña para acercarme

Me senté en la camilla, junto a ella a su lado estaba la máquina de pulso... Recordé que hace dos noches no quise tomar su mano por miedo. Justo ahora no quería soltarla

No pude evitarlo y llore, negando

-¿Te encuentras bien? -Negue -¿Quieres contarme la razón?

-Tu... -Mis labios temblaron -Tu te vas a ir... -Gimotee -Tu te irás a, vivir una nueva aventura ma...

Paso su mano por mi barbilla

-¿Quieres contarme como será esa aventura? -Asenti temblando

Respire profundamente dándole caricias a su mano

-Iras a recorrer un mundo nuevo. Haya harás nuevos amigos, tendrás nuevas aventuras y... -Me estabilice de nuevo -Y vivirás en grandes sueños, visitarlas lugares muy especiales y vas a brillar igual que antes.

-¿Estás tú de acuerdo con es viaje? -Volvi a asentir - ¿Por qué?

-Porque... Así podrás mostrarme los hermosos atardeceres, también podrás mostrarme lo bueno de saltar hacia tus miedos y me traeras recuerdos -Continue con la cabeza baja

-Santiago. Mírame -No le hice caso -¿Que es lo que siempre te he enseñado?

-A siempre dar la cara...

-¿Entonces? -Alce la vista hacia ella, ese brillo en sus ojos había vuelto, las lágrimas dejaron de salir en cuanto la ví -Mi niño... Eres lo mejor que me ha regalo la vida, no te sientas mal, siempre estaré allí para ti -Paso su débil mano por mi mejilla limpiando las lágrimas -Nunca me arrepentire de haber conocido a tu padre. Porque sin el, tu no estarías a mi lado -Sonrío -Espero no haberme equivocado en nada...

-No... Mamá -Negue -Eres la mejor madre que pude haber pedido. Siempre estaré agradecido contigo por... Todo lo que hiciste -Sobi la nariz -¿Porque las despedidas siempre duelen?

-Porque sin el inicio de una nueva historia -Susurro -Ahora ven y abrázame.

No tuve que pensarlo dos veces. Me recosté en su pecho y me envolvió en sus brazos, en dónde apenas quedaba calor. Entreabrí los labios y me deje llevar. Solté todo aire que tenía contenido y me relaje

-Me graduó en tres días... ¿Me felicitaras?

-Claro, ¿Cómo no hacerlo? -Sonrío - 18 ¿Eh? -Acaricio mi pelo -Hice un buen trabajo educandote

-El mejor -Se me escapó una sonrisa.

-¿Quien es el niño de mamá?

-Yo -Me acurruque -¿Recuerdas cuando, me llevaste a ese festival de música hippie? Nos corrieron al ver, que entramos en el camerino de de un cantante

-Como olvidarlo ¿Tu recuerdas cuando, te inscribiste en futbol porque a los demás niños les gustaba? Descubriste que lo odiabas y, te interesaste por el marketing

-Una de las mejores decisiones que pude tomar -Rei.

Recordé cuando nos pintamos el pelo de azul para se geniales.

Recordé las veces que me llevo a distintas ciudades en moto.

Recordé cuando hicimos un fuerte de almohadas.

Recordé cuando nos inscribimos en patinaje en hielo.

Recordé cuando apresuró a, tocar la guitarra.

Recordé nuestras salidas al centro comercial.

Recordé los 15.

Recordé la fogata.

Recordé los bailes alocados.

Recordé nuestras charlas.

Recordé sus caricias.

Recordé su voz al cantarme de noche.

Recordé la tienda de cómics y como quisimos llevarnos toda la tienda.

Recordé todo hasta que ella dejo de moverse, lo recordé todo hasta que su corazón dejo de latir... Y recordé todo... Cuando supe que la aventura había acabado.

Me quedé observando la lámina con su nombre: Rosa Inés...

Le di un beso a la rosa dejándola sobre la tumba.

-Gracias... -Susurre. Cuándo estuve listo para irme Francis y Isla se ofrecieron a quedarse en casa conmigo

Cuando abrí la puerta... Nada, no pasó nada. Cuando abrí la puerta estaba tal y como la dejé cuando salí corriendo

Subí las escaleras deslizando mi mano por la madera y luego por la pared, luego hasta la manilla de su cuarto

Entre como si fuera la primera vez, como cuando tenía 9 años y corría para que no escuchar más los truenos. Pase mi manos hasta su closet. Me atreví a tomar la caja y abrirla con la llave

Lo primero que ví fueron las fotos, habían muchas fotos de ella en distintos lugares, con distintos estilos. Luego se eso había una cadena y de dije un corazón de mitad

Lo abrí y la foto era una de ella conmigo en sus brazos, me puse la cadena y deja la caja a mi lado. Habían notas que dudaba si leer o no.

Isla tocó la puerta del cuarto sacándome de mis casillas

-Lamento interrumpirte pero... El abogado de tu mamá quiere hablar contigo.

Bajamos las escaleras y el hombre se encontraba con Francis tomando café en el sofa, se levantó en cuanto noto mi presencia

-Santiago -Se inclino -Lamento tu perdida.

-Roger -Asenti -Gracias ¿Que te trae aquí? -Fui directo al grano -Si mis tíos te mandaron déjame decirte que ni tengo intenciones de...

-Vine por tu madre -Me Interrumpio -La visite en la mañana mientras tú estabas en clase -Alce las cejas con sorpresa -Ella... Quería que te dejará esto -Me tendió un sobre que tenía algo escrito

Todos somos almas débiles en busca de nuestra propia aventura. Gracias por ser la mía.

Abrí el sobre y... Habia un cheque... Medio millón de dólares a mi nombre...

Los chicos se quedaron confundidos ante mi silencio. Mire a Roger quien tenía una sonrisa, triunfadora en sus labios

-Todo el dinero que tú madre, rechazo de tu padre está en ese pedazo de papel

Los chicos se acercaron para ver de cuánto se trataba

-Carajo -Susurraron -Eso mucho

-Pero eso significa que... -Lo mire

-Si, eres heredero a la fortuna de tu madre

Mierda.