Miedo
Llevaba días molesto...y triste.
Pero no era por el hecho de tener que soportar a cierto par de don Juanes que pasaban todos los días por su templo a ver a su vecino una casa arriba, aguantar las constantes peleas de esos dos mientras subían y un par de ocasiones el pésimo canto cuando a ambos se les ocurrió llevarle serenata a Lugonis a las cuatro de la mañana...fue divertido verlos bajar llenos de rosas.
Tampoco era las absurdas charlas con Itia donde el librano no paraba de mencionar a cierto carnero rojo, cosa que empezaba a molestarle, pero no es por que estuviese interesado en su amigo de la balanza, no, era más bien por envidia y es que empezaba a sentír celos de que Itia planteará cada detalle para intentar llamar la atención de Gateguard y Zaphiri no hiciera algo parecido con él...por alguna razón eso le irritaba al grado de querer congelar a su amigo en venganza.
Pero ese tampoco era el motivo principal.
Cómo tampoco lo era el pequeño odio que comenzaba a crecer en su ser cada que veía al centauro charlando animadamente con el bicho y en ocasiones abrazarlo de manera fraternal, lo cual sería absurdo ya que después de todo ese par eran buenos amigos, desde siempre los había visto juntos, así que era tonto sentir ahora celos...no.
Aunque tampoco ese era el problema.
El problema principal es que aún no pasaba nada, ninguna señal que confirmara que el estaba...ya saben...en cinta.
Desde que él y Zaphiri comenzaron esa "relación" había esperado con ansias, aunque nunca lo admitiría ni con tortura china, alguna señal que le dijera que su hijo ya venía en camino, pero nada, cero mareos, cero vómito, ningún cambio de humor drástico o algo parecido, la verdad seguía igual, como siempre, pero porque?! Comenzaba a crecer qué tal vez si lo estaban haciendo mal cada que tenían relaciones y que talvez si se necesitará una serie de posiciones exactas para que él...
Pero eso era absurdo no! digo, podía jurar que él y Zaphiri ya habían probado todo el kamasutra de principio a fin e incluso otras formas no conocidas. Y es que desde que iniciaron está loca idea no había día en que no lo hicieran, ya sea de día o noche, incluso un par de veces se saltaron el entrenamiento y cuando lo trajo para curar su tobillo...no salieron de la habitación hasta el día siguiente, bueno, Zaphiri salió,porque él no podía caminar, y es que fue la única manera de evitar que su bicho bajará a hacer masacre con sus compañeros por su tobillo herido, cosa que removio su estómago como si tuviera mariposas en el, pero pese a ello...Nada!...ninguna señal de que el estuviese embarazado... porque?!
-tal vez...el doctor se equivocó
Era lo más probable, tal vez lo que de verdad tenía ese día era una simple infección y ese viejo idiota se sacó toda una loca teoría de esto y era mentira que él podría dar a luz.
Odiaba admitirlo pero si eso fuera verdad...le dolería mucho.
Y es que Krest ya se había ilusionado con la idea de ser "madre". Deseaba que llegara el momento de sentir su primer patadita de su bebé en el interior de su cuerpo, que su vientre creciera y comenzará a sentir antojos raros, incluso ya se había hecho la ilusión de patear a Zaphiri de la cama y ordenarle ir a buscar algún extraño platillo a las dos de la madrugada. También ya se había aprendido una serie de cuentos infantiles, los cuales había modificado ya que muchos le parecían más cuentos de terror que aptos para niños, eso de que una hechicera malvada pusiera a una princesa a dormir y que después un maldito llegará y la violara haciéndole tres hijos...ni de broma se lo contaría a su bebé, como tampoco le contaría la historia donde la pobre sirena se tiene que convertir en espuma mientras el jodido príncipe se queda vivo y muy quitado de pena el infeliz...y la niña con capucha roja que fue devorada por un lobo...de verdad eran historias para niños o lo que buscaban los autores era provocarles pesadillas, nunca lo sabría.
Por increíble que parezca Krest se estaba esforzando por ser una buena madre... o Papi...si se escucha mejor, se esforzaba por ser un buen Papi, leía todo libro que hablara sobre el embarazo y la crianza de un niño, las enfermedades más comunes en los nenes, alergias, cómo identificar un berrinche y cosas así, todo lo que tuviese cualquier relación con los infantes. Incluso ya había planeado siete u ocho actividades para que comenzará a leer y escribir a temprana edad, por que su hijo sería un genio de eso no había duda.
La ilusión de ser padre crecía cada día más en su ser, motivo por el cual se levantaba todos los días ilusionado esperando algún mareo o vómito matutino, algún antojo raro...algo...algo que le dijera que ya estaba en cinta...pero nada.
Justo ese día su ilusión se había ido al carajo gracias a los hermanos jaiba y el toro, los cuales por desgracia habían terminado convertidos en estatuas de hielo sin entender el motivo
Zaphiri se había marchado ase tres días a una de las islas de las ciclades, parece ser que aún quedaban algunos espectros esparcidos por el mundo que deseaban vengar a su señor, ninguno rival para un caballero de oro pero Athena no quería correr riesgos, por lo que mandó al escorpión y otros dos caballeros de plata para terminar con ellos. Ese día, después de hacerlo, se habían despedido con un cálido beso. Con forme pasaban los días los caricias y roces dejaban de ser tan lujuriosos y cambiaron por unos más cálidos y reconfortantes, cosa que el cubo comenzaba a adorar,le gustaba saber que desataba toda la pasión y lujuria en el bicho, pero también el deseo de protección y cariño.
Se levantó a mediodía y después de acearse comenzó a examinar su cuerpo, no se veía la gran cosa pero últimamente podía jurar que él pantalón le apretaba un poco costando trabajo cerrarlo. Esto lo emocionó mucho, aunque no se podía fiar, ya necesitaba una nueva ropa de entrenamiento porque está estaba muy remendada. Fue a Rodorio por un par nuevo, donde se encontró a los gemelos de la cuarta casa y Francisca, la señora prácticamente era la "diseñadora" del santuario, todos compraban la ropa con ella ya que salía resistente y barata...y era la única sastre en el pueblo.
Regresaba a casa, esperanzado, deteniéndose solo por un par de libros. Al salir alcanzo a ver algunas mujeres en la fuente hablando, como no era chismosos estuvo a punto de seguir su camino pero el grito de una lo detuvo.
Parece ser que las damas consolaban a una de sus amigas, la cual se había enterado que desgraciadamente no podía concebir, un golpe brutal para una mujer que añora ser madre. Por ovia razón este tema captó su atención y discretamente se coloco al otro lado para escuchar la conversación, al igual que él lo había intentado pero nada, no lograba quedar embarazada. Parece que la dama era estéril lo cual había destrozado sus ilusiónes.
Me va a dejar...lo hará...
La frace que dijo captó su atención, el miedo de ser abandonada por su pareja debido a ser esteril era latente. Krest no quiso escuchar más, se paró y continuó su camino.
Cualquiera diría que iba como siempre, serio y regresando el saludo solo por cortesía, pero por dentro era un mar de nervios, subió corriendo hasta su casa, incluso declinó la comida con su amigo de la balanza, no quería escuchar otra chorrada de ideas para captar la atención del borrego, porque no solo iba con él y le decía que le gustaba?! Sin tapujos y excusas tontas, así como Zaphiri lo había hecho con él.
Los colores no tardaron en adornar sus mejillas, la verdad es que adoraba que su compañero fuese tan directo, estaba seguro que si Zaphiri hubiese actuado como su amigo...lo abría mandado al diablo por ser tan indesiso!
Dejo las prendas en la cama y procedió a retirar su ropa muy despacio, era mínimo, casi imperceptible pero...podía jurar que había subido un par de kilos.
Esperanzado tomo el primer pantalón, uno de color azul, se sentó en la cama y con toda la calma del mundo comenzó a subirlo por esas blancas y delgadas piernas, todo bien hasta que llegó a sus muslos, donde la prenda entro con un poco más de trabajo, tomo un suspiro y se preparó para cerrar.
mmm....mmmm.....no.......no cerraba, la prenda no cerraba!!!
Si, si!!!
No tardó en gritar emocionado, con rapidez se quitó este y procedió con el pantalón negro y después uno color camel...ninguno le quedó, a los tres les faltaba una minúscula parte, una cosa de unos tres o cuatro centímetros cuando mucho para que el cierre subiera.
Feliz se quitó la prenda y comenzó a acariciar su vientre, al fin, finalmente lo logró!!!
No tardó en tumbarse en la cama y enredarse en las sábanas...aún olían a su compañero. Una gran sonrisa inundó su rostro, como se lo diría?!
Todos los días Zaphiri siempre le preguntaba cómo se sentía, si le dolía algo, mareos, vómito, antojos, no negaría que se sentía mal al responder que todo estaba igual, sobretodo al ver una ligera mueca de desilución en el otro.
-je...tu papá se pondrá feliz.
Se quedó dormido por un rato, hasta que unos cuantos gritos lo despertaron. Con mucha flojera se levantó y procedió a vestirse...tsk! Tendría que comprar ropa más grande.
Krest!!!!
Se llevó una gran sorpresa al ver a los gemelos de cáncer, geminis, Gateguard y Francisca ahí, acaso había reunión y nadie le dijo?
-buenas tardes, pasa al....
-krest verdad que a ti tampoco te quedó?!!
-cierto, verdad que no te quedó?!
El toro lo sarandeaba como trapo, mientras los otros no dejaban de preguntar quién sabe qué.
-dejenlo responder idiotas!!!
Enojado, Gateguard les regaló un fuerte coscorron a cada uno mandándoles al suelo con un enorme chipote de regaló, no si este borrego de tierno y amable tenía menos que Hades.
-que sucede?
Logró preguntar acomodando su playera.
-ah, perdón, es que este trío de tarados no deja de quejarse que la señora Agatha fabricó mal sus prendas.
-eh?
-es que estos gordis (hablo burlón Paris) se quejan de que la ropa no les queda y que es culpa de la pobre anciana que la hizo mal.
-cierto.
-pero la fabricó mal, la hizo más chiquita.
Se quejaron los tres afectados.
La discusión comenzó de nuevo, los tres se quejaban del mal trabajo de la anciana mientras los otros tres la defendían diciendo que habían engordado y por eso la ropa ya no les quedaba, cosa que las divas no querían aceptar.
Por su parte Krest se había quedado en silencio. Y si era verdad, qué tal y la vieja se equivocó, después de todo no le tomo medidas, solo pregunto para que caballero era y ya, la mujer se sabía las tallas y complexión de todos ahí, incluso las hacía un poco amplias para que tuviesen movilidad pero...ya era muy vieja y casi ciega, podía ser que errara al cortar y cocer la tela y...
-mira esto es fácil, si a Krest no le quedó entonces quiere decir que no estamos gordos y que la anciana hizo mal las prendas (aseguro Sage)
-mmm...bueno, me parece un buen punto. Krest no es tan descuidado y tragón como ustedes.
Gateguard y los geminis se giraron a verlo, esperando su respuesta, y es que este trío ya querian ir a reprender a la señora por hacer tan ajustada la ropa, cuando era obvio que la culpa la tenían ellos por tragones.
-y...te quedó la ropa?
Con todo el dolor del mundo el castaño negó, ganándose una mirada de sorpresa por parte de los guardianes de la primer y tercer casa y un grito de júbilo por los arcontes de la segunda y cuarta.
-siiii!!! Lo ven, se los dije, si estamos igual.
-cierto, cual gordo (golpeando su abdomen)
-bueno, tal vez la mujer si se equivocó con Krest y...
-hay si, solo con él, ya, les dijimos que estábamos igual.
-yo digo que los pesemos y...
-olvídalo, las básculas en el santuario son engañosas
-hasta Itia...siempre cambia los pesos a su favor, aún recuerdo como me gano el kilo de duraznos por que su pluma de ganzo pesaba más.
-...😒
-o que, nos van a decir que Krest también está gordo.
- no...pus no...
-ya ven!
-yo digo que hay que hacer un boicot, tenemos que cambiar de sastre, propongo un diseñador italiano.
-estan de broma
-vamos a quejarnos, somos tres clientes inconformes.
-cuatro si contamos al cubo.
-cierto...oye Krest tu que...
Pero el castaño no lo dejo terminar, furioso convirtió a sus compañeros en unas hermosas estatuas de hielo que no tardó en arrojar escaleras abajo, esos malditos habían arruinado su felicidad, Gateguard y los gemelos salieron corriendo a intentar frenar a sus amigos, confundidos por la reacción del cubo y asustados por el enorme portazo que este hizo sonar al regresar a sus aposentos.
Maldita sea, entonces todo era un error,no estaba embarazado y solo se trataba de un error de cálculo al cortar y surcir la tela.
Eso tenía sentido después de todo...no tenía ningún otro síntoma y su estómago...tampoco estaba tan grande y...no se sentía tan diferente.
Volvió a tumbarse en la cama y en esta ocasión no fue a cenar, estaba muy molesto y triste para ver a los demás, tal vez mañana se disculparia con sus compañeros pero por el momento no quería ver a nadie.
Dieron las dos y no logro conciliar el sueño, salió de sus aposentos...mmm...necesitaría otra puerta, y se dirigió hasta escorpión.
La habitación estaba vacía, el arconte regresaría en uno o dos días más. Camino hasta el armario y saco una camisa, por fortuna Zaphiri era más alto, suponía que tenía razón Hakurei, tal vez era momento de cambiar de sastre, después de todo ya estaba muy vieja y...ah! Solo iría y le diría que tomo mal las medidas a la hora de cortar la tela, un error lo comete cualquiera.
Estaba por acostarse en la cama de su compañero cuando algo captó su atención, arriba del Ropero se ayaba un bonito oso de felpa, con un pelaje marrón y un moño rojo, con dos grandes ojos de botón tan negros como el carbón.
Fue hasta el y lo tomo, estaba ahí antes? No recuerda haberlo visto. Bueno solo había estado ahí unas dos veces cuando mucho ya que siempre que lo hacían era en acuario, para que Krest no tuviese que subir escaleras después de la faena, considerado el bicho.
Se llevó una gran sorpresa cuando al voltearlo se topó con un broche de mariposa.
-y esto?
Comenzó a girar hasta que escuchó un click y soltó, una bonita melodía de cuna broto de la panza del muñeco inundando todo el cuarto, cuando está terminó tomo el juguete entre sus brazos y se acostó, su nariz fue golpeada con el aroma silvestre que dominaba las sábanas tan característico del bicho, le dió cuerda de nuevo al muñeco unas dos veces más antes de caer dormido, abrazando con fuerza al oso.
Cuando despertó ya pasaban de las ocho y no estaba solo en la cama, Zaphiri estaba a su lado, abrazándole de la cintura. Estaba tan cansado que no se dió cuenta cuando su compañero llegó. Con mucho cuidado, para no despertarlo, se dedicó a admirarlo, era la segunda vez que lo veía a su lado, la primera fue cuando lo hicieron por primera vez y él se quedó en escorpión, después de eso todos sus encuentros fueron en acuario y el bicho siempre se marchaba tras terminar, no podía negar que con el paso de los días eso le molestaba cada vez más, algo en su interior empezaba a desear que se quedará, despertar y verlo a su lado, justo como ahora.
Retiro uno de sus mechones azabache y acaricio su mejilla, le encantaba su piel, no era tan suave como la suya, pero tampoco tan áspera, tenía el perfil digno de un griego, pómulos amplios, nariz afilada, barbilla semicircular y una piel acanelada, pero lo que más le gustaba era el par de obsidianas que tenía por ojos.
-mmm...hola...
Sin abrirlos aún Zaphiri esbozo una pequeña sonrisa, afianzando el agarre en las finas caderas de su cubo.
-hola...a qué hora llegaste?
-mmm, como a las cinco.
-ah...
El menor se pegó más a su cuerpo, abrazando con fuerza el peluche, tenía unos enormes deseos que Zaphiri lo abrazará.
-te gusta?
-eh?
-el oso, lo compré especial para nuestro hijo...para la hora de dormir.
Krest lo miró unos segundos antes de aceptar, le regaló un casto beso y se acurrucó en su pecho, apretando con fuerza al muñeco.
-es hermoso, le encantará....vamos a dormir un poco más si...
-... claro...
El bicho lo beso en el pelo y lo acunó en sus brazos, había hecho la misión en la mitad del tiempo ya que moría de ganas de regresar con su cubo, se sorprendió un poco al encontrarselo en su templo pero le agrado, por lo que no tardó en tomar su lugar a su lado, como le gustaría despertar así todos los días.
Y mientras Zaphiri hacia sueños guajiros, el pequeño cubo comenzaba a experimentar un miedo atroz. Tal vez el curandero se había equivocado, después de todo ya estaba viejo...como la sastre, tal vez era solo un hombre normal que no podía tener hijos, pero...si eso era cierto, que pasaría entonces? Que pasaría con la relación que mantiene con Zaphiri? El bicho estaba con él porque quería un hijo pero si en no podía dárselo....
Va a dejarme...me abandonará... él...
Y se acabó.
Espero que la actualización les gustará, pobre cúbito su sueño parece que no se quiere cumplir.
Que pasará ahora?
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