Curiosidad

Advertencia, este capítulo contiene Lemon yaoi(hombrexhombre) lean bajo su propia responsabilidad.
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Curiosidad, es lo que sentía respecto a su compañero,le atraía su forma de ser tan directa y en ocasiones agresiva, que deseara siempre tener la razón, muchos lo consideraban un caballero leal y confiable, cosa que él no negaba y porque negarlo, le gustaba su físico y... también tenía curiosidad sobre el sexo.

Su cuerpo tembló un poco cuando Zaphiri comenzó a besarlo, era la
Primera vez que lo hacía por lo que se sentía muy torpe; el bicho sonrió internamente, parece que Krest de verdad era algo hermitaño.

Le besaba de forma lenta de manera que el chico se acostumbre, rodeó su cintura y despacio lo fue acostando en la cama. A Krest se le hizo un poco asqueroso cuando el bicho colo su lengua en su boca y comenzó a jugar con la suya, pero después de unos segundos le agrado la sensación.

Llevado por instinto se abrazo a su cuello y comenzó a jugar con su cabello, los besos poco a poco se volvieron más demandantes, el pequeño cubo aprendía rápido, las caricias no se hicieron esperar, las manos del bicho recorrían el cuerpo del menor sobre la tela, comenzó a bajar despacio, delineando las costillas y cintura, se coló bajo la prenda y empezó a retirarla.
La piel de Krest era tan blanca como la leche, muy suave y desprendía un aroma a vainilla.

-mmm...

El cubo reprimió su gemido cuando los labios del bicho se apoderaron de su cuello y comenzaron a descender poco a poco, Zaphiri dejo un camino de besos hasta su pecho.

-...ah!...ya...¿ya lo habías hecho antes?
- un par de veces...pero nunca con un chico.

La respuesta intimida al menor, bueno, de alguna forma se podía decir que era la primera vez de ambos ¿no?

-¡ahh!

Su cuerpo se arqueo cuando el bichito comenzó a succionar uno de sus pezones, mientras su mano se encargaba del otro, era una sensación extraña, un ligero hormigueo que corría desde su pecho hasta la parte baja de su vientre, poco a poco lograba sentir como su parte íntima comenzaba a humedecer.

-za... Zaphiri espe...¡agh!

Pero el mayor no escuchó, llevo su mano a la entrepierna del chico y comenzó a frotar sobre la tela, sin dejar de atender sus botoncitos rosas.
¿Eso es lo que se sentía en la intimidad? ese hormigueo y fuego que crecía poco a poco.

-¡ohhh!

Comenzó a frotar arriba de la tela, incitando al miembro de su compañero a despertar, mordió sus labios mientras líquidos preseminales ensuciaban su pantalón.

-parece que te gusta...ya estás duro...
-ca...cállate.
-je.

Volvió a besarlo y giro su cuerpo de manera que el quedará de costado, con una de sus manos rodeando la espalda del chico pero permitiendo que siguiera su tortura al pezón, mientras la otra se encargaba de su entrepierna y sus labios devoraban su boca y cuello.

Las caricias exitaban a Krest, el castaño cerró sus piernas, apresando la mano ajena, mientras las frotaba deseoso por un contacto mayor.

El bicho ya no aguanto, de un movimiento brusco arrancó los pantalones del cubo con todo y ropa interior, dejándolo desnudo y a su merced. Bajo sus ojos era una escena muy sensual, Krest se veía tan apetecible, desnudo, jadeando y con una muy evidente erección.

-¡Zaphiri!

No pudo evitar soltar un grito cuando el bicho se coló entre sus piernas y comenzó a chupársela, se sentía tan avergonzado y caliente.

-¡oh dioses!

Zaphiri le hacía una felación ejemplar, chupaba, mordía, delineaba con su lengua, un sonoro gemido broto de su garganta y se vino en la boca del moreno. El primer orgasmo de su vida.

El bicho se tragó todo, mientras lamia sus labios mirando como el castaño jadeaba en la cama intentando recuperar la respiración.
Se separó  y desnudó en un santiamén, Krest no pudo evitar el dirigir su mirada ahí...en la entrepierna de su compañero... Athena, era muy grande, como esperaba que todo eso entrara en él.

-Za... Zaphiri...

Pero no lo dejo protestar, llevo sus dedos a la boca del castaño antes de devorar nuevamente su cuello.

-chupalos.
-mju

Se limitó a obedecer, odiaba admitirlo pero eso de dejarse mandar en la alcoba comenzaba a gustarle, después de todo Zaphiri era el que tenía más experiencia en esas cosas. Lamió los dedos como si fuese el dulce más rico, cuando estuvieron bien húmedos Zaphiri se alejó, separó sus piernas y las coloco al lado de sus caderas, despacio, comenzó a tocar la pequeña entrada, haciendo círculos al rededor de esta.

-te dolerá un poco.
-...si...

Un gritó abandonó su boca, ardía. El bicho intento callarlo besándole, metiendo cada vez más el dijito. El intruso se movía de un lado a otro, intentando abrir su cavidad, el segundo lo hizo arquearse y para el tercer tuvo que cerrar los ojos. Zaphiri fingía embestidas, movía los dedos en círculo y tijeras, el líquido poco a poco empezaba a brotar, no tanto como en una mujer pero si lo suficiente como para lubricar.
Al final la sensación le gustaba a Krest, elevó un poco las caderas restregandose en los dedos, cuando creyó que era suficiente lo dejo, ganándose un quejido en protesta.

-ya quiero hacértelo...¡¿ listo?!
-...supongo que si...
-esto te dolerá un poco
-esta bien...es normal según dicen y..
la tienes muy grande.

Desvió la mirada al decir eso, al bicho le encantó el tono de voz tan sumiso y el rubor que cubría sus mejillas, le dió un tierno beso en la mejilla, que sorprendió a su compañero, y sujeto sus caderas.

-¡¡¡agh!!!

De verdad dolía, podía sentir como su cuerpo se tenzaba,mientras su parte baja comenzaba a separarse poco a poco para recibir al intruso. Cerró los ojos y se aferró con fuerza a la espalda del bicho, pequeñas lágrimas brotaban mientras sus uñas se encajaban en la piel del moreno.

-duele...¡agh!....
-ya casi...eres muy estrecho.

Cuando la tuvo dentro  se detuvo, podía sentir como el cuerpo bajo el suyo temblaba, escuchaba perfectamente los sollozos del menor.
Con cuidado, dejando el peso en su mano izquierda, retiró el cabello de la frente de Krest, hizo lo mismo con los restos de las lágrimas y empezó a besarlo, de forma tierna y cariñosa, le regaló caricias a sus piernas y caderas, buscando mitigar un poco el dolor.

-¿estas bien?
-a...arde un poco, pero ya no me duele tanto...
-quieres que...
-¡No¡... sería estúpido, no crees, ya estamos en ésto, termina solo...solo se gentil sí
-.... claro...

Un nuevo beso y el bicho comenzó a moverse despacio, daba pequeñas embestidas mientras continuaba regalando caricias, los quejidos de Krest comenzaron a disminuir, poco a poco el cubo empezó a acostumbrarse a eso de tener a alguien dentro de él, incitado empezó a moverse al ritmo de Zaphiri, elevando un poco la cadera.

La cama comenzó a rechinar poco a poco, sus oídos se llenaron con el ruido que producían sus cuerpos al chocar, golpes débiles y húmedos, el olor a sudor y un toque cítrico inundaba su nariz, la sensación cada vez le gustaba más.

-?más?
-...si....

Zaphiri comenzó a embestir con más fuerza, sujeto a Krest de los muslos separando más sus piernas.

-¿te gusta?
-ah...si...sigue... oh...

La cama comenzó a rechinar con más fuerza, Krest se sujeto a las sábanas mientras cerraba los ojos y elevaba la cabeza, el sudor comenzaba a perlar su cuerpo. Zaphiri no podía dejar de ver esa escena tan erótica,mojo sus labios al ver como el miembro de su compañero nuevamente se ponía rígido, llevo su mano a este y comenzó a masturbar a la par de sus embestidas.

-¡¡!ah....ahhhhh...Za... Zaphiri!!!
-dioses, estás tan estrecho y húmedo...me encanta.
-más... ¡más duró!...
-claro...

Subió sus piernas a sus hombros y atacó con más fuerza, Krest gritaba exitado, dejándose llevar por el placer el castaño llevo sus manos a su pecho, jugando con sus pezones. Zaphiri sonreía satisfecho, era una imagen que guardaría para siempre en su memoria.

-¡¡!ya....ya no aguanto... ahhhhh!!!

Podía sentir como un calor profundo se congregaba en su pelvis, deseoso por salir, estaba cerca de su segundo orgasmo.

-ya quieres correrte eh...!hagámoslo juntos!

Las penetraciones aumentaron, Krest gritaba siendo incapaz de mantener los ojos abiertos, Zaphiri estaba en una situación similar sus gruñido inundaban la habitación, el bicho salía por completo para entrar de lleno nuevamente, sus cuerpos se encontraban bañados en sudor, los jadeos se podían escuchar por todo el templo acompañados por el furioso rechinido de la cama que parecía estar a punto de sucumbir.

-¡¡¡ahhhhh...Za... Zaphiri!!!!

No lo soporto más, su cuerpo se arqueo mientras su semen brotaba cual fuente bañando la mano de su compañero y su abdomen, pero no fue todo, debido a la presión del orgasmo sus paredes se contrajeron apretando con fuerza el pene de su amante, extrangulandolo de una forma tan exquisita que lo llevo al límite.

Zaphiri logró sentir como su polla palpitaba con furia, el calor lo quemaba por dentro mientras el culo de su amante lo succionaba, eufórico dió un par de fuertes embestidas antes de correrse en el interior del cubo.

El castaño grito exitado al sentir como "algo" caliente inundaba sus entrañas quemando todo a su paso de una forma tan exquisita que lo hizo poner los ojos en blanco y sentir que volaba...eso había sido lo más delicioso que había experimentado en toda su vida.

-ah... ah.... ahhh...

Con mucho cuidado Zaphiri salió de su interior y se tumbó a su lado, intentando controlar su respiración, ya antes había tenido sexo con mujeres en los bares durante sus misiones, pero tenía que admitirlo, el culo de Krest era el paraíso, tan húmedo, tan apretado, tan... virgen.

-¿estas bien?

Con un poco de trabajo se giró a verle.
Krest respiraba de manera agitada intentando llenar sus pulmones por la boca, su cabello se encontraba despeinado y húmedo, lo mismo que su piel, tenía las mejillas rojas y un ligero hilo de saliva se deslizaba por un costado de sus labios, giro la cara y asintió.

El bicho sonrió y retiro el cabello de su rostro dejando al descubierto sus fríos ojos...que... irónicamente, le parecían más cálidos que el mismo sol.

-me...me arde un poco pero... está pasando.

Zaphiri sonrió y se acercó a besarlo, esta vez de forma tierna y dulce, el cubo no dudo en responder, dejo que el moreno lo tomara de la cintura y lo colocará sobre él, para después sobar sus glúteos y parte de su cintura.

-¿te duele?
-no...ya no tanto...un poquito tal vez.
-...mmm... pasará....
-supongo que lo dices por experiencia, por tus otras... conquistas
-je...si...creo que sí...

No dijeron nada más, solo se quedaron un par de minutos abrazados, dándose ligeros besos y caricias hasta que el bicho hablo.

-podemos  seguir...

-¿eh?....¿otra vez?

-bueno,  es mejor estar seguros de que si quedaste en cinta...no crees.

Desvió la mirada pensando, cierto era el motivo por el cual estaban ahí.

-...dame unos minutos más.
-si.

Sería un mentiroso si dijera que eso no le había gustado, la verdad es que le encantó, jamás imaginó que el contacto físico fuera tan agradable y reconfortante, sería así con todos o...o...solo con Zaphiri. Cuando estuvieron listos el bicho de un rápido movimiento dejo a Krest boca abajo, elevó sus caderas colocandole en cuatro y comenzó a frotarse en sus glúteos.

-te enseñaré tantas cosas que no dormirás esta noche.
-oh...suena bien.

Un nuevo gemido abandonó su garganta cuando Zaphiri entro de golpe, obligando a su cuerpo a arquearse, por los dioses la tenía enorme.

El rechinido de la cama no tardó en oírse. Esa noche Krest sasiaría toda su curiosidad respecto al sexo, gritaría de placer y se dejaría domar obedeciendo cada instrucción del bicho, permitiría que su cuerpo fuera mansillado de mil formas hasta terminar exahusto entrada la madrugada, se bañaría junto al bicho recibiendo otra tanda de "amor" que se prolongaría por semanas.

Después de todo un bebé no siempre sale al primer intento.

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